ENJAULADO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mogwligdl.
Siempre me comporte como el típico chavo hetero. Pertenecía al equipo de futbol. Mis días de adolescente consistían en ir a clase, entrenar y jugar con el equipo y salir con mis amigos especialmente los compañeros de equipo o salir con Vivi, mi novia. Vivi y yo nos llevábamos extremadamente bien. Ella apreciaba mucho el hecho de que fuera yo todo un caballero y que no la forzara o apresurara a tener sexo. Claro, después de cierto tiempo ya lo habíamos hecho cuando ella quería. Después lo hacíamos regularmente una vez a la semana. Lo que más me gustaba de ella era que se mostraba muy complaciente y me entendía sobre todo cuando en una de esas le quede mal a la hora del acto. Tal como ella me lo dijo probablemente el fut me dejaba completamente exhausto y sin energía. Los tiempos no concordaban y yo pensaba que si ella tan solo estuviera ahí justamente cuando acababa de hacer una práctica o de jugar otra cosa seria. Mientras me bañaba después del juego en las regaderas con los demás y solo pensaba en ir con ella siempre acababa con una semi erección de fabula que luego se desvanecía en lo que llegaba a encontrarla.
Lo peor paso una noche en que después de la consabida cerveza de nueva cuenta por mas que me moría por poseerla no pude ni tan siquiera llegar a que se me ¨levantara¨ a pesar del faje tan sabroso que nos habíamos echado. De nueva cuenta Vivi se mostro comprensiva y me dijo que no había problema alguno. Ella misma me disculpo asegurando que había sido por las cervezas. Ese día sin aspaviento alguno le confesé mi gran fantasía y le dije que si tal vez me viera inmediatamente después del partido entonces mi verga no me daría problemas pues me súper excitaba la idea de verla y tenerla para mí. También le confesé que de seguro esa noche tendría un sueño húmedo provocado por las grandes ganas que en ese momento llevaba. Creo que estas ideas la pusieron a pensar porque…
La siguiente semana que nos vimos Vivi me dijo que me tenía una gran sorpresa. Esta por demás decir que mi mente se hecho a volar y como nunca me moría de ganas de verla de lo excitado que estaba. Cuando finalmente estuvimos solos en su casa, me llevo al cuarto de sus padres y me pidió que me desvistiera para ella haciéndole un picaresco striptease. Debo admitir que a pesar de ser algo robusto y tendiente a engordar el fucho hacia que mi cuerpo se mantuviera en mas o menos buena forma alejando de mí al gordo de secundaria. Sé que mi estatura ayuda a mi volumen y Vivi me había confesado cuando le gustaba mi cuerpo voluptuoso así que con devoción trate de complacerla.
Cuando estuve completamente desnudo, podía percibir su mirada de lujuria y tomándome de la mano me llevo gentilmente a su cama en la cual podríamos disfrutar por horas pues sus padres habían salido a una fiesta y no regresarían sino hasta la madrugada. Vivi me hizo acostar sobre una toalla de playa que ya tenía preparada sobre la gran cama. Supuse que seria para evitarnos accidentes. Después acercándose a mí y poniéndose sobre de mí, me paso un pañuelo por mi cara atándolo de tal manera que me dejo a ciegas. Supuse que quería probar cosas nuevas y que esa noche haríamos algo especial como ella me lo había advertido antes así que sin mas me deje llevar pues me agradaba aquella faceta de mi noviecita y además me estaba gustando ese juego. Cuando finalmente me cegó con el pañuelo me hizo recostarme y sintiéndola sobre de mi me susurro al oído que debería de relajarme y solamente dejarme llevar , que debería de disfrutar lo que iba a suceder, idea que me pareció extremadamente sensual y a la cual accedí sin reparo alguno.
Vivi siguió montada sobre mí y sus manos se deslizaron por m i pecho jugando traviesamente con mis pezones. Aquello me puso más que a mil. Ella sabía muy bien mis puntos débiles. Siguió haciéndome cosquillas y bajando por mí brazo me tomo la muñeca y sentí claramente como la amarro con alguna tela al cabezal de la cama. Quise decir algo pero sus manos deslizándose por mi vientre me callaron por completo y solo pude lanzar un débil gemido de placer. Repitió la operación y después fue mi mano izquierda la que sufrió la misma suerte. Fue bajando lentamente y apenas si iba yo a reparar preguntándole cual era el plan pero el vaho de su boca al caer por mi obligo y seguir el caminito central hacia mis partes me calló nuevamente por completo. Recordé sus palabras: ¨Disfruta y déjate llevar¨. Aunque aquello era algo nuevo para mí y ciertamente me hacía sentir algo inquieto no pude mas que confiar en ella a pesar del miedo que me causaba y dejándola hacer me entregue a su deseo. Sentí claramente como después de haberme alborotado al máximo recorriendo mis piernas me derretía tocándome los pies con su boca solo para entretenerme y terminar de igual manera atado por completo en todas mis extremidades. Subió nuevamente dándome tiernos besos por todo mi cuerpo excepto en mis partes que estoy seguro se alzaba como carpa de circo por lo excitado que como nunc a me encontraba. Acercándose a mi oído murmuro: ¨No tienes nada de qué preocuparte amor¨. Y mientras decía aquellas dulces palabras en mi oído introdujo en mi boca una de esas bolas con correa la cual ato de igual manera asegurándolas a mi cabeza. En ese momento sí que me zurre de miedo pues aquella sensación de invalidez me invadió por completo. Me revolví y trate de liberarme y solo pude escuchar aquella risita burlona de mi novia al darse cuenta de cómo me tenia totalmente sometido a sus caprichos.
