HISTORIAS DE DESENCUENTROS

Dos hombres en el aparente ocaso de sus vidas se encuentran para darse cuenta que el amor llega y cuando menos lo esperas..
Maximiliano era un hombre de 47 años, ingeniero y se dedicaba a trabajar por su cuenta a varias empresas siendo consultor en el área de proceso, con los años se hizo un nombre y ya su firma caminaba sola, su vida era un poco plana dedicada sólo al trabajo y su casa, estaba pasando por un proceso difícil, se estaba divorciando después de casi 20 años de matrimonio igualmente plano que su vida, al principio todo iba bien pero los años y la rutina fueron haciendo lo suyo y llegó un punto en que cada quien vivía por su lado y se desencontraban en la noche, su mujer profesional también era abogada y la vida se le iba en trabajo, en reuniones interminables, un amigo le dio el dato que su esposa le era infiel y una noche de confrontación se sinceraron y ella le confesó que efectivamente tenía un amante, que estaba enamorada y que lo quería vivir. Después de allí todo fue historia, su esposa (ahora ex) quizás por culpa le dejó todos los bienes comunes, con un argumento de: – te lo has ganado todo -. Cerró la puerta tras de sí llevando sus maletas y dejándolo sólo y vacío en el departamento que ambos habían comprado y construido.

Vivian en una buena zona residencial de clase media alta, sus vecinos eran personas adultos contemporáneos como él y de buena posición económica, todo se convirtió en una rutina y pasó a ser una sombra que entraba y salía de casa totalmente bajo perfil, no había tenido hijos con su esposa, no se supo nunca por qué, no quisieron someterse a tratamientos de fertilidad interminables y agotadores y dejaron todo en manos de Dios bajo el lema: “si él así lo quiere, mandará hijos”, el tiempo pasó y cada mes llegaba el anuncio que no serían padres y con el tiempo esa esperanza se fue diluyendo y asumieron que eran sólo ellos dos.

Las residencias en la que vivía Maximiliano, eran departamentos acomodados con buenos acabados y espaciosos donde sólo habían dos departamentos por piso, una noche saliendo a botar la basura se encuentra en el pasillo sentado en la escalera a su vecino del apartamento de enfrente con la cabeza entre las manos sollozando en silencio, la escena lo conmovió y se acercó en silencio, posó su mano en el hombro de Ricardo (así se llamaba el vecino) y le dijo suavemente:

M: Ricardo qué sucede, todo bien?

Al contacto se sobresaltó y vio que era su vecino de enfrente, se llevaban bien pero su relación no era cercana sólo cordial y cálida.

R: hola Maximiliano, disculpa la escena, pero no, nada está bien, María está muy enferma, tiene cáncer de mama, se lo diagnosticaron hace un mes pero está en un nivel que no hay nada que hacer, la mandaron a casa y está a punta de morfina para lidiar con el dolor, de verdad es muy duro ver como se apaga día a día, -en ese momento rompió en llanto-

Maximiliano se sentó a su lado y le pasó el brazo por el hombro dejando que llorara, se imaginó que fue uno de esos momentos de quiebre donde no se puede más y salió a botar la desesperación sin que nadie lo viera y quizás él llegó en un buen o mal momento, pero allí estaba dándole un poco de compañía y consuelo. De allí en adelante Maximiliano decidió estar más cercano, María tenía una enfermera a su disposición las 24 horas, tenían los recursos para pagar ese personal, todas las noches Maximiliano pasaba por casa de Ricardo a ver como se encontraba y cómo había pasado el día, Ricardo iba al negocio que tenía más que por atender el negocio para escapar por pocas horas de esa realidad, a veces se llevaba a Ricardo a su casa con la excusa que lo acompañara a comer, sabía que Ricardo pasaba días enteros sin probar bocado sólo café y cigarrillo era lo que consumía al día.

