El secuestro fue sólo el comienzo
Un regreso a casa diferente.
Regresaba a mi casa, como todas las tardes, cuando de pronto se detuvo un auto a mi lado, bajaron dos hombres que me tomaron de los brazos y me introdujeron en el interior del vehículo. Los dos hombres, sentados a cada lado, me mantenían los brazos agarrados con una sus manos. Con la otra ambos comenzaron a levantar la remera, mis tetas aparecieron a los ojos de ambos, quienes dirigiéndose al conductor del vehículo le indicaban que había tenido buen ojo al decidir levantar a esta joven. El conductor, preguntó:
¡Tiene unos pezones espectaculares!.
Mientras tanto yo hacia esfuerzos por soltarse, me amordazaron y ataron las manos, apenas podía emitir sonido. Ya nose donde me encontraban o para dónde se dirigían. Sentía las manos de ellos hacia mi tanga, la corrieron, metían y sacaban sus dedos fuertemente en mi concha. El auto se detuvo frente a una casa aislada. Los dos hombres me bajaron del auto y me arrastraron al interior. El condujo se ocupó de mis pezones. Los tomó entre sus dedos, los chupaba y los apretaba y retorcía, mientras los otros seguian masturbandome con sus dedos. Me condujeron a una cama donde me acostaron amarrando cada una de mis extremidades a los barrotes del mueble. Me quitaron la mordaza.
-¡Suéltenme, no me violen!. No me lastimen!- imploró.
Me sentía impotente. No podría defenderme, mientras decidían quien iba hacer el primero en violarme seguían haciendome lo mismo. Yo gemia, imploraba y gritaba en vano. El conductor iba hacer el primero quien con los ojos encendidos miraba mi conchita.
Vas a ver cómo te la meto bien adentro. Si te duele te callas la boca y te la aguantas.
Yo lloraba en silencio. Se bajó los pantalones. Una enorme pija apareció, me estremecí pensando que «eso» se metería en mi conchita. Mis piernas estaban muy separadas, apoyó su glande contra mis labiosvaginales y empujo de una su pija . Un grito de dolor pegué cuando me penetró. Cojiendome fuertemente estuvo un buen rato hasta que sentí como su semen invadía mi vagina. Todo su peso se apoyaba sobre mi cuerpo, mientras notaba que el cilindro que tenía metido se iba achicando. Finalmente se incorporó y gritó a sus compañeros:
La puta está buenísima!. Ya se la pueden coger ustedes.
Mientras se vestía entró uno. Que se preparaba a bajarse los pantalones mientras decía:
¿Qué tal coge esta ramera?¿Gozó la muy puta?.
No sé si gozó o no. Pero me vino bien descargar la leche. Ya no podía más le respondió.
Quise cerrar mis piernas. Había olvidado las ligaduras en sus tobillos. Me puso las manos sobre las tetas y de un golpe mandó al fondo su pija adentro de mi ya dolorida vagina. Di un grito mezcla de dolor y sorpresa. Ya estaba empalada otra vez y por una pija igual de enorme que la anterior. Era una agonía que se prolongo por varios minutos. Me cojia de igual manera que el anterior hasta que sentí como se vaciaba en mí vagina. Ahora faltaba el tercero el cual entró en la habitación fijando su vista en mis duros pezones que sobresalían de las tetas. Los tomó con sus dedos y comenzó a jugar con ellos. Apretando más y más hasta que emiti un quejido. También con su pija oscura y enorme me cojia fuertemente hasta dejarme su descarga en mi concha. Ahora me dolía la concha por el embate de los penes y mis pezones por los apretones. Entraron los dos jóvenes que anteriormente me habían violado
Para empezar está bastante bien- dijo el que acababa de violarme.
