Humillamos a nuestro papá 3
Mi papá terminó siendo la putita de sus hijos machos.
Gracias a todos por los comentarios, animan a seguir escribiendo! Por favor, comenten que me gusta leer qué opinan.
Y ahora sí, continúa la historia…
Si quieren entender el relato, vean la parte 1 y 2 en mi perfil.
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Subimos a mi habitación a dejar la maleta de Borja y nos encontramos toda la ropa de mi hermano tirada por el suelo.
– Julio debe estar en la ducha. Deja ahí la maleta y sentite como en tu casa, que voy a buscar a mi padre – Le dije a Borja, señalándole la cama para que se sentase.
Mi padre no estaba en su habitación ni en la cocina, por lo que entré al baño para preguntarle a Julio si sabía dónde había ido. Al entrar lo entendí todo: Julio estaba sentado en el váter, completamente en bolas con las piernas estiradas. Entre sus piernas estaba mi padre, al que le tenía cogida la cabeza mientras le lamía el choto desde los huevos hasta la punta.
– Vamos papá, no pares puto, sólo con la lengua, lámele el pijon a tu hijo que está muy cansado – Le decía Julio, todo cachondo. Cuando me vió, sonrió y empezo a mover la cabeza de mi padre más rápido sobre su pija.
Yo entré en el baño y cerré la puerta, para que Borja no oyera nada.
– Chsssst, baja un poco el tono Julio, que ha venido el primo Borja, que parece que se queda aquí esta semana. Papá debía habérnoslo dicho. – Dije mirando a mi padre.
Él me miró, como volviendo en si, y dijo: – Es verdad, me llamó el tío Pablo el sábado para pedirme que se quedara aquí Borja. Voy a prepararle la cama en la habitación de ustedes – Dijo levantándose.
Mi hermano le empujó la cabeza hacia su verga forzándole a arrodillarse de nuevo. – Sí, sí, pero ahora no se va a acostar. Tu cómete a tus nietos y luego le preparas lo que quieras al primo. Métetela en la boca puta de mierda, dale, hasta que salga la leche – Y le metió la chota de nuevo en la boca.
Yo disimulé una sonrisa, me coloqué el choto, que se me había puesto morcillón, y salí del baño para volver a mi habitación.
– Ya termina mi hermano, que se está duchando y mi padre ha ido a comprar. ¿Echamos una play? – Le dije, tendiéndole el mando.
– Claro tío, si tienes ganas de perder… – Me dijo dándome un puñetazo amistoso en el brazo. – Déjame ponerme cómodo y empezamos – Y se quitó los pantalones y la sudadera para quedarse con la camiseta ajustada y los boxers.
A los diez minutos entró Julio con la toalla anudada a la cintura y secándose el pelo.
– Eyy Borjita!!!! Cómo vas? Ya estás viciándo con mi hermano? – Le dijo dándole un abrazo.
– Ya me ha obligado a ganarle, como siempre! – Dijo Borja, sonriendo.
En ese momento entró mi padre. – Qué tal, Borja, cómo estás? – Le dio un abrazo y un beso. – Anda, déjenme prepararle la cama a Borja que tengo que ir a comprar.
– Pero tío Ramón, no acabas de llegar de hacer la compra? – Le preguntó Borja, mirándome extrañado.
Mi padre se dio cuenta de que le había tenido que dar una excusa cuando entré al baño, por lo que reaccionó a tiempo. – Sí, pero se me han olvidado la leche y los huevos. – Dijo, mientras a Julio y a mi se nos escapaba una carcajada.
– Venga Borja, vamos a la cocina a tomar una birra mientras mi padre te prepara la cama, luego seguimos con la paliza – Y nos levantamos de la cama. Julio, mientras, ya se había puesto los pantalones y la camiseta, por lo que salieron antes de la habitación. Cuando ya se habían alejado un poco, me giré y le dije a mi padre:
– Papá, aunque esté aquí Borja, necesito que antes de acostarme me hagas una chupadita rápida, que me duelen los huevos. – Le dije, sobándome el choto.
