EL SEÑOR DE LOS SUEÑOS

Un profesor de secundaria tiene el poder de accesar al mundo de los sueños y cumplir sus fantasías más íntimas.
Alejandro Alsubarán era un hombre de 43 años, era profesor en una secundaria de renombre, donde chicos de clase media alta se matriculaban para culminar sus estudios de bachillerato, su área era literatura y se las ingeniaba para captar la atención de esos adolescentes cuyo interés estaba alejado de las letras. Alejandro era divorciado sin hijos, desde hace 2 años vivía solo luego de un divorcio tortuoso que lo dejó decepcionado y con ganas de no volverse a casar por lo que le restaba de vida.

Alejandro tenía un secreto y un don, por un lado era bisexual más con tendencia a los hombres que a las mujeres, tenía especial debilidad por los jóvenes, diariamente observaba con detenimiento a sus estudiantes y fantaseaba con algunos de ellos, había uno en especial que lo tenía loco, era un muchacho de 14 años virginal como un ángel, su cuerpo era armónico y proporcionado piernas torneadas  y culo redondo de nalgas grandes, su boca era carnosa y roja y su rostro era perfilado pero lo más excitante era su energía pasiva y sumisa, se evidenciaba con sus movimientos lentos y serenos, todo en él era excitante y su cercanía ponía erecto a Alejandro, ese muchacho lo tenía loco, lo deseaba más que nada en el mundo.

Alejandro tenía un don y era la capacidad de viajar al mundo de los sueños, podía crear realidades y llevar a las mismas a quien quisiera, era el mismo señor de los sueños, reinaba a su antojo en él eran muchas las personas con las que había cumplido fantasías sólo abordando sus sueños. El proceso era sencillo para él. Sólo tenía que acostarse con poca ropa o desnudo en su cama boca arriba y relajarse, poco a poco se iba hundiendo en el mundo de los sueños pero con conciencia e iba recreando el escenario propicio, para conectarse la otra persona debía estar dormida y buscar su hilo de plateado de sueño que lo conectaba en el mundo donde Alejandro era el amo y señor.

En ese día en particular había decidido que cumpliría su deseo de estar y poseer a Fonso, porque así le decía, su nombre era Alfonso pero él le decía por cariño Fonso. Llego a casa cenó, se duchó y se fue a la cama, leyó un poco para hacer tiempo y a las 11 y 30 pm se relajó para hundirse en el mundo de los sueño, ya a esa hora Foso se encontraba dormido como un ángel y para Alejandro fue  fácil encontrarlo su hilo brillaba de manera especial y cruzó el suyo con el del muchacho haciendo un nudo entre ambos hilos. En ese momento ambos seres se conectaron como uno y Alejandro construyó el escenario, un poco cliché pero el escenario de una playa siempre funcionaba, en ella se encontraba Fonso solo disfrutando de las aguas cálidas y cristalinas, de manera casual Alejandro caminaba por la orilla dirigiéndose al punto donde estaba el muchacho metido en el agua, al verlo con sorpresa lo saludó un poco tímido y el maestro le respondió el saludo, y se metió al agua para llegar al lado del objeto de su deseo, en eso estaba cuando el muchacho le dijo:

F: profe cómo está que sorpresa verlo aquí

A: hola Fonso como estás igual sorprendido de verte y agradado además

El muchacho ante el comentario del mayor se sonrojó y sonrió con timidez, Fonso siempre había sentido la especial atención del docente aunque le parecía extraña la atención no dejaba de sentirse agradado y especial. En ese momento vino una ola un poco más alta de lo normal y arrojó al muchacho sobre el mayor esto había sido deliberado por Alejandro controlando todos los aspectos y elementos dentro del mundo de los sueños, la ocasión no fue desaprovechada por el docente y ante el contacto abrazó al muchacho y pegó su cuerpo al suyo, el joven sintió no sólo el cuerpo cálido del mayor sino la dureza de su miembro en contacto con el suyo, por otra parte Alejandro aprovechando la ocasión cruzó sus manos en la espalda del muchacho y deslizó las mismas hasta llegar a las nalgas redondas y duras del muchacho las apretó levemente y dejó las manos allí disfrutando el contacto. Por un momento pasada la ola aún seguían prácticamente abrazados se miraron fijamente y el momento fue propicio, el mayor se acercó al muchacho e hizo contacto con sus labios, por parte del muchacho no hubo rechazo, no hubo aceptación, no hubo agrado ni desagrado sólo sorpresa.

Alejandro dio un poco de tregua y separó su cara de la del joven pero no dejó de abrazarlo.

A: disculpa fue un impulso

A: te molestó?