Me desataron de la cama y la condujeron a un caballete donde me amarraron, doblada sobre el travesaño superior. Mis extremidades atadas a las patas del caballete. El semen comenzó a salir de mi vagina para deslizarse por los muslos. Uno empezó a darme azotes en mi cola. Luego separando mis nalgas lubricó con vaselina la entrada de mi ano y apoyó su pija. Mi culo era estrecho, debio hacer bastante fuerza para clavarla. Gritaba con desesperación. Luego de un rato acabo y siguieron los otros dos. El último tomó una vara que ya tenían preparada y comenzó a metermelo y sacarlo de mi concha por un buen rato, me desmayé, mientras él hacía eso los otros dos agarraron algo largo que daba pequeñas descargas y lo usaron también ahí. Al terminar se fueron y cerraron la puerta con llave y desde el exterior apagaron las luces. A la mañana siguiente estaban los tres hombres en la habitación que hacían comentarios obscenos y siempre tratándome de puta. Antes de desayunar fui violada por los tres nuevamente por la concha. Luego de hacerme limpiar la cocina y lavar los utensilios me condujeron a la habitación. Me ataron a la cama y me colocaron un aparato para mantener mí boca abierta. El que me había violado primero por la concha y el ano ahora lo hacía por la boca.
Quiero acabar en tu boca y que te tragues el semen. No quiero ni una gota fuera de tu boca me dijo.
Sacó su pija y la colocó en mi boca abierta. No pude evitar que su glande le tocara el paladar. Ayudado por mis labios y sus propias manos luego de unos minutos descargó la leche tragandome todo. Siguieron los otros dos. Las tres corridas me trague, sentía mi boca pastosa, todavía debía permanecer abierta por el aparato que le habían puesto. Uno dijo:
¿Qué les parece que le demos unos azotes en su concha y las tetas?. Tenerla así y no hacerle nada sería una lástima.
Todos coincidieron. Fue en busca de un látigo.
Se pasaban el látigo de uno a otro y con renovada fuerza me daban en ambos lados y también nuevamente con la picana. Después uno a uno penetró me penetró en mi concha salvajemente mientras seguía amarrada a la cama. Cerca del mediodía se acercaron y uno empezó a aplastarme las tetas con sus manos, tiró de mis pezones, los retorció. Luego comenzó a golpearlos con el puño cerrado. Yo estaba indefensa, sólo podía quejarme y gemir. Me ataron entonces de espaldas a una columna con mís brazos amarrados por detrás de la misma. Las tetas estaban rojas de los golpes recibidos. Me volvieron a cojer por la concha cada uno hasta descargar sus corridas.Ya llegando la noche desatada de la columna. Los tres estaban bastante calientes y en bolas, vivían calientes, me acostaron en la cama y me separaron las piernas, yo ni fuerza tenía para resistirme. Luego que los tres pasaron por mis tres agujeros hasta acabar en cada uno, debí dormir encogida. Unas esposas unían mis muñecas y mis tobillos y como siempre solo con mi tanga puesta, la cual corrían al momento de la violacion Por la mañana fui violada y luego azotada en el culo. Apenas pasado el mediodía y luego de recibirlas por mis tres agujeros sus pijas y corridas, suspendieron mis brazos con las piernas separadas. Me empezaban a meter y sacar diferentes cosas en mi concha, yo entre gemidos, pedía que pararan. Yo aún no me había recuperado. Cuando mi concha mi estaba al rojo vivo, me bajarom y me ordenaron vestirme con algo que apenas llegaba a taparme las lolas y la cola. Estaba comenzando a oscurecer. Me condujeron al auto y se pusieron en los mismos lugares que la primera vez. Me vendaron los ojos y el auto arrancó. A poco de andar las manos de los dos jóvenes que la custodiaban comenzaron a recorrer todo su cuerpo, aun las partes más íntimas. Yo temerosa, dejaba hacer. Así anduvieron un tiempo que no pudo precisar. De repente el auto detuvo la marcha. Uno dijo:
Ahora te bajarás del auto y vas a la estación de servicio, que estaba en el medio de la nada, apenas camioneros pasaban que eran los que usaban esa estación, y te metes al baño de hombres, te metes en un cubículo, te sientas y te haces la dormida y no habrás los ojos por un buen rato.
Me encamine hasta allí y entre y hice lo que me dijeron. Tenía que estar ahí durante toda la noche, cada hombre que entraba no lo podía creer lo que veía, no hubo nadie que no me cojiera hasta acabar en mí, a veces más de uno a la vez, yo tenía prohibido abrir los ojos, creo que hasta los que trabajan ahí me violaron. Antes de que amaneciera ya estaba sola y abrí los ojos, me dolía todo, fui hasta el auto y entre. Me volvieron a vendar los ojos y volvimos a la casa donde me tiraron a la cama y me dormi. Al medio me levantan y había alguien que me quería conocer y me llevaron con el así como estaba vestida y con los ojos vendados y está vez me ataron. Al llegar bajamos y al estar adentro me sacaron la venda pero seguía atada de manos. Apareció el tipo, un viejo encargado de un prostíbulo el cual me observó, manoseo mis tetas y culo, me metia sus dedos en mi concha.