– Ale, no digas tonterías. Los ayudo en lo que puedo, pero con gente en casa, eso lo tienes que hacer sólo. – Dijo mi padre, agachando la cabeza como cuando entraba en modo sumisión.
– Vení ya, que si te esmeras sólo son 5 minutos. No me voy a acostar sin que me la chupes, así que ya encontrarás la manera – Le dije dándole un par de toques en el hombro y saliendo de la habitación.
La tarde la pasamos entre birras, play y pidiéndole cosas a mi padre, como que preparase unas tapas, que recogiese la habitación, etc.
Borja notó algo raro, porque dijo:
– Qué servicial está el tío Ramón, le pasa algo?
– No, sólo que el otro día nos echó la bronca y ahora se siente mal. Nosotros sólo nos dejamos cuidar por nuestro viejo – Dije, chocándole la cara a mi hermano y riéndonos.
La cena transcurrió con normalidad. Mi padre y yo terminamos rápido de cenar y le hice un gesto con la cabeza, levantándome y metiéndome en su habitación.
Cuando mi padre entró, 2 minutos después, mi pija ya apuntaba al techo.
– Gracias papá, no sabes cómo te lo agradezco, que pensaba que me iba a morir de dolor. Chupa rápido que te tomas el postre y vuelvo con ellos.
Me agarré la pija y empecé a pasárselo por la lengua, cogiéndole de la barbilla. – Babea un poco la punta, dale trolo de mierda, chupa verga – Le dije medio gimiendo.
Mi padre me hizo caso, como siempre, y me llenó el capullo de babas.
– dale y, ahora, adentro, que toque la campanilla en el glande – Y le empujé la cabeza hasta dentro hasta dejarlo sin respiración . Qué gusto me daba, dios, y que hiciera lo que le pedía me ponía burrísimo.
Seguí así durante 10 minutos, pero se me hicieron cortísimos.
– Veni papá, que va la leche, saca la lengua y ponla modo cuenco, que me encanta verte con la leche en la boca – Dije mientras me empezaba a pajear.
Verlo con la boca abierta, la lengua fuera y de rodillas hizo que empezara a bufar como un toro, le apoyé el glande en la lengua y empecé a echarle leche. Estaba tan caliente que el primer trallazo le llenó parte de la cara.
Mientras me corría se abrió la puerta y entró Borja que se quedó con cara de asombro.
Yo me tapé con la almohada y mi padre se levantó corriendo tragándose mi leche, pero tenía un pegote en la cara.
– Ale, qué pasa aquí? – Dijo Borja, estaba sorprendido.
– Papá, anda a recoger la cocina, ya le explico yo a Borja – dije, señalando la puerta. Mi padre salió y yo, con calma para que me diera tiempo a pensar, me puse los pantalones limpiándome antes un poco el rabo con los dedos, que quedaba algo de leche.
– Nada Borja, que me dolía un huevo y mi padre me estaba mirando a ver de qué era. – Me inventé.
– Sí, claro, y le has llenado de leche la cara y la boca sin querer, no te jode. ¿Tú te crees que soy pelotudo? – Contestó ofendido.
– Bueno dale, si, te lo cuento, pero no puedes decirle nada a nadie. – Júramelo.
– Claro, te lo juro.
– Vamos a mi cuarto y te lo contamos Julio y yo, que ya es tarde – Le dije, acompañándole a mi cuarto.
Una vez vino mi hermano y nos metimos los tres en mi habitación a dormir, Borja empezó con las preguntas.
– Pero son una familia de putos o qué, porque no me digan que es normal – Dijo, mirándome fijamente.
