El precio de la lujuria. Parte 2
El ultimo recuerdo de Pedro le hace intuir el porqué está encerrado..
Y es ahí precisamente donde Pedro empezó su historia con el sexo. Fue ahí donde comienza una vida de obsesión por saber, aprender, probar, hacer y dejarse a hacer que a día de hoy lo tenía en una mugrienta habitación sin saber que iba a ser de él.
………
En sus pensamientos solo estaba Javier, su último recuerdo, tirado en la cama con el culo abierto emanando lefa.
Había sido una tarde espectacular. Habían estado almorzando en un restaurante italiano, comieron pasta y una fondue de queso.
Sus miradas se penetraban, el chico solo hablaba de las ganas que tenía de probar su famosa polla, de degustarla y saborearla. Le contaba que había estado toda la semana dándose por culo con un buen consolador, y que tenía metido un plug medianamente grande.
Pedro estaba que se salía del pellejo de lo caliente que lo tenía. Le avisaba una y otra vez que su polla media 22 cm, que era cabezona y de 5 cm de circunferencia. Que si subían para follar no quería después arrepentimientos, que le estaba poniendo muy caliente y que cuando él llegaba a ese nivel solo quería follar de manera salvaje. Le advertía que le iba a destrozar a pollazos y no habría miramientos.
Javier.- mira Pedro, te lo voy a decir de otra manera. Aunque yo tenga 17 años ya me he comido y me han metido muchas pollas. Ahora quiero la tuya, he oído hablar de ella y la quiero en mi colección. Me han dicho que tienes mucho aguante y que follas de lo lindo. Una vez que subamos a la habitación mi culo será tuyo. Todo yo será tuyo, quiero que me uses a tu antojo. Tenemos toda la tarde para que me lo rompas. Sé que te preocupa mi padre, pero él no va a saber nada. Tú solo dedícate a follarme porque es una orden que yo te estoy dando. Mi orden es que me folles como la puta más vulgar que conozcas.
Aunque tenía el temor a hacer algo que le acarrearía consecuencias no podía evitar querer romper a ese niñato. Llevaba una semana insinuandose, le escribía mensajes, le mandaba fotos de su culo abierto, videos penetrándose con dildos. Y ahí estaba, comiendo con él en la primera oportunidad que tuvo Javier para tener al cuarentón solo para él.
Pagaron la cuenta y como un corderito se encaminó detrás del niñato que lo llevaba a su apartamento privado. Nada más entrar y cerrar las puertas el chaval se le subió encima entrelazando los brazos alrededor del cuello y se fundieron en un morreo bestial.
Javier era un chico más bien delgado, de piel muy blanca y cabello más bien anaranjado. No le costó a Pedro ningún esfuerzo agarrarlo por el culo y alzarlo para que el chaval entrelazara sus piernas a las caderas. Las lenguas se rozaban y el beso era intenso. Las manos magreagan ese culito chiquitito. Llevado por la lujuria Javier escapó del beso para decirle que a partir de ahí él era la puta e hiciera lo que le diera la gana con él.
Pedro lo soltó en el suelo y le dijo que lo llevara a la habitación. Quería reventarlo a pollazos, pero consiguió calmarse un poco, le encantan los jovencitos delgados y pretendía disfrutar de ese cuerpo.
Conforme entraron en la habitación Javier se fue desnudando hasta quedar solo con una braga roja de encaje marcando un buen bulto en la entrepierna. Pedro hizo lo mismo quedando totalmente desnudo mostrando su vergón, se acercó al muchacho cogiéndole de la cintura y busco de nuevo su boca.
Mientras se besaban, las manos no paraban de tocarse, el tacto de las bragas sobre los pequeños glúteos lo excitaba si es que más se podía. Mientras la mano adolescente agarraba ese mástil comenzando a pajearlo una mano del maduro se deslizó por el elástico de la sexi prenda buscando a ver si era verdad que allí había alojado el plug. Con los dedos rodeó la base y comenzó a girarlo. Hacía intento de sacarlo y meterlo, mientras sus labios besaban su cuello. Conforme bajaba con sus besos tiraba hacia abajo con las bragas hasta quedar de rodillas frente al buen ejemplar del niñato. Una polla de unos 18 cm con un grosor de 4 cm.
Después de sacarla por los pies una de las manos agarró ese manjar mientras sus labios se posaron en el glande dándole un beso y lamiendo por todo el contorno haciendo escapar un gemido a Javier que pronto posó un mano en su cabeza acariciándola.
