Iniciando a Teo de 7 años (parte 4)
Como inicie al pequeño Teo en el mundo del sexo.
Esa noche Teo se durmió temprano y yo aproveche a terminar unos trabajos pendientes para ponerme con el sorteo y les envio a cada padre lo que debían preparar para la fiesta. Cuando llegó Sonia, ya tenía todo listo, mientras ponía unos mates le comenté como había quedado el sorteo. Al escuchar que Teo tenía que ir de bebé sonrió. Sonia. No sé a quién se le ocurrió ese disfraz, pero está buenísimo. Espero que Teo ayude. Yo. Sabes que pensé para eso. Que alguien más debería usar el mismo disfraz. Sonia. ¿Vos decis? Yo. No sé si se puede. Sobia. No, habría que tirarlo al grupo y no se si llegaríamos. Yo. Tenes razón, sería un quilombo. Sonia. Además, Mira Javi, tiene que ir de bailarín de comparsa Yo. O a Arturo, le tocó ir de linyera. Sonia. Justo a él que se queja si a la camisa le falta un botón o tiene una arruga. Yo. (Río) no me digas, va a ser muy divertido… Así seguimos por un largo rato hasta que se terminó el agua, antes de irnos a la cama la invité a fumar marihuana e ir a la pileta donde terminamos haciendo el amor bajo las luz de la luna. A la mañana siguiente le contamos a teo que disfraz tenía a usar, él comenzó a reír y dijo. Teo. Mientras que no se entusiasmen y me traigan un hermanito, todo bien. Sonia. (Ríe) No teo, eso no va a pasar. Mamá no se está preparando para rendir algunas materias y así poder crecer en el trabajo. Yo. ¿Hoy estás franco, verdad? Sonia. Si Yo. Bueno, podríamos ir de compras y de paso vemos que podemos conseguir para nuestro hermoso bebé. Teo. ¡Genial! Además me prometiste que me ibas a comprar la camiseta de Messi. Sonia. Este pibe pide más que mi jefa… Después que pasó la hora más fuerte del calor, nos dimos un baño y salimos de compras. Entramos al shopping, dejamos el auto en el estacionamiento y nos dispusimos a recorrer los locales. Sonia se compró algo de lencería y un vestido para las fiestas, le conseguimos la tan deseada camiseta a teo y yo me compre unas bermudas. Sonia también decide comprarle unas a teo porque las que tenía ya estaban bastante usadas. Ella se fue a la caja mientras yo lo espero a que se cambie. Teo. Ma, me ayudas que no puedo con el botón. Yo. Voy, mamá fue a pagar. Abro las cortinas, me agacho, le acomodo el pantalón tpara mi sorpresa no traía ropa interior. Yo. Ah viniste livianito de ropa. Él sonríe y responde moviendo sus caderas. Al verlo me tentó, lo frené y le pase la lengua. Nos miramos con una sonrisa y meto su pito en mi boca sin darnos cuenta que el cambiador de frente estaba ocupado. De la nada una nena abrió las cortinas y vio toda la secuencia, ella tomó aire por la sorpresa, teo me saca y se tapa el pito, yo me paro y me la quedo mirando, ambos estábamos nerviosos. Teo. (Se descubre el pito) hola. Yo. (Pongo a teo de costado y le prendo el pantalón) Deberías probarlo, es muy rico. Teo salió, la saludo y nos fuimos. En el camino nos cruzamos con una mujer que supongo era la mamá, por las dudas nunca mire haber si le decía algo. Por último, fuimos al local de ropa infantil, no estábamos seguros como preguntar hasta que se me ocurrió una idea. Yo. Hola ¿como va?Mira, estamos buscando pañales para él, tiene 7 años. Vendedora. Hola, te cuento, tenemos unos que vienen con abrojo doble y los comunes. Yo. Yo iría por el abrojo doble, lo que pasa es que se tiene que operar y el doctor nos pidió que los primeros días los use para evitar accidentes. Vendedora. Entiendo. Sonia me mira con una sonrisa aprobando lo que le decía. La vendedora muy amable nos trae tres modelos. Vendedora. Te dejo estos para ver los talles. Yo creo que es un 6. Yo. Vamos a cerrar Vendedora. Pasen por el baño y se los ponen. Sonia. No hay problema, teo, vení que te queremos probar una cosa. (Me mira) acompañalo vos. Yo agarro la bolsa y me voy con teo. Entramos al baño, pongo el seguro y le pido que se saque la ropa. Teo no lo dudó un segundo y en un pestañeo estaba completamente desnudo. Le expliqué que hacíamos y comencé a probarle los talles. Tantas idas y vueltas, se le pone duro el pito. Lo miro, le sonrio y me lo traigo más cerca para besarlo mientras le hago una paja. Lastima que Sonia nos cortó la inspiración cuando golpea la puerta. Yo. Ya salimos, un segundo. Antes de salir, pasamos por los baños. Él entra a uno de los individuales y me hace señas. Teo. (De la mochila saca un pañal) ¿me lo pones? Yo. ¿De donde lo sacaste? Teo. Mientras ustedes pagaban, abrí uno de los paquetes que estaban al costado y agarre uno. Yo. (Ambos reímos) Sos terrible… Bueno, a ver, sacate el pantalón así es más fácil. Después de ponerle el pañal y el pantalón, lo miro. Yo. Ni se nota. Afuera nos encontramos con Sonia y fuimos para el estacionamiento. Mientras busca las llaves del auto se da cuenta que no tiene el celular, se lo hago sonar y por suerte lo tenía la verdad de local infantil. Lo había dejado en el mostrador del local de ropa infantil. Sonia. Vayan por el auto, que voy a buscar el celular. Los espero en la saluda por el lado del cine. Entramos al ascensor, marcamos el piso y mientras bajamos, teo me mira de manera pícara y se saca el pantalón con la remera quedando solo con el pañal y las ojotas. Yo. ¿Qué haces? Teo. Tengo que practicar para la fiesta… Ambos reímos, cuando se abrió la puerta había una familia entera al frente que automáticamente miraron a teo, él me agarró de la mano y fuimos para el auto sin decir nada. Yo ya tenía la verga dura que una roca. Cuando vimos el auto, teo me suelta y empieza a correr. No podía dejar de verlo e imaginar tenerlo así todo el día para mi solo. Alguien abre el auto que está junto al nuestro, miro para atrás y me pasa una nena corriendo. Ella no se da cuenta quien soy, pero yo si, es la misma de los vestidores. Cuando estoy cerca, escucho que está hablando con teo, entonces freno y miro el celular para darle más tiempo. Nena. ¿por qué usas pañal si ya sos grande? Teo. Tengo un problema de salud y el doctor me dijo que los use cuando salimos a la calle. (Me sorprendió escucharlo, se había convertido en un hábil mentiroso) ¿Vos no usas pañales? Nena. No. Teo. A ver. (En ese momento me pasa un hombre que rondaba los 40 años, nervioso guarde el celular y segui) Sr. Hija ¿qué haces? (Ella se baja el vestido y mira al piso) Teo. Mira papá, ella no usa pañales. (No sabía qué decir). Yo. Si, es por un tiempo, nada más. Sr. ¿Puedo preguntar qué le pasa? Yo. Tiene un problema en la vejiga lo que hace que no controle la orina. Sr. (Refriega su mano en los pelos de teo) vas a estar bien chaparrito. Bueno, vamos hija que se no hace tarde. La nena me ve y me reconoce. Sin pