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Dominación Hombres, Fantasías / Parodias, Orgias

Fiesta con Vanesa

ya es una estrella porno.
Luis aparcó el carro frente a la casa, lo apagó y me miró por el retrovisor con una mirada penetrante – ¿estás listo? – me preguntó y asentí con la cabeza, luego miró al copiloto y le preguntó lo mismo – Estoy más que listo – dijo Jordan entre risas.

Bajamos del carro casi al mismo tiempo y nos dirigimos a la entrada de la casa. Estaba un poco oscura, con un par de luces que apenas iluminaban el interior. Tocamos la puerta con un poco de discreción, tratábamos de no llamar la atención de los vecinos, la discreción era un punto clave en ese entonces.

– ¿Seguros que dijo hoy? – preguntó Jordan mientras miraba por la ventana a ver si alguien se asomaba – Claro, adelantó la fecha, dijo algo sobre un viaje que haría su mujer. Ya conoces a ese idiota – respondió Luis. Unos segundos más tarde se escucha la cerradura de la puerta, luego se abre lentamente mientras se asomaba Abel.

– Son ustedes! – dijo Abel – entren rápido, no quiero que los vean en mi entrada.

Entramos rápidamente y Abel cerró la puerta por consiguiente, luego nos pidió que lo siguiéramos. Caminamos un par de metro pasando por una puerta completamente cerrada, con candado y cerrojo, luego llegamos a nuestro destino.

El cuarto donde llegamos estaba oscuro, con una cama llena de muñecas y peluches de mujer, paredes rosada y con adornos de Hello Kitty por todos lados. Todo esto lo iluminaba apenas un televisor que resplandecía en la oscuridad. Y en medio de todo esto, una niña que veía la tv con atención plena.

Bien muchachos – dijo Abel – ella está lista.

Luis dijo – Hola otra vez mi pequeña, tanto tiempo sin vernos – luego entró al cuarto lentamente mientras Jordan y yo le seguíamos el paso. La niña volteó a mirarnos en cuanto se dió cuenta de nuestras silueta iluminadas por la luz del televisor. Su cara tretrataba un poco de susto, pero a la vez expresaba el conocimiento previo de la situación.

– Hey chicos – dijo Abel – tenemos que bajar, no podemos hacerlo en su cuarto otra vez, mi esposa casi descubre lo que pasó la última vez que limpió el cuarto.
– Bien, ¿y en dónde lo hacemos? – preguntó Jordan.

– Tenemos que bajar – respondió.

Inmediatamente Luis cargó a la niña y la llevó en brazos hasta la puerta del comienzo. Al llegar, Abel sacó una llave con la que abrió el candado y luego abrió el cerrojo. Luego la puerta de abrió y dejó ver una escalera completamente oscura, Abel apretó un interructor y una luz en la parte abajo se prendió.

Al bajar, pude ver como un colchón medio sucio estaba en el suelo siendo iluminado por la luz que prendió Abel. Al rededor estaba oscuro, con sillas de plástico que apenas se veían pues el foco tan solo iluminaba el colchón.

– No perdamos el tiempo – dijo Jordan mientras se quitaba el polo junto con el pantalón y sus zapatos – mi verga está apunto de explotar.

Luis siguió adelante y acostó a la niña con cierta delicadeza, ella solo miraba lo que pasaba con cierto temor. Su mirada media perdida resaltaba por sus ojos celestes y su cara paliducha. Su boquita media abierta dejaba ver un poco de sus dientes delanteros haciendo que reluzcan sus labios rosaditos.

– Es hora del show señores – dijo Luis
-Hagamos un poco de dinero – dijo Jordan que en boxer y pasajeando su enorme bulto ya erecto.

Abel sacó una cámara de los cajones de una repiza que estaba al lado, la prendió y enfocó a Vanesa, la dulce vanesa de piel blancuzca que miraba como Jordan se le acercaba lentamente y como Luis comenzaba a desvestirse frente a ella. Por mi parte, comencé a desvestirme quedándome en boxer ya muy caliente.

Desde que vi a Vanesa en su cuarto, desde que vi ese culito redondito, desde que vi ese cabello castaño no pude evitar imaginar lo que le hariamos esa noche. Estaba realmente excitado.

Nos acercamos los tres ya casi desnudos y empezamos a manosear a Vanesa. Abel estaba atrás nuestro con la cámara enfocando nuestra perversión, grababa como nuestras manos tocaban las partes de Vanesa mientras que ella daba pequeñas quedas y trataba de quitar nuestras manos de su cuerpo torpemente.