-No te asustes amor. Solo quiero hacer algo para ponerte más presentable y que dejes de ser un cavernícola. Compláceme, ¿si?
Sus palabras me tomaron por sorpresa pero la dulzura de su voz me convenció en darme por vencido. Total. ¿Qué podría ella hacerme como para poder evitarlo?
Lo que si era que me preguntaba a que se refería con ponerme mas presentable ya que solía yo en aquel momento tener mucho cuidado con mi arreglo personal. Sentí la presión del colchón al acercarse ella hacia mi cuerpo y previniéndome de que no me moviera porque no quería cortarme empecé a sentir como jalaba mi vello púbico y escuche claramente como la navaja de las tijeras se cerraba cercenándole. Aquel sonido golpeo mis oídos y me di cuenta de lo que me estaba haciendo. Trate de gritar. Bonita cosa. ¿Como me presentaría en el vestuario rapado de allí abajo? Ya me imaginaba a todo el equipo echándome carrilla al respecto. Mi grito se ahogo con la mordaza y solo débiles sonidos ininteligibles salieron de mi boca. Vivi soltó una risita burlona y me recordó lo cerca que las tijeras se encontraban de mi parte noble haciéndome recapacitar y someterme a sus deseos. Ella continúo rebajando mi vello. Al terminar, solo sentí algo muy frio siendo esparcido por toda el área y de repente un objeto duro raspando mi piel Me di cuenta de inmediato que no contenta con rebajármelo ahora me estaba afeitando por completo. Me erizo la piel cuando dirigiéndose a mi me previno nuevamente de quedarme completamente quieto porque no quería equivocarse y provocar un mal accidente por mi culpa. Después, simplemente me limpio con una toallita húmeda.
Escuche un ruido extraño después de unos momentos. Luego Vivi me halago diciéndome lo bien que se veían mis partes así de limpias para terminar agregando que ahora era necesario ¨vestirlas¨ para que no estuvieran con tanto frio. Aquellas palabras de verdad me extrañaron y no supe a que se refería. De repente, sentí como sus dedos tomaban mi pene y mi escroto moviéndolos de lugar. Sentí claramente algo duro depositarse por atrás de mi escroto y que circunscribía mis testículos. Pensé que me pondría un cock ring para obligarme a tener una erección más duradera. Aquella idea me alegro pues a pesar de lo extraño de la situación yo tenía en aquel día muchas ganas de tener acción con Vivi como nunca antes. Volví a sentir como aplicaba con sus dedos algo húmedo y frio en mi verga. Por el olor pude distinguir que era lubricante lo cual me hizo muy feliz al pensar que mis sueños se harían realidad. A pesar de la manipulación de ella sobre mi miembro este permanecía flácido. Creo que estaba yo demasiado nervioso todavía. Repentinamente sentí algo duro deslizarse y atrapar mi pene por completo e inmediatamente después escuche un extraño click. Vivi se aparto y recobre conciencia al volver a escuchar otro suave click como el que había escuchado al principio. Pude claramente distinguir que se trataba del celular tomándole una foto a mis partes. Vivi me dijo con su seductora voz que había terminado y que me encontraba yo listo.
La gran duda asaltaba mi cabeza. Finalmente Vivi me quito la venda de los ojos. En seguida voltee a ver hacia abajo para encontrar mi pito restringido en un tubo de plástico. Pude notar que por encima exhibía un pequeño candado. Quise reclamar pero todavía tenía en la boca la bola que me había puesto así que solo hice extraños sonidos ante la risa de Vivi. Entonces empezó a hablar y con una dulzura sin igual me explico que aquello era un CB6000. Me dijo que era un aparato de castidad. Que aquello era una jaula para mi ¨pajarito¨. Me dijo que sospechaba que a lo mejor yo andaba ¨cumpliéndole¨ a otra o que de plano era yo un cochino que me la andaba jalando y que por eso llegaba ¨exhausto¨ con ella. De esta manera ella se aseguraría que me tendría solo para ella. Lo que más me asusto fue cuando me dijo que enseñándome la llave que tal vez si me portaba bien en una o dos semanas dejara a mi pajarito salir para saciar su sed. Habiendo dicho esto me mostro la llave con gran picardía en su mirada y salió del cuarto.
