El sacerdote del colegio
Después de acabarme al zapatero que me hizo su putita, no había probado hacía un tiempo la verga de ningún macho.
Después de acabarme al zapatero que me hizo su putita tenía un buen tiempo de no probar una verga de un macho, y cada vez que en la escuela me tocaba la confesión, hacía todo lo posible por pasar al final, pues no me gustaba ir al confesionario al final estaba yo tan despistado que no ví que el sacristán había entrado a limpiar por dentro el lugar fui y me arrodille para decir mis pecados y lo que ví fue algo enorme el tipo tenía su verga dura en su mano dándole una rica chaqueta y al ver ese rico trozo de carne babeando solté un gemido con lo que el señor se alertó y se guardo su verga que ya empezaba a babear, salió y me dijo que haces aquí,
Pues me vine a confesar, el padre ya se retiró ven te llevo a su oficina, No mejor no me hice el inocente pero me tomo de la manita y me llevo con el fuimos hasta un cuarto en uno de los patios de la escuela y abrió me dijo pásale mi amor había una cama una mesa y unas sillas me sento en la cama y me dijo como no me dejaste terminar ahora me vas a dar una manita y se sacó de nuevo esa rica verga que seguía tiesa, dura y babeaba muy rico me puso mis manitas en su verga y yo comencé a sobarla estaba tan rica y quería probarla así que comencé por tomar su babita y después me la metí en mi boquita para mamarla el gemía de placer le estaba encantando, Que rico mamás mamita eres toda una putita te gusta mi verga nenito, Si está dura así me gusta muy dura está deliciosa
De pronto me separó de mi mamilota y me bajo de un tirón mi pantalón y mi calzón y comenzó a manosear mis nalgas y encontró mi ano se ensalivo un dedo el más grande y me comenzó a desear yo solo pude gemir abriendo mi boca y el aprovecho para besarme, Pinche putito tan chiquito y ya comes verga yo gemia como puta luego me empino en su cama y me comenzó a mamar el culo tan rico que empecé a pedir que me cogiera quería sentir toda su verga dentro de mi, así que el viejo pervertido me puso de perrita y busco con su verga dura entrar en mi culito que con sus dedos ricos ya había dilatado y ahí fue justo cuando volví a sentir un macho montandome Aaahhh solo pude gemir con esa verga dentro de mi y la segunda medita ya fue hasta los huevos rápido pase mi mano hacia atrás y atrapé sus huevos enormes los apreté tan duro que grito de placer mientras seguía mete y saca pero como no soltaba sus huevos eran rápidas las embestidas, Mamacita vas a tener que venir diario a comer verga mi putita quieres Si todos los días señor hay que rica verga tienes que rica verga luego solté sus huevos y casi me saco la verga para empujarla otra vez y dejarla hasta el fondo para empezar a llenarme con su leche caliente, que rico pensé ya tengo mu macho que me va a coger, después de esa rica cogída todos los días en lugar de recreo me comía esa verga tan rica, tan dura y así a mis 10 añitos ya era todo un putito que le encantaba la verga.



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