Jordan no tardó en desvestirla, comenzando por la pantaloneta, dejando ver su calzón infantil color blanco adornado de florcitas. Luis le quitó el polo dejando ver sus pechos rosaditos y aun planitos.

En ese instante me quité el boxer rápidamente haciendo que me verga salga de golpe, eso sorprendió a Vanesa pues se la quedó mirando. Los muchachos hicieron lo mismo y dejaron sus vergas al aire mientras se la manoseaban lentamente.

Jordan, de un momento a otro, le quitó el calzón bruscamente – De eso estaba hablando – dijo Luis mientras masajeaban su verga negra ya bien dura – Es hora de que la fiesta comience – Acercó su verga cabezona a la boquita de Vanesa e intentó metérsela, Vanesa se negaba haciendo la cabeza de un a otro pero Luis la agarró del cabello fuertemente, eso hizo que Vanesa abriera la boca por el jaloneo y fue ahí donde Luis se la metió de golpe, empezó a mover su pelvis sin soltarle el pelo haciendo que su verga entre y salga de la boca de Vanesa.

Jordan le abrió las piernas bruscamente y acercó sus labios sedientos de un coño infantil y comenzó a lamerle el coñito apasionadamente. Vanesa intentaba cerrar sus piernitas pero jordan estaba entretenido lamiendo y saboreando cada rincón de sus labios infantiles. Se veía como su lengua iba de arriba abajo, de izquierda a derecha, empapando cada rincón estrecho de ese coñito rosadito.

Yo me quedé viendo el espectáculo un pequeño rato mientras masajeaba mi verga erecta y pasaba la cabeza por los senos planos de Vanesa. Sentía ese pezón infantil ponerse durito y suavecito por mi líquido preseminal que salía de mi verga en pequeñas gotas. También escuchaba como Vanesa se atragantaba de vez en cuando por la verga negra de Luis, y como daba quejas constantes por la lengua Jordan.

– Siento mi verga chocar con su garganta!! – decía Luis acelerando el mete saca en la boca de Vansea.

– Muéstrenle para que nació esta zorra – dijo Abel.

Jordan dejó de juguetear con su lengua y se colocó entre las piernas de Venesa, cogió su verga venosa y pasó la punta por el coñito de Vanesa, de arriba a abajo empapándola con todas las babas que le dejó. Hizo un poco de presión sobre el coñito y la punta de su pene fue entrando lentamente, abriendo el coñito de Vanesa de forma lenta.

Vanesa, al sentir la verga de Jordan abriéndola por completo, intentó pegar un grito pero no podía por estar llena con la verga de Luis, solo se escuchó como un quejido desde su garganta.

– Tú hija está muy apretadita – le dijo Jordan a Abel con una enorme sonrisa.

Una vez que Jordan terminó de introducir toda su verga, comenzó con el mete saca ya a una velocidad media. Se podía escuchar como sus huevos chocaban con las nalguitas de Vanesa mientras que esta daba pequeños quejidos con cada embestida que le daba. Se podía ver como Jordan se la gozaba mientras exhalaba como animal, mientras que Vanesa cerraba y abría los ojos haciendo muecas de molestia, quizá por dolor.

Después de un rato, Luis quizo probar ese coño – Es mi turno – dijo – quiero que vuelva a sentir como la hice mujer-. Luis tomó el lugar de Jordan e hizo lo mis que él, pasó la punta de su verga de arriba a abajo y y se la introdujo lentamente. Le resultó un poco fácil pues su verga ya estaba lubricada por las babas de Vensa quién anteriormente le estuvo haciendo un oral semi forzado.

Tomé el lugar de Luis e introduje mi verga en esa boquita estrecha, y para mi sorpresa, entendí porqué Luis se puso como loco con el mete saca pues esa lengua de niña se sentía deliciosa al rozar con mi verga. También la agarré del cabello pues se negaba un poco, pero al final pude hacer que me la chupara. Jordan agarró una de las mano de Vanesa y la obligó a masturbarlo velozmente.

Me di cuenta que trataban a Venesa como una muñeca de trapo, la movían de un lado a otro y no les importaba si ella se quejaba o gritaba mucho. Esa actitud de dominación total me excitaba mucho, sentía como el morbo de ver el y sentir el abuso crecía con cada acción.

