El precio de la lujuria. Parte 7

Ignacio.
Se levantaron y Pedro preguntó si podía ir al baño primero. Mike le dijo que por los pasillos podía caminar como quisiera. Así lo hizo, se dió una ducha y se fué a su habitación a esperar el almuerzo.

 

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Fué tumbarse y se quedó dormido, estaba agotado. La sesión de sexo fue muy intensa y aún tenía gusto en el culo. Le despertaron unos toques en su pierna, se levantó sobresaltado.

 

Cris.- uy, perdón, no quería despertarte y asustarte. Te traigo la comida.

Pedro.- No te preocupes mi niño, estaba muy dormido. Gracias.

Cris.- jajaja, se ve que cansaron bien no?

Pedro.- siii, ha sido bestial. Todavía noto en el culo los roces de esa verga. Jajaja, que follada me han dado por dios. Aquí es todos los días así?

Cris.- si quieres si, siempre hay alguien dispuesto. Jajaja. Nos llevamos muchas horas aquí metido así que otro entretenimiento no hay. Venga siéntate a comer, te haré compañía.

Pedro.- ¿Y sabes que planes hay para mi hoy?

Cris.- No sé exactamente, hoy viene Don Ignacio, quiere verte y hablar contigo. No sé más.

Pedro.- Ignacio también participa en estos encuentros sexuales?

Cris.- jajaja, tú qué crees? Lo que pasa en las habitaciones no lo sé, eso lo sabrán los que estén dentro. A mi me folló una vez.

Pedro.- ¿Cómo? ¿Le van los tíos? Joder, con lo macho que va siempre.

Cris.- jajaja, para que tu veas.

Pedro.- y como fué?

Cris.- pues como todo lo que pasa aquí. Una mañana me dijeron que quería hablar conmigo y fuí a su despacho. Cuando entré estaba sentado en un sofá negro, estaba vestido con una bata muy fina, se veía que estaba desnudo debajo de esa prenda. Me dijo que tenía ganas de sexo y que había pensado en mi y me preguntó qué si me gustaría tener sexo con el. No quise negarme, él es el jefe y le dije que sí. Se quitó la bata para quedarse desnudo y abriendo las piernas me dijo que se la chupara. Me puse de rodillas delante de él, la cogí con la mano y me la metí en la boca. No la tiene muy grande, de unos 15 cm más o menos. Así que me la comí entera. Por poco se corre de como se la chupé. Entonces me dijo que me desnudara y me pusiera en cuatro en el sofá. Se puso detrás de mí, me comió el culo, que por cierto ni eso sabe. Después me escupió en el culo y me la metió. No estuvo más de 3 o 4 minutos follándome. Se corrió dentro de mi culo y cuando recupero la respiración me dijo que ya me podía ir. Cogí mi ropa y me fui. Ya no me ha llamado más.

Pedro.- joder con Ignacio. Con razón su ex mujer lo dejó. Y su mujer actual no ha parado, desde que la conozco, te tirarme la caña.

Cris.- Pero tiene mucho dinero y poder.

Pedro.- sí, sí lo tiene. A mi lo que me intriga es qué hago yo aquí. Mi trabajo siempre ha sido impecable, el único fallo que he cometido es follarme a su hijo. Pero ahora resulta que el coje con tíos. No sé, necesito respuestas. 

Cris.- supongo que te las dará luego cuando venga. Yo no te puedo decir más nada hasta que él no hable contigo. Después no te preocupes que te contaré más sobre este sitio. Te lo prometo.

Pedro.- No quiero que te metas en lío. Tu no hables más de lo que debes. Tranquilo conmigo. Sabré salir de esta.

Cris.- bueno amor, te tengo que dejar solo, tengo trabajo que hacer. Luego nos vemos.

Pedro.- vale guapo, gracias. Hasta luego.

