Humillado por mi novia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por chuchojuanito.
Mientras se sentaba en la mesa frente a mi con la falda subida, y poniendo sus piernas pisando con sus zapatos en la silla,a ambos lados de mis muslos desnudos. Apoyo las manos a cada lado de su cuerpo, sobre la mesa, y me miro altiva y distante:
– Vamos a ver si al menos sirves para algo, y si te has aprendido la leccion. Te recuerdo que has firmado mi oferta y por consiguiente voy a pasar mucho tiempo contigo en estas oficinas… -, pero ¿Que queria decir? ¿Que me hablaba ahora de no se que leccion?. Cada vez me tenia mas desorientado. Continuo… – … y ahora voy a comprobar si te has enterado de algo de todo lo que te he contado antes, o efectivamente me acabas por confirmar lo que pienso de ti… que eres atontado perdido -.
¡Ahora lo entiendo! ¡Estaba perdido! Me iba a hacer preguntas sobre la oferta que nos explico a mi secretaria y a mi… ¡Y no me habia enterado de nada!
– ¡Pero bueno!… Hummm… no me gusta lo que estoy viendo… -, Marta reparo como despistada en mi miembro, el cual habia perdido algo de su dureza, y levantando su pierna me la paso por encima para acercar su zapato a mi pene, empezando a juguetear con el tocandolo con la punta de su tacon. – … esta polla la quiero ver bien durita ¿Eh? No quiero que te descuides ni un momento, chucho… -, comenzo a pisar mi miembro y aplastandomelo contra mi muslo empezo a darle vigorosas friegas moviendo diestramente su pie, de tal forma que en pocos segundos me lo volvio a poner gordo. – … con lo cerdo que eres, te quiero simpre bien empalmado ¿Has oido? -, y seguia frotandomelo. – ¿No te gusta tanto, idiota? ¿No te gusta tanto estar siempre empalmado, incluso en las reuniones?… Mirale, pobrecito… si pareces un marrano que solo piensa en su polla. Que no ve mas alla de ella -, me estaba poniendo por los suelos. Me queria ridiculizar y desde luego que lo estaba consiguiendo, pero ella seguia. – ¿No te da vergüenza?… ¿No te sientes mal de ver a una chica como yo, mas joven que tu, que te trate a su capricho? ¿Que te ridiculize?… ¡Estupido! ¿¡Eres tan imbecil que te gusta que te trate asi!? -, y seguia meneandomelo con su pie, y yo cada vez me sentia peor porque veia que me iba a hacer correrme. – ¡Pideme que pare! ¡Vamos! -, y aun me lo movia mas energicamente y yo, con cara de tonto, mis labios entreabiertos y ojos de manso corderito, la miraba impasible, sin poder articular palabra, bajo su voluntad. – ¡Lo ves, perro! ¡Eres incapaz! ¡No puedes detenerme aunque lo desees! ¡Eres un acojonado! -, y repentinamente… paro.
– Te das cuenta ¿Verdad? -, me dijo con soberbia. – He tenido que decidirlo por ti. Me das pena. Eres un imbecil de mierda -, me apuntillo mirandome despectivamente.
– ¡Que me he despistado de a lo que iba! -, ella misma se sobresalto.
– Pero bueno, ahora que ya te la he puesto bien tiesa, vamos a ver si mi chucho se ha enterado de algo de lo que le explique antes ¿Vale?.
Se froto las palmas de las manos como disfrutando de lo que iba a venir, como si estuviera impaciente. A mi me daba miedo, no me gustaba nada lo que intuia que iba a pasar, y el caso es que mi expresion de temor debia ser muy exagerada, tal que Marta se percato e intento burlarse de mi:
– Pero ¿Por que tienes esa cara de preocupacion?… Jajajajajaja -, estallo en una expresiva carcajada. – Pero si no debes temer nada, chuchito, ¿No te acuerdas que todo muy machito dijiste que te habias enterado de todo? -.
Y para mas burla, me dio unas palmaditas en la cabeza mientras las acompañaba con estas palabras:
– Anda, tranquilo chuchito que no te va a pasar nada -, mientras me la acariciaba como si me tratase de un perro.
