El Secuestrador
Una perversa historia de cómo le parten el culo a un señor que su único pecado era tener un culote enorme .
Tengo 38 años soy alto blanco, tengo cabello corto y barba no flaco, tengo un físico grande y fuerte, toda mi vida me ha gustado el sexo me considero bisexual y estoy bastante cómodo con eso, en mi vida personal tengo un trabajo donde gano bien y me puedo dar muchos lujos tengo mi esposa en casa pero en lo sexual siempre me he sentido que me hace falta algo siempre me han gustado la gente gorda mi esposa es una mujer gordita de caderas grandes y un buen culo a ella me la cojo una o dos veces por semana pero yo siempre estoy caliente, he tenido experiencia con hombres pero lo que más me excita es verlos sufrir, por eso he decidido meterme de taxista para llevar a cabo una de las perversiones más grandes que tengo, durante varios años he ideado una forma de cumplir mis fantasías, a veces si se puede y a veces no, como taxista es bueno ser atento con los clientes y allí es donde comienza esta historia, era un día de agosto y se subió un señor con unos pantalones que parecía le iban a reventar de la cadera, el señor se veía muy macho un señor de 1.70m de alto gordote con una gran panza, llevaba unos pantalones que le apretaban mucho las piernas y el culo yo le calculaba alrededor de unos 50 años y le ofrezco una botella de agua, el señor acepta y bebe lo que él no sabe es que yo ya le había echado un líquido que duerme a los pocos minutos el señor se queda profundamente dormido, por lo que me dirijo a una casa que he rentado especialmente para esto, al llegar meto el auto al garaje y allí comienza la aventura, amarró de pies y manos al señor y lo bajo del auto cuidando que su cabeza no pegue en el piso lo jaló y arrastró hacia dentro de la casa a un sótano que ya he preparado, lo amarro con cadenas de pies y manos acostado boca abajo en un colchón, le quitó la ropa y la verdad me doy un agasaje con sus carnes, le pongo varias almohadas debajo de su panza subiéndole el culo para que quede empinado, colocó un espejo delante de él y me siento en una silla y comienzo a beber unas cervezas esperando a que el señor despierte, pasado un rato el cabron abre los ojos, se comienza a mover pero no puede safarse, que hago aquí qué pasó porque estoy encuerado yo le digo, no te preocupes no te va a pasar nada estás aquí porque vamos a jugar mientras mejor te portes más rápido té voy a soltar y regresarás a tu vida normal, el señor voltea y comienza a insultarme y decirme malas palabras a lo que yo le digo mira gordo en los próximos días serás mi funda te voy a violar muchas veces hasta que te guste y me pidas que te de verga, hasta ese día te voy a soltar porque este culote tuyo ya anda pidiendo verga no me digas que en un culo así de grande nunca le ha entrado una verga, por el espejo veía sus ojos de horror al decirle estas cosas mientras yo con la verga parada me acercaba a él, en eso me pongo detrás, el no se podía mover por la forma en la que estaba amarrado y abierto, lo intentaba pero no conseguía al contrario se lastimaba ya detrás me agachó y le comienzo a chupar el culo el señor se mueve e intenta zafarse pero es imposible mientras me dice nooo que haces noooo, así que le digo a no disfrutas mi lengua y el grita auxilio auxiliooooo, yo le digo aquí nadie te va a escuchar no hay nada alrededor el señor gritaba más fuerte pero a porque si yo no he echo nada, yo le decía mira que rica cola tienes estas nalgotas las tiene que disfrutar un hombre.
Yo seguía abriéndole las nalgas y metiendo mi lengua, el viejo gritaba para para deja, yo me incorporé y me puse detrás de él le coloqué mi verga entre las nalgas y el señor decía no no por favor auxilio no mientra le abrí las nalgas y colocaba la cabeza de mi verga en su ojete, empuje dentro. auxiiiiiiii aaaaaaaaa
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