Ese recluta, es reputa…
Un soldado recién reclutado después del entrenamiento sale de permiso a celebrar, se emborracha, y se pone a imitar a una cantante, lo que hace también que uno de sus compañeros se aprovecha de eso, y en medio de la borrachera le da por el culo, y lo pone a mamar, cosa que él no recuerda…….. .
Ese recluta, es reputa…
Cuando escuché a mi sargento, referirse a mí persona en esos términos, al hablar con el teniente que estaba a cargo del pelotón.
Supe que de inmediato, que todo cambiaría, no se la razón precisa, por lo que llegué a pensar eso, pero algo dentro de mí, me decía que así sería.
Cuando ingresé de manera voluntaria al ejército, les juro que jamás me había ni tan siquiera pasado por mi mente, llegar a dejar que me dieran por el culo, ni mucho menos, que me pusieran a mamar vergas.
La verdad que nada de eso sucedió durante los tres primeros meses de entrenamiento, pero cuando tuvimos nuestro primer pase, la verdad es que varios de nuestra compañía, y sobre todo de mi pelotón, agarramos una tremenda borrachera.
En mi caso fue tan, y tan grande, que cuando desperté, me encontraba además de estar totalmente desnudo, tenía a un tipo de mi compañía acostado sobre mí, con su verga entre mis nalgas.
Yo la verdad es que no me acordaba de nada de lo que había sucedido la noche anterior, lo último que, y apenas recordaba, era que un grupo de nosotros salió del bar, con varias botellas d ron.
Pero de ahí, al momento en que me desperté, desnudo, y con un tipo que no me quedó la menor duda de que me había comido el culo, pero lo peor era que no me acordaba de nada en lo absoluto.
Yo desde luego, enseguida me levanté, me bañé, y hasta expulsé de mi cuerpo, lo que quien sabe quiénes me habían dejado.
Por aquello de no formar un escándalo, decidí quedarme callado, y durante el mayor tiempo que pude, evité encontrarme con aquel tipo.
Cuando volví a disfrutar de otro pase, me sucedió lo mismo, y de igual manera la siguiente vez.
Por lo que decidí no volver a beber, cuando estuviera de pase, ya que pensé que con eso ya había resuelto mi situación.
Pero con lo que no conté, fue que el tercer tipo que dejé que me comiera el culo, una noche que me tocó hacer guardia, se me presento, y de manera directa y descarada, me dijo. “Lo de la otra noche, fue magnífico, quiero que lo repitamos.”
La verdad es que en parte tenía idea a que se refería, pero traté de hacerme el pendejo, diciéndole que no sabía de qué me hablaba.
Fue cuando él me dijo. “Esta bien, o lo volvemos hacer, o se lo cuento a todos en la compañía.”
Yo me quedé sin saber que decir, fue cuando él me dijo. “Tú estás de guardia, y te relevan en una hora, te espero en el almacén que está de tras del comedor. Pero ya sabes si no te presenta, se lo cuento a todo el mundo.”
Al terminar mi guardia, y ser relevado, pasé por la armería y entregué mi arma, para luego dirigirme al sitio donde aquel tipo me había citado.
No bien llegué, me dijo. “Quítate toda la ropa, que tengo muchas ganas de que me des ese culito tan sabroso, y luego me lo mames.”
Por el temor a que me fuera a denunciar con nuestros superiores, y que me fueran a expulsar, deshonrosamente, le obedecí.
Ya estando completamente desnudo, le dije. “Que yo no recordaba nada de lo que hubiéramos hecho.”
Él riendo me dijo, no te preocupes, que apenas te lo vuelva a meter te vas a recordar de todo.
Aunque parezca mentira, así fue, apenas él se colocó tras de mí, y comenzó primero por ir introduciéndome sus dedos dentro de mi culo, como que recordé que ya eso lo había estado haciendo otras veces, tanto con él como con otros dos tipos anteriormente.