El muchacho no dijo palabra, sólo negó con la cabeza, era señal que Alejandro necesitaba y volvió a arremeter contra esos labios, esta vez el muchacho correspondió un poco y entre abrió la boca dejando pasar esa lengua grande y gruesa y fue al encuentro con la suya, el beso fue pausado pero intenso, Alejandro chupó y lamió esa lengua con ganas era una fruta madura que no quería ni podía dejar de comer. Con sus manos bajó el bañador del muchacho y lo dejó desnudo e hizo lo propio con el suyo, sintió la total desnudez del muchacho sintió sus ganas, su erección, Alejandro tomó la mano del muchacho y la llevó a su pene largo y grueso muy duro por la excitación y sintió como esa mano apretaba su hombría dentro del agua y le hacía una pequeña paja que le hizo gemir en la boca del muchacho, así mismo llevó sus manos a las nalgas de Fonso, las apretó, las amasó con ganas mientras lo besaba, el beso subió de intensidad y en ese momento levantó al muchacho y colocó sus pierna alrededor de su cadera dejando totalmente expuesto el ano del muchacho, el dedo ganoso no se dejó esperar y llegó al ano virginal e hizo círculos en él, Fonso abrió mucho los ojos ante la caricia y se dejó llevar por el placer de esa sensación jamás experimentada, el profe en definitiva sabía qué hacía, seguían enfrascados en ese beso mordelón ya era hora de avanzar.

Alejandro deshizo el beso y bajó al muchacho de sus caderas lo tomó de la mano y lo llevó a la orilla de arena blanca y sobre la toalla extendida del muchacho lo acostó totalmente desnudo y excitado, su mirada era de placer y la pupila dilatada de deseo, lo contempló un momento su vientre plano sus tetillas erguidas, su vientre plano y suave y su pene de buen tamaño para su edad no dejaba de palpitar de placer, en ese momento le pareció la criatura más hermosa del mundo, inmediato se fue sobre él y lo volvió a besar el muchacho ya adaptado a la postura de rodear la cadera del maduro con sus piernas, hizo lo propio y su ano quedó expuesto y palpitante, Alejandro sintió ese boqueo ante el contacto con su pene y tomó saliva y lubricó su glande y apuntó a ese asterisco. El contacto de esa cabeza amoratada y ese ano palpitante llevó a ambos al silencio y a la expectación y fue allí cuando Alejandro hizo presión y entró la punta no sin dolor para el muchacho, se quejó y de inmediato el maduro lo beso y metió en esa boca fresca como guayaba madura su lengua nuevamente buscando la caricia de la otra lengua que esperaba, tomó la cara del muchacho con ambas manos para tenerlo de frente y mirándole a los ojos y comenzó a ir y venir dentro de ese conducto apretado y cálido que le abrazaba su pene a más no poder, estaba al borde del orgasmo pero redujo las arremetidas quería prolongar el placer.

Por otra parte el muchacho sentía una mezcla de excitación y sorpresa ante lo que estaba viviendo, jamás se imaginó estar en esa situación y menos con su profesor que si bien había sentido la atención del docente éste jamás había pasado la línea de lo correcto pero ahora sentir sus brazos y más aún sentirlo dentro era la cosa más exquisita que había experimentado, sí es cierto le dolió pero el placer que sentía era máximo algo jamás sentido y que quería seguir sintiendo, en tanto Alejandro seguía con el bombeo constante casi al borde del orgasmo ya no se podía detener era demasiado el placer que sentía y sin remedio inundó el canal del muchacho mientras lo hacía acabar masturbándolo, el grito de ambos se dejó escuchar por toda la playa solitaria todo ello sin dejar nunca de besarlo, esa era una conexión que no quería perder el maduro, quería besarlo siempre.

Fonso despertó exaltado, empapado de sudor, erecto y con semen en todo su abdomen, en definitiva había tenido un sueño húmedo pero sentía una leve punzada en su ano lo que le decía si en realidad era un sueño lo que había vivido, por un momento dudó. Ya era hora de ir al colegio, se levantó se arregló y bajo a desayunar, su mamá lo notó algo agotado y le preguntó si había dormido bien a lo que él respondió que durmió muy bien, recordaba con claridad cada detalle del sueño y ese recuerdo lo hacía poner duro y palpitar su ano. Llegó al colegio y con la mirada busco a su profesor y lo vio allí parado en la puerta del colegio como todos los días, impecable sin un cabello fuera de su sitio y el maduro lo estaba viendo con detenimiento, Alejandro lo miraba fijamente sin mover un músculo, Fonso no sabía cómo, pero sentía que ese sueño había sido real no sabía cómo explicarlo pero la conexión estaba, se dio cuenta en ese momento que quería vivir ese placer muchas veces necesitaba sentirlo, tocarlo, que lo besara y besarlo. Ese pensamiento lo llevó a la determinación de hacer todo lo que estuviera en sus manos para cumplir sus sueños y hacerlos realidad, su pene estaba duro, su ano palpitante, quería y necesitaba a ese hombre…su hombre.

PD. ESPERO ESTIMDO LECTOR QUE ESTE BREVE RELATO HAYA SIDO DE TU AGRADO, SI DESEAS QUE CONTINUE COMO SAGA COMENTA Y EVALUA ACEPTO SUGERENCIAS.