Historia de amor con un macho bruto
Tras la muerte de mi madre me vi obligado a ir a vivir con familiares, ahí conocí a Ismael quien fue el amor de mi vida .
Hola, mi nombre es Ignacio, nací en el campo Chileno en los 70, hijo de madre soltera que cuando se quedó embarazada fue expulsada por sus padres de la casa familiar. Al paso de los año mamá se casó con Manuel, con quien tuvo 3 hijos. Realmente yo no me llevaba mucho con él, pero por mi madre ambos hacíamos el esfuerzo por convivir bien.
Vivíamos en el campo de los papas se Manuel. Ahí el había construido una rancha pequeña donde vivíamos los 6. Una noche, la estufa quedó mal apagada y se produjo un gran incendio. Manuel me pidió que sacara a los niños mientras el ayudaba a mi madre, quien se encontraba enferma por aquellos días. Ni Manuel ni mi madre lograron salir.
En un primer momento, la familia de Manuel me dio el apoyo y agradecimiento por a ver salvado a los niños. Pero, tras dos semanas, me dicen que no me puedo quedar. Que yo debía buscar a donde ir, ya que no había espacio para mí. Que de los niños no me preocupara, pues ellos los cuidarián. El papá de Manuel, un hombre tosco e imponente, me cuenta que la familia de mi madre vive al sur, no muy lejos, que él puede enviar a alguien a que me deje ahí. Que ellos quizás me pueden ayudar dándome un lugar donde vivir. Sin más alternativas, acepto, pues habían sido claro, debía irme si o si.
A los dos días me separaba de mis hermanos. Los dos menores llorando se despiden y yo aguante las lágrimas para no empeorar la cosa. Ya había cumplido 17 y a esa edad en el campo uno es considerado todo un hombre. Ricardo, el hermano menor de Manuel me llevó a la puerta de donde vivía una familia que nunca había visto en mi vida. Me bajé del vehículo y no alcancé a despedirme cuando Ricardo dio la vuelta para irse.
Camine unos minutos hasta divisar tres casas. De una de ella aparece un hombre y se acerca rápidamente en mi encuentro. Me cuenta que Ricardo había ido el día anterior y había contado todo lo que pasaba y que me estaban esperando. Al acercarnos a las casas veo que debajo de un patrón había dos hombres más a los que nos acercamos. Ahí el primero que se acercó se presentó. José, era el hermano mayor, luego estaba Alberto, el del medio y por último, Ismael. Después José me presentó a su esposa Carmen, quien fue la única que me dio el pésame por la tragedia que había vivido. Al rato después llegó Elvira, quien estaba casada con Alberto. Ahí se había completado toda la presentación, pues Ismael no se había casado ya que solo tenía 23 años de edad.
El primer momento fue conocernos. Tanto ellos no sabían nada de mí como yo nada de ello. Ahí me enteré que son los que sobreviven de la familia de 10 hermanos y los padres. Ismael quedo huacho (huerfano) a los 10 años, cuando los abuelos vivían en otro campo y se había criado prácticamente solo. José y Carmen apenas se casaron construyeron su casa, en un campo heredado de sus abuelos, mis bisabuelos. Ahí, después Alberto construyó su casa, cuando se casó con Elvira. La tercera casa estaba, ahí habían vivido los abuelos y cuando llegaron ellos, vivía un tío enfermo que debieron cuidar hasta sus últimos días a cambio de quedar con el predio. Tras la muerte de este, Ismael arribó y ocupó la casa.
Ahí me cuentan que el único que tiene espacio es Ismael, ya que la casa de José y Alberto son muy pequeñas y además, este vive solo, y que los otros viven con sus esposas.
Ismael me muestra la casa y me dice cual va a ser mi habitación. Me dice que tenemos que arreglarla, pero que ocupe el colchón que ahí había ya armara una cama improvisada en el living de la casa, ya que este casi no se usaba, mientras arreglamos la habitación. Cosa que hice por poco menos de dos semanas.
Me explico que ni Alberto ni José tenían hijos, que los 5 que vivían ahí eran adultos por lo que no tenian ninguna vergüenza en mostrarse ya que eran todos «grandecito ya». Me sorprendió esto cuando dijo esto, ya que me mostró una manguera colgada en pleno patio, a la vista de todos, que era la ducha. Pues, eran fine de los 80 y en los campos chilenos no se estilaba usar ducha dentro de la casa.
Luego me contó que la vida familiar se hace en el Parron, que Carmen y Elvira cocinan para los todos y que comparten ahí. Me cuenta que son principalmente ellos, casi nadie viene de visita y que ahora, si quería, podría ser parte de esa familia.
Los días pasaron y tal como dijo Ismael, todos se duchaban a la vista de todos. Así podía ver a José, Alberto e Ismael completamente desnudos, con sus cuerpos endurecidos por el trabajo duro del campo. Pero también me fijé que me era un deleite mirarlos, pues verlos tan machos, todos peludos y musculosos, con la típica guata (barriga) de un hombre de campo, me excitaba mucho. Claramente, ver a Ismael era un lujo, a sus 23 años tenía un cuerpo perfecto y para que decir de la verga que se le veía, era hermosa.
Sin duda, esto me generaba una enorme confusión. Ser maricon en ese mundo era muy castigado, por lo que no me permitía la posibilidad de abrirme a la opción si quiera de de ser homosexual. Así pasó el tiempo, yo trabaja arreglando mi habitación y mis tíos salían a trabajar. A la tarde, llegaba y comía con ellos (después de verlos ducharse) y en la noche nos íbamos a acostar. No era mucho le que se hacía.
Ya cuando llevaba poco más de una semana, una noche Ismael salió hacia el living, camino a la cocina de su buscar un vaso de agua, y paso por frente de mi improvisada cama, donde yo estaba sentado ordenando mi ropa. Iba con la verga semi erecta y a mi me llamó la atención. El se dio cuenta y si más tapujos dijo:
Ismael: Me estái mirando la pichula, weon?
Ignacio: ehh no, no lo estaba haciendo
Ismael: si weon, me la estabai mirando. Te gusta a caso? A ver weon, erí maricon?
Ignacio: no, no digái esas weas, como se te ocurre
Ismael: si weon, si siempre nos mirái la pichula cuando nos bañamos
Guarde silencio. Él ante esto se rió, tomo su verga con la mano y me dijo
Ismael: querí probar?… en serio weon, hace ya rato que no hecho una culia y estoy bastante acumualao… weon, a mi me da lo mismo. No va a ser la primera vez que me culeo a un weon.
El se acercó a mi, yo seguía sentado. Me agarró la cabeza y la llevó a su verga
Ismael: te gusta? Si, si te gusta la wea… a ver, ven para culiao
Me agarró y me tira encima de la cama dándole la espalda a él. A la fuerza me quitó el pantalón que llevaba y me abrió el culo. Yo no ponía oposición alguna, al final me estaba gustando lo que estaba ocurriendo
Ismael: erí vírgen?
Ignacio: si
Ismael: ya veo
Así que de repente siento como comienza a jugar con mi ojete. Así pronto introduce un dedo, luego dos. A mi me dolía, pero como me gustaba lo que estaba pasando no me quejaba
En un momento dice
Ismael: ya cochetumare
Siento que me tira un escudo y pronto siento como me mete su verga si cuidado alguno. Trato de sacarlo y el no deja, me duelo mucho el culo y el comienza su vaivén. No sentí nada de placer en esa cuñada, solo dolor. Al final siento como su semen caliente queda en mi culo. El saca su verga de mi y qse levanta, así desnudo sale al patio y grita
Ismael: teníai rajo José, es mariconcito el Ignacio
A lo que se asoma Alberto por una venata y le grita
Alberto: ahora tení con quien culiar en las noches
Entre risas entra a la casa Ismael. Me dice
Ismael: a dormir a mi cama culiao… de ahora en adelante vas a dormir ahí y te quiero empeora todas las noches.
Así, y sin quererlo, comenzó esta historia.
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