Cuando ya estando acostado boca abajo, con mi culo algo levantado, sobre un montón de periódicos.
Volví a recordar que también eso ya lo había hecho antes, tanto con ese tipo como con otros dos.
Además, también pude recordar, como fue que comenzó todo, yo había bebido yo mucho, cuando de camino al cuartel, iba acompañado por otro soldado de mí misma compañía, los dos estábamos bien bebidos, y al pasar frente a un bar, escuchamos el disco de una cantante, la que de inmediato yo también me puse a cantar, y así seguimos caminando y yo imitándola.
Mientras que mi compañero, jodiendo a medida que seguimos caminando, comenzó a entrevistarme como si fuera animador de radio, y anunciando la siguiente canción que yo cantaría.
Mientras que yo había comenzado cantando como una, y luego fui imitando a otras cantantes, a medida que él siguió haciendo como si realmente entrevistara a la cantante, yo comencé a responderle actuando como si yo fuera una verdadera mujer.
En una de esas, él pasándome el brazo sobre mis caderas, me dijo que la imitaba muy bien a las mujeres, pero que, si también las imitaba en todo lo que ella hacía, al ir diciendo eso, me agarró las nalgas.
Yo la verdad creo que por lo borracho que me encontraba, ni me molesté, y con una gran sonrisa le dije que sí.
En esos momentos ya nos encontrábamos cerca de una vieja y abandonada casona, a la que él me fue dirigiendo, y una vez que nos colamos por una puerta rota, ya dentro me dijo. “Me gustaría ver como mueves las nalgas bailando.”
A lo que yo dándome un trago, y sonriéndole, me quité los pantalones, descalzo y en interiores, me puse a cantar y bailar como si fuera una chica.
Él siguió diciéndome que yo lo hacía de maravilla, que realmente estaba a punto de creer que yo era toda una mujer, lo que no sé porque me hizo sentir tan feliz.
De momento se puso a bailar conmigo, hizo que me quitase la camisa, y sin dejar de agarrarme las nalgas, me plantó un tremendo beso, en la boca con todo y lengua.
La cosa es que yo, lo dejé que siguiera, y cuando me vine a dar cuenta, ya me tenía toda su verga enterrada dentro de mi culo.
Y lo peor de todo fue que después de todo eso, cuando acabó, sacó su verga de entre mis nalgas, y sin más ni más colocó su verga frente a mi boca, la que yo sin más ni más me puse a mamar.
Esa noche, cuando su verga se le volvió a poner bien dura, me la volvió a enterrar, así que cuando amaneció, me encontré desnudo, y con él encima de mí, con su verga enterrada entre mis nalgas.
También recordé, que el segundo tipo al que le di el culo pasó algo similar, pero en lugar de meternos en aquella vieja casona, lo hicimos prácticamente a orilla de la carretera, dentro de unos montes, que nos ocultaban de las personas que pasaban.
Y el tercero, estábamos en un bar, y yo me puse a cantar no sé si como si fuera una mujer, y al poco rato, en uno de los callejones de tras del bar, me tenía completamente desnudo mamando su verga y posteriormente dejando que me diera por el culo.
La cosa es que, a los pocos días, ya se había corrido por toda mi compañía, que a mí me gustaba imitar a las mujeres, y no únicamente cantando.
Así que, dentro de mi pelotón, una noche, varios de los muchachos cuando ya regresábamos de pase, comenzaron a pedirme que imitase a varias cantantes.
Y si lo hice, y si también me pusieron a mamar sus micrófonos, y hasta por el culo me dieron.
Lo mío de momento fue tan obvio, que hasta el sargento una noche me puso a cantar frente a su grueso y largo micrófono, para al igual que mis compañeros también penetrarme con él.
De ahí en adelante, más eran las veces, que mis compañeros, y hasta que uno que otro oficial, me trataban como si yo fuera una puta.
Al punto que me vine convirtiendo en la putita de toda la compañía.
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