Al llegar mi turno de someterla, le saqué mi verga de la su boca y rápidamente la coloqué en cuatro, dejando su culito mirando arriba. Vanesa intentó safarse de mis mano pero no lo logró pues era más fuerte que ella. Una vez la tuve así, coloqué mi verga ya erecta y apunto de explotar en ese coñito y di un empujón un tanto brusco. Sentí mi pito entrar hasta el fondo y la vibración del cuerpo de Vanesa al gritar por ellos.

– Cállate perra! – gritó Luis, seguido de una cachetada y una jaloneo de cabellos a Vanesa para luego meterle la verga en la boca otra vez.

– Así muchachos – decía Abel – demuestren como se trata a una zorra -. Abel no se quedaba atrás, y de vez en cuando enfocaba a su hija directo al rostro y decía cosas como «eres toda una perra como tu madre» o «papi sabe lo que te gusta zorra». Incluso a veces se metía dándole cachetadas a Vanesa o jalándola del pelo para llevarla de un lugar a otro, a veces metía su dedo por su coñoto mientras otro le hacía un anal.

Vanesa entre gritos y quejidos soltaba un gemido pequeño de vez en cuando, intentando soltarse torpemente y diciendo un «ay ay ay» cada vez que alguna verga entraba por alguno de sus orificios. Y pesar de todo, aun intentaba zafarse, pero lo que no sabía es que cada que intentaba forsejear, nos motivaba aun más a continuar y poner más fuerza. Alimentaba nuestra depravación.

Así nos la llevamos con Vanesa, nuestra dulce niña, gran parte de la noche, hasta el gran final. Teníamos a Vanesa dándole por todos sus huecos. Yo estaba acostado sobre el coñchón mientras la tenía encima mío con mi verga dentro de su coñito estrecho, haciéndola cabalgar, viendo como su cabello daba un rebote con cada sentón y sus ojitos ya cansaditos abrir y cerrarse con cada embestida.

Luis se encontraba atrás de ella con el mete saca por su culito, haciendo sonar sus nalguitas con cada embestida. Podía sentir las bolas de Luis chocar con las mías velozmente pues estábamos en modo bestia con la cogida. Ya no éramos hombre, éramos animales.

Jordan estaba a un lado medio agachado obligando a Vane a hacerle una mamada forzada. Se escuchaba como le tronaba la gargante y como Jordan movía su pelvis repetidamente al mismo ritmo que nosotros.

Podía ver a la pequeña ya cansada, con sudor cayendo por toda su frente y su cuerpo, con sus mejillas errojecidas por las constantes cachetadas. Sentía el interiór de su coñito infantil apretar mi verga junto, a la par que sentía la verga de Luis dentro de ella, entrando y saliendo al ritmo de los perros cuando cogen con la perra desesperadamente. Fue entonces cuando ocurrió.

– Me voy a correr! – gritó Luis
– Yo igual!! – dijo Jordan mientras atragantaba a Vanesa con su verga.

Y en una sincronización perfecta, los tres nos corrimos al mismo tiempo, llenando cada hueco de Vanesa, cada rincón de su cuerpo repleto de nuestro semen. Mientras le chorreaba borbotones de semen de su boca y daba arcadas, pude ver como sus ojos enrrojecidos lagrimeaban suavemente.

Cuando Luis sacó su verga del culito de Vanesa, su senen salió casi chorrando de entre las nalguitas de Vanesa, resbalando por mis huevos y sintiendo ese semen caliente salir de su anito. También parte del semen de Jordan resbaló por el mentón de la nena y cayó a mi pecho en pequeñas gotas junto con las gota de sudor de Vanesa.

Quité a Vanesa de encima mío y la dejé acostada en el colchón. Me paré y la ví completa, completamente cansada y llena de semen y sudor. Su padre, Angel, enfocó todo el cuerpo de Vanesa de pies a cabeza con la cámara.

– Hicieron un buen trabajo muchachos – dijo mientras apagaba la cámara y pasaba a tomarle unas fotos.

Mientras Angel fotografiaba a Vanesa, nosotros comenzamos a cambiarnos tomándonos nuestro tiempo mientras reíamos y haciamos chistes sobre lo sucedido. Luego Jordan dijo – Sube esos videos rápido, y no olvides en cobrar la entrada al grupo – y subió rápidamente las escaleras seguido de Luis.

No sé a que grupo se refieran, pero imagino que venderían esos videos en internet pues luego me dieron un pago por participar, no me importa realmente. Lo que importa es que pronto regresaré a saborear a mi pequeña Vanesa, mi dulce y encantadora niña.

15 Lecturas/7 diciembre, 2025/0 Comentarios/por AngeHot
Etiquetas: anal, culito, culo, hija, madre, padre, semen, viaje
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