Quiero que la pruebe uno de mis muchachos. Él es el que prueba a las putas dijo el hombre.
Entró me tomó de la muñeca y me llevo a una habitación donde me tiro boca arriba a la cama, yo estaba aún sin fuerzas.
Mientras uno le comentaba abajo al hombre:
Ya le había adelantado señor es una puta inexperta pero que sirve. Creo que tendrá buenos clientes. Hace solamente una semana que la violamos nosotros y un grupo numeroso ayer a la noche.
El tipo que me iba a violarme parecía un patovica y su pija era bestial. Estuvo bastante tiempo cojiendome fuertemente por todos mis agujeros hasta vaciarse en cada uno. Al terminar me dolía todo, no sólo me había cojido con su pene sino que cuando fue en mi concha le sumó un consolador de gran tamaño haciéndome una doble vagina y aún más dolor.
Nosotros tenemos dos clases de putas. Las putas comunes, que se dejan coger por dinero y las putas sumisas, que además de dejarse coger, dejan que los ocasionales clientes las zurren. Creo que puede entrar en la segunda categoría dijo el encargado
Subieron los tres a la habitación, el viejo ató mis muñecas a una argolla fija en una viga del techo. La joven quede con mis brazos estirados por encima de mi cabeza, igual que cuando lo hicieron en la casa donde me tenían secuestrada. Tomó una vara muy flexible de mimbre y comenzó a darme en el culo, las tetas y la concha, yo gemía de dolor. El viejo comenzó a excitarse, los otros veían todo, el viejo pelo una pija igual de bestial del que recién me habia violado, me la metió de una y me cojio fuertemente por un rato, acabo llenandome la concha.
Sólo sirve como puta sumisa. Algunos hombres que luego de cogerlas quieren castigarlas dijo el viejo
El viejo tomó mis pezones y los retorció mientras los apretaba con fuerza. Yo ya no tenía fuerzas ni para gritar.
No le doy más de dos mil dólares. Ah también me la cojere cuando se me plazca, incluso la usaré de sirvienta dijo
Aceptaron y los tres se retiraron del lugar. De lunes a viernes permanecería ahí y los otros dos días con ellos (me volverían a violar y hacer cosas como la de la estación de servicio)Debía estar ahi a disposición de todos aquellos que quisieran cogerla y castigarla, incluso para el viejo y sus muchachos. Cuando regrese el primer sábado, luego de permanecer hasta las seis de la madrugada estaba muerta de cansancio y toda dolorida. En cinco días de trabajo me cojieron con 50 hombres, varios de los cuales luego de tener sexo me habían azotado, metido cosas en mi concha, meado y sumado el viejo y sus pibes. Me acoste a descansar, aún dormida era violada por los tres que la habían secuestrado, del agotamiento ni me despertaba. Dormí un día entero pero me desperté cansada, llena de semen, nose cuantas veces me cojieron ellos mientas yo dormía. Ese domingo me llevaron vendada y atada de manos a un edificio abandonado donde muchos vagabundos se juntan y me ofrecieron a ellos que con gusto aceptaron. Y así cada semana lo mismo, lunes a viernes trabaja en el prostíbulo, sábado dormía en la casa mientras ellos abusaban de mí y el domingo me llevaban, siempre de noche, a diferentes lugares para entregarme y que otros también me violaran. El primer año en prostíbulo fue de terror. Los clientes y el viejo me habían castigado en todo mi cuerpo y cojido salvajemente. Tenía marcas de látigos, quemaduras, cuerdas y cadenas por todas partes. Por mi concha habían penetrado los objetos más increíbles y de tamaños monstruosos, recibido doble y hasta triple vaginal, incluso meadas en boca y concha, hice tríos hmh, gangbang. Luego supe que el primer año era así ya que era como una iniciación y prueba a la vez. El viejo acepto que trabaje otro año pero si vivía con él para así trabajar 5 días a semana y los otros dos en vez de irme con ellos seria únicamente de él y sus muchachos. Ellos aceptaron y se fueron sino antes volverme cojer por todos lados.