 

Una vez solo, volvió de nuevo sus temores. La fruta no la comió, solo tomó el agua que venía en la bandeja que, con su sabor raro y todo, le ayudó a deshacer el nudo que tenía en su garganta. Decidió tumbarse de nuevo en la cama y esperar acontecimientos.

Unas dos horas después tocaron a la puerta y se abrió entrando Allen a la habitación. Esta vez iba desarmado.

 

Allen.- Pedro, Don Ignacio te espera en su despacho. Vengo a acompañarte.

Pedro.- De acuerdo Allen, gracias.

 

Se encaminaron por el pasillo hasta la puerta 100. Allen la abrió y le pidió que pasara. Lo hizo hecho un manojo de nervio.

Dentro estaba Ignacio. Ataviado con un elegante traje sentado en un pico de la mesa. Le indicó que se sentase en el sofá.

 

Pedro.- Ignacio por favor perdona por lo de Javier. Lo siento de verdad. No fué mi intención ofenderte. 

Ignacio.- Pedro tranquilo. Siéntate. Todo a su tiempo, lo de Javier ahora se hablará. Hay algo más importante que tengo que hablar contigo. ¿Dónde están mis 30 millones? 

Pedro.- ¿Cómo? ¿Qué 30 millones? Yo no tengo ningún dinero tuyo. Ni un céntimo de tu dinero ha pasado nunca por mis manos, mi trabajo no era tocar dinero en ningún sentido. Si el tenerme aquí es porque crees que te he robado, te digo ya que te equivocas. Nunca he tenido posibilidad de robarte, imposible.

Ignacio.- Lo sé, pero tenía que preguntártelo. Tú reacción era lo que me faltaba. Pues bien, por eso estás aquí. Tienes que encontrar mi dinero y quien o quienes me lo robaron.

Pedro.- ¿Yo encontrar tu dinero? ¿Y cómo lo haré encerrado aquí? 

Ignacio.- por eso no te preocupes, tendrás lo necesario para hacerlo. En el ordenador de tu habitación se está descargando todo los archivos que necesitas. Ese será tu trabajo. 

Pedro.- Pero por qué aquí? ¿porque no puedo hacerlo en la calle, en tus empresas?, no sé, ¿porque este encierro si lo que me estás pidiendo es hacer un trabajo?

Ignacio.- Este encierro es por follarte a mi hijo y a la madre de mi hijo. Me vas a pagar tú ofensa haciéndome ganar mucho dinero.

Pedro.- ¿Hacerte ganar dinero? ¿A qué te refieres con eso?

Ignacio.- Cuando vuelvas a tu habitación, mira tu ordenador. Arriba a la derecha hay una carpeta, ahí tendrás las respuestas por lo que ya me estás haciendo ganar dinero. También te están instalando un teléfono,  cuando revises la carpeta marca el 100 y te contaré cómo me generas dinero. Dentro de una semana volveré a hablar contigo, ya me dirás como va tu trabajo. Ahora vuelve a tu habitación, si colaboras no sufrirás ningún daño, ya lo has visto. 

 

No dijo nada más, así que Pedro indignado se levantó y se dirigió él solo a su habitación. Ni cuenta se dió que está vez no lo acompañara nadie.

Una vez dentro vió el ordenador encendido. Miró hacia arriba de la pantalla y estaba una carpeta llamada PEDRO. La abrió y aparecieron varias carpetas más. Abrió una que ponía BEGO. en ella encontró tres archivos de videos. Pulsó en el primero y al ver las imágenes se echó las manos en la cabeza.

En las imágenes aparecían él y Bego, la ex esposa de Ignacio. Ambos hablaban en la cocina del apartamento de la chica. Se reían mucho, se les notaba que estaban coqueteando. Pedro estaba apoyado en la encimera y Bego enfrente de él con los brazos cruzados. Deshizo el nudo de los brazos y se tiró al cuello para morrearse con el abogado que pronto la abrazó acariciándole la espalda. Al rato sus manos fueron a su culo para jalar hacia él y que notara la dureza de su polla. 