Un mes después del encuentro en la escalera, llegó el momento inevitable y María sólo se quedó dormida y falleció en paz, el llanto desconsolado de Ricardo se escuchaba incluso en el departamento de Maximiliano, fue a ver qué sucedía y se dio cuenta que el momento había llegado, dio el pésame a Ricardo y de inmediato se fue a su casa, se cambió, tomó su tlf cartera y llaves de carro, al ir de nuevo a casa de Ricardo se lo encontró en el medio de la sala con las manos en la cabeza sin saber qué hacer. Maximiliano asumió el liderazgo de las gestiones propias de la situación, llamó ambulancia para el traslado del cuerpo, se comunicó con un amigo forense que vino a hacer el levantamiento y acta defunción, en fin se encargó de todo con Ricardo a su lado, fueron dos días intensos donde Maximiliano no se apartó de Ricardo, lo acompaño en todos los procesos desde la documentación de defunción hasta la organización de los actos velatorio y sepelio, por otra parte mientras todo esto sucedía con permiso de Ricardo, mandó a recoger todas las cosas y artefactos clínicos que estaban por la casa así como los objetos personales de la difunta, todo esto lo hizo con su personal de servicio que hacían todo el trabajo mientras todo lo demás se desarrollaba, Maximiliano quería brindarle un ambiente tranquilo y limpio cuando Ricardo retornara a su hogar. Y después de dos días fuera Ricardo volvió a casa.

R: uy que limpio está todo.

M: si bueno con tu permiso mande a limpiar y recoger todo, se devolvieron los insumos médico, quedaba algo por pagar pero no mucho y lo cancelé, mandé a recoger las cosas de María y las embalé nada se botó, todo está en cajas selladas e identificadas en el maletero de tu apartamento accesible cuando quieras disponer de ellas, pensé que sería más sencillo, si quieres que todo vuelva a su lugar sólo dilo y mando a poner todo en su sitio.

R: nooooooooo, así está bien (dijo con ojos llorosos), gracias por encargarte y evitarme ese mal momento, no hubiese sido capaz, pero es lo mejor total sólo son cosas que ya veré qué hago con ellas luego, esa no es María allí no está ella…

M: bueno ahora a comenzar de nuevo y a reorganizar tu vida sin María en ella, algo que no pude dejar de notar no me presentaste a nadie de tu familia ni la de María, sólo amigos y conocido, disculpa lo indiscreta de la pregunta

R: no para nada indiscreta fue muy obvio, María y yo no tenemos más familia, sólo éramos ella y yo  y como verás me he quedado completamente solo en el mundo. –dicho esto rompió en llanto con las manos en la cara, desconsolado, Maximiliano se acercó y lo abrazó-.

M: ey no digas eso aquí estoy yo para ti, yo estoy en tu misma situación no tengo más familia, -tomó la cara de Ricardo entre sus manos y pegó su frente a la de él, y lo que dijo le salió de lo más profundo de su corazón- aquí estoy yo para ti, no me pienso apartar de ti.

Hubo silencio entre ambos, se miraron muy intensamente y la cercanía llevo a lo inevitable, Ricardo se acercó más y beso suavemente los labios de Maximiliano, sólo duro dos segundos y en un arrebato de conciencia Ricardo echo atrás puso sus manos a los lados de su cabeza y se disculpó.

R: no, no, no, no por favor disculpa amigo que pena, eso no debió pasar que vas a pensar de mí.

Maximiliano dio un paso al frente y lo tomó entre sus brazos y le volvió a hablar:

M: no hay nada que disculpar, es la circunstancia, la situación, la cercanía y sobre todo la confianza, no me desagrada pero si quieres hacer que nada sucedió bien, lo que te haga sentir bien.

R: está bien dejémoslo fluir a mí tampoco me desagradó

En ese momento algo cambió para siempre, una pequeña chispa se había encendido entre ambos, Maximiliano no quería separarse de él, sin embargo entendía que debía darle su espació y que fuera él quien determinara el ritmo, era hora de dar un paso atrás.

M: bueno ahora sí me retiro, debo darte tu espacio en soledad para que pienses y evalúes las cosas, me voy a mi casa ya sabes que estoy allí atento para lo que necesites a la hora que sea.

R: como así que te vas –dijo con alarma-, me vas a dejar solo?

M: bueno imagino que es lo que quieres en un momento como este.

