El Vecino Travieso, Niñero

Después de ayudar al vecinito a entrar a su casa y descubrir que sabe chupar verga muy bien, me toca cuidarlo toda una noche.
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La madre de Teo me explicó que ese fin de semana tenía una fiesta, se notaba que la señora tenia una vida social algo galante (ya saben a que me refiero) pero que ese fin de semana saldría toda la noche del sabado y que necesitaba quien cuide a sus hijos que por un lado a su hija se la llevaría su papá pero a Teo no se lo podía llevar y que viendo que el niño sentía mucha afinidad por mi decidió preguntarme si le hacía el favor de cuidarlo, Yo le dije que sí  casi de inmediato ocultando la emoción que sentía de poder tener esa boquita linda y ese culito hermoso para mi por toda una noche.

En fin como quedamos ese sábado por la tarde al salir yo de mi labor cruzaría la calle y me quedaría con Teo toda la noche.

Asi fue la verdad me sentía nervioso por ver que pasaría, llegue y la madre abrió la puerta me explicó como estaba su casa, no era muy grande, pero al estar en una zona de alta plusvalía se veía bastante lujosa, una cocina pequeña, una sala comedor acogedora, dos habitaciones y una piscina en el pequeño patio nada muy grande. Me explicó como podía agarrar lo que quisiera de la casa y que si me daba sueño podía dormir en el sofa que se convertía en cama, estaba explicando esto cuando los pasos de Teo interrumpieron, venia bajando la escalera, se veía muy lindo vestido con una playera sin mangas blanca y un diminuto short que marcaba su traserito, no se veía marca de trusa se notaba que andaba sin ropa interior, me vio y corrió a saludarme —¡Maro! —Grito al verme y la madre se extrañó, por que en realidad me llamo Mario, pero bueno.

—Mario te va a cuidar esta noche, asi que le obedeces y te portas bien si no ya sabes lo que te va  pasar—le advirtió Teo se puso serio se veía que la mamá le imponía demasiado porque el pequeño solo asentía, por otro lado a la Niña que había aparecido se veía que la trataba mejor, como una muñeca y es que si se puede la nena era mas linda que Teo, tenia unos rasgos muy finos que no se veían venir de la madre, si se puede mas blanca que Teo, con labios rosaditos que provocaban darle un beso, Yo me sentía en el paraíso y aun ni siquiera estaba solo con ellos.

—Maro, vamos a la piscina— dijo Teo mientras comenzaba a jalarme, le pregunte a la madre si no había problema dijo que estaba bien, me dio a la niña en brazos, para ella mi labor había empezado asi que fuimos al cuarto de los niños a buscar la ropa para el baño en la piscina.

Deje a la niña en el suelo del cuarto y Teo se dirigió a su guardaropa a sacar su short para la piscina, se quito la playera y el resto de su ropa mostrando su nalguitas, cuando quiso subirse el short no se dio cuenta que estaba amarrado del cordón para ajustarlo por lo que se atoró y cayó sentado, me acerque a ayudarlo lo puse de pie, le saque el short y mientras lo hacia podía verlo desnudito, con ese cuerpo delgado pero no en extremo, muy blanquito y con un ombligo perfecto tenía un penecito muy lindo sin circuncidar, casi cubría por completo su cabecita rosa, lo tenia algo paradito y sus huevitos lucían como dos pequeñas canicas, por reflejó le toque el penecito con mi dedo y Teo rio como cuando le hacían cosquillas, hubiera seguido pero el ruido de la hermanita me recordó que la madre no se había ido aun.

