Enfermera y puta
Enfermera y puta.
Enfermera y puta
Quizá los lectores pensaran que la palabra puta solo es para las mujeres sexoervidoras, pero no es así, hay algunas que por elección nos encanta la verga y lo que sale de ella, en lo personal desde jovencita empecé a experimentar con mi cuerpo y el efecto que causaba en los hombres.
A los 14 años un amigo de mi papá me sobo las nalgas y me dio mucho miedo, pero después entendí que mi trasero era el punto de atracción de los hombres. Estudie enfermería y aprendí el funcionamiento del cuerpo humano, así como también ver las reacciones de la verga de un hombre ante el estímulo y toque de mis manos, aunque usara guantes notaba que manejando bien mis manos, levantaba cualquier miembro. Hubo muchas experiencias de cama en mi vida, buenos machos y otros muy pendejos que desperdiciaron en momento porque se creían muy chingones y solo resultaron ser puro cuento.
Después de varios años ejerciendo, aprendí que no podía quedarme con las ganas de comer un buen trozo de carne y de sacarle los mocos a un hombre, hoy solo les contare la vez que un compañero que era delgado sindical, disfruto de mi cuerpo y yo del suyo.
Marco era el nuevo delegado y un viejo amigo, conocía a su esposa y que por cierto ya no estaban juntos porque ella le fue infiel, me hacía saber más de el de lo normal, una guardia nocturna, tuve que visitar su oficina, para solicitar un trámite que era necesario para mí, después de llamar a la puerta y darme cuenta que no me abrían, decidí abrir y descubrí algo que no esperaba, Marco tenia los audífonos y estaba perdido viendo la pantalla de su celular masturbándose, no le vi la verga pero si como movía su mano, cuando vio que entre se asustó y soltó el celular y se guardó su trozo de carne aún desconocido para mí.
Perdón Marco, solo pude decir, y el entre el asombro y la pena solo trataba de recuperar la respiración y de calmarse dando explicaciones, Mira Marquitos le dije, eso que haces es normal, solo quiero que me asesores con un trámite y te dejo continuar, ambos reímos y después de ponerse gel en sus manos me ofreció asiento y empezamos a platicar sobre mi trámite. Hablamos sobre cada paso que tenía que hacer y los documentos que debía llevar, la plática tuvo un giro cuando hablamos de sexo, el solo pedía disculpar porque tenía tiempo de no hacerlo y solo se masturbaba, entonces curiosa como toda mujer le pregunte ¿Qué tipo de videos usas? El me confeso algo que no esperaba, videos de nosotras las enfermeras, de las compañeras que a través del uniforme mostrábamos nuestra ropa interior, así es se calentaba, al principio pensé que quizá mis transparencias también estaban ahí y en efecto, tenía un video que después me mostro donde se me veía un trasero enorme con un bóxer de encaje, por cierto uno de mis favoritos, pero que no supe cuando me lo tomo.
Mira Marco, yo respeto los gustos de todos, pero porque no mejor buscas una pareja, le sugerí y el solo me dijo: Maguito, las mujeres quieren algo estable y yo no estoy listo aun para una relación formal; no todas quieren eso le respondí, y al calor del momento le dije; Mira te voy a ayudar, voy a caminar por tu oficina y dejare que te masturbes viendo mi pantaleta debajo de mi pantalón ¿Te parece? El solo suspiro y me dijo, Va, chaparrita.