R: no por favor, no me dejes, por favor  -y lo volvió a abrazar, el calor de ese cuerpo era muy agradable, pensó Maximiliano-

M: ok hagamos algo toma una muda ligera, si es un pijama mejor y vente para mi casa

R: si está bien como digas dame 1 minuto

Fue por la muda y se fueron al apartamento de Maximiliano, ya en casa le dijo:

M: por favor date una ducha y cámbiate y déjame preparar algo de comida

R: Ok está bien,

Lo guió a la habitación principal y le indicó donde quedaba el baño, y se fue a la cocina a preparar algo de comer, la cocina se le daba bien y lo relajaba, estando en la cocina picando para hacer una ensalada se acordó que en su baño sólo había un paño y una bata, fue al armario de la lencería y sacó una de cada uno, al llegar al baño la puerta estaba abierta y se quedó parado viendo la escena que se le ofrecía, bajo la ducha caliente estaba Ricardo apoyadas sus manos a la pared con los ojos cerrados y la cabeza baja, la mampara transparente de vidrio le permitía ver a Ricardo en total desnudez, era un hombre blanco de buena contextura sin ser musculoso pero de buena forma, sus piernas gruesas con una leve capa de vellos, nalgas grandes y redondas pero lo que más llamó la atención de Maximiliano fue ese trozo de pene en reposo que se gastaba debía medir aproximadamente 15 cts y grueso, de verdad era grande, Maximiliano hablo para sacarlo del trance y hacer notar su presencia.

M: perdón Ricardo aquí en el baño no había toallas limpias aquí te dejo esto y una bata

Ricardo saltó del susto y se tapó su entrepierna con pena.

M: jajajaja tranquilo sin pena no te tapes, eso que tienes allí es digno de exhibirlo dijo en broma –Ricardo sonrió y dejó de cubrirse, el hecho que Maximiliano apreciara sus atributos viriles le agradó y sintió cierta cosquilla en su glande.

R: si tienes razón disculpa, estamos entre hombres.

M: dale cuando termines me  avisas para yo también bañarme.

R: si quieres te metes y nos bañamos juntos, total somos hombres… -soltó con timidez-

M: si tienes razón, -dicho esto se desnudó al instante y se metió en la ducha con su vecino-

R: jajajaja tú también tienes tu buena herramienta

M: si no está mal pero la tuya es más grande

Dicho esto se quedaron en silencio ambos bajo la ducha muy cerca disfrutando el agua tibia pero más que eso de la cercanía, Ricardo tomó gel de baño entre sus manos y comenzó a frotar la espalda de su amigo, este gesto cálido e íntimo hizo que Maximiliano exhalara a poyara la cabeza en el hombro del otro, igualmente tomó gel y frotó la espalda de Ricardo, sus cuerpos muy juntos sintieron la dureza del otro, era un momento placentero e íntimo, ambos necesitaban liberar tensiones y qué mejor forma que esa, cuando se vinieron a dar cuenta estaban estrechados en un abrazo jabonoso, las manos de ambos paseaban libremente por el cuerpo del otro, sin ataduras, sin inhibiciones, sin tabúes, se miraron un momento y ya no hubo palabras acercaron sus labios y se fundieron en un beso tierno que fue subiendo de intensidad, se comían con ansias, con deseo, con hambre, con desespero, cada uno tomó el pene del otro y se masturbaron a mano cruzada, Ricardo tuvo el deseo de voltear a su amigo y empotrar ese culo divino que se gastaba pero pensó que era muy pronto, esas cosas se hablaban primero y se dejó llevar, el orgasmo llegó pronto para ambos y el piso de mármol fue testigo de la deslechada de ambos, repuestos del clímax se terminaron de bañar y ambos salieron en blancas batas de baño y descalzos hacía la cocina. Maximiliano sirvió par de copas de vino y continuó cocinando para ambos mientras conversaba.

R: podemos hablar de lo que sucedió allá adentro?

M: claro, cuando gustes por mí no hay problema

R: Qué crees que sucedió allí adentro?

M: nada…el encuentro de dos personas que se atraen, eso es todo

R: aja y como vamos a llevar eso… qué vamos a hacer? –dijo con preocupación-

M: mira Ricardo yo tengo 47 años, tú tienes 51, ambos estamos solos, somos solventes económicamente e independientes. Realmente crees que tiene importancia lo que puedan decir o pensar las demás personas, nada nos ata a nada a ningún lado, si te preocupa lo que puedan pensar los vecinos, tan sencillo como que vendemos los apartamentos y nos vamos de aquí, claro si es eso lo que queremos estar juntos, Ricardo somos los hombres más libres del planeta, disfrutemos eso.

Ricardo se quedó pensando en cada una de las palabras que decía su “amigo”, no tenían nada que perder ya lo habían hecho, guardó silencio y se dijo tienes razón pensó y lo dijo:

R: tienes razón vivamos lo que tenemos que vivir

M: así se habla amigo, dejemos fluir.