Trataremos a esta puta como se merece dijo el viejo al despedirse de ellos
Me pusieron unas esposas y vendaje en los ojos y me llevaron a una habitación a esperar a los clientes que pronto llegarian.
¡Tiene unos pezones espectaculares!.
Mientras tanto yo hacia esfuerzos por soltarse, me amordazaron y ataron las manos, apenas podía emitir sonido. Ya nose donde me encontraban o para dónde se dirigían. Sentía las manos de ellos hacia mi tanga, la corrieron, metían y sacaban sus dedos fuertemente en mi concha. El auto se detuvo frente a una casa aislada. Los dos hombres me bajaron del auto y me arrastraron al interior. El condujo se ocupó de mis pezones. Los tomó entre sus dedos, los chupaba y los apretaba y retorcía, mientras los otros seguian masturbandome con sus dedos. Me condujeron a una cama donde me acostaron amarrando cada una de mis extremidades a los barrotes del mueble. Me quitaron la mordaza.
-¡Suéltenme, no me violen!. No me lastimen!- imploró.
Me sentía impotente. No podría defenderme, mientras decidían quien iba hacer el primero en violarme seguían haciendome lo mismo. Yo gemia, imploraba y gritaba en vano. El conductor iba hacer el primero quien con los ojos encendidos miraba mi conchita.
Vas a ver cómo te la meto bien adentro. Si te duele te callas la boca y te la aguantas.
Yo lloraba en silencio. Se bajó los pantalones. Una enorme pija apareció, me estremecí pensando que «eso» se metería en mi conchita. Mis piernas estaban muy separadas, apoyó su glande contra mis labiosvaginales y empujo de una su pija . Un grito de dolor pegué cuando me penetró. Cojiendome fuertemente estuvo un buen rato hasta que sentí como su semen invadía mi vagina. Todo su peso se apoyaba sobre mi cuerpo, mientras notaba que el cilindro que tenía metido se iba achicando. Finalmente se incorporó y gritó a sus compañeros:
La puta está buenísima!. Ya se la pueden coger ustedes.
Mientras se vestía entró uno. Que se preparaba a bajarse los pantalones mientras decía:
¿Qué tal coge esta ramera?¿Gozó la muy puta?.
No sé si gozó o no. Pero me vino bien descargar la leche. Ya no podía más le respondió.
Quise cerrar mis piernas. Había olvidado las ligaduras en sus tobillos. Me puso las manos sobre las tetas y de un golpe mandó al fondo su pija adentro de mi ya dolorida vagina. Di un grito mezcla de dolor y sorpresa. Ya estaba empalada otra vez y por una pija igual de enorme que la anterior. Era una agonía que se prolongo por varios minutos. Me cojia de igual manera que el anterior hasta que sentí como se vaciaba en mí vagina. Ahora faltaba el tercero el cual entró en la habitación fijando su vista en mis duros pezones que sobresalían de las tetas. Los tomó con sus dedos y comenzó a jugar con ellos. Apretando más y más hasta que emiti un quejido. También con su pija oscura y enorme me cojia fuertemente hasta dejarme su descarga en mi concha. Ahora me dolía la concha por el embate de los penes y mis pezones por los apretones. Entraron los dos jóvenes que anteriormente me habían violado
Para empezar está bastante bien- dijo el que acababa de violarme.
Me desataron de la cama y la condujeron a un caballete donde me amarraron, doblada sobre el travesaño superior. Mis extremidades atadas a las patas del caballete. El semen comenzó a salir de mi vagina para deslizarse por los muslos. Uno empezó a darme azotes en mi cola. Luego separando mis nalgas lubricó con vaselina la entrada de mi ano y apoyó su pija. Mi culo era estrecho, debio hacer bastante fuerza para clavarla. Gritaba con desesperación. Luego de un rato acabo y siguieron los otros dos. El último tomó una vara que ya tenían preparada y comenzó a metermelo y sacarlo de mi concha por un buen rato, me desmayé, mientras él hacía eso los otros dos agarraron algo largo que daba pequeñas descargas y lo usaron también ahí. Al terminar se fueron y cerraron la puerta con llave y desde el exterior apagaron las luces. A la mañana siguiente estaban los tres hombres en la habitación que hacían comentarios obscenos y siempre tratándome de puta. Antes de desayunar fui violada por los tres nuevamente por la concha. Luego de hacerme limpiar la cocina y lavar los utensilios me condujeron a la habitación. Me ataron a la cama y me colocaron un aparato para mantener mí boca abierta. El que me había violado primero por la concha y el ano ahora lo hacía por la boca.
