El vecino de 11 años
Mi molesto vecino aprendera a respetar a sus mayores por las buenas o las malas..
Como dije en mi historia anterior, tenía un par de candidatos en mentes ahora que había probado este nuevo mundo. Una de mis nuevas víctimas es mi pequeño vecino de 11 años llamado Lautarl (le diré Lauti para no extenderme mucho).
Lauti es un niño flaquito, de tes morena como cualquier latino y con mucha energía dentro, diría incluso que tiene hiperactividad. Un problema en su casa es que no se ocupan de su problema de sobrecarga de energía, se pasa todo el día molestando, si no es gritando es tirando cosas a nuestro patio para llamar la atención, sino es insultando a los que pasan y así. Varias veces tuve que estar con el por compromisos o motivos similares y es un infierno.
Luego de tratar con mi primita decidí ofrecerme a ayudar a mis vecinos, hace tiempo que mi mamá y mi vecina hablan de que quieren salir a cenar o de fiesta con mis padres (son amigos de hace años) pero al no tener a nadie con quien dejar a Lauti, los planes suelen cancelarse. Yo le comenté que podía cuidar a Lauti y ella se lo comento a la vecina, por lo que pudieron hacer su plan de ir a cenar y llegar muy tarde por la noche.
Me prepare todo el día, compre lubricante, dulces y alguna cosas más que no recuerdo, todo para poder aprovechar al máximo la noche. Llega la hora, mis padres se van con los vecino y yo cierro la puerta, estaba totalmente solo con un niño con muchas energías y lo iba a gozar.
Lauti al principio corría por toda la casa, lo deje y cuando se canso vino hacia mi, le dije que se quedara quieto y no moleste, todo con la intención de provocarlo, claramente cayó en mi trampa y este empezó a insultarme. La madre de Lauti me había dado permiso de castigar a su hijo si se portaba muy mal, por lo que le dije que tendría 3 advertencias antes de ser castigado, el no me presto atención y se fue a jugar. Luego saque las cosas que compre y las deje un tanto escondidas para que el pudiera llevárselas, otra de mis trampas que funcionó, era la segunda advertencia. La tercera me dio problemas, por que volvía a tentarlo a que me insulte o tire cosas, pero no funcionó, paso el tiempo y nada, así que empefe a preparar una pizza para cenar. Mientras sacaba la pizza escucho un estruendo enorme en la sala y voy corriendo, el niño estaba con una pistola nerf que intento esconder rápido y en el sueño un jarrón de su madre totalmente roto, mi tercera advertencia y victoria.
Primero regañe muy fuerte a Lauti, luego lo mande a su habitación, cosa que hizo llorando y luego limpie todo, tomé una porción de la pizza y subí al cuarto de Lauti. Al entrar le dije que como se porto muy mal tendría que castigarlo, el se enojo e intento tirarme cosas, lo tome de los brazos y le dije muy serio «aprenderás a respetar a tus mayores niño malcriado». El se asusto un poco y me pidió que no lo castigue, yo le dije que lo haría por que sino no aprendería y se largo a llorar otra vez.
De alguna forma pude ponerlo sobre mis piernas y bajarle el pantalón y ropa interior, lubrique mis dedos y empecé a frotarlo por su entrada. El lloraba y me preguntaba que qué hacía, yo solamente le decía que le castigaria muy fuerte. Luego de un rsto metí mis dedos y los moví en su interior, el pataleaba y se movía, lo que lo hacía peor para el.
Cuando sentí que ya estaba listo, salí a la sala, tomé unos presintos y ate sus manos juntas, me baje el pantalón y lubrique mi parcialmente erecto pene. Jamás había pensado en hacerlo con un hombre, pero este niño enserió se merecía esta cogida. Enfile mi pene en su entrada y empecé a empujar, cada cm que entraba eran como entrar en el paraíso, caliente, húmedo, apretado y se movía mucho.
Cuando logre meterla hasta la mitad recuerdo las palabras exactas que me dijo Lauti «por favor no me hagas esto, mi papá se lo hace a mi mamá y ella grita mucho». Estaba muy extasiado por lo que me dijo, así que le mentí diciéndole que su papá estaba castigando a su mamá por que se portaba igual de mal que el. Empecé a moverme y el solo lloraba, cuando me arte le metí mi ropa interior en su boca y seguí. Por si se preguntaban, la pizza era para lo siguiente que haría, antes de correr me la saque de su interior y me corrí en la pizza, le tomé del rostro y le dije que esa sería su cena y que si no se la comía toda, le metería el pene en la boca hasta que se llene de mi leche.
Lo desate y le deje solo, al rato bajo quejándose de su culo y le dije que no quería más molestias, me miró y antes de decir algo pensó las cosas y simplemente me pidió otro trozo. La noche pasó normal y cuando le dije que se fuera a dormir primero se negó y cuando vio que me estaba bajando el pantalón se fue sin quejas.
La noche paso normal y al llegar sus padres le conté lo del jarrón y les dije que estuve nalgueando a su hijo un rato, ellos primero parecían muy molestos por el castigo, pero al ver que jarrón eran me dijeron que hice bien. Yo regrese a casa y dormí como un bebé.
Esta fue una historia más corta pero me encantó tanto el hecho de que se haya comido la pizza con mi semen que intentaré hacerlo otra vez pronto, espero les guste y apoyen para más historias.
Uffff
gran reañlto como sigue