R: y en cuanto al sexo ya veremos qué haremos? No sé tú pero yo nunca he estado con un hombre –dijo con seriedad-

M: yo tampoco, pero tampoco es muy difícil imaginar, nunca me han dado por el culo pero no me cierro a nada, al momento ya se verá lo que pide el cuerpo al momento jajajaja.

R: es verdad esperemos a ver qué tal.

Esa noche comieron, se bebieron la botella de vino y llevaron una charla intrascendental sobre lo vivido y el futuro, la hora de dormir había llegado.

M: es hora de dormir, estoy muerto, qué vas a hacer duermes aquí o en tu casa

R: estás hablando en serio (dijo con sorpresa)

M: sí por qué no lo haría

R: bueno qué quieres tú?

M: bueno por lo pronto puedo decir que quiero estar cerca de ti pero tú eliges

R: yo igual quiero estar contigo –dio bajando la cabeza-

M: entonces no se diga más, te quedas a dormir

Maximiliano rodeo la barra de la cocina y llegó al lado de Ricardo extendiéndole la mano, Ricardo la tomó y se dirigieron a la habitación de Maximiliano, llegaron al cuarto, Maximiliano se quitó la bata quedándose en total desnudez y se metió bajo las colchas, al hacerlo extendió la mano a Ricardo llamándolo a su lado. Éste hizo lo mismo y se quedó desnudo y se metió bajo las colchas, se acercó al cuerpo tibio de Maximiliano y éste lo recibió con el brazo extendido donde posó su cabeza y la llevó a su pecho, nunca Ricardo se había sentido tan protegido y tan cálido en su vida a pesar de estar desnudos ambos bajo las sábanas, su espíritu tenía otras necesidades se acurrucó en ese pecho que lo resguardaba y se abrazó a ese cuerpo protector, ese noche se durmieron par de horas después, se acariciaron, se besaron, se sintieron hasta que el sueño hizo lo suyo y se quedaron dormidos abrazados como estaban, en una paz que hacía tiempo no sentían.

La mañana los despertó, la luz del día entraba por las ventanas suave y cálida anunciando un nuevo comienzo, Ricardo abrió los ojos y se encontró con los ojos tiernos de Maximiliano que lo miraba con amor.

M: buenos días dormilón – dijo dándole un suave beso en sus labios-

R: buenos días…quiero amanecer así todos los días que me quedan de vida.

M: pues que así sea, de ahora en adelante no me pienso separar de ti

R: ni yo de ti, pero hay decisiones que debemos tomar.

Y así fue como desde ese instante fueron inseparables, lo primero que hicieron fue organizarse en los trabajos para poder trabajar lo más posible a distancia, por otra parte decidieron vender sus respectivos pisos y comprar una casa cómoda, amplia y privada a las afuera de la ciudad, allí se instalaron a vivir juntos y así construyeron una vida común, restauraron la casa, la modificaron y la hicieron propia, la amoblaron a su gusto y comodidad, otro aspecto que decidieron fue viajar ya estaba bueno de tanto trabajar y no disfrutar la vida, ya habían recibido lección de lo corta que puede ser la vida. Hicieron un viaje a Maldivas ninguno de los dos lo conocían y ambos querían hacerlo, se instalaron en un hermoso chalet a la orilla de una hermosa playa, era de noche y ambos estaban sentados sobre una manta con la noche fresca y serena sobre ellos, Ricardo abordó el último aspecto que debían concretar, tenían sólo ese pendiente

R: hay algo que todavía debemos concretar en nuestras vidas

M: aja y qué será? –dijo con picardía-

R: no te hagas sabes de qué hablo

M: sí es cierto, tenemos pendiente lo relacionado con el sexo, eso lo he pensado muchas veces y la verdad te amo y te deseo, no sé en qué aspecto te deseo sólo sé que es así, desde hace tiempo estoy listo sólo estoy a la espera que tú lo estés

R: yo lo estoy, y que has pensado que te gustaría hacer.

M: yo pienso que me gustaría todo, no quiero dejar lugar a la duda, lo quiero todo, quiero probarlo todo, es eso lo que quiero, no puedo decir que algo me gusta o no si no he probado primero, en fin aquí estoy para cuando así lo dispongas.