Pero su gesto cambio, dejo de tranquilizarme y puso el semblante mas serio. Con cierta gravedad en su voz y con tono de amenaza, añadio:
– Pero te aviso una cosa -, levanto el dedo indice para recalcar sus palabras con el mismo. – Por tu bien, que no falles ninguna pregunta… Porque como falles alguna o no sepas que decir, te prevengo que te voy a hostiar -, sus vocablos tan toscos le daban a la situacion todavia mas crudeza y me extrañaba que ahora me avisase que me pegaria cuando ya lo habia hecho sin prevenirme. ¿Es que ahora seria distinto? ¿Querria darle un morbo distinto? No se. Continuo… – Y te advierto… que segun vaya aumentando tu numero de fallos, mas seran las hostias que te de por cada uno. Aunque no se si tu obtusa mente habra entendido esto. Dime ¿Lo has entendido, inutil? -.
– Ss-ssi, creo que la he entendido, pero… -, me atrevi a añadir con voz apagada, – … pero de verdad que no hace falta que me pregunte nada ¿Eh?… que de verdad que la entendi tod…
– ¡Calla y cierra esa bocaza! ¿¡Acaso te he pedido explicaciones, idiota!? -, se enfurecio alzando la voz.
– nn-nnn-noo… pero solo intent…
– ¡¡Que te calles!! -, mientras me estampaba su mano en mi cara. – ¡Ademas de estupido eres bocazas! Pero ya veras… ya veras imbecil como yo te espabilo a hostias. Vamos a ver… -.
Se quedo un rato pensativa, como si meditase cual seria la mejor forma de empezar. Al rato se decidio, y toda resuelta me pregunto:
– Vamos a ver, chucho… ¿Cual era el objeto de mi oferta? -.
– Pues… que su empresa llevase la publicidad de la mia -, conteste.
– ¡OOOOH! ¡Muy biiieeeen! -, exclamo burlandose de mi. – ¡A ver si no vas a resultar tan tonto como pensaba! Bueno… a ver… ¿Que duracion tiene el contrato que hemos firmado? -.
– Cinco años -, de esto estaba seguro.
Rapidamente, como si ya estuviera impaciente, alzo su mano derecha y me propino semejante bofetada que me volvio la cara hacia el otro lado.
– ¡Un año! ¡Y renovable tacitamente hasta un maximo de cinco, idiota! -, me recrimino enfadada. Yo tuve que llevarme la mano a mi ya maltratada mejilla para aliviarla puesto que me ardia muchisimo, pero Marta me dio un manotazo, retirandomela.
– ¡Quita esa pezuña! -, me increpo al mismo tiempo. – Ah, ya veo… pobrecito que ya la tienes hasta hinchada ¿Verdad? Bueno, las proximas hostias te las dare en la otra para igualartelas ¿Vale? Y cuando lo esten, te las dare en ese feo hocico que tienes para ponerte tambien los morros a tono -, alzo los brazos hacia la parte de atras de su cabeza para hacerse una coleta alta, ya que su melena no hacia mas que venirsela hacia la cara, molestandola.
– ¡Venga… a por la siguiente!, hum… veamos… ¿Con que antelacion podras comunicar la cancelacion del contrato anticipadamente?… ¡Responde! -, me urgio.
Me imagine que seria de un mes, como normalmente suele ser, asi que fue lo que dije estando casi seguro de que asi seria:
– Con un mes -.
Ella no dijo nada y permanecio sin moverse durante un rato, asi que empece a animarme al pensar que habia acertado… pero me desplome cuando ella elevo lentamente su mano en el aire y con un rapido movimiento me atizo un energico bofeton, para inmediatamente sacudirme un segundo bofeton que me hizo temblar toda mi cara.
– ¡Dos meses, gilipollas! -, y añadio… Pero no te preocupes que ya me encargare yo de que no lo canceles.
Se recogio mas su minifalda en su cintura ya que por sus movimientos se la bajaba, y se conoce que deseaba tener su estandarte bien a la vista de quien no podia tocarlo.
– ¡Vamos con otra, que me esta gustando esto… a ver, baboso, dime de que forma esta obligada mi empresa a ser penalizada mensualmente de una forma inversamente proporcional al resultado de la penetracion de la vuestra en el mes anterior, si este ha sufrido un decremento durante los tres meses precedentes -.
¡Ni siquiera me habia enterado de que me habia preguntado! Mi gesto debio ser muy elocuente porque Marta se me quedo mirando con una expresion que tenia todo el aspecto de querer imitar a la mia. Yo no sabia ni que decir…
– Mirale que cara de bobo se le ha quedado -, pronuncio con burla en sus palabras. – ¡Vamos!… ¡Que estoy esperando! -, me apremio impaciente intentando ponerme mas nervioso de lo que ya lo estaba. Tal lio tenia intentando descifrar algo de lo que habia dicho, que quede enmudecido.
