Humillado por mi novia II
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por chuchojuanito.
Estaba ocurriendo todo como ella queria. Intente por todos los medios no perder mas los nervios. Por un lado tenia a Sonia, quien me estaba manejando a su antojo sin tan siquiera pronunciar una palabra, y por el otro tenia a la situacion en si, en la que mi novia ya habia comenzado a ser tambien protagonista con esa especie de regañina que me estaba echando sin importarla que estuviera delante mi secretaria, lo que queria decir que Marta ya empezaba a ver algo que era chocante pero evidente.
Me volvi de nuevo a la exponente, intentando remediar algo si es que ya podia remediarlo:
– Vee… vera-aa, la ruego que me perdone, pero por fav…
– ¡Ni perdone, ni nada! -, me interrrumpio elevandome de nuevo la voz sin dejarme terminar mis palabras. – Yo no quiero "perdones". Lo que quiero es que demuestres algo mas de educacion y que seas mas profesional al menos mientras yo te este explicando mi oferta. Lo que despues hagas, o como te comportes en otras reuniones, me trae sin cuidado. Pero cuando estes conmigo me atiendes… ¿Entendido? -, me espeto de forma mas categorica.
– Sss… siii-si, por favor, continue -, respondi sin ser capaz de decir nada mas esperando que ya, dejase de reprocharme.
Despues de todo lo sufrido, se me hacia muy extraño que durante todo este rato Sonia no pronunciase palabra ni hiciera gesto alguno sobre mi ya mancillado miembro. Solo observaba. Pero eso si, con una transparente expresion de satisfaccion en su cara.
Pero cuando parecia que iba a proseguir con su oferta, y al realizar un gesto que mas me parecio hecho a proposito que accidentalmente, se le cayo el boligrafo al suelo. ¡Oh, dios! Tal y como seguia teniendome Sonia con todo mi elemento al aire y bien vertical… ¡¡Marta podria verlo!! Aunque estaba bien claro que mi novia se habia percatado de que algo pasaba, no solo sobre la mesa, sino tambien bajo ella, y desde luego que estaba dispuesta a enterarse.
Con un – Oh… disculparme -, retiro su silla un poco hacia atras y flexiono su tronco agilmente… ¡Uff! Esta tardando mucho… me decia yo mismo. Los segundos se me hacian eternos minutos. ¡Lo esta viendo… lo esta viendo! Mi cabeza solo pensaba en eso. Cuando por fin, despues de interminables segundos se incorporo sobre su silla. Lo primero que hizo fue mirarme… con una mirada indiferente, fria… muy seria. Yo habia sentido la punzada en mis ojos por lo fijamente que me clavo los suyos, y no sabia que pensar. Lo cierto es que empeze a notar como un sudor frio recorria enteramente mi cuerpo.
Pasaron los minutos mientras ella seguia explicando su oferta. Parecia que tras, llamemosle la reprimenda y el incidente de antes,todo volvia a la normalidad de una reunion. A Marta se la volvia a ver suelta y ligera en su explicacion, centrada en la propuesta; daba la impresion de haberle restado importancia al hecho de lo que pudo ver cuando recogio su boligrafo del suelo, incluso ya empece a pensar que quiza no hubiese visto nada y que todo podia haber sido una falsa impresion mia. ¿Por que no?… ¡Claro que si!.
Mi estado de animo se me puso por las nubes, recobrando un nuevo entusiasmo. ¿¡por que no se me habria ocurrido antes!? No habria tenido que pasar por los malos momentos que habia sufrido y posiblemente todo tomaria otro color, pudiendo posteriormente hablar con mi novia a solas y darle una convincente explicacion, que me resultaria facil, de por que el anomalo comportamiento de mi secretaria, quien todavia seguia con la tortura de impedir que mi pene recuperase su normal tamaño, sin apenas haber cesado de darle tirones, lo que me estaba volviendo loco.
Cuando todo indicaba que esto llegaba a su termino, finalmente Marta nos conto la parte economica. Se trataba de un contrato de 12.000 � al año, la verdad es que rebajaba en 6.000 � la del actual proveedor y que si queria, la firmaba en ese mismo momento para empezar a trabajar con su empresa.
Tras mencionar esto ultimo, se me quedo mirando un poco expectante pero se la notaba serena y segura. Yo seguia en silencio manteniendo mi mirada baja, hacia la propuesta, como en un estado de reflexion; aunque todo era fingido puesto que no sabia que hacer. Reconociendome a mi mismo que no me habia enterado de nada y que desconocia en que consistia detalladamente su oferta, y eso me daba miedo ya que yo era el responsable.
Ya habia tomado la decision de decirla que me dejase el informe, que lo estudiaria y que en unos dias la llamaria para comunicarla mi respuesta, cuando con tono de exasperacion, me increpo mi secretaria.
– ¿Se puede saber a que estas esperando para firmar… J-u-a-n? -, el modo en que pronuncio mi nombre, casi parecia mas que se dirigiese a un niño que a mi.
– ¡Ah, ya se! -, continuo sin darme tiempo a decir nada – Tal vez sea demasiado complicado para ti, no lo has entendido y necesites que la señorita te aclare mas de un punto… ¿Es asi? -.
