Historia de mi vida sexual como gay (3)
En esta parte, voy a empezar a narrar lo que fue mi vida sexual con los muchachos del colegio; heteroflexibles con muchas hormonas que se alimentaban con el porno o charlas calientes y remataban dándome sexo oral y anal..
Antes de iniciar el relato en sí, quiero contar una suerte de anécdota como reflexión previa. El semen. La leche, chele, lechita, wasca, esperma, lefa o como quieran llamarlo, es algo que aparte de gustarme mucho, a veces me hace pensar; como cuando recordé mi primera vez con Dani, mi padrastro que, a mis 10 añitos, en vez de enseñarme a chutar o conducir, decidió cogerme primero por la boca y luego por el culo y así, después de lecherar mi cara y hacerme tragar, me largó adentro e hizo que desarrollara curiosidad al hacerme sentir, luego de romperme el culito su líquido invasor que, aunque mi cuerpo lo quería expulsar, el productor me lo prohibía…es como si al soltarlo, tiraba a la basura el producto de potentes embestidas, era como si despreciara el resultado de una cogida a la que mi macho le dió mucha dedicación y gastó mucha energía. Y, tiempo después, pensé al no poder entender por qué y por igual, a los 3 machos que me cogieron les excitaba tanto el acto de eyacularme en el ano y tras asegurar por un par de minutos el depositarme bien adentro, volver a calentarse mirando mi asterisco expulsando su leche o batiendo mi culo con sus dedos su propio semen hasta que, en todas las ocasiones, terminaban con la pija tan dura como una roca para así, encima de esa producción, someterme ya que siempre las cogidas eran más fuertes y en las posiciones que más me dolían… quería entender ese morbo de excitarse así. Y pienso que quizá se daba por tener la tranquilidad de que, como dice la frase, «por el orto, no hay aborto»… ¿O qué pensás vos que pueda ser el motivo?… Me gustaría leer tu opinión en los comentarios…
Y lejos de embarazarme, la lechita era mi aliada para tener sexo por el culo, desde el segundo tiro en adelante…quizá eso era lo que les encantaba ya que, a diferencia de, por ejemplo, lo que le pasó a una amiga que, a sus casi quince años, fue cogida por Raúl, un chico de mi colegio que la puso patitas al hombro y la bombeó sin parar hasta que, por accidente, le terminó adentro y presos del susto , al instante ella fue al baño para enjuagarse y después de recuperarse se sumó el muchacho que, asustado metía sus dedos en la vagina trataba de sacar lo más que podía de su leche, siendo para el pendejo un momento muy diferente al inicio, en el que muy feliz empezaba la acción, luego de recibir el ok, tras pedirle una y otra vez, de mi amiga que, inconscientemente, aceptó ser cogida sin condón con el peligroso trato de recibir la leche en sus pechos, siendo un craso error de parte suya y eso que experiencia ya tenía, era de no creer. Y peor luego que ambos, por su inexperiencia, no sabían que la primera descarga, la que sale en el momento en que la pija entra en su máxima potencia, es imposible de eliminar… Y así ella, después de pasarse media hora luego de abrirle las piernas y comerse esa pija que la hizo gemir fuerte y rico, fue víctima y/o culpable de que ese pibe que, hipnotizado disfrutaba de la cogida sin tener un plástico en el glande, disfrutando al empujar con su poronga esas deliciosas tetas y, para rematar, observaba como la dueña de esa conchita se mordía los labios al darle el mucho placer…fue ahí que sintió venirse pero, por más que quiso, no pudo sacarla a tiempo y así, delirando en placer, no escuchó los desesperados gritos de la hembrita y, a pesar de ello, nada pudo hacer para evitar el final de esa deliciosa cogida entera en esa conchita, que a pesar del acuerdo previo y los pedidos de hacerlo afuera, fue llenada con una tremenda cantidad de semen, por primera vez. Y así, días después la piba desesperada lloró al descubrir que, aparte de llevar días con la concha dolorida, sumaba a su pesar el dar positivo al test de embarazo; una escena muy diferente a aquella en la que fue preñada, ya que ahí en vez de llorar, al tenerla se pasó gimiendo con la concha inchada de tanta pija, quizá provocando así que ese muchacho la regara con su simiente; el, que a sus 16 años angustiado sufría las consecuencias de coger sin protección. El drama se solucionó cuando su papá que, si bien orgulloso de la hombría de su vástago, no ocultaba su enojo luego de gastar mucho dinero en un medicamento especial para cortar ese embarazo y salvar así a los dos de ser padres a tan corta edad… «Mi rey, está bien que cojas, me contó la nena que le rompiste todo…ese es mi hijo carajo, pero… usá na forro boludo, a tu edad yo no perdonaba nada pero me cuidaba, tenés que ser responsable»…