– Qué vamos a ser maricas, Borja, si sabes que me gusta más unas tetas y una concha que cualquier cosa. Lo que pasa es que el otro día, con la tontería, me peleé con mi padre, tuvimos que enseñarle quién mandaba y descubrimos que tenemos a un sumiso a nuestro servicio – Le dije, mirando a Julio y riéndome.
– Y desde entonces nos hace mamadas para relajarnos, pero nada más – Completó Julio la historia.
– ¿Pero nada más? Su padre les chupa el choto hasta que se corren en su boca, se traga sus leches y ¿les parece normal? – decia, aunque supongo que con razón.
Pero de repente, empezó a reirse a carcajadas. – Pero, esto es la gloria!!!!!! Jajajajajajaaj!!!!! Así decía mi padre que su hermano era una nenaza!!!! Jajajaja!!!! – No dejaba de reírse, por lo que nosotros empezamos a reirnos también, aunque un tanto extrañados.
– Ok, he jurado no decir nada y no diré nada. ¿Nos dormimos ya? – Dijo Borja, metiéndose en su cama.
-dale gracias Borja, menos mal que podemos confiar en ti. – Dije yo, mientras mi hermano y yo hacíamos lo propio.
Apagamos la luz y, 5 minutos después pasó mi padre por la puerta, se asomó y dijo: – Borja, todo bien? Necesitas una manta o algo?
– No, gracias tío Ramón, una manta no necesito, pero si me haces una mamada delante de los primos te lo agradezco, que me agarras en mitad de un pajote – Dijo destapándose y con una sonrisa de cabrón que no podía con ella. – dale, entra y enciende la luz, que lo vean mis queridos primos.
Mi padre encendió la luz y nos miró asombrado. No me gustaba que mi primo hubiera hecho eso, porque es nuestro padre (y no teníamos pensado hacerle esto), pero nos tenía cogidos por los huevos, así que dije: – Papá, es un invitado, habrá que ser serviciales. Chúpasela con ganas.
Él agachó la cabeza y se arrodilló ante Borja, poniendo las manos atrás y tragándose el vergon de mi primo, que pegó un gran gemido.
– ufff, su padre la come como una puta, ahh siiii, aaaahhhh, qué gusto. Chupa rápido que tengo sueño, tío Ramón – Y empezó a marcar el ritmo de la mamada a gran velocidad.
– Borja, relaja un poco que vas a hacerle daño – Dijo Julio, mirando embobado pero con cara de circunstancia.
– No te preocupes Julito, que el puto de tu padre aguanta, verdad? – Dijo sacándosela de la boca. Mi padre no contestó, sólo agachó la cabeza.
– dale anda, termina rápido que tengo sueño – Le dije yo, sin dejar tampoco de mirar.
Borja volvió a la carga y empezó a cojerse la boca de mi padre. – Así, así, tío Ramón, mañana entro a clase más tarde, así que cuando te despiertes vas a lavarte muy bien el culo, porque antes de ir a clase te lo voy a romper, te voy a cojer y luego me la vas a limpiar, así que más te vale que salga limpia. Y ahora tragaaaaaaaa putooo!!!! – Y le metió la chota hasta la garganta mientras se corría.
Yo miré a mi hermano, algo preocupado, pero no dije nada. Él tampoco abrió la boca hasta que mi padre se levantó y, cuando iba a salir, Julio dijo:
– Papá, siento todo esto pero, te importa comérmela a mi también? Es que me he puesto caliente – Dijo destapándose. – Pero apaga la luz que así voy cogiendo sueño.
– Jajajaja, va a ser una semana divertida – Dijo Borja. – Venga, tío Ramón, mámasela al macho de tu hijo. Dijo mientras apagaba la luz.
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@alee1681
Esperé ansioso esta 3ra parte pero quedó muy corto, además esperaba más. Ojalá que subas pronto la 4ta parte con mas detalles.
Dale, Alejandro. Me encantó. Me gustaría ver al padre más miserable, humillado y sumiso, mientras los hijos son más malos y matones, como bullies.