Está bien, desde ahora en adelante serás quien me deje que te coma el culo
Un chico que disfruta vistiéndose de chica, es descubierto y chantajeado por un compañero de clases, que lo obliga a que se deje dar por el culo y lo pone a mamar verga..
Desde adolescente, siempre me llamó la atención la lencería femenina, por lo que poco a poco, fui descubriendo mi otro yo, en ocasiones agarraba las prendas íntimas de mis hermanas, y en contadas ocasiones hasta las de mí misma madre, y sin que ninguna de ellas se llegase a dar cuenta, de que me las había puesto.
Hasta que ya estando en la universidad, en una ocasión, uno de mis compañeros de clase, con el que yo había quedado de acuerdo para hacer una investigación, no llegó a la hora acordada, en vista de eso, pensé que ya no venía, y como estaba solo en casa, tras ponerme algunas prendas de mis hermanas, y de mi madre, hasta me maquillé, para luego dedicarme a dejar volar mi imaginación.
Modelé, bailé, y actué como si realmente fuera una chica, ya llevaba un buen rato, modelando y mirándome al espejo, viendo lo linda que me quedaban las prendas, que me había puesto, cuando de repente, que me doy cuenta que no estaba solo, mi compañero de clases, me observaba, quien sabe desde que hacía cuanto tiempo.
A mí me dio un fuerte ataque de ansiedad, y de inmediato rompí a llorar, nada más de pensar que mi familia, como todos mis conocidos, se iban a enterrar de lo que, a solas,
me gustaba vestirme de mujer, pero cuando mi compañero de clase, se me acercó y abrazándome, me preguntó seriamente. “¿por qué lloras?” Yo sin dejar de gimotear, le dije que no quería que mi familia, ni nadie supiera mi secreto.
Él sin dejar de mantenerme abrazado, me dijo. “Sabes querida, o como prefieres que te llamé, podemos hacer algo, eso es si tú así lo quieres, y de seguro que nadie aparte de mi se va a enterrar.” sin pensarlo mucho le respondí de inmediato que sí, y fue cuando él me dijo. “Está bien, desde ahora en adelante serás quien me deje que te coma el culo.”
Me quedé confundido, pero cuando le dije que no, cambió su meloso tono de voz, y me dijo de manera amenazante. “Mira pendeja, en otras palabras, o haces lo que yo te ordené, o Up… se me puede escapar decírselo a todos, y mostrarles las fotos que te tomé con la cámara del teléfono.” sin tener una idea precisa de lo que me esperaba, no me quedó más remedio que aceptar su demanda, y en ese mismo instante, me agarró por la barbilla, y mientras me miraba fijamente a los ojos, me dijo. “Bueno querida quiero que me mames la verga”
Así que de inmediato colocó sus manos sobre mis hombros, y ejerciendo la fuerza necesaria, me obligó a que me arrodillase frente a él, yo no sabía ni que hacer, era eso o dejar que le fuera con el cuento a todo el mundo, incluso a mis padres, por lo que apenas terminé de arrodillarme frente a él, extrajo su miembro del pantalón, de inmediato me di cuenta que su verga era más o menos del mismo tamaño que la mía, pero quizás un poquito más gruesa, y así, él la fue colocándolo frente a mis labios, y diciéndome. “Primero bésalo, y luego comienzas a lamerlo como si fuera un helado”.
Cerrando mis ojos, comencé hacer todo lo que él me ordenó, por unos breves momentos comencé a besar su colorando glande, hasta que me ordenó que comenzara a chupárselo, pero a medida que iba chupando la cabeza de su miembro, la fue introduciendo más, y más adentro de mi boca, además, como que de repente se le fue poniendo mucho más grande y caliente, con un raro sabor que en esos momentos ni idea tenía de que era, ahora con el tiempo sé que se trataba de su liquido pre seminal.
En ese instante me ordenó detenerme, y sacando él mismo, su miembro de mi boca, me dijo. “Ahora Linda, vas a saber lo que es bueno, así que acuéstate boca abajo, separa las piernas, y abre las nalgas.” Hasta esos momentos en mi vida había tenido ningún tipo de relación sexual, que no fuera la de haberme masturbado, cuando me estaba bañando.
