Gustosamente pasé de mariguanero a maricón…
Un joven marihuanero al no tener para calmar su vicio, le expresa a un par de conocidos que por un tabaco de marihuana daría el culo, ellos le toman la palabra y de esa forma lo hacen vestirse de mujer, lo ponen a mamar y ha que les de el culo, por lo que eventualmente deja el vicio la marihuana..
Gustosamente pasé de mariguanero a maricón…
Desde bien jovencito comencé a fumar hierba, y con el tiempo ya después de que cumplí los 17 o 18 años, prácticamente no podía dejar de hacerlo en todo momento.
Por lo que mientras estudiaba, y trabajaba, me las arreglaba para fumar como fuera.
Por lo general yo le hacia el favor de comprarla para mis amigos, para que ellos no tuvieran que bajar al barrio a buscarla.
Pero un día uno de mis amigos, cuando lo detuvo un policía, se asustó tanto que les dijo que yo era quien la cargaba encima.
Cuando el policía ni siquiera se había fijado en mí, me detuvieron por un par de días, pero gracias a Dios, como la cárcel estaba tan llena, a mí me tiraron pa la calle.
Claro que todo el mundo se enteró, y me jodí, me votaron del trabajo, y por poco me expulsan del instituto donde estudiaba.
Para colmo de males, ya nadie quería ni fiarme, ni mandar a comprarla conmigo, por lo que, sin querer, comencé a dejar de fumar, lo que aumentó en mí las ganas de fumar.
Yo estaba tan, y tan deseoso de fumar que finalmente vendí mi reloj, y mi teléfono celular, para poderme comprar un pequeño paquete para fumármelo, yo solo.
Pero se lo pueden imaginar todo lo que me compré, me lo fumé esa misma noche yo solo, y de una sola sentada.
Ya en la madrugada, todo se me había fumado todo, y apenas me disfrutaba de una ligera nota, cuando me encontré un par de conocidos, que me invitaron a fumar.
No me acuerdo qué les habré dicho, con la tremenda nota que agarré, pero al siguiente día, cuando los volví a ver, uno de ellos me dijo. “Ya sabes prepara ese culo si quieres fumar esta noche a costillas nuestras.”
Yo lo tomé como un vacilón, y no le di importancia, hasta que después de que prendimos el segundo tabaco, uno de ellos me dijo que sí deseaba seguir fumando, yo debía obedecer todo lo que ellos dos me ordenasen.
Como vi que el otro lo respaldó, y con lo deseoso que yo estaba por seguir fumando, acepté sin pensar en las consecuencias.
Como nos encontrábamos en el patio de la casa de uno de ellos, cuando me dijo. “Como los viejos están de viaje, aquí nadie nos va a molestar, quiero que te quites toda la ropa, y te tires desnudo a la piscina.”
La verdad es que ni lo pensé, y de inmediato me desnudé, y tras darle unos cuantos jalones al tabaco que habían preparado, me tiré completamente desnudo a la piscina.
Cuando prendieron el tercer tabaco, pero antes de dármelo uno de ellos me dijo. “Ahora queremos bacilar un rato, así que te vas a poner la ropa que mi amigo te traiga.
Resultó que la ropa que me trajeron fue un vestido de mujer, así como unas pantis y sostén, que según entendí eran de la mamá.
Lo que en medio de lo drogado que yo estaba, me los puse, el detalle es que ellos dos montaron tremenda jodedera conmigo, la marihuana que había fumado me dio por ponerme hablar, a moverme como si yo fuera una verdadera mujer.
Fue cuando uno de ellos, le dio por tocarme las nalgas, por lo que a pesar del estado en que me encontraba, le dije en tono serio, que dejase de estar tocándome las nalgas, y que no me las siguiera agarrando.
Fue cuando uno de ellos me dijo. “Está bien, pero como dijiste anoche, que por un tabaco eras capaz hasta de dar el culo, ya sabes lo que tienes que hacer si quieres seguir fumando más.”
Las ganas de mandar a los dos al carajo, o para el coño de su madre, me las aguanté, nada más de pensar que me quedaría sin seguir fumando.
Así que a medida que entre los dos me rodearon, y cuando uno de ellos me volvió agarrar las nalgas, yo me quedé quieto, entendieron que el trato estaba hecho.
Así que a medida que comencé a darle unos cuantos jalones, al tabaco que ellos habían preparado, uno de ellos me dijo que me pusiera en cuatro patas.
Después de subirme el vestido, y bajarme los pantis que me habían ordenado que me pusiera, poco a poco me fue enterrando toda su verga por mi culo.
Con la nota que yo tenía en esos momentos, la verdad es que ni me dolió, es más si mal no recuerdo, resultó ser algo que apenas comenzó a penetrarme, lo disfruté, y mucho, eso fue como si la nota que carga encima se me hubiera subido al máximo.
Sentí como toda su verga se fue metiendo dentro de mí, cosa que en ese momento yo mismo no podía creer que me estuviera gustando tanto.
Sentí sus brazos rodeando mi cuerpo, apretando su cuerpo contra el mío, al tiempo que yo de manera casi involuntaria comencé a mover mis nalgas.
Restregándolas contra su cuerpo, para sentir más y más dentro de mí su sabrosa verga.
La que continuamente sentí como entraba y casi se salía de mi culo, al tiempo que yo apretaba y soltaba mi esfínter.
El otro tipo, mientras preparaba otro tabaco, me preguntó en ese momento, si ya yo había dado el culo antes, y con voz afeminada le respondí que no, les dije que esa era mi primera vez, pero que me gustaba un montón.
Por lo que cuando él volvió a prender otro tabaco, y me dijo, al tiempo que su amigo aun me daba sabrosamente por el culo. “Si quieres fumar más, me lo tienes que mamar.”
Yo ni lo pensé, casi de inmediato agarré su parada verga y la introduje en mi boca, así que al tiempo que uno de ellos me daba sabrosamente por el culo al otro yo le mamaba su verga, hasta que, de momento, sacándola de mi boca me dijo. “Yo espero a que él termine.”
Al poco rato el que me daba por el culo, estaba a punto de venirse, por lo que sacó su verga de mis nalgas, y llevándola hasta mi boca hizo que yo terminase de mamársela, mientras se corría en mi cara, boca y hasta en mi garganta.
Después no bien había yo terminado de mamar la verga de ese, cuando el otro me clavó sabrosamente su verga por mi culo, pero a diferencia del primero, él me tomó por los tobillos, separó mis piernas, y dirigió su verga directo a mis nalgas, por lo que pude ver como sabrosamente su verga se fue desapareciendo dentro de mi culo.
Al siguiente día al parecer todo el mundo se había enterado de lo sucedido, y comenzaron los vacilones.
Desde luego, que yo al principio, negué que todo eso fuera cierto, pero ya saben cría fama y acuéstate a dormir, en mi caso fue, ponte en cuatro, o mámamelo si quieres fumar.
Al principio me negué, pero eventualmente, cuando ya no tenía nada para fumar, digamos que dejé que me volvieran a dar por el culo.
Al poco tiempo me di cuenta de que, en ocasiones, como que eso de que me dieran por el culo, o me pusieran a mamar, me gustaba más que fumar.
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