Mis pensamientos y sentimientos eran encontrados. Por un lado mi ego se inflo a mas no poder al sentir que mi novia me deseara tanto que recurría a aquello para tenerme solo para ella. Pero, ¿llegar a ese extremo? La verdad no me sentía nada cómodo con aquello pegado a mí. ¡Vaya si me iba a escuchar!
Vivi regreso a los pocos minutos y me anuncio que la llave está guardada en un lugar muy seguro y que ya me iba a desatar no sin antes advertirme de manera socarrona que mas me valía ser ¨buenito¨ y no causarle ningún disgusto o me expondría podría ser que se le olvidara donde estaba la famosa llave. Me pregunto directamente mirándome a los ojos si iba yo a ser buen chico y a no reclamarle nada. ¡Que remedio! No me quedo de otra mas que asentir con un movimiento de cabeza.
En cuanto me dejo suelto no hice mas que tocarme y tratar de zafar la maldita caja de plástico y pronto me di cuenta de que era casi imposible sin la famosa llavecita.
Vivi se me quedo viendo complacida y me advirtió muy serenamente que no habría manera de quitármela sin exponerme a lastimarme. ¨Déjala así¨ -me dijo- ¨De todos modos puedes muy bien hacer del baño.¨ Después me explico cómo debería de asearme. Me sentí bastante incomodo y le suplique que me la quitara pero ella se reusó de manera firme y convincente amenazándome con aquello del olvido de la llave. Luego termino diciéndome que la dejaría ahí hasta que yo aprendiera acerca de mi verdadero yo. No supe a que se refería y me fui a mi casa sumamente molesto.
Sin más que decir Vivi me mando todo mosqueado a mi casa. Mientras me dirigía a mi casa pude notar que por lo menos aquella cosa no se notaba mucho en mis pantalones. Estaba tan enojado que no pensé en nada mas que en el momento. Esta por demás decir que sí. En ese día y en los días siguientes me costó mucho trabajo el irme a dormir con aquella cosa pegada a mí. Para un mono bananero que se la jala todos los días aquello fue un suplicio. Ni que decir que conforme pasaron un par de días mi ansiedad creció al máximo al no poderme masturbar y me hacia estar súper inquieto. No fue sino hasta el siguiente miércoles que la sangre se me congelo. Tenía práctica de fucho. Pensé y pensé. Lo único que se me ocurrió antes de que ellos lo descubrieran fue sincerarme y darme el ¨lujo¨ de decir que Vivi y yo estábamos jugando a cosas calientes. Aunque hicieron las consabidas bromas aquello me salvo. Mostraron gran interés y me hicieron preguntas y hasta quisieron mirar. Me tuve que bajar los shorts y dejarlos mirar. De todos modos creo que fue mejor eso a que ellos lo descubrieran en el vestidor así que finalmente nos cambiamos y empezamos la práctica. Creo que con shorts se notaba un poco la jaula y me hizo sentir muy extraño el correr y saltar con ella ahí pero lo pude manejar bien.
La práctica termino y nos fuimos a los vestidores. Ahí fue donde la cosa se empezó a hacer más difícil. Me empezaron a preguntar más cosas. Obvio tuvieron tiempo de pensarlo y se dieron cuenta de que era imposible de que se me parara dentro de esa cosa. Querían saber que sentía yo cuando eso pasaba. Fue hasta ese momento que me di cuenta de que a pesar de la urgencia y necesidad que tenia la verdad era que en todos esos días a pesar de ponerme tan caliente la verdad era que no se me había parado. No me quedo más remedio que decirles que no sabía en realidad que se sentía.
Daniel, el capitán del equipo, y otros tres se quedaron platicando conmigo. Empezamos a comentar acerca de unos nuevos videos juegos mientras los otros se adelantaban y se empezaron a bañar. Me sentí muy aliviado al ver que mi tema se había desvanecido. Nos dirigimos hacia las duchas y para cuando acabamos ya éramos los únicos tres que quedábamos.
Todavía estábamos ahí en las regaderas cuando repentinamente Daniel se me acerco y me dijo directamente:
-Creo que ya es hora de que sepas si se te puede parar adentro de esa ¨jaula¨.
Dos de ellos me agarraron fuertemente de cada brazo y me empujaron contra la pared. Sentí la mano de Daniel deslizarse por mi espalda rozando mi nalga para terminar en mi entrepierna trasera y con gran firmeza agarrarme los huevos para estirármelos y apretarlos mientras me decía:
-¿Qué se siente Karla?