Sin esperarmelo, me solto dos buenas bofetadas que me despertaron del letargo.
– ¡Estas, por ser un imbecil!…
– ¡Y estas tres… -, y me propino sucesivamente y aun mas fuerte, tres bofetadas mas que me retumbaron por dentro. – …. por ser un idiota que no tiene ni puta idea de nada!
Fue entonces, cuando me descubrio la respuesta:
– ¡Con un 1% de la cuota mensual, inutil! -, me empujo hacia atras la cabeza, acompañando a sus palabras.
– Pero esperate, que viene la siguiente, ya veras… Y esa penalizacion… ¿De que forma podemos compensarla para el siguiente año?.
Mi animo cayo en picado. Estaba muy claro lo que iba a pasar. Y ademas, segun formulo su pregunta, levanto su brazo extendido manteniendolo en esa posicion mientras esperaba. Su mano la tenia con todos sus dedos bien estirados y mostrandola plenamente. Tengo que decir que cuando me sacudia lo hacia de lleno, con toda su palma estrellandomela en la cara. Desde que la conoci, adivine que Marta siempre habia sido muy pegona. Muchas veces, ante cualquier desliz, facilmente se le iba la mano, siempre la habia tenido muy ligera, pero ya se sabe, eran las tipicas bofetadas que no se dan muy fuerte, y muchas veces de refilon con los dedos, como para apercibir. Pero hoy me las estaba dando muy fuertes, de las que suenan bien, con toda su palma y de lleno. Y lo peor era que se la veia que estaba disfrutando y que la excitaba porque pude percibir como su tanguita estaba humedecida.
A todo esto, ella seguia con su brazo levantado pero ya mostraba una clara impaciencia.
– Me estoy cansando de esperar y esto no me gusta nada… y te advierto que como me impaciente, te voy a meter tantas hostias que te voy a poner esa cara baboso que tienes tan hinchada, que te va a costar reconocerte cuando te mires en el espejo. Y aunque ya vas camino de ello, abre de una vez esa bocaza… ¡Y responde! -, sus facciones se habian vuelto mas duras y su semblante torno a una expresion de incontenible deseo por darle desahogo a su mano.
Yo no encontraba las fuerzas para siquiera abrir mi boca. Me encontraba totalmente coaccionado por esa mano en el aire y no hacia mas que mirarla. Mi pensamiento, imaginandola venir con fuerza hacia mi cara, lo tenia completamente anulado y cuanto mas intentaba concentrarme sabiendo que debia responder lo correcto, mas nervioso me ponia al verla ahi.
Pero mis cavilaciones se vieron cortadas en seco. Ya era demasiado tarde. Ella no podia esperar mas. Su mano abandono su quietud y comenzo un rapido movimiento hacia mi ya castigada mejilla derecha. Solo me dio tiempo a mirarla a su cara, con su mirada encendida y mordiendose el labio inferior, antes de apretar mis ojos. Y asi senti la primera bofetada que me lanzo mi cara para el lado opuesto. Luego la segunda… la tercera… la cuarta… tras la quinta, mi cabeza no fue capaz de recuperarse y se quedo hacia el lado contrario, semicolgada. Marta me cogio del pelo con su otra mano, y me obligo a enderezarla sobre mi cuello.
– ¡Eres una nenaza! ¡Ni siquiera sirves para aguantar lo que te mereces, perro! -, me increpo con desden y con tono de irritacion en su voz. – ¡Abre los ojos, idiota!… ¡Y atrevete a mirarme a la cara! -, no se por que, pense que ya no iba a darme mas pero ni tiempo me dio cuando, tras abrir los ojos y ver la imagen de su rostro algo enturbiada, me sacudio otrs cinco bofetadas con mayor intensidad, que me hicieron sentir como un pitido en mi oido derecho.
Yo no podia mas. Mi mejilla me abrasaba a mas no poder, la notaba adormecida y me dolia mucho. Sin yo creermelo, empece a gimotear suplicandola:
– Pare ya, por favor… ya esta bien… no me pegue mas… -.
Mientras me cubria la cara con mis dos manos frotando mis mejillas para darlas alivio. Mi cabeza la sentia reventar.
– ¡¡Tu a mi no me dices lo que tengo que hacer!! ¿¡Esta claro, gilipollas!?
De repente, mirando hacia abajo exclamo:
– ¡¡Pero mira como tienes tu polla, imbecil!!… -, levantando su pierna, paso su pie por encima de mi muslo para meterlo en mi entrepierna. Comenzo a urgar con el en mi miembro, pisandomelo contra la silla.