Lo chupaba y lamía lentamente hasta posar sus labios contra su mano que hacía el mismo recorrido haciéndolo gemir y gritar de placer. Lo que menos esperaba el chaval era la iniciativa de su nuevo amantes, que soltando la mano que sujetaba su pene le amasaba con ambas sus posaderas empujándolo para que comenzara a follarle la boca.
Con gran maestría le comía la verga traspasando su garganta en cada envite que le daba. Una de sus manos se apoderó del plug, lo movía he intentaba sacarlo y meterlo. Pronto noto que el chico se puso tenso para después con 4 o 5 trallazos le inundó la boca de leche.
Trago mientras iba sacando ese pene que ve veía brillante y rojo despuesnde la mamada.
Javier.- uuuffff, ahhhhh, dios mío que bueno ha sido eso. Joder no me esperaba esto para nada. Uffff joder que placer dios mío.
Pedro se levantó poniendo una mano en la nuca del niño y empujándolo lo arrodilló y le acercó la cabeza de su polla en los labios.
Pedro.- me alegra que te haya gustado. No me he podido resistir a esa polla. Pero ahora so puta a ver si eres capaz a por lo menos empatarme en la mamada. Ensalívala bien que voy a hacer que te arrepientas de haberme traído aquí.
Lentamente fue entrando hasta toparse con la garganta provocando una arcada. Sin apenas tiempo de recuperarse de la tos sujetó fuerte la cabeza con ambas manos y comenzó a follarle salvajemente la boca traspasando la garganta y haciéndole pegar la nariz a su pubis. Javier instintivamente se agarró a sus pierna intentando zafarse de la cojida. Pero era inútil, la fuerza ejercida era bastante superior así que intentó abrir su boca al máximo y recoger en la medida de lo posible un hilo de aire por si nariz. Pero las arcadas y el chorro de babas que provocaba la follada lo ahogaba cada vez más.
Paro en seco de empujar y una de sus manos lo agarró de la barbilla para dejarle la boca abierta y de agachó un poco y le escupió dentro.
Pedro.- qué te pasa guarra? ¿No querías esto? Venga toce, montón de mierda, que ya no hay vuelta atrás. Levántate y ponte en la cama como la perra que eres. A ver si eres tan buena con el culo como la puta de tu madre. Ehhh, no me mires así. No lo sabías verdad? Sí, me la he follado. Y no solo una vez. A ver el aguante que tú tienes. Vamos a ver si me demuestras que eres una puta como tu dices.
Una vez a cuatro patas agarró el plug para sacarlo lentamente. Se notaba la lubricación, así que no fue difícil sacarlo. Dos salibajos salieron de su boca, uno a su polla y el otro al interior del abierto ano que palpitante esperaba la tan ansiada entrada.
Una vez la punta rozó el anillo, con una mano en la cadera y la otra en el hombro lo atrajo hacia él metiéndole lentamente el gordo capullo hasta poco a poco tocar con su pelvis los glúteos de Javier, que al tocarle la próstata con la punta soltó un grito de placer que retumbó en la habitación.
Gracias a la gran cantidad de lubricante que había en el interior y la saliva pudo entrar y salir lentamente sin que se quejara mucho de dolor. Aunque el grosor lo rellenaba y sentía que se le partía lentamente la circunferencia del ano. Tras varias metidas lentas poco a poco fue incrementando el ritmo arrancándole gemidos de placer cada vez que rozaba la próstata. De buenas a primera se detuvo con la polla totalmente fuera y gritándole, «ahora verás putaaa», de un empujón le metió toda la polla y sacándola y volver a meter cojiendo un ritmo endiablado.
Daba vez que los cuerpos chocaban llenaban la habitación de un «plaagg» ensordecedor que mezclado con los alaridos de gusto del niñato enloquecía al maduro que más fuerte intentaba follarselo.
Cuando le dijeron que Pedro tenía mucho aguante la verdad es que no le mintieron. Del tiempo que duraba la follada y tan a lo bestia que lo hacía las piernas empezaron a temblar. Y más cuando intentó recomponerse y alzó un poco el culo que la fricción con la próstata incrementó y sin poderlo evitar se corrió de gusto. Esto lo dejó tan flojo que se le fue el cuerpo hasta tumbarse. Pero lejos que conseguir que se frenara el follador este acompañó el movimiento y dejándose caer encima de él siguió con la misma intensidad en la follada.