No me podia creer que pusiera tanta burla en sus palabras. Esto, no es que rayase ya en querer mostrar indicios de algo, sino que resultaba completamente descarado. Me estaba humillando delante de ella, pero ademas mis dudas y mi indecision estaban contribuyendo a ello. Por fin me arranque a decir algo con una actitud desafiante, de lo cual hasta yo mismo me quede sorprendido:
– Pues que sepa que lo he entendido todo perfectament… ¡Auhg!
¡¡De repente senti que algo presiono mi pene con dureza!!… ¿¡Pero que estaba pasando!? No pude evitar emitir un breve quejido. Enmudeci al instante. Mis palabras se cortaron de golpe. No podia ser otra que mi novia… ¡Me estaba pisando mi miembro con su zapato!.
¡Dios mio!¡Entonces se habia enterado de todo!… ¡Antes me lo habia visto! Instintivamente la mire, no sin cierto pudor, y pude ver como me estaba petrificando con su expresion seria, mientras con su zapato me apretaba mas firmemente. Mis pupilas se dilataron al maximo por el esfuerzo de ahogar otro quejido y por el daño que me estaba infligiendo. Todos mis poros destilaron sudor cuando ella despues aflojo su presa, pero inicio un movimiento de sube y baja a su pie, excitandomelo aun mas, al tanto que mantenia una ligera presion sobre el mismo.
¡Uf!… ¡Uf!… en silencio, sin saber que hacer, yo permanecia pasivamente a su merced. Incluso Sonia se quedo extrañada por mi reaccion, asistiendo con aire interrogante a lo que sucedia. Tranquilamente, Marta recogio el boligrafo de la mesa y que yo habia soltado por mi sorpresa, y me lo puso en la mano:
– Entonces… si lo has entendido todo… vas a firmar ¿Verdad? -, se dirigio a mi como quien lo hace con un tontito.
No podia mas. Tenia que firmar confiando en que el procedimiento de la oferta fuese el correcto para mi empresa. Me consolaba que al menos, ibamos a rebajar en 6.000 � a la actual empresa de publicidad y eso no estaba nada mal, y estaba deseando firmar y acabar con ese tormento para salir disparado, puesto que Marta seguia restregando su zapato contra mi hinchado miembro que me amenazaba con correrse si ella insistia con sus friegas. Asi que, influenciado por el efecto de las circunstancias me dispuse a firmar. Pero en el ultimo instante…
– ¡Espera! -, con voz aguda y chillona, Marta puso su mano sobre la mia y me la sujeto. – Estoy pensando que… puesto que nuestras empresas son punteras, y teniendo en cuenta que mis jefes han redactado una oferta 6.000 � por debajo de tu proveedor para conseguir trabajar con tu Compañia… pienso que no es una oferta justa para la mia, ya que somos una empresa de nivel y ofrecemos garantia -. Cogio la propuesta y la giro hacia ella. Empezo a tachar la cifra y a escribir otra en su lugar, mientras continuaba:
– Esto va a ser una especie de pre-contrato, ya me encargare de que lo corrijan, pero hasta entonces es valido a todos los efectos. He tomado la decision que esta cifra es mas acorde para todos y estoy segura que tu empresa se lo puede permitir -. Dicho esto, giro de nuevo la propuesta hacia mi al tiempo que me entregaba el boligrafo.
¿¡¡25.000 �!!? Mi sorpresa fue mayuscula, al igual que mi exclamacion. – ¡Pero yo no puedo firmar esto! -, no pude por menos que gritar. A todo esto, Sonia permanecia expectante por ver lo que estaba ocurriendo, pero observaba todo con cara sorprendida y divertida, satisfecha de ver lo que se estaba desarrollando delante de ella sin necesidad de intervenir. Se notaba que la estaba gustando lo que veia, y mas aun cuando por el gesto de mi cara deje entrever que Marta aceleraba sus movimientos de frotamiento con el pie, mientras con voz tajante me decia:
– Si, Juanito, si que lo vas a firmar, y ahora mismo. Delante de las dos.
Sonia estaba emocionada, y yo, que nunca me he considerado sumiso, coaccionado por las dos y con mi mente totalmente confundida, acerque mi mano temblorosa al contrato… y lo firme.
La cara de Marta, que hasta entonces habia permanecido seria y fria, torno a una expresion de deleite contenido al esbozar una media sonrisa llena de soberbia. Yo me senti derrumbarme en esos instantes. No sabia lo que habia hecho.
En medio del silencio de ese momento, sono una musiquita. Era el movil de Sonia, quien presta, respondio a la llamada. Yo me mantenia cabizbajo, incapaz de mantener la mirada de Marta consciente que aun asi, ella no me quitaba ojo. Estaba disfrutando de la situacion a la que me estaba llevando sin yo saberlo. Habia cesado el movimiento de su pie, pero lo mantenia apretado contra mis partes, pisandomelas. Sonia colgo, y precipitadamente miro a mi novia:
– Disculpame Marta, ha surgido un contratiempo y debo ausentarme. Sigue tu ¿Vale?. Vuelvo en un rato -.
Y salio de la sala como una exhalacion. En la habitacion reinaba ahora el silencio. Era curioso, pero tras cerrar la puerta y quedarme solo con Marta, me sentia cohibido y… si, tengo que decirlo… intimidado por su presencia. Nunca antes con ella me habia sentido asi. Se ve que esperaba a que yo hablase porque guardaba un meditado silencio. Yo tenia un nudo en la garganta, pero trague saliva y me arme de valor porque necesitaba aclararme ciertas dudas.
Autor: chuchojuanito
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