Encuentro en Fullablava
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Y así pasaban las dias. Correos contínuos,sms,llamadas de teléfono,horas de msn,horas de chat. No podía prescindir de ella, ni ella de mi, y queríamos, una vez superados nuestros "miedos", dar un paso más.
Ella había organizado una "quedada" con unos amigos y amigas del chat que no se concían entre sí. Medio en broma y medio en serio, le dije que acudiría, que podría ser una manera mas "suave" ( por decirlo de alguna manera) de conocernos. Evidentemente no me creyó, y, a lo mejor por ese motivo, me dijo donde y cuando iba a ser.
Por mi profesión hago algún viaje y,dado que soy casado, me inventé uno. Había reservado hotel y conduje durante más de tres horas hasta el lugar que, por discreción,llamaré con el nombre imaginario de Fullablava.
Había llegado la hora, había llegado el momento y salí del hotel camino del lugar de encuentro. Por el camino todo eran preguntas, dudas..¿por qué esta locura?…¿le gustaré?…¿y si no le gusto?..¿ se enfadará por haberme presentado?..
pero seguí andando, por que la amaba tanto que no había riesgo que no estuviera dispuesto a a sumir.
Cuando entré en el "pub", ya no distinguía un latido de mi corazón del siguiente; de lo rápido que me iba parecía que todos los latidos de mi corazón se hubieran fusionado en uno solo…contínuo, eterno. La ví nada mas entrar y me dí cuenta de que ya estaban todos, dos chicas y tres chicos. Me acerqué,pero ella no me ví hasta que estaba escasamente a un metro. Cuando me vió, la expresión de su cara podía reflejar que había visto tanto a Dios, como al diablo. Dije
– Hola…¿tú eres Fuencis…no? ( el nombre tambien es imaginario)
-Si, me contestó…¿ y tú Romualdo?.
Los dos sabíamos perfectamente quienes éramos, pero había que disimular.Al principio casi ni nos mirábamos…casi no me salía la voz…pero poco a poco me fui relajándo.
Estuvimos tomándo una cerveza todos y ella y yo intercambiando miradas casi cada segundo.Fuimos a cenar, y en la cena conseguí sentarme a su lado.Con disimulo, de vez en cuando, ponía mi mano un momento, primero en su rodilla y luego la iba poniéndo cada vez mas arriba y por mas tiempo. No le pareció mal, por que en ningún momento hizo ademán de rechazármela, aunque la cosa no pasó de ahí.
Fuimos luego a una "disco". Estábamos en la barra y ella se había puesto, deliberadamente, a mi lado.Aproveché para hacer una broma y mostrándo a los demas una actitud amistosa,cariñosa( pero con una intención bien distinta), pasé mi brazo por encima de su hombro, y la acerqué mas hacia mí; ella, al mismo tiempo, pasó su brazo por mi cintura. Bajé mi mano a su cadera, y de una manera imperceptible para los demas pero no para ella, presionaba con mis dedos su cadera, con suavidad…ella empezó a hacer lo mismo…era como un mensaje no escrito de aceptación, que nos enviábamos el uno a el otro.Como los demas los teníamos enfrente y no podían ver lo que mi mano hacia, bajé mi mano a su culo….a su nalga derecha, y la empecé a acariciar discretamente.
Llevaba una falda larga, hasta los pies, pero de una una tela muy fina, lo que me permitía notar, sentir perfectamente su culo. Puse toda la palma de mi mano entre sus dos nalgas, de manera que mi dedo corazón se hundía entre sus nalgas, hacia adentro, como separándolas…y lo movía suavemente entre ellas, que cada vez estaban mas y mas separadas, invitándo a mi dedo que fuera mas y mas adentro. Podía sentir perfectamente su aliento cada vez mas entrecortado, mas jadeante…cada vez estaba mas voluptuosa, con la boca a medio cerrar, los labios hinchados…tenía su teta pegada a mi pecho, y através de ella, me llegaban los latidos de su corazón.
En esa situación, los demas propusieron salir a bailar todos juntos…propuesta que,evidentemente,rechazamos…precisamente lo que queríamos era quedarnos solos. Y en cuanto se fueron me dijo…
– "Aquí no,amor mio….invéntate algo y llévame contigo…no puedo esperar más, cariñito mio"…..
Despues de poner una excusa que nadie se creyó, salimos de allí.
Nada mas subir a su coche nos fundimos en un abrazo y un beso sin fin. Hasta que no dí aquel beso, no supe, a pesar de mi edad y de que no he tenido pocas relaciones, lo que era un verdadero beso de amor y de pasión. Nos hacíamos daño de tanta pasión y fuerza con la que nos besábamos. Me producía verdadero placer el pensar que, al tragar mi saliva, tragaba tambien parte de la suya, como si me estuviera llevándo para mi, y para siempre, algo de ella.
Desabroché unos botones de su camisa y, como ella no suele usar sujetador,empecé a acariciar sus tetas, sus maravillosas tetas, de la medida justa, tersas, y sus pezoncitos erectos y redonditos, esas tetas que había visto en la cam, ahora las tenía delante de mi, para manosearlas a mi antojo. Despues de sobarle las tetas durante bastante tiempo, bajé mi mano y se la puse entre su piernas, por encima de la falda, y sobé, impúdicamente, su coño…lo tenía empapado, había mojado hasta la falda.
Dejó de besarme, recostándo su cabeza en el asiento, para poder respiar, para poder gemir. Desde que habíamos subido al coche nos habíamos quedado sin palabras, sin vocabulario, excepto dos palabras que eran las únicas que pronuncíabamos…"te quiero"…"te quiero"…no salían otras palabaras de nuetras bocas.
Le subí la falda y, con fuerza, le arranqué el tanga…y en ese momento abrió sus piernas tanto como su cuerpo le daba de sí. La hice ponerse lateralmente en el asiento, es decir, con la espalda apoyada en la puerta del conductor y la cabeza apoyada en el cristal. Puso una pierna encima del salpicadero del coche y la otrta por encima de mi asiento…y en esa postura me dijo lo que muchas veces me había dicho por teléfono..
_ MI Señor, Su perra se le ofrece para que Usted la goce como desee…como debe ser Señor.
Le comí el coño con tanta deseo y pasión, que no dejaba de generar flujo y mas flujo…y me volvía loco de placer tragarme su flujo junto con mi saliva, con la misma sensación que comenté de llevarme para siempre, y para mi, algo de ella que ya nadie me podría quitar….saboreé realmente aquel coño que tanto y durante tanto tiempo había deseado comerme.
Me cogía del pelo de la nuca con sus manos; me arrancaba pelos que se le quedaban entre sus dedos…y despues de solicitar mi autorización para correrse, como ella sabe que tiene que hacer e hizo, estalló en un orgásmo tal que le hizo emitir un gemido de placer que yo nunca antes había escuchado. No era el primer orgásmo que había provocado a una mujer, pero sí que era el primero de esa magnitud…y ademas se lo había provocado al amor de mi vida, mi yin-yang
Navegantesolitario
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