Si poca oportunidad de escapar tenía antes ahora entre la fuerza de Pedro y casi al desmayo que estaba solo le quedaba aguantar el dolor que ya le causaba la penetración. Aún así después de un buen rato aguantando los dolores mezclado de un gran placer se volvió a correr pero esta vez noto solo un poco de humedad sobre su vientre. Ahora ya estaba agotado. Solo sentía dolor.
Javier.- para por dios, para, no aguanto más. Estoy destrozado. Para por favor.
Pedro.- que pare? Nooooo, ahora no. Ahora ya no puedo parar.
Javier.- siii, para por dios. Qué tiempo llevas follandome por dios. No puedo más. Ahhhh, me duele por dios. Paraaaa.
Haciendo caso omiso siguió con las puñaladas en el orto, machacaba ese culo como si no hubiera un mañana.
Al buen rato de seguir follandolo y estando a punto de correrse porque ya le daba pena de los gritos de dolor vio que de pronto quedó como inerte en la cama. Se había desmayado. Esto lejos de asustarlo lo motivó más y más caliente lo puso que tensando el cuerpo se corrió dentro del culo depositando 6 trallazos de leche.
Ahí quedó quieto, todavía dentro de ese culo, intentando recuperar el aliento. Movió al joven intentando que despertara, pero ni se inmutó. Ya quedó más tranquilo cuando lo escucho roncar. Comenzó a reírse y saliendo de su interior se incorporó buscando su mochila donde tenía ropa más cómoda y se dirigió al baño para darse una ducha.
Después de relajarse con agua tibia y vestirse con su pantalón de chándal y su camiseta salió del baño con la intención de despertar como sea a Javier para que se duchara.
Al salir y ver al chico todavía tumbado durmiendo y con un río de leche saliendo por el culo se puso a observarlo, le gustó disfrutar de ese culo. Aunque lo había destrozado hasta el desmayo reconocía que el niñato tenía mucho aguante.
Cuando de pronto sintió un dolor en el cuello y… se despertó en esa habitación.
Ahí seguía con sus rodillas abrazadas al pecho llorando de angustia.
Sabía de sobra quien lo tenía retenido. Sabía que follarse a ese mocoso le iba a traer consecuencias. Y ese miedo lo tenía paralizado.
No tenía capacidad de saber que tiempo había pasado, pero de pronto se escuchó el cerrojo de la puerta. De inmediato saltó sobre sí mismo y se sentó en la cama.
Después de abrirse la puerta entraron dos negros. Uno bastante grande como de un metro noventa cm, con una espalda grande. El otro era algo más bajo pero más delgado, aunque se veía ejercitado ya que se le notaba todos los músculos en la camiseta celeste que llevaba puesta. Este último llevaba un fusil de asalto en sus manos.
Ambos se dirigieron hacia Pedro que sentado en la cama temblaba como un flan. El miedo lo tenía paralizado.
Fué el más alto y fuerte quién le saludó.
Mike.- hola, soy Mike y este es Allen. Estás aquí por orden de Don Ignacio. No te haremos daño, así que tranquilízate. Solo he venido para ver que estas bien y traerte algo de comer. Por ahora esas son nuestras órdenes y así actuaremos. El Don vendrá en unas horas para hablar contigo y ya se verá que es lo que decide. Mientras tanto come algo y después te acompañarán para que te duches.
Se volvió hacia la puerta y gritó, «pasa Cris». Entró otro negro bastante delgado y mucho más bajo que Mike, solo vestía un tanga de hilo blanco y unas zapatillas. Portaba una bandeja con dos platos, un pan y un vaso de agua. Los andares eran totalmente femeninos, incluso más exagerados. Se acercó a Pedro y mirándolo con una sonrisa pícara le dejó la bandeja en una mesita junto a la cama. Antes de volverse para irse le guiño un ojo y le lanzó un beso. Abandonó la habitación contoneando el cuerpo.
Mike.- Bueno Pedro. Te dejamos para que comas algo. Te recomiendo que lo hagas aunque no tengas ganas. Dentro de media hora vendrán para acompañarte a la ducha. Solo te diré que ya tenía ganas de conocer al famoso Pedro. Espero poder conocernos mejor.
Ambos se volvieron hacia la puerta mirándose y riendo de lo último dicho por Mike, salieron y cerraron echando de nuevo el pestillo.
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