Temblando de miedo, le seguí obedeciendo, me acosté sobre mi cama, él me bajó un poco los pantis, dejando mis nalgas descubiertas, luego subió la falda del vestido de mi hermana que me había puesto, casi de inmediato sentí como se fue trepando sobre mi cama, y casi de inmediato sobre mí, por unos momentos sentí, como sus manos comenzaron acariciaban mis nalgas, diciéndome. “Qué culito más lindo tienes querida”
La verdad es que me sentí aterrado, pensaba que los que se dejaban dar por el culo, eran como mujeres, y en esos momentos, aunque cuando me encontraba solo, disfrutaba vestirme como una chica, la verdad es que no quería ser una.
Por lo que casi llorando le comencé a decirle. No me hagas eso, que yo no soy una mujer.” A lo que él, con voz ronca y engolada me dijo. “No lo eras, ahora ya si lo eres” En ese preciso momento, comencé a sentir aquella cosa dura, y caliente comenzó a penetrar mi culo. Al principio sentí un dolor infernal, que me hizo llorara a lagrima viva, y que sin dejar de llorar le pedía que me lo sacara.
Pero al poco rato, a medida que él comenzó a sacar, y meter toda su verga dentro de mi culo, aquel insoportable dolor, que hizo que yo siguiera llorando, a lagrima viva, fue cambiando, desapareciendo, en su lugar comencé a sentir, algo que jamás en mi vida había sentido, así que al tiempo que él, me apretaba contra su cuerpo, y seguía enterrándome toda su parada, y caliente verga, dentro de mis nalgas.
Yo de momento, comencé a menear mis caderas, y hasta separé más mis piernas, a medida que el cuerpo de él quedó por completo pegado al mío, por un rato ni nos movimos, pero de momento, volvió, a meter y sacar todo su erecto miembro dentro de mi culo, mientras que yo seguía moviendo mis caderas como nunca antes lo había hecho, ya que me encontraba tan excitado, que hasta sin llegar a tocar mi verga con mis manos, me vine sobre mi cama.
Desde luego que él, se vino por completo dentro de mí, mientras que yo gemía de placer, y le pedía que me diera más duro, mi compañero de clase, no tan solo me ponía a mamar, además de comerme el culo, cada vez que se le antojaba, pero eso sí, siempre y cuando yo estuviera vestidito de nena, así fue como comencé, luego con el pasar del tiempo, el resto de nuestros conocidos se enteraron de lo nuestro, pero lo más seguro fue que él, se lo contó a todos.
Todos ellos también me pusieron a mamar, y a darme por el culo, cuando les daba la gana, pero en su gran mayoría me exigían que me vistiera de chica, cosa que les confieso me encantaba hacer, al pasar el semestre, solicité traslado a otra universidad, procuré controlarme, para no volver a caer en las manos, de tipos tan abusadores.
Ya en la otra universidad, un día conocí a un chico, que nada más de verme, supo que yo no tan solo era gay, sino que me encantaba vestirme de mujer, al principio se lo negué, pero insistió tanto y tanto, hasta que finalmente acepté, pero su principal interés, era que siempre me vistiera de mujer, cuando fuera a cogerme, cosa con la que al final, también estuve de acuerdo.
Así que ahora me pongo las mejores galas intimas que tengo, y lo dejo que me haga sentir su mujer, es cierto que me pongo peluca, que mis pequeños senos son naturales, además que los cubro con un sostén, también aprendí a maquillarme, por lo que cuando llegamos a mi pequeño apartamento, mi amigo sin perder el tiempo, se dedica a ponerme a mamar, para luego sabrosamente comenzar a darme por el culo, al tiempo que me trata como si yo quisiera escaparme.
Así que siento cuando me penetra deliciosamente, además que saboreó gustosamente toda su verga, cuando me pone a mamar, pero al igual que me pasó con mi primer amante,
este se lo ha comunicado a otros de nuestros compañeros, e incluso a uno que otro profesor, en cierto momento, pensé en volver a pedir otro traslado, pero tras pensarlo bien, decidí que no, ya que, al fin y al cabo, a la universidad que llegue, al poco tiempo, de seguro cuando tenga necesidad de una buena verga, yo mismo me voy a delatar.



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