Le desaté el cordón y le puse el short de dinosaurios, mientras lo hacia le acariciaba las piernitas y con el pretexto de acomodarlo le palmee las nalgas—estas listo Teo —bajamos para que Teo se meta en la piscina, yo llevaba a la hermanita y cuando baje me tope a la madre discutiendo un poco con un hombre, el cual según la madre de Teo era el papa de su hija, se la llevaría con el ya que ella salía a una fiesta, me quitó a la niña y la cargo

—Buenas tardes—le dije al hombre— Me llamo Mario por hoy seré el niñero de Leo y su hermanita

—Buenas—dijo mientras acomodaba a la niña en sus brazos—me llamo Josue mucho gusto—me estrechó la mano sentí algo de tensión — y no será necesario yo me voy a llevar a la niña — mire a la madre como buscando explicación

—Si, mi ex va a llevarse a la niña a casa de su madre— dijo mientras se mostraba algo fastidiada, se notaba que no tenía buena relación con su ex —al final es menos trabajo ¿no?

—Pues yo sin problemas…— la mujer se dio la vuelta y fue por las cosas de la niña

—Disculpa ser tan cortante, pero ya sabes  como son las ex —me explicó y yo le dije que no había problema, me explicó que era normal tomar sus precauciones con su hija, yo lo entendí y mientras hablamos Teo llegó corriendo y se abrazó a la cintura de Josue

—¡Josue! ¿te vas a quedar a Jugar?  — dijo mientras le abrazaba y restregaba su cara en la cintura, eso parecía incomodar al hombre que rápidamente se despegó y le dijo que no, que después se quedaría a jugar, esto pareció decepcionar un poco al niño que solo dijo un leve “awn”

En fin la niña y su padre se fue y la madre elegantemente vestida y provocadora salió dejándome con Teo para cuidar toda la tarde.

—Maro vamos a la piscina— le dije que un momento, la verdad es que estaba algo nervioso, tome mi mochila con cosas y las coloqué sobre el sofá dándole una vista a todo lo de la casa, y esperando que la señora y la niña y su padre se hubieran ido.

Escuche un clavado en la pequeña piscina, Teo se había arrojado de golpe…no era profunda asi que no había mucho problema—Maro, bañate conmigo—me dijo confianzudo

— No Traje mi short peque, será otro día— finji algo de desinterés, quería que me insistiera

—No importa, metete en boxer como  Josue cuando se queda

—¿Josue se baña contigo en boxer? —Teo asintió a mi pregunta — bueno amiguito déjame entonces cambiarme

Me fui a donde estaba mi mochila, me quite los zapatos y calcetines luego el pantalón quedando en un boxer de algodón tipo trunk que marcaba mi paquete, el color negro me ayudaba mucho a acentuarlo bien, luego la playera—¡Maro! —volví a oír y me paresure

Teo estaba haciendo bucitos cuando me metí a la piscina, el agua apenas me llegaba unos centímetros bajo la cintura, estando de pie Teo se acercó a mi mientras fingia bucear y chocpo de frente contra mi paquete—¡epa enano! ¿Qué buscas?

—Un Pez—dijo y le dio un beso a mi paquete de manera picara

—Tengo un pez para ti ¿lo quieres saludar? —

—Quiero darle un besito …— Teo comenzó a besar mi paquete, que en segundo se puso a tope golpeando la tela de mi boxer —Esta duro

—Es porque esta emocionado de verte— tome el elástico de mi boxer y deje salir la cabeza de mi verga, una verga normal, no mentire diciendo que eran 25 cm, es normal, unos 16 cm con la cabeza morada y no circuncidada, gruesa de esas que abren bien rico el culito y peluda por que no me gusta rasurarme.

Teo no lo pensó se metió la cabeza a la boca de un solo movimiento y comenzó a lamer de manera divertid, yo ya conocía su boquita y con toda confianza comencé a acariciarle la cabeza y su cabello mojado que se pegaba  su frente; en un momento me emocioné y le tomé de la cabeza para empujar mi verga dentro de su boca—¡Uff!

Teo tosió un poco y se saco la verga de la boca—¡Ay!

Me di cuenta de lo que hice y me apresure disculparme— perdona bebe, es que emocione mucho porque lo haces muy bien

—¿en serio?