Después del alarido que pegue cuando me los apretó hasta casi hacérmelos puré solo pude decirle:
-¿Por qué chingados me dices Karla?
Daniel se rio detrás de mi oreja mientras me decía que todos sabían cómo se me paraba cuando los volteaba a ver en las duchas. Me dijo que ya era tiempo de alguien hiciera algo de manera que ellos no tuvieran que estar soportando mis erecciones cada que nos encuerábamos ahí.
Me sentí estupefacto. La verdad era que al menos conscientemente nunca me había dado cuenta. Pero, ahora que él lo mencionaba me daba cuenta de que en efecto. Cada vez que entrabamos a las duchas y les veía sus atributos la verga se me paraba a mas no poder. Yo lo justificaba pensando en Vivi pero la verdad era que si eso me pasaba justo ahí. Y se me paraba tanto que me la jalaba tratando de pensar en estar con Vivi.
-Bien Karlita. Hoy es tu día de suerte. Tus sueños se harán realidad-me dijo Daniel.
-Hoy vas a obtener lo que tanto has querido- me explico Daniel mientras yo era sometido por aquel par de gorilas que me forzaron a arrodillarme.
Daniel se movió hacia donde yo estaba hasta quedar frente a mí. Sabiéndose dueño de la situación y con gran teatralidad se paro justo enfrente de mí y con estudiados movimientos se desfajo la toalla que le cubría para mostrar su jugosa y brillante verga enfrente de mi cara. Haciendo un suave movimiento de cadera hizo que esta se balanceara tocándome las mejillas mientras me decía:
-Abre la boca. Aquí está con lo que has estado soñando putito.
Aquella situación en la cual nunca pensé estar me tenía con un sentimiento de irrealidad. Me quede quieto y decidí ignorarlo pensando que era una pesada broma como las que siempre me había hecho desde la primaria que le conocía. Sin embargo no fue así y balanceando su pie me dio un fuerte patadon en los huevos que me hizo gritar haciendo que el aprovechara para meterme todo su miembro en mi boca.
Me agarro fuertemente del pelo ahogándome con su miembro dentro de mí y me advirtió que si se me ocurría morderlo-cosa que paso por mi mente- se haría cargo de patearme hasta hacerme puré las pelotas. Daniel no se andaba por las ramas y por supuesto que le creí que sería capaz de eso y más pues en alguna ocasión durante secundaria había ya probado la fuerza de sus puñetazos.
Daniel me ordeno que se la chupara. Yo me tarde en responder para complacerlo así que el tomo la iniciativa y tomando mi cabeza con ambas manos y empezó a hacer un vaivén de abajo hacia arriba a la velocidad que le complacía. Empecé a atragantarme y al verme así Daniel saco un poco su miembro solo para reventármelo nuevamente hasta dentro. Siguió haciéndolo de tal manera que agarro una especia de ritmo que ya no me hizo atragantarme tanto. Poco a poco me fue soltando la cabeza hasta que era yo solito quien la movía para seguir dándole placer.
Mientras yo me esforzaba por complacerle Daniel les dijo a los que todavía me tenían sostenido de los brazos.
-¿Lo ven?-les dijo- Les dije que este cabron era un mamavergas.
Mis otros compañeros asintieron con sus cabezas mientras reían a carcajadas.
-¿Ven? ¡Véanlo! Nomas lo empezamos y ahora él solito se la traga toda.
Aquellas palabras me hicieron sentir una piltrafa y me sentí totalmente humillado aunque también por una extraña razón también me sentía orgulloso de que el capitán del equipo me dijera esas palabras.
Después de un buen rato de estar mamándosela a Daniel, Martin el que me sostenía al lado le dijo a Daniel que el también quería probar mis servicios. Daniel se dirigió a mí y agarrándome fuertemente del pelo me hizo verle a la cara desde mi posición y me pregunto en el tono más sarcástico posible si yo iba a ser un buen putito y les daría servicio a todos o si tendrían que batirme los huevos para que de todos modos terminara siendo usado por todos ellos y tal vez el equipo entero.
No di respuesta alguna pero Daniel entendió perfectamente. Sacándome la verga de la boca les dijo que no se preocuparan que yo sería una buena y obediente perra. Ambos me soltaron de los brazos y entonces Martin se posiciono delante de mí. Sin que me dijeran nada solo abrí mi boca y empecé a mamarle la verga a Martin para su gran beneplácito. Después de un rato en el que recibí toda clase de insultos por parte de Martin este fue remplazado por Abel quien también fue complacido con mis servicios y quien también no perdió la oportunidad de decirme todo aquello que por años había guardado dentro de si durante tantos años. Sus palabras humillantes fueron las que más me dolieron pues de ellos tres siempre lo había considerado mi mejor amigo.
