FUTURLAND 6 JUSTICIA DIVINA
Marcus estaba enteramente recuperado después del primer gran orgasmo anal que había dado a aquel chiquito que yacía en la camilla escurriendo semen de su trasero .
Marcus ya se había recuperado de su primera gran follada y había estado expectante a la escena que se desarrollaba ante él. Jim se follaba a su mejor amigo y partner, excitado y obnubilado tras sujetar las piernas a Albert cuando él se lo había follado.
Eso no estaba en el reglamento. La ceremonia de iniciación de Albert sólo llevaba una penetración (la de él, guardián de la Colonia Taurus II). Y pensó que, como su papel como soldado era hacer justicia y hacer cumplir la ley, que aquella situación se merecía un castigo.
Marcus estaba enteramente recuperado después del primer gran orgasmo anal que había dado a aquel chiquito que yacía en la camilla escurriendo semen de su trasero. Semen suyo mezclado con el de hasta su ahora amigo y compañero Jim, que yacía encima de él, con su pene, ya lacio, aún dentro de sus recién estrenadas nalgas.
Jim yacía cansado dentro y encima de su amigo, al que había impregnado con borbotones de su semen hacía un minuto. Nunca recordaba haber eyaculado tanto, en sus 16 años de vida, ni haber estado tan excitado ni empalmado como cuando acabó follándose a su amigo, al compañero que debía proteger y cuidar. Pero el amarrarlo de los tobillos para que no se escapara mientras lo follaba el dador(=guardían) Marcus, despertó en sus adentros un instinto sadico que nunca antes había experimentado. La debilidad de Albert, que no se podía mover porque él lo sujetaba boca arriba agarrándose de los pies para que Marcus le penetrara duro, le creó placer y le empalmó como nunca antes. Y dio rienda suelta a sus impulsos, perdiendo su cabeza, violando a su compañero, a su joven custodio, al que tenía que proteger. ¡¡Qué había hecho!!
Estos pensamientos y sentimientos de culpa aún rondaban la cabeza de Jim, que yacía encima de Albert con su pene ya lacio, escurriendo aún restos de semen (de su espectacular corrida) dentro del culo de Albert cuando, sin darse cuenta, el glande de Marcus traspasó su cavidad anal.
Jim abrió los ojos como platos al notar aquel pene rozando su ano… pero al intentar escapar fue peor y fue él el que se clavó el resto del pene de Marcus, que, sigilosamente, se había ubicado detrás de él, en la camilla donde ambos chicos yacían.
–La grada rompió en aplausos al ver la escena y la cara de Jim por las pantallas gigantes (cámaras grababan y retransmitían al más mínimo detalle aquella ceremonia de iniciación para que los situados en las gradas más altas pudiesen ver con detalle y con morbo aquellos gruesos penes traspasando virgenes anos, y las caras y muecas de dolor que ponían los estrenados chavales).
La cara de horror y dolor de Jim fue tremenda, pero el público jaleaba al guardián por haberse vengado y haber hecho justicia castigando al partner que violó al joven chaval, fuera de sus casillas.
–Je, je je, ¡¡Hijo de puta!! Has violado a tu compañero ¡¡Te vas a enterar!! -dijo Marcus al oído de Jim
Jim se dejó caer (con su pene aún dentro de Albert) encima de su pequeño compañero para intentar apartarse del garrote de hierro que cual mástil tieso, era el pene de Marcus. Pero no tenía escapatoria. Albert yacía en la camilla, amarrada al suelo. él estaba en medio, y detrás y encima de él, y ahora dentro de su ano, Marcus, que se amarró al cuerpo del moreno partner violador.
–Esta es tu lección y castigo por saltarte las reglas.
–Lo siento. No lo volveré a hacer. No sé lo que me ha pasado
–Ya no hay peros que valgan. Violaste a tu protector y como castigo vas a ser violado
Jim asumió lo que le estaba a punto de suceder. Y es que aunque se había separado del glande que había traspasado su esfínter anal, no tenía escapatoria. Marcus bajaba encima de él y le penetraba completamente con sus 19 centímetros. Si el dolor había sido terrible al sentir sólo el glande traspasar su ojete, su culo le ardió como nunca cuando uno a uno Marcus se fue bajando encima de él clavándole los 19 centímetros lentamente, mientras la grada se ponía en pie y aplaudía fervorosamente la venganza del gladiador.
–Eso es! dale!
–Que aprenda la lección gritaba el público entusiasmado
Y así empezó un trenecito de pasión. Con los casi 20 centímetros de pene de Marcus rozando la próstata de Jim, el pene de Jim, que aún yacía (lacio) en el interior del culo de Albert, despertó vigorosamente empalmándose otra vez, lo que despertó a Albert, que notó que estaba volviendo a ser follado por su partner quien intentaba escapar clavándose más el pene de Marcus.
Cada vez que se echaba para adelante intentando huir del gladiador, clavaba más fuerte a Albert, quien despertó dando gemidos.
Marcus aumentó la intensidad de la follada. Le agarró de las caderas para que no se pudiera escapar y que su follada fuera más intensa. Las caras de Jim eran todo un cuadro. Nunca había tenido un pene tan grande dentro de él
Mientras, la grada, enfervorecida, gritaba:
–Que le preñe, que le preñe!!
Doce minutos más de pasión y Marcus eyaculó de nuevo, copiosamente, dentro del culo de Jim, quien hizo lo mismo en el culo de Albert, quien recibía ya su tercer corrida.
Todos cayeron exhaustos.
Todo el estadio se puso en pie aplaudiendo frenéticamente. Nunca habían contemplado un espectáculo tal en 20 años de ceremonias de iniciación.
FIN
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