Mi 1,50 de estatura creo que me hacía ver más piernuda y nalgona de lo normal, me quite la filipina, y me quede en camiseta que mostraba un poco el brasiere y mis tetas y por supuesto la trasparencia mi de ropa, buscaba que al caminar lentamente él se calentara y sacara su leche con un show en vivo, pero por más que trataba de pararla le estaba costando trabajo, ¿Qué sucede? Pregunte, No se chiquita, quizá le da pena en vivo, a ver te ayudo Marquitos. Me acerque y la tome con mi mano derecha y empecé a jalar esa verga, y reaccionaba muy lento por lo que abrí la boca y la empecé a mamar, pensé, de que se para se para, probé que ya tenía mucha lubricación, y se iba parando mejor, era una verga gorda y sabrosa, y mientras la estimulaba mi macho en turno solo suspiraba, así que baje a sus huevos y le pregunte si lo hacía bien, el solo dijo: Que rico la mamas Maguito, no quiero venirme antes de tiempo, esa frase me calentó más y me la metí toda en la boca, esa verga ya estaba muy dura y jugosa, por lo que acelere el ritmo pero Marco, empezó a sobar mis senos, ufff, no sé por qué hizo eso, porque libero a la puta y me quite la camiseta y el brasiere, y se las ofrecí, ¿Quieres mamarlas? Él se agacho y se las llevó a la boca, el muy cabrón me seguía calentando chupando mis pezones, pero con la mano derecha busco por encima de mi pantalón, mi panocha, para ese momento ya era un rio de jugo de hembra, así que lo deje, abrí mas mis pequeñas piernas y le deje que me la sobara, con una maestría, abrió el pantalón y buscaba meter la mano en mis vellos, los cuales encontró y poco a poco encontró mi abertura de mujer y fue metiendo un dedo, para ese momento, ya el pantalón de enfermera había caído y solo estaba mi pantaleta entre el macho y su puta.
Separe su cabeza de mis chichitas y le dije: Ya métemela, Marco saco un condón de la cartera y me dijo: Pónmelo Maguito, quiero sentir tus manitas, yo me agache y le di una última limpiada de verga y le coloque el hule, lo que paso después, ni en película porno imagine, me coloco enfrente al escritorio y yo de nalgas hacia él, de pronto sentí como me abrió de par mi culo y empezó a lamer mi trasero, mis piernas se aflojaban más y solo paraba más mi culo, ofreciéndole mi trasero para que le hiciera lo que deseara, después de un momento deje de sentir como me exploraba la lengua de mi macho y sentí como entro de un golpe esa verga que había mamado y disfrutado, me sujeto de la cadera y me la deja ir con muchas ganas y fuerza, pinche Marcos, tenía muchas ganas de coger y yo también, era un rico mete y saca, de pronto sujeto mi cabello y decía muévete más rico Maguito, así como cuando caminas parando vergas, no me lo pidió dos veces y empecé a mover mi culo para que lo disfrutara en todo su esplendor, el gemía y disfrutaba de la chaparrita mas puta del hospital.
En un momento, dejo de darme por atrás y me subió al escritorio y al verme de frente me empezó a besar muy rico y sentía que me mojaba más la panocha, me acostó y levanto mis muslos y sujetando mis tobillos, me mamo la panocha, pero no podía penetrarme porque estaba muy alto así que me llevo a la colchoneta y siguió cogiéndome con las piernas al aire y bien abiertas. De pronto sentí que estaba a punto de venirse y le pedí que me los echara en mis vellos, quería leche en mis pelos de hembra, así quería llevarme un recuerdo para seguir trabajando y mi macho fue muy obediente, se quitó el condón y empezó a jalar esa verga rica hasta que escupió su rica leche, pero cayó en mis pelos de hembra y vientre, algunas gotas en mi brazo y otras hasta mis tetas, solo me embarre lo que cayó en mi piel pero la de mis vellos la deje fresca, que se secara ahí para que me acompañara en el turno, me puse mi pantaleta y se sentía la humedad de la venida de mi macho, me vestí y le di un beso en la boca, y le dije antes de irme: Me los guardas que la próxima guardia vengo por más leche pero ahora te la voy a sacar con la boca, para que veas como mama esta putita, no sé si estaba cansado o lo había dejado todo pendejo y sin leche que solo asintió con la cabeza que sí, esa guardia la termine satisfecha y moqueada en mis vellos y pantaleta, como señal de que me había cogido un macho mas.
Que rico relato, siempre he tenido la fantasía de cogerme a una enfermera con su uniforme, de hecho he tenido experiencias con algunas, pero solo de exhibiciónismo, hacé algunos años que fuí intervenido quirúrgicamente
Maravilloso, así me toco una enfermera en mis tiempos de practicante, solo que ella tenía rasurada su panochita y media 1.40, gracias por tu relato!