Ignoro cuanto tiempo paso pero yo sentía que la boca se me secaba. Los tres estaban extasiados y se administraban tomando turnos para no correrse hacienda mi agonía mas extensa. En una de esas mientras se la seguía mamando a Daniel este empezó a caminar lentamente humillándome con no perder su verga y seguirlo como la perra que sigue el hueso que su amo le ofrece. Seguí recibiendo su miembro en mi boca hasta ubicarnos en una de las bancas del vestidor donde nuevamente mientras yo seguía chupando miembro Martin y mi ?amigo? Abel me posicionaban hasta ponerme en la típica posición de perrito anudando con lo que pudieron tanto mis manos como mis pies restringiéndome cualquier posibilidad de escape.
Cada vez mas se turnaban mas seguido pues mi chupada les mantenía la verga bien recta y parada. La cosa se descompuso mas pues sentía como mientras se la mamaba de uno en uno, ellos se iban para atrás y empecé a sentir sus manos tocándome las sentaderas. Al primer contacto quise remilgar pero una serie de fuertes y dolorosas nalgadas que casi me sacan las lágrimas me hicieron desistir mientras mi mandíbula se mantenía ocupada por un pedazo de carne caliente. Cuando el ardor era tan intenso que casi sentía que las lágrimas se me salían empecé a sentir con toque diferente con una suave sensación húmeda que empezó bordeándome el ano y que poco a poco se fue centrado. No se quien de ellos fue lo suficientemente gentil de embarrarme shampoo en la cola preparándome para la siguiente etapa.
Apenas si la potente verga de Daniel había abandonado mi boca cuando Daniel se fue hacia atrás. Esta vez nadie ocupo la delantera supongo por no perderse el gran espectáculo que mi virginal culo estaba a punto de ofrecerles. Daniel se posiciono y tomándome fuertemente de la cintura posiciono su ardiente glande como si de una flecha se tratara en el centro de mi ser. Con absoluta determinación pude sentir como milímetro a milímetro fue sepultando dentro de mi toda su erecta virilidad. El shampo facilito la maniobra y a pesar de que mi estrecho agujero ofreció resistencia el dedo de quien había depositado el resbalante detergente le facilito la maniobra a mi violador. Podía sentir claramente como su pito se enterraba hasta el fondo de mi ser abriéndome como nunca. Lo único que se escucho en aquel húmedo cuarto fue el máximo grito de dolor que puede emitir un hombre a quien le están arrebatando su hombría.
Fue tal mi dolor y la pérdida de aire al lanzar ese grito que perdí fuerza y casi desmayándome caí más hacia adelante. Daniel aprovecho esa posición para apalancarse y forzar aun mas su entrada en mi hasta sentir lo más profundo de mi ser y sacarla de la misma manera en que había entrado. ¡Sentí que me partía en dos! A Daniel no le importo y sin darme tregua alguna volvió a sepultarse dentro de mí repitiendo el lacerante proceso varias veces. AL hacerlo parecía que de verdad estuviera yéndose aun más adentro hasta que alcance a sentir claramente su par de huevos golpeándome también el culo al balancearse con el movimiento.
Apenas si podía respirar. Me faltaba el aire y empecé a dar profundos jadeos para poder recuperarlo. No sé cuál de los dos fue pero inmediatamente lo aprovecharon para volverme a usar y retomando lo anterior mi boca fue ocupada nuevamente. Estaba atravesado por completo: adelante y atrás. Me estaban cogiendo por ambos lados mis mejores amigos al mismo tiempo y yo no podía hacer nada por evitarlo.
Al igual que como habían hecho momentos antes se divirtieron de lo lindo conmigo. Bueno, con mi culo. Una y otra vez pasaron de un lado a otro. Con sumo desagrado pude saborear mi propio culo cuando después de haber estado allá atrás me obligaban a paladear sus vergas calientes. Aunado a eso el tono de humillación en sus palabras fue escalando. Reiteradamente se burlaban de mí diciéndome desde cuando sospechaban de mi gran ?debilidad?. Me dijeron como me miraban y estaban al pendiente de mí cuando me bañaba. Lo que más me dolió fue como se reían de mi novia a sabiendas de que yo era un putito de closet.
Entre burlas y todo el tiempo fue pasando y mientras esto sucedía algo extraño en mí sucedía. Ese dolor que sentía en la retaguardia se fue transformando lentamente en una extraña sensación de placer cuando me vine a dar cuenta un extraño gemido salió de mi garganta repentinamente y fue escuchado por mis esbirros a pesar de tener la jeta ocupada con una de sus vergas. Cuando eso sucedió, ellos se quedaron callados y así fue como otro sonido gutural fue emitido por mi garganta al sentirme atravesado por enésima vez por quien me estaba dando por el culo. Martin soltó entonces una gran carcajada y les hizo notar aquel evento diciendo:
-Miren, parece que a Karla le fascina estar como pollito asado.