Quiero acabar en tu boca y que te tragues el semen. No quiero ni una gota fuera de tu boca me dijo.
Sacó su pija y la colocó en mi boca abierta. No pude evitar que su glande le tocara el paladar. Ayudado por mis labios y sus propias manos luego de unos minutos descargó la leche tragandome todo. Siguieron los otros dos. Las tres corridas me trague, sentía mi boca pastosa, todavía debía permanecer abierta por el aparato que le habían puesto. Uno dijo:
¿Qué les parece que le demos unos azotes en su concha y las tetas?. Tenerla así y no hacerle nada sería una lástima.
Todos coincidieron. Fue en busca de un látigo.
Se pasaban el látigo de uno a otro y con renovada fuerza me daban en ambos lados y también nuevamente con la picana. Después uno a uno penetró me penetró en mi concha salvajemente mientras seguía amarrada a la cama. Cerca del mediodía se acercaron y uno empezó a aplastarme las tetas con sus manos, tiró de mis pezones, los retorció. Luego comenzó a golpearlos con el puño cerrado. Yo estaba indefensa, sólo podía quejarme y gemir. Me ataron entonces de espaldas a una columna con mís brazos amarrados por detrás de la misma. Las tetas estaban rojas de los golpes recibidos. Me volvieron a cojer por la concha cada uno hasta descargar sus corridas.Ya llegando la noche desatada de la columna. Los tres estaban bastante calientes y en bolas, vivían calientes, me acostaron en la cama y me separaron las piernas, yo ni fuerza tenía para resistirme. Luego que los tres pasaron por mis tres agujeros hasta acabar en cada uno, debí dormir encogida. Unas esposas unían mis muñecas y mis tobillos y como siempre solo con mi tanga puesta, la cual corrían al momento de la violacion Por la mañana fui violada y luego azotada en el culo. Apenas pasado el mediodía y luego de recibirlas por mis tres agujeros sus pijas y corridas, suspendieron mis brazos con las piernas separadas. Me empezaban a meter y sacar diferentes cosas en mi concha, yo entre gemidos, pedía que pararan. Yo aún no me había recuperado. Cuando mi concha mi estaba al rojo vivo, me bajarom y me ordenaron vestirme con algo que apenas llegaba a taparme las lolas y la cola. Estaba comenzando a oscurecer. Me condujeron al auto y se pusieron en los mismos lugares que la primera vez. Me vendaron los ojos y el auto arrancó. A poco de andar las manos de los dos jóvenes que la custodiaban comenzaron a recorrer todo su cuerpo, aun las partes más íntimas. Yo temerosa, dejaba hacer. Así anduvieron un tiempo que no pudo precisar. De repente el auto detuvo la marcha. Uno dijo:
Ahora te bajarás del auto y vas a la estación de servicio, que estaba en el medio de la nada, apenas camioneros pasaban que eran los que usaban esa estación, y te metes al baño de hombres, te metes en un cubículo, te sientas y te haces la dormida y no habrás los ojos por un buen rato.
Me encamine hasta allí y entre y hice lo que me dijeron. Tenía que estar ahí durante toda la noche, cada hombre que entraba no lo podía creer lo que veía, no hubo nadie que no me cojiera hasta acabar en mí, a veces más de uno a la vez, yo tenía prohibido abrir los ojos, creo que hasta los que trabajan ahí me violaron. Antes de que amaneciera ya estaba sola y abrí los ojos, me dolía todo, fui hasta el auto y entre. Me volvieron a vendar los ojos y volvimos a la casa donde me tiraron a la cama y me dormi. Al medio me levantan y había alguien que me quería conocer y me llevaron con el así como estaba vestida y con los ojos vendados y está vez me ataron. Al llegar bajamos y al estar adentro me sacaron la venda pero seguía atada de manos. Apareció el tipo, un viejo encargado de un prostíbulo el cual me observó, manoseo mis tetas y culo, me metia sus dedos en mi concha.