Dicho esto, Ricardo se acercó y beso a su compañero y ambos cayeron sobre la manta en un beso cerrado, poco a poco Maximiliano fue desnudando a Ricardo hasta dejarlo expuesto y denudo en la manta, él estaba un poco tímido se imaginó Maximiliano que era por la situación, así que se quitó su ropa y quedó en igual desnudez, cayó sobre él sin dejar de besarlo.

M: me dejas probar algunas cosas que he leído?

R: sí soy tuyo

Maximiliano bajó por su cuello y llegó a sus tetillas las lamió con gula para el placer del otro, siguió por ese caminó bajó al abdomen, llegó a las ingles y tomó el pene muy grande de Ricardo sin dejar de masturbarlo suavemente, lamió el tronco y llegó a la cabeza a la que le dio igual tratamiento antes de meterla en su boca, lo hizo con algo de duda pero era la de Ricardo, su hombre y no podía haber reservas, jugó con ese glande y su lengua  suavemente para placer del otro, contantemente revisaba su cara para evaluar su placer, Ricardo estaba con los ojos cerrados y la boca abierta jadeando, eso le dio la señal para continuar.

M: lo que voy a hacerte puede que te parezca raro o un poco extremo, si no te sientes cómodo sólo dímelo y paro.

Dicho esto Maximiliano procedió a hacerle una suave mamada a su hombre ese pene de verdad era cosa seria por lo grande y grueso, logró a duras penas llevarlo a la mitad dentro de su boca, en erección eran 24 cts y grueso, estaba bien dotado la verdad, siguió mamando, bajó por el tronco y llegó a las bolas grandes y cargadas y las chupó suavemente, siguió el camino mordisqueando suavemente ese espació entre las bolas y el ano y llegó al botón íntimo, ante la sensación Ricardo jadeó de la sorpresa y el placer levantó la pelvis y abrió las piernas para dar más acceso, esa era la señal que esperaba y siguió lamiendo y atacando ese ano virgen con su lengua, al rato comenzó a jadear y boquear el botón en un jadeo dijo:

R: por favor métemelo quiero sentirte dentro no aguanto más

M: estás seguro, cuando entre no voy a poder parar

R: sí mételo lo deseo más que nada en el mundo

Maximiliano se incorporó  subió las piernas de su hombre a los hombros y se sujetó el pene muy erecto y lubricado apunto al ano y presionó la cabeza entró sin remedio debido a la excitación y dilatación que dio su lengua y poco a poco fue entrando en el ese paraíso apretado y cálido, Ricardo apretaba los dientes aguantando el dolor pero confiaba que pasaría, unos minutos después de muchos besos y relajación la presión cedió y empezó a ir venir, del dolor inicial Ricardo paso a la suave sensación y luego al placer ya estaba en un punto que movía sus caderas buscando más de ese pene delicioso que lo penetraba, su culo estaba súper dilatado y ya recibía sin obstáculo a su amor y éste aceleró la envestida, 5 minutos después el orgasmo se anunciaba y Maximiliano jadeo avisando que acabaría.

M: me corro, me corro…

R: sí dame tu leche dámela adentro, préñame

Y eso fue más de lo que pudo resistir y acabado dentro de ese culo magnífico, llenándolo hasta el borde de leche caliente y espesa, Ricardo se masturbo al tanto y acabaron juntos dejando de desmadre de leche y sudor entre ambos cuerpos. Maximiliano recuperado su ritmo cardiaco y respiratorio cayó derrotado al lado de su hombre mirándose con amor ambos, tomó su cara con las manos y acercó los labios y dijo:

M: recupérate, quiero que me hagas exactamente lo mismo que te hice,  quiero que me hagas tuyo para que seas mío.

Y así tal cual fue, un rato después estaba Maximiliano muy abierto de piernas recibiendo dentro de sí el gran pene de su hombre, le dolió a los mil demonios pero luego de eso el placer que recibió no era nada parecido de lo vivido anteriormente al momento de recibir la leche de Ricardo dentro de su culo y llegar al orgasmo dio gracias a Dios por permitirle vivir eso y haber nacido, nunca es tarde para descubrir los placeres del sexo. Luego de ese día de placer inmenso donde el mar y el amanecer le dieron los buenos días, ya no había freno para el sexo, cualquier momento y lugar era bueno para disfrutarse y la vida ambos cambió para siempre.

 

FIN

 

Espero hayan disfrutado este nuevo relato, como lo dije en mi relato anterior, la invitación sigue en pie para aquellos que quieran sugerir sobre qué tema escribir, así que comenta, valora y opina.