Aquella frase me hirió sobre manera. De haber podido hacerlo, hubiera respondido de tal manera que no le quedara duda de que eso NO era cierto pero…
La verdad es que no me hubiera dado tiempo ya que justo en ese momento empecé a notar algo más que me estaba sucediendo. Mientras ellos se reían y burlaban pude sentir claramente como mi pene trataba de ponerse rígido. Pude sentir claramente como empezaba a crecer a pesar de que en ese momento nadie me lo estaba tocando. Sentí muy bien como ganaba espacio y rápidamente perdía ante la rígida cavidad que le sometía. A pesar de ello, de la falta de lugar, mi pene se sacudía dentro de su jaula tratando una y otra vez de explayarse causándome poco a poco un dolor muy especial en la zona. Creo que por mero instinto y ante ese dolor recule mi pelvis tratando de hacerle empequeñecerse o por lo menos acomodarse de tal manera que no me doliera tanto. Fue una terrible decisión ya que justo con ese movimiento lo único que logre fue que Abel quien estaba en la posición correcta arremetiera en medio de mis torturadas nalgas haciéndome sentir en lo más profundo de mí ser su verga caliente. Cuando así lo hizo de una manera extraña para mí en esa ocasión sentí como el pene de Abel pegaba en contra de algo ahí muy dentro de mi provocándome una muy extraña y nueva sensación que a ratos era de un ardorcillo combinado con dolor pero que poco a poco fue creciendo hasta convertirse en una especie de latigazo de electricidad interna. Ese dolor causado hizo que mi pene volviera a retraerse más las extrañas sensación quedaron ahí fijas y fueron creciendo mas y mas.
Para mi mala suerte fue precisamente Abel quien lo noto y en tono burlón dijo:
-¡Miren!-señalando con el dedo hacia mi ¨prisión¨- Karla esta en sus días.
Yo en aquel momento todavía ignoraba aquel término de ¨ordeñar? la próstata pero las repetidas intromisiones en mi interior me habían llevado irremediablemente a esa situación. Abel arremetió con furia despiadada y como si se hubieran puesto de acuerdo Daniel quien se encontraba al frente arremetió de igual manera en mi boca causándome un cierto dolor. Martin burlándose no dejaba de mirarme en salva sea la parte y daba comentarios de lo que me iba sucediendo segundo a segundo. Sin ser interrumpido Abel y Daniel cambiaron de lugar para seguir utilizándome a sus anchas mientras Martin con encendido regocijo no quitaba vista de lo que me pasaba en mi atrapado pene.
En un momento determinado y ante las nuevas acometidas de mis captores, Martin anuncio con extraño júbilo que la carcasa de plástico que me contenía vaciaba repentinamente y sin descanso meco y más mecos salidos de mi uretra. Como si de una bizarra competencia se tratara, apenas si había pronunciado las últimas palabras cuando Abel con un gesto descompuesto empezó a disparar también fuertes chorros de cálido y espeso caldo en mi boca. No ceso de moverse así que sentí como sus disparos cayeron en diferentes direcciones llenándome con su extraño y amargo sabor. No contento con su obra final todavía alcanzo a retirarse de mí haciendo que mientras se retiraba con toda intencionalidad algunos de los últimos chorros me fueran a dar directamente en la cara cubriéndome parcialmente el pelo también. Tan solo unos momentos después sentí como las manos de Daniel se aferraban a mi cadera para sostenerme de tal manera que todo su peso dirigido en su fierro se me enterrara para depositar a sus anchas todo su blanco semen en mi interior haciéndome así depositario de su simiente. AL ver aquello Martin reacciono y se sintió desplazado así que en cuanto pudo aparto a Abel para volverme a llenar la boca y terminar también prodigándome su leche y haciéndomela tragar entre más profundas e hirientes burlas de su parte.
Mi mente estaba toda confundida. Mi cuerpo lo sentía totalmente exhausto. Trataba de pensar y de comprender el predicamento en el que me encontraba pero no le hallaba ni pies ni cabeza. Ahí estaba yo con tres a quienes consideraba mis mejores amigos y quienes acababan de usarme y habían depositado el jugo de sus genitales dentro de mí usándome a su gusto despiadadamente. Aparte de aquella gran humillación sentía como mi propio pajarito permanecía encarcelado y extrañamente relajado después de haber expulsado también sus ¨jugos¨ mas sin embargo había un algo de insatisfacción que me embargaba como si necesitara de algo mas.
Pasaron unos momentos de silencio que fue roto por Daniel.
