Esclavo sumiso (2)

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Despues de mi primer experiencia, acepte ser el esclavo de mi esposa.

Cada dia que salgo de trabajar, no tengo permitido ir a ningun lugar si no le pido permiso. Me encanta humillarme pidiendole permiso para desviarme del camino a casa, el hecho de decirle "me das permiso de pasar a …" me da una sensacion placentera.

Hay ocasiones que no le pido permiso y me entretengo, en cualquier lado, solo con el objeto de llegar tarde, en esas ocasiones al llegar a casa me cuestiona para que le diga donde me quede y le doy una explicacion tonta y ridicula, lo que le molesta y me dice:

-Mira puta no me mientas, porque ya sabes lo que te toca ¿verdad?

-Si, me meresco una buena tunda, perdona por mentirte.

-Muy bien, te la ganaste, traeme la tabla para castigarte.

Lo que viene a continuacion, es que yo voy a buscar algo con que me castigue, se lo llevo a la sala me bajo el pantalon dejando mis nalgas al descubierto y me pongo en posicion para recibir mi castigo. Cuando ya recibi una buena tanda de nalgadas, y siento un gran placer, entonces comienzo a llorar y decir que ya no me pegue mas, pero siempre el castigo termina hasta que ella lo decide.

Cuando termina me manda a la recamara a que termine de llorar, cosa que no dejo de hacer, entonces despues de un rato ella llega a consolarme, trayendo consigo un pene con arnes y me dice que si ya me porto bien entonces me va a meter la verga.

Yo entre sollozos le digo que si la voy a obedecer, entonces me pone una buena cantidad de lubricante y me dice -aqui tienes lo que te gusta puto maricon- y comienza a introducirme su juguete, mientras ella tambien se da placer con sus dedos y cuando se siente satisfecha, ya me lo saca y voy al baño a tirar mi semen.

Al otro dia tengo que levantarme bien temprano, para tenerle su desayuno listo, y salaga hacia su trabajo con tiempo y si me tardo siempre me insulta diciendome puta, maricon o cosas por el estilo y yo solo acepto lo que me dice bajando la cabeza, lo que me agrada mucho.

Los fines de semana, hay ocasiones en que invita a cenar a su amante o algunas amistades, que saben que soy su esclavo. Si es solo su amante, tengo que servirles la cena a los dos, cuando ya esta lista me ordena llevarle un fuete que tiene y me manda colocarme un collar y una cadena para perro.

Acto seguido me sirve mi comida en un plato para perro, que es solo para mi, asegura la cadena a la silla y tomo mis alimentos a sus pies como un cachorro, sin meter las manos.

Una ves que termino tengo que permanecer en la misma posicion, mientras veo como por debajo de la mesa su amante le empieza a tocar su panocha, y sus piernas, para calentarla.

Cuando ella ya esta exitada le dice que quiere que se la coja, entonces se levantan de la mesa para ir a la cama y me dice -ven con mami perrito para que veas como le meten la verga a tu ama.- Yo tengo que seguir tras ellos como un perrito y tengo permitido masturbarme mientras los veo cojer.