Experimentando con mi novia

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Todo sucedió en un viaje que hicimos a la playa, estábamos muy contentos debido a que era de los primeros viajes que realizábamos los dos juntos.
Todo el día estuvimos en la playa y en la alberca tomando cerveza como si no hubiera mañana.
Ya cuando se hizo noche y nos dieron ganas de ir a dormir, nos fuimos directo a la cama.

Al momento de acostarnos, mi novia llamada Fernanda apago todas las luces y parecía que íbamos a dormir sin hacer nada esa noche.
Mi cabeza daba vueltas debido a las grandes cantidades de alcohol que había bebido, creo que mi novia también se sentía de igual manera.

Los dos estábamos acostados y durmiendo según yo lo creía, hasta que sentí la mano de mi novia tocándome los pechos, mi complexión es robusta así que tenía de donde agarrar.
Ella comenzó a tocármelos como yo se los tocaba a ella, a mi me empezó a excitar el hecho de ser tocado de esa manera.
Después comenzó a besarme el cuello mientras la otra mano tocaba mi espalda, y un dedo empezaba a merodear mi trasero.
Al principio que note su dedo debajo de los testículos me dio mucho placer ya que a veces cuando me la chupaba, ella tocaba esa parte y me hacia estremecer.
Sentí que su dedo bajaba cada vez más, ella comenzó a hacer círculos alrededor de mi ano y yo estaba vuelto loco, solo que sin demostrarlo.
Al momento de querer meter el dedo dentro, supe que era suficiente y le quite la mano molesto y le dije que nos durmiéramos.

Al momento de querer dormir, no paraba de darme vueltas la idea de la excitación que había tenido durante ese momento.
Después de pensarlo mucho, la lujuria se apodero de mí y me voltee para repegarle todo mi trasero a mi novia, tome su dedo y lo puse en mis nalgas para que lo acariciara.
Inmediatamente ella entendió la indirecta y comenzó a tocarme con gran lujuria como había sucedido anteriormente.
Ella tomo crema lubricante y ahora empezó a hacer de manera más lenta los círculos alrededor de mi ano.

-METEEELOOO- le dije casi gritando porque estaba muy caliente
-Pídemelo de rodillas- me dijo haciéndome excitar más
Yo inmediatamente me baje de la cama y me puse de rodillas, pero al momento de estar así me dio mucha pena pedírselo.
Fernanda se rio y me puso los pies en frente de mí.

-Bésalos lentamente- Me decía con un tono autoritario que nunca había visto en ella.

Me dispuse a besarlos como si fueran una reliquia en frente de mí, yo estando de rodillas comencé a besarlos con gran lentitud.
Mientras yo estaba besándolos, Fernanda comenzó a quitarse la tanga rosa que tenía ese día, ya cuando estaba la tanga en las rodillas ayude a quitárselos y supuse que era hora de lamerle su conchita.
Rápidamente me precipite queriendo comerme todo ese bizcocho para mí.
Antes de siquiera poder besar la parte exterior de su vagina.

Fernanda me puso su dedo en la boca.

-Shh, tranquilo bebe, primero ponte esto- señalando su tanga rosa- y ahorita podrás probarme, mientras puedes comerte esto- el dedo se lo metió dentro de su vagina y me hizo probarlo y degustarlo de su dedo.

Con las piernas temblando debido a la totalmente nueva experiencia que estaba viviendo decidí seguir con el juego.
Me fui al baño a ponerme la tanga rosa y regresar al cuarto.
Al apenas abrir la puerta, escuche la voz de Fernanda decir:
-Las gatitas no caminan, andan a cuatro patas- al decir esto observe su mano ordenándome a caminar como gatita.

Al llegar caminando como gatita con mi novia de nuevo me puso a besarle y lamerle sus pies durante un rato.

-Ahora acuéstate- al acostarme en la cama, Fernanda se sentó en mí, haciendo que le hiciera sexo oral a su gusto Esto duro 30 minutos sin parar, mi cabeza y mi lengua me dolían de tanto estar lamiendo pero me sentía agusto ya que estaba complaciendo a mi novia.
Ella estaba muy mojada y mientras la lengua en su conchita, le dije con una boca llena:
-Quiero que me metas el dedo-
-Eso quería que me dijeras –
Comenzó a tocarme el trasero, teniendo yo su tanga rosa mostrándome muy sexy.

-Si hasta tienes más que yo- me nalgueaba y me tocaba mis pezones.

Al comenzar, ella tomo una crema cerca del cuarto y sin más metió el dedo hasta adentro de mi ano.

-Aay- un grito afeminado salió de mi voz
-Qué rica estas- me decía mi novia y yo no lograba entender que estaba pensando pero mi ebriedad y la excitación me hacia seguir haciendo lo que estábamos haciendo
Después Fernanda puso el dedo en la cama y me dijo que quería que yo me montara en ella.
Puse manos a la obra y me adentre en el dedo haciéndome calentar de gran manera.
Ella me gritaba:
-Dime qué quieres-
-Quiee eroo tuu deed-do- le decía con voz temblorosa
-¿En donde?
-Adentro, meteee- lo –lo, porfa-
-SIII
-Mete otro dedo porfavor
Ella comenzó a meter otro dedo, diciéndome:
-Quien pensaría que mi novia sería tan putita
Estaba a punto de venirme y le dije, entonces ella se puso de rodillas y me grito:
-Échame todo en la cara

Al verla arrodillada no hice más que sacar toda mi leche en ella, chorros de leche salieron de mi pene, manchando toda su cara y llenando su boca.
Yo estaba tan cansado que fui a acostarme en la cama para dormir.
Al estar acostado sentí que mi novia se acercaba sigilosamente, ella tomo mi cabello de forma agresiva y me beso pasándome toda la leche que había sacado yo, no tuve otra opción que seguirle la corriente y besarla sintiéndome utilizado y por mi cuenta propia decidí lamerle los otros restos de mi leche pegados en su cara.