-Ya veo que lo disfrutaste perra- me dijo jalándome del pelo para verlo cara a cara.
-¿No Karlita?-dijo con sonrisa burlona- Vaya que si disfrutas cuando un hombre de verdad te la deja ir hasta el fondo.
Cuando escuche sus palabras y me di cuenta de su significado me sentí una gran basura. Moví mi cabeza en sentido de negación cosa que a nadie le importo. De hecho solo provoco que les causara risa a los tres y Daniel prosiguió con su gran acto diciéndome que dejara ya de actuar. Era obvio que yo era tan solo un maricon mamavergas y que más valiera que lo aceptara. De hecho, ahora que ya todos nos habíamos dado cuenta de ello no dejarían que pasara desapercibido y si no quería que TODO el equipo se enterase más me valía estar a su servicio y complacerlos de tal manera que se quedara entre nosotros. Tomo un tono amigable al advertirme que era mejor comerme tan solo tres vergas y no ser atravesado por otras 8 más de manera continua cosa en la que estuve de acuerdo al darme cuenta del gran ardor que sentía en aquellos miserables momentos. Prosiguió informándome de cómo me convertía entonces en su puta particular y de que tendría que atenderle cuando se le diera la gana.
Nuevamente trate débilmente de protestar ante su macabro plan pero Daniel me corto sin dejarme hablar tan siquiera una palabra.
-NO te preocupes Karla-me dijo en un tono falsamente amigable- Te considero todavía un buen jugador al cual puedo usar a mi conveniencia así que te dejare jugar pero eso si después del juego vas a tener que aceptar sin protestar el atender a todos estos pitos deseosos de ser atendidos después de una agotadora jornada.
Me quede perplejo ante su discurso. Por mi mente pasaron un sin número de eventos deportivos del calendario y ya me veía yo atendiéndoles solícitamente después de cada partido teniendo que mamar sus sudorosas vergas pues sabía muy bien la manía de Daniel en cuanto a humillación se refería y que no dejaría pasar semejante oportunidad. Como si me adivinara el pensamiento Daniel prosiguió:
-Y … solo … solo para asegurarme de que vas a comportarte como la gran putilla que eres, creo que tendré que enseñarte algo que de seguro te mantendrá deseoso de atenderme-remato con una énfasis especial en la palabra ?atender?.
No entendí a bien cuál era su idea pero Daniel no me dejaría con la duda por mucho tiempo.
-Si, Karla. Allá en la cancha serás uno más de los jugadores. Claro, a mi disposición absoluta porque en cuanto termine el partido te convertirás en Karla y solo si nos complaces como se debe entonces te permitiré ?salir? tal vez una vez al mes.
¿Dejarme salir? ¿A que se refería con aquello? Con gran dolor me daría cuenta de su maquiavélica estratagema.
-¿Todavía no te cae el veinte estupidito?-dijo Daniel envuelto en la más hiriente carcajada de todas- Bueno, déjame decirte. Tu querida ?noviecita santa? tuvo bien a darme esto- me dijo enseñándome una pequeña llavecilla que brillaba como un gran tesoro en sus manos.
¡¡DIOS!! ¿Qué ha pasado? ¿Como es possible?
Nuevamente jalándome del pelo de la manera más humillante mientras mi ano ardía sobremanera, Daniel termino su triunfal discurso diciéndome:
-Aquí tengo el CONTROL de tu desventura.
NOOOOOO. NOooooooooo y mil veces ¡NO!
¿Cómo pudo hacerlo?
¿Cómo se le ocurrió darle la llave a Daniel?
Después de segundos de silencio Daniel prosiguió en su explicación:
-Bueno. ¿Que querías? Vivi se harto simplemente de que no le cumplieras como era ?debido?. Tu mismo tuviste la culpa cuando le dijiste como se te paraba cuando terminaba el partido y te metías a bañar. No tomo mucho para que Vivi sospechara que solo eres un putito reprimido. De hecho estaba bastante molesta de sentir que la estabas engañando y usando. SI, Karla. Ella me llamo contándome sus sospechas y de hecho me pregunto si yo notaba que nos echabas miradas en las regaderas. No tuve mas remedio que confirmarle sus sospechar pues yo ya lo había notado pues poco a poco te hacías más descarado con el pretexto de que tenías ya novia. De hecho yo mismo le comente que mis sospechas ya venían desde los tiempos de secundaria. ¿Recuerdas?
Mis ojos estaban acuosos ante aquellas palabras. Sobre todo esa última que me recordaba mis tristes años de secundaria cuando Daniel me sometía y en alguna ocasión arremetieron contra mí en bolita forzándome de tal manera que acabe de rodillas mientras ellos me restregaban sus vergas por la cara y por el culo. A pesar de haberlo hecho vestidos aquel evento me había marcado para siempre.