Debido a esa mala experiencia, mi historia con Raúl empezó poco después de que yo cumpliera 13 años y tiempo antes de que don Jorge dejara de culearme. A Raúl le conocía del colegio, yo acababa de pasar al séptimo grado y el ya estaba en segundo de la media. Puedo seguir contándoles como fue el proceso de socialización, pero prefiero pasar a la parte en la que, por primera vez, me encontraba sentado en el inodoro del colegio unos 15 minutos… Ahora bien, ¿Qué puede tener de nuevo eso? Si bien parece que nada, la pequeña gran diferencia era que no estaba haciendo mis necesidades, al tener la boca llena de la blanca, rica y venosa verga de Raúl que usaba mi boca como una conchita cualquiera… su lindo pene combinaba con su aspecto físico e incuestionable masculinidad. Esto sucedía luego de estar semanas mirándole el paquete sin disimulo, siendo una tarde de miércoles cuando le seguí camino al baño y luego me puse a su lado en el mingitorio y, sin miedo a nada, miré fijamente su buena manguera, rematando con una pasada de lengua por mis labios…»¿Qué mirás o que querés, Javi?», «¿Acaso te gusta mi pija?… Mirá que a tu amiga con esta la preñé…y no creo que vos puedas aguantar por más que quieras que te rompa ese culo de trolo que tenés»….y sin achicarme le dije «Si, me enteré lo que pasó con Johana, pero te digo algo, yo no soy mujer ni virgen», «Por ahí dicen que sos famoso por largar mucho… por eso chicos como yo somos ideales…aunque me hagas todo lo que quieras por el culito, embarazado no voy a terminar», «Te voy a decir algo y espero que no te enojes»…»Que? (Mientras sacudía su pija)»… «¿Que tal petea ella?…»Esa perra nunca me chupó ni me habilitó el culo y por eso le preñe y tuvo que echar el bebé, jaja»… «Dicen que soy muy buen petero y encima tengo mucha sed de lechita»…»¿Legal?.. acá hay mucha para vos, pero yo quiero taladrar culo también, que tal aguanta el tuyo?», «Y si querés me podés probar sin problemas, dicen que aprieto rico y a vos te dejo largarme las veces que quieras»… «Ufff ya está ya, andá pone tu culo en ese water para probarte que tal cabeceas», «¿Vas a mamar y tragar leche, puto?… Agarrá la mía y empezá nomás ya a chupar», el sexo oral siguió con el ir y venir de las dos carnosas nalgas de Luis que, desnudas y al aire, empujaba con mucha fuerza y sin parar su pene hasta el fondo del sistema bucal del nene y a full, luego de bajarse la ropa excepto la remera, liberando así esa boa de carne para que yo le pudiera empezar a ordeñar sin pausas y también alojar, duro y parejo, la venosa hasta lo más profundo de mi garganta y así sacudían tanto mi cabeza que me mareaba y a causa de su pija cuando entraba hasta el fondo, hacía fuertes sonidos… «No hagas más ruido imbécil que nos van a pillar»… «No me empujes más entonces y sacá tus manos de mi nuca y dejame chuparte a mi ritmo»… «Ay pero que nenita, vamos después a casa para que te atragantes bien rico, legalmente tenés una garganta para perforarlo a full»… e instantes después, una fuerte paja precedió a la intensa largada que fue a parar, al ser abierta de manera forzada con las manos del pibe dominante, toda dentro mi boca y, al ser obligado a tragar, probé su esperma con sabor medio amargo y así me convertía oficialmente en el hermano de leche de mi amiga. «Cabeceás de lujo, putito, a peteros como vos esta es es la primera de muchas mamadas, pero la próxima ya vamos a probar tu culito… ¿La querés tener adentro o solo me vas a chupar?»… «¿Será que tu culito me va a aguantar?»… «Te espero el viernes en casa al velorio de mipi adentro de tucu jajaja»…