– ¡Eres un cerdo! -, me chillo…, – ¡Siempre tienes que tenerla toda empalmada! -, y me la apretaba contra el asiento mientras me la restregaba. – ¿¡Ves como te gusta que te trate asi!? -.
Y dicho esto, me retiro de golpe las manos de mi cara, me las lanzo para atras con fuerza, y me sacudio varias bofetadas con sus dos manos.
– ¡Y estas por ser un marrano! ¡Por ser un cochino de mierda!
Yo no podia soportarlo mas y adelante mis manos para cubrirme la cara:
– Pare ya, se lo ruego. Que ya tengo bastante…
– ¡¡Quita tus manos!! -, mientras me las retiraba y me seguia sacudiendo mas. -¡Ya dire yo cuando parar!
Ya empece a pensar en que la integridad de mi cara corria un grave riesgo e instintivamente me intente proteger, pero en esa especie de forcejeo que mantuvimos, no se como pero ella consiguio propinarme bastantes bofetadas mas. Tenia una rapidez y habilidad innata.
Cuando al fin se tranquilizo y conociendose que tambien debia encontrarse cansada, ceso de pegarme. Yo estaba deshecho. No queria ni imaginar el aspecto que tendria mi cara. Me encontraba hundido moral y fisicamente… y sentia una humillacion bestial de ver como ella… Marta… mi novia… me habia ridiculizado en esa sala. Mil preguntas asolaban ahora mi cabeza. Todo lo que habia ocurrido era muy real… demasiado real, y demasiado fuerte como para que no dejase huella o para olvidarse de ello facilmente como si hubiera sido algo sin importancia, transitorio. Habian sido unos acontecimientos que me hacian preguntarme ahora si me dejarian marcado… y que sucederia de ahora en adelante con nuestra relacion, con nosotros… que sucederia conmigo.
Mientras todos estos pensamientos me rondaban, mi novia se habia dedicado a arreglarse la compostura, y habia sacado de su bolso un espejio en el cual se estaba mirando, repasando su maquillaje y arreglando su melena. Lo guardo, cerro el bolso y cogiendo su cartera de trabajo se dirigio a mi con una mirada altiva y orgullosa, una mirada que nunca desde que nos conociamos habia visto en sus ojos. Y me dijo:
– Me da igual como lo hagas ni las explicaciones que tengas que dar. Ese es tu problema. Pero quiero que lo dispongas todo para que desde mañana este preparado un puesto de trabajo completo en tu despacho. Voy a llevar la publicidad de esta empresa, y necesitare pasar mucho tiempo aqui. Aqui entrais a las 9h ¿Verdad?. Bueno, pues yo estare aqui a las 8h, pero tu vendras a las 7h en punto ¿Entendido?.
– Lo que usted diga -.
– Ahora… besa mi mano -.
Extendio con soberbia su brazo mostrandome su mano estirada, pero no se acerco. Yo me levante, se la bese sin cogersela, y retrocedi para sentarme.
Marta se dirigio hacia la puerta, permaneciendo yo cabizbajo mientras me rozaba con su cuerpo al pasar a mi lado. El repiqueteo de sus tacones de repente ceso. Sus zapatos giraron y los oi acercarse de nuevo hasta que se puso frente a mi.
– Mirame… CHUCHO.
Asi lo hice… y alzando su mano… me sacudio una ultima bofetada de lleno en la mejilla.
Me rodeo, se dirigio hacia la puerta, y se fue. No se despidio.
Continuara…
Por chuchojuanito
Pido perdon por haberme extendido tanto. Quiza pudiera hacerse cansado y aburrido al ser tan largo. Disculpadme si asi ha sido, y tambien por la escasez de acentos. Escribo con una PDA y es muy tedioso ponerlos.
Si alguna chica de Madrid, tiene sugerencias de como podria continuar este relato, por favor,y si puede ser,os rogaria me lo hicierais saber mediante correo a mi mail 639540979@movistar.es o mejor mediante sms a mi movil 639540979 ya que mi correo no funciona muy bien. Un saludo muy respetuoso para todas, y gracias por soportarme
NOTA PARA LA REDACCION DE SEXOSINTABUES: los 4 relatos que les he enviado, son un solo relato. Se lo he enviado en 4 partes porque no cabia. Les agradeceria lo publicasen muchas gracias y saludos.
Autor: chuchojuanito
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