Quiero que la pruebe uno de mis muchachos. Él es el que prueba a las putas dijo el hombre.
Entró me tomó de la muñeca y me llevo a una habitación donde me tiro boca arriba a la cama, yo estaba aún sin fuerzas.
Mientras uno le comentaba abajo al hombre:
Ya le había adelantado señor es una puta inexperta pero que sirve. Creo que tendrá buenos clientes. Hace solamente una semana que la violamos nosotros y un grupo numeroso ayer a la noche.
El tipo que me iba a violarme parecía un patovica y su pija era bestial. Estuvo bastante tiempo cojiendome fuertemente por todos mis agujeros hasta vaciarse en cada uno. Al terminar me dolía todo, no sólo me había cojido con su pene sino que cuando fue en mi concha le sumó un consolador de gran tamaño haciéndome una doble vagina y aún más dolor.
Nosotros tenemos dos clases de putas. Las putas comunes, que se dejan coger por dinero y las putas sumisas, que además de dejarse coger, dejan que los ocasionales clientes las zurren. Creo que puede entrar en la segunda categoría dijo el encargado
Subieron los tres a la habitación, el viejo ató mis muñecas a una argolla fija en una viga del techo. La joven quede con mis brazos estirados por encima de mi cabeza, igual que cuando lo hicieron en la casa donde me tenían secuestrada. Tomó una vara muy flexible de mimbre y comenzó a darme en el culo, las tetas y la concha, yo gemía de dolor. El viejo comenzó a excitarse, los otros veían todo, el viejo pelo una pija igual de bestial del que recién me habia violado, me la metió de una y me cojio fuertemente por un rato, acabo llenandome la concha.
Sólo sirve como puta sumisa. Algunos hombres que luego de cogerlas quieren castigarlas dijo el viejo
El viejo tomó mis pezones y los retorció mientras los apretaba con fuerza. Yo ya no tenía fuerzas ni para gritar.
No le doy más de dos mil dólares. Ah también me la cojere cuando se me plazca, incluso la usaré de sirvienta dijo
Aceptaron y los tres se retiraron del lugar. De lunes a viernes permanecería ahí y los otros dos días con ellos (me volverían a violar y hacer cosas como la de la estación de servicio)Debía estar ahi a disposición de todos aquellos que quisieran cogerla y castigarla, incluso para el viejo y sus muchachos. Cuando regrese el primer sábado, luego de permanecer hasta las seis de la madrugada estaba muerta de cansancio y toda dolorida. En cinco días de trabajo me cojieron con 50 hombres, varios de los cuales luego de tener sexo me habían azotado, metido cosas en mi concha, meado y sumado el viejo y sus pibes. Me acoste a descansar, aún dormida era violada por los tres que la habían secuestrado, del agotamiento ni me despertaba. Dormí un día entero pero me desperté cansada, llena de semen, nose cuantas veces me cojieron ellos mientas yo dormía. Ese domingo me llevaron vendada y atada de manos a un edificio abandonado donde muchos vagabundos se juntan y me ofrecieron a ellos que con gusto aceptaron. Y así cada semana lo mismo, lunes a viernes trabaja en el prostíbulo, sábado dormía en la casa mientras ellos abusaban de mí y el domingo me llevaban, siempre de noche, a diferentes lugares para entregarme y que otros también me violaran. El primer año en prostíbulo fue de terror. Los clientes y el viejo me habían castigado en todo mi cuerpo y cojido salvajemente. Tenía marcas de látigos, quemaduras, cuerdas y cadenas por todas partes. Por mi concha habían penetrado los objetos más increíbles y de tamaños monstruosos, recibido doble y hasta triple vaginal, incluso meadas en boca y concha, hice tríos hmh, gangbang. Luego supe que el primer año era así ya que era como una iniciación y prueba a la vez. El viejo acepto que trabaje otro año pero si vivía con él para así trabajar 5 días a semana y los otros dos en vez de irme con ellos seria únicamente de él y sus muchachos. Ellos aceptaron y se fueron sino antes volverme cojer por todos lados.
Trataremos a esta puta como se merece dijo el viejo al despedirse de ellos
Me pusieron unas esposas y vendaje en los ojos y me llevaron a una habitación a esperar a los clientes que pronto llegarian.
Dominación de Hombres es la temática donde un hombre es abusado y sometido. Favor de respetar los temas y géneros.