Luego de eso, mi nuevo lechero salió del baño y yo lo hice después de enjuagar la boca que se quedó con un fuerte sabor a pija y semen… continuamos chateando y quedamos en vernos en su casa que la tenía sola los viernes desde las 5 de la tarde hasta las 8 de la noche… Al abrirme la puerta, me calentó verlo con una remera de Olimpia y un short de fútbol en el que se marcaba un tremendo paquete al que pegando mi cachete, comprobé que estaba sin bóxer. Al entrar a la sala, el pibe se sentó en el sofá y me preguntó «¿Sos de irte a la iglesia?» y yo, sorprendido le dije «No suelo ir, por qué? «…»Porque en la iglesia uno se arrodilla para rezar y acá para mamar, dale acercate»…y al bajarse el short, sacó su pistola y rodillas al suelo, empecé a comer pija por la boca, teniendo Raúl el control de la chupada… «Primero la pija en tu boca y después en tu cola». Y por media hora, me recibí de robot chupapitos y obediente hice todo lo que me pidió… «chupá mi huevo y lamé el tronco», «succioná mi cabeza con tus labios», «mete toda en la boca, dale», «cabeceá fuerte y rápido ahora», «usá tu lengua puta o no te doy leche…», «ahora chupame fuerte», «abrí la boca y manos atrás, toca coger tu garganta», «sacá la lengua y dejá ahí mientras te golpeo con la poronga», «chupame de abajo hacia arriba y con tu lengua pasala en círculos por mi glande», «salivame más la pija», «dale mirame cuando me lo chupás», «voy a largar, dale abrime bien la boca y tragá hasta la última gota», «ahí viene lechita para vos»…
Y minutos después de largarme, al fin me empezó a dar por atrás…vaya cogida por cierto. Raúl se pasó embistiendo mi cavidad con estocadas tan deliciosas que me hizo gemir al tope con voz aflautada y mi cara reflejaba lo delicioso que eran sus metidas y sacadas; más que bombeos, me sometía con tremendos saltones con los que incrustaba su daga en mi cola a full luego de ponerme boca abajo para darme de comer. A ese pendejo de 16 años y 18 de verga, fue al primero al que le grité un «ayyyyy que ricoooooooo», «dame más quiero más» y su jugosa pija me hacía temblar de placer desde el culo a todo el cuerpo… «¿Es pio normal que un putito tan chico como vos sea a la vez tan adicta a la pija?», «A vos sí que te encanta vivir con una poronga bien adentro». En un momento, me salieron gemidos tan de puta que hizo enloquecer a mi macho, que cayó rendido a mis sonidos y así, ante la inminente lecherada, se pegó lo más cerca que pudo para empezar a largarme y después decirme al oído: «no sé cuántos te cogieron antes, pero de mi pija nunca te vas a olvidar», ahí salió de mi culo y se puso frente a mi cara para sacudirse fuerte esa poronga que me acababa de reventar, marcando mi cutis con restos de su semen… «Mirá bien, esta pija es la que más te hará gozar como la puta que sos»… «Que rico vaciar mis huevos en trolos aguantadores como vos»…»Tu culito debería ser ejemplo para las pendejitas cagonas, contigo tienen que aprender a soportar los pijazos».
Y así, también por un buen tiempo, Raúl superó conmigo el trauma del embarazo no deseado y, al no usar condón, era feliz cada vez que llenaba mi culito, aprendiendo así a ser un verdadero hombre; en mi ano practicaba las embestidas con las que algún día, en la concha de una mujer, lo convertiría en papá, pero mientras tenía mi cuerpo para apagar sus fuegos. El sexo con ese pijón de casi 17 años arrancaba siempre con una mamada para después tirarme en la cama y hacer que le dé la espalda, luego me dejaba solo la remera y con mi culo al aire, empezaba a empujar su glande mojado con saliva y al meterla toda, iniciar un poderoso bombeo; el usaba mi agujero para imaginar que taladraba culitos de pendejitas…como esa vez que, en plena acción, empezó a decirme Luisa, Luisa la putita… «Por fin Luisa la tenés adentro, te gusta mi poronga nena?»… y acompañado de groserías y morbosidades, decía «Luisa… te gusta que te rompan el culo?… Sos guapita vos, a los 13 ya te estás comiendo la mía de 18 centímetros…te voy a llenar de leche putita»… Quizá parecía, pero no me enojaba que en su mente me reemplazaba por una mujercita; por más nombres que me diga, era mi culito el que gozaba de su dotada pija, así que por mí podía fantasear todo lo que quiera… mientras no me haga faltar lechita, todo bien.
Y en el siguente episodio, me iré acercando a la adultez con los relatos de Manuel y Rafael. Espero que hayas tenido rica paja, nos leemos!
gran relato como sigue
En breve siguiente episodio bb