El vecino y mi hijita

Llego temprano del trabajo y encuentro a mi niña de 11 años con el vecino..

Siendo madre soltera de 2 hijos tenía que trabajar casi todo el día, mi hijos Edgar de 9 y Leti de 11 salían de la escuela y un vecino les daba aventon hasta la casa donde vivíamos, ellos pasaban la tarde solitos hasta que yo llegaba a las 8pm. Cierto día hubo un conato de incendio en la fábrica y me dejaron salir temprano, llegó a la casa a las 3pm, me sorprendió la puerta de la entrada medio abierta, entré con cuidado y en un sillón que usaba de sala estaba mi hijo Edgar dormido sin hacer ruido caminé unos pasos más, lo de Edgar no sorprendió porque siempre dormía un rato a esa hora, lo que sí me sorprendió era los ruidos que salían del cuarto donde estaban las camas, con cuidado me asomo ya que solo era una cortina, ahí estaba mi hija Leti mi niñita de 11 añitos hincada con sus rodillas en una almohada colocada en el piso y con el pene de Sergio mi vecino en su boca, la rabia invadió mi cuerpo pero era una mezcla rara la que sentía, claro se veía que mi hija no estaba siendo obligada, estaba solo con su falda de la escuela con su blusa abajo dejado afuera sus pechitos incipientes que ya sobresalían de su cuerpo delgado, una de sus manos agarrada de una pierna y la otra agarrando el tronco del pene que perdía su punta en su boca, y este pene era de Sergio mi vecino que los traía de la escuela cuando salían, Sergio era aún señor mayor más que yo incluso, era algo gordo moreno y se veía que disfrutaba mucho lo que mi niña le hacía, con sus dos manos sujetaba la cabecita de mi niña y cerraba sus ojos volteando su cara al techo, yo tenía ya mucho tiempo sin sexo y sería por eso o sería el morbo pero todo el coraje que sentía se convirtió en excitación.

• que rico me los chupas mi amorcito. La voz de Sergio rompió el silencio.

Leti solo sonrió levemente sin despegar su lengua del pene de su amante.

Sergio se sentó en la cama que estaba con una colcha rosita de princesas ya que era la misma cama donde dormí mi niña, Leti se paró y comenzaron a besarse, mi niña era experta besado, Sergio le tocaba las nalgas por debajo de la falda sus tetitas su espalda todo su cuerpecito era victima de sus manos grandes, Sergio cambió sus labios a las tetitas de mi niña mientras al mismo tiempo le quitaba los calzones y mi hija obediente levantaba los pies para que estos salieran más rápido, no sé veía lo que Sergio hacía con su mano bajo la falda pero mi hija comenzó a gemir y le rasguñaba la espalda mientras este le comía sus pezones pequeñitos rositas.

• quieres que te chupe tu cosita mi amorcito? Está pregunta de Sergio interrumpió los gemidos de Leti.
• Si, chúpamela me gusta mucho.

Sergio se recostó en la cama y Leti se subió en él al mismo tiempo que se quitaba la falda, ahí pude ver su vagina blanca casi tono rosado en la cuál apenas se alcanzan a ver algunos pelitos, se acomodó sentándose en la cara de Sergio el cual como loco comenzó a lamber mientas con su mano masajeaba las tetitas de mi niña la cual comenzó a gemir de nuevo, yo en cambio comencea tocarme era muy excitante ver esa escena de vez en cuando volteaba a ver a mi niño dormido en la sala.

Leti claro que tuvo un orgasmo se vio y se escuchó como pego casi un grito, después de un ratito así Sergio la bajó y se sentó en la cama, de su pantalón sacó un condon y se lo dio a Leti el cual ella supo colocar como una experta.

• no quiero sacártela para nada. Le decía Sergio mientras mi niña colocaba el condon.

Después de colocarlo se subió en Sergio y este así sentado en al orilla de la cama con una mano acomodó su pene en la entrada de mi niña para que solita fuera sentándose y desapareciendo su pene en ella, comenzaron a moverse y ambos gemían de lo lindo, para Sergio era muy fácil mover a su antojo ese cuerpecito de niña, controlaba el movimiento levantándola de sus nalgas mientras con su boca disfrutaba de sus tetitas, mi niña solo con los ojos cerrados gimiendo y levantado su cara en dirección al techo, Sergio comenzó a acelerar los movimientos y claro se vio otro orgasmo de Leti al mismo tiempo que Sergio  le decía.

• aaaaay amor muérdeme muérdeme princesita.

Leti comenzó a morder los hombros de Sergio y este hizo muescas de que se estaba viniendo dentro de mi niña, los movimientos fueron cesando hasta quedar ambos abrazados, Sergio volteó a Leti dejándola recostada en la cama con los pies abiertos y mientras este se quitaba el condon lleno de leche le dio unas lengüetadas a su vagina recogiendo los jugos de Leti la cual pellizcaba sus pezones.

• mi amorcito me tengo que ir, mañana nos vemos. Le dijo Sergio mientras le daba un beso apasionada.
• Cuando vamos a ir a la piscina de nuevo. Contestaba Leti.
• Déjame programar todo para poder ir.

Contestaba Sergio mientras se ponía su ropa, el condon lo puso en una bolsa plástica y se disponía a irse, yo sigilosa me fui a esconderme bajo el comedor el cual lo cubría un gran mantel, desde ahí pude ver a Sergio salir y antes de irse palpo la cabeza de Edgar alborotado su cabello a la vez que liberaba una ligera sonrisa como dándole las gracias por quedarse dormido y dejarlo disfrutar de su hermanita.

Me quedé un momento en mi escondite y Leti no salía, me asome de nuevo al cuarto y ahí estaba aún recostada en la misma posición con una mano en su tetita y la otra en su vagina masajeándola con los ojos cerrados. De pronto se paró y aproveché para salirme de la casa, me fui a caminar y pensar lo que había visto, y tratar de contestarme tantas preguntas, sacando cuentas hacia cómo 6 meses Sergio me había pedido permiso para llevarse a Leti y Edgar a unas albercas a donde llevaría a su familia, pude ser que desde ese tiempo se metía con mi niña. No sabía qué hacer si hablar con Leti o dejar que las cosas siguieran pasado. Se acercaban mis vacaciones y lo que descubrí en esos días fue más impactante.

Continúa…