-Fue ella misma-prosiguió Daniel- Tu adorada Vivi fue quien ideo el plan de EN-CAR-CE-LAR-TE tu cosita para descubrir si eras una más de sus BF o si de otra manera nosotros seriamos testigos que estaba en lo incorrecto.
Gruesas gotas resbalaban por mis mejillas ante la cruda realidad.
Daniel balanceo la maldita llave enfrente de mis llorosos ojos.
-Se supone que una vez que descubriéramos la verdad acerca de ti, con esta llave abriría tu ?prisión?. Pero ¿sabes que?- me dijo sarcásticamente.
-Me encanta tenerte asi controladito a mi servicio. Ya investigue y estaria muy cabron que te quitaras ese ?estorbijo? así que si te portas bien pues… creo que sere buena gente y dejare que tu cosita descanse, tal vez, ¿una vez al mes?-dijo con ahogada sonrisa- ¿Por … una hora?-remato.
Aquellas palabras fueron el tiro de gracia. Como una niña me solte llorando ante lo irremediable. Acercandose a mi oído me dijo suavemente:
-Haz cualquier cosa que me haga encabronar y entonces añadiré otro mes mas sin dejarte salir. ¿Entiendes zorrito?
Lo entendí. Lo entendí perfectamente. Por mas de un año me he visto forzado a ser cumplido. Desde aquel aciago dia en que me converti en lo que soy, un miserable putito al servicio de Daniel y sus compinches. Desde entonces no ha desperdiciado oportunidad alguna para utilizarme a su antojo. Mi boca se ha ocupado de darle servicio y ordeñar solícitamente tanto a Daniel como a Martin y por supuesto a Abel. Las cosas no han quedado ahí nada mas. Daniel se ha encargado de sobajarme en el fucho hasta influir de tal manera con el entrenador haciéndome casi un miembro fantasma que se la pasa en la banca y que solo juega cuando a el le place y me solicita hacer cosas para lucirse solo el en el juego. A raíz de eso y para su gusto ante la falta de ejercicio he ganado nuevamente lo que había perdido de peso y mi cuerpo poco a poco se convierte en una masa de grasa mas voluminosa aun de como la que fui en la secundaria. Como Daniel me dice, eso se debe a toda la grasa de la lechita a la cual me esta acostumbrando a beber.
Paso tres veces por semana en la tarde en la casa de alguno de ellos sirviéndole de manera personal. Lo mas común es que me la pase de rodillas en calzones atendiéndoles con mi boca sin embargo cuando se les da la gana me meten dildos y vibradores que han ido comprando y se regocijan torturando mi culo con ellos. A veces me han amarrado con el dildo adentro y se festejan viendo como me convulsiono de placer mientras de mi caja resuman mis fluidos. En otras celebran haciendo que yo mismo me introduzca los dildos enfrente de ellos maturbando mi ano y de igual manera no cejan hasta que no ven que me sale mi lechita que ellos llaman mi menstruacion. Me humillan haciéndome usar pantaletas y les encanta ver como las mojo cuando me hacen excitarme quedándose tan solo en calzones frente a mi. Claro, aunque no son menos las veces que uno u otro me usa y me coje y lo peor de todo es que en casi todas las ocasiones ante la falta de libertad que tengo acabo terminando yo también sin tocarme cuando ellos hacen uso de mi culo a su entero antojo.
Aunque en todas esas situaciones me provocan el ordeñar mi próstata casi siempre me dejan insatisfecho. Una extraña frustacion se apodera de mi y eso me provoca una calentura inusitada que me hace mas sumiso y obediente así como dependiente de sus deseos. Con ese sentimiento solo tengo en mente el complacerlos de tal manera que me permitan disfrutar de una ansiada ?libertad?. En todo este tiempo Daniel solo me ha permitido en ocho ocasiones liberar mi pene de su castigo. Las otras me ha castigado por alguna estupidez o simplemente no se le antoja darme ese premio para demostrarme que el tiene el control sobre mi.
En esos momentos de libertad me permite masturbarme hasta llegar al final cosa que agradezco profundamente pues cuando lo hago siento un desahogo total aun cuando lo tengo que hacer enfrente de el o de Martin o de Abel. A pesar de que me obliga a masturbarme hincado y mirándole a los ojos agradeciéndole de viva voz que me permita tal dicha. Cuando termino me da unos minutos de descanso. Luego me tengo le limpiar y lavar así como depilarme nuevamente para que después el con sus propias manos coloque en su lugar la jaula compañera de mi nueva vida.
Lo peor de todo es que: ME GUSTA
ADAPTADO DE:Locked Up By Girlfriend, Used By Teammates
By: Hardy, 2007
Posted by nanciboy, xhamster
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