Historias de un portero de iglesia – Capitulo 1

Les contaré un poco de lo que he vivido siendo portero responsable de una iglesia, que si no fuera por qué me va muy bien y me han ayudado mucho ya lo hubiera denunciado .
Capitulo 1_Introduccion

Un saludo para todos, me presento mi nombre es Felipe tengo 38 años y desde joven me he visto rodeado de vandalismo, drogadicción y pandillas, así fue mi vida durante los primeros 30 años de vida, fue hasta los 31 que cansado y devastado, encontré refugio en la iglesia del pueblo donde me encontraba, ellos amablemente me acogieron y me ayudaron con mi rehabilitación.

Esta iglesia por confidencialidad no diré su nombre pero se encuentra en estado de Veracruz, sumado a qué más allá de ser una iglesia, también tiene escuela para seminaristas, un convento, y un centro de rehabilitación, la verdad es que es un complejo muy grande lo cual le da para abarcar todas estas actividades.

Después de pasar 7 años en rehabilitación pude reformarme y a raíz de eso, quise devolverle algo de lo que me dio la iglesia por lo cual me volví en el portero, posición en la cual me encargo de todas las entradas de la iglesia, revisar que todo en personal trabaje (jardinería, limpieza, etc) y soy el único que después de las 6 PM se queda en el complejo, revisando y dando rondines en las entradas, claro el espacio del centro de rehabilitación es aparte, hay si tienen seguridad y demás por el mismo giro, yo solo paso algunas veces a visitar y compartir experiencias vividas…

Una tarde de jueves, a eso de las 7 pm daba mi tan rutinario recorrido, a lo cual pase por una de las entradas de la capilla #3, pequeña donde solo se encontraban unas cuantas figuras religiosas, y vi la puerta abierta, se me hizo extraño ya que normalmente esa capilla se encontraba cerrada.

Al inicio supuse que se habían brincado e intentaban robarse algo, a lo cual pensé en llamar a la seguridad del centro, mas sin embargo escuché ruidos extraños por lo cual me anime a entrar sigilosamente, lo que vi me perturbó demasiado…

Al entrar pude observar al padre Benito, un hombre de unos 64 años, gordo, demasiado peludo y calvo, sentado en una silla, cerca del atrio, con la indumentaria puesta pero abierta de la parte inferior y con su miembro sumamente erecto, se aprecia que era un pene no muy grande pero si sumamente gordo, enfrente de el y como a unos 2 metros un pequeño de no más de 10 años baila extrañamente, adicional a qué se encontraba totalmente desnudo…

Quise salir de hay pero mis piernas no me lo permitieron, a lo cual presencié lo que pasó, desde el punto que vi hasta el final…

Padre Benito: Hijo mío termina tu baila y camina en cuatro como la perra que eres, venid y tomar de la sagrada verga que el señor a puesto para ti…

Vi como el pequeño ante estás palabras camino en cuatro y avanzo hasta tener el miembro de aquel padre entre sus manos no dudo, no cuestiono, solo se pudo a mamar cómo si no hubiera mañana…

Padre Benito: Eso hijo mío, mama, mamá y recibe la bendición que el señor me ha dado para ti…

El pequeño segia descontrolado, hasta que jalando el cabello el padre lo detuvo, lo miro fijamente le dio una bofetada, y al abrir su boca escupió en ella…

El padre lo levanto, y como si se tratara de un muñeco, lo volteo de cabeza y empezó a succionar su pequeño culito, el niño empezó a gemir descontrolado, se veía que no era la primera vez…

Después de tenerlo por unos minutos así, lo miro fijamente de nuevo y le dijo en voz firme:

Padre Benito: Ahora sí estás listo, recibirás al señor por ese culito y así serás un elegido para alcanzar el reino de los cielos…

El pequeño sonrió, mas sin embargo esa sonrisa no duro ya que al sentarlo en enorme verga el pequeño empezó a patalear y gritar, situacion que el padre con su robusto cuerpo pudo controlar…

Empezaron a caer lágrimas, misma que el cura disfrutaba, una vez habiendo metido toda su enorme pija en el culito de aquel menor, el padre empezó a subirlo y bajarlo de su miembro, se veía como el pequeño estaba en un estado inconciente, solo pequeños gemidos salian del pequeño, el padre aceleró tanto que de un momento a otro grito, «viva el señor» y bofeteando al menos nuevamente se vio como termino en el culo de aquel pequeño.

Sudoroso y totalmente agotado el padre levanto al pequeño, lo tiro aún lado de con el, se veía por qué si trasero quede enfrente de mi que, era la primera vez que lo penetraba ya que empezó a escurrir semen con unos tintes rojos, el padre se levantó y dirigiéndose al pequeño:

Padre Benito: Hijo mío has cumplido tu misión, ahora vístete y regresa al dormitorio donde estabas, eres uno más de los elegidos al reino de los cielos…

En ese momento volví en si, salí de hay sin que me notara, y regrese de inmediato a mi habitación, ya no termine el recorrido, no sabía que hacer o que decir, no sabía cómo digerirlo…

Este solo es la introducción de todo lo que vi y viví, apartir de descubrir este evento, espero les haya gustado y esperen la segunda parte…