Después de un tiempo magreandose ella se arrodilló y manipulaba los cierres del pantalón. Una vez abierto con un tirón hacia abajo lo desnudo de cintura para abajo. Agarró su polla y comenzó a chuparsela con mucha gula. Se le notaba el ansia con que se comía la barra de carne. A veces paraba la velocidad para meterla todo lo que podía y traspasar su garganta. Estaba toda entregada a esa verga que no la soltó en toda la mamada. Pedro que desde que empezó a chupar se agarró al cabello la separó bruscamente del garrote, la cogió por un brazo para levantarla y girarla quedando de espalda a él. De un empujón en la espalda la obliga a apoyar sus manos en la encimera. Le levantó el vestido y le bajó las bragas sacándola por los pies. Al levantarse de nuevo se pegó a ella y le dijo algo al oído, después con una mano en la cintura y otra en la espalda la obligó a que pegara el pecho al mueble y sacará el culo hacia afuera. Cogiendo su mástil lo acercó a su coño y se vió que de un empujón se la clavó hasta topar con los huevos. Ahí comenzó a follarla salvajemente. Sin contemplaciones ninguna la penetraba una y otra vez. Por los gestos de su cara se notaba que estaba gritando. 

El sabiendo de sobra el tiempo que duró la cojida con el ratón le dió para adelante al video hasta que se ve que para la follada, la agarra con una mano de los pelos y la obliga a girarse y arrodillarse. Con la otra mano se masturbaba dirigiendo la punta a su boca abierta y descargando dentro toda la corrida. Ella se volvió a agarrar al nabo para volverlo a chupar y dejarlo limpio y brillante. Se levantó del suelo y se abrazaron volviéndose a besar pero está vez con más pasión. Hicieron un gesto como que escucharon ruido y raudos se vistieron y apresurados cada uno tiró para un lado. Ahí se acabó el video.

El video fué grabado en la fiesta de graduación de Javier. Esa tarde Bego le estuvo rondando y provocando hasta que lo vió entrar en la cocina para lavarse las manos y lo abordó. 

Quitó el reproductor y abrió una carpeta que ponía JAVIER, había un archivo de video que al abrirlo apareció el polvo que le echó al joven en la habitación. El video acababa saliendo Pedro del baño. Recordó que después fué cuando sintió el golpe.

Ahora si que no entendía nada. Él sabía que Ignacio conocía sus relaciones con su ex y su hijo, pero con lo que menos contaba es que además lo tenía grabado. Miró hacia un lado y vió el teléfono. Marcó el 100 y contestó Ignacio.

 

Ignacio.- ¿Qué te han parecido las grabaciones? ¿Sales guapo? Jajaja

Pedro.- qué significan esos vídeos? ¿Por qué has grabado mis relaciones con Bego y Javier?

Ignacio.- El primer polvo que le echastes a mi mujer en la cocina de mi casa me ha generado 18.900 euros. De todos los videos que tienes ahí él que más ha dejado es la follada a Javier con 27.500 euros, seguido del polvazo que te ha dado Mike esta mañana que está subiendo como la espuma. Ese es tu castigo por follarte a mi familia. Y cómo dejes de follar el tiempo que estés ahí te pego un tiro en la cabeza y te lanzó al río para que te coman los peces. ¿HAS ENTENDIDO BIEN?

Pedro.- Si Ignacio, lo he entendido.

Ignacio.- Pues ahora a trabajar y a ponerse las pilas que me tienes que encontrar mis 30 millones. Y que disfrutes de tu estancia aquí.

 

Se oyó el golpe al colgar el teléfono. Se puso las manos en la cara y apoyó los codos en el escritorio. Se maldijo mil veces por su mala cabeza y por su obsesión por el sexo. Sabía que le traería consecuencias y ahí estaba.

 

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