—Claro— me agache para estar a su altura, sentado en la piscina—dime ¿Cómo sabes hacerlo tan bien?

Teo no lo pensó demasiado, contestó sin rodeos—Josué me enseñó y cuando viene y nos cuida jugamos al pececito y al submarino

Eso me intrigó —Ah… ya jugamos al ¿pececito verdad? —Teo asintió mientras jugueteaba con el agua —¿ y como se juega al submarino?

—Así — dijo llegando a donde yo estaba, toco mi pene que aun estaba fuera del boxer y la masajeo un poco —tienes que estar muy duro y meterlo en mi colita para que el submarino explore…

—¿y quieres jugar? — el niño asintió y yo no me hice rogar, me retiré el boxer y abri mis piernas mientras me tocaba la pija —ya está listo Teo ven— Teo emocionado se quitó el short como pudo dejando desnudo su hermoso culito blanco de nalguitas bien formadas, camino y quedo de frente a mi , no pude evitar besarle los pezones rosaditos y el cuello, eso lo erizó aprovechando que estaba un poco mas relajado llevé mis dedos a la entrada de su culo, un arito cerrado lindo y estrecho que apenas y lo toqué Teo tembló de emoción.

—Ay…— no era una queja de Teo era señal de que lo gozaba, aproveche el agua y comencé a meter mi dedo índice acariciando las paredes de su pequeño esfínter, dando vueltas con mi dedo, cuando lo senti listo le metí otro dedo, teo hizo un gesto de desagrado.

—Tranquilo bebé, tu puedes— Teo asintió pero estaba un poco incómodo aun así no cedió, me dejo que ambos dedos entraran en su culo siguiendo de un “ahhh” como cuando tomas un buen vaso de soda.

Comencé a meter y sacar mis dedos, no por completo sino de manera juguetona, necesitaba preparar un poco a Teo para lo que seguiría

—Quiero el submarino —dijo Teo estaba ya un poco ansioso, sin pensarlo mas lo coloque sentado enfilando su culito a la punta de mi verga.

Ahí el niño tomó el control, comenzó a poner su hoyito sobre mi pija y empezó a moverse de un lado a otro como su carita mostraba un gesto de gusto impresionante, estaba un poco sonrojado, se ve que le gustaba. De a pocos comenzó a entrar a cabeza, Teo bajó un poco mas   empelandose solo —¡Esta muy grueso!

—Tu puedes Teo, te ayudo—lo tomé de los costados de la cintura y o ayude a descender, un “ay ay ay “ se salía de su boca, lo abrace pegándolo a mi cuerpo, en lugar de bajar más me decidí a subir yo un poco mas mi verga, de golpe le metí varios centímetros y para que no grite lo abrace fuerte poniendo su boca pegada a mi hombro—shhh shhh ya teo, ya entró

—Me dolió …

—pero vas a sentir rico —comencé a moverme despacio después de que sentí que se adaptó a mi verga despacio, una estocada tras otra, lenta y rítmica, podía sentir como el niño se estremecía y por momentos apretaba involuntariamente su esfínter, eso me prendía más

Comencé a acelerar el ritmo, se separó de mi abrazo y comenzó a ayudar a moverse—Sabes jugar muy bien

—Josué me enseño como le gusta … mmmmmm—estaba ya perdido, gemia bajito cerrando los ojos y suspirando profundo, esa carita morbosa y perdida, con el cabello aun mojado y las mejillas rojas de placer me pusieron a mil logrando que me venga en abundantes chorros de leche.

—¡Ufff! ¡Que rico! —alcancé a decir mientras lo llenaba por dentro

—¡si! — Fue un si largo y prolongado, sentí como leo temblaba, había tenido un orgasmo seco que lo hizo caer rendido en mis brazos—me gusta este juego

—A mi también— le dije y le bese la mejilla, respiramos y tomamos un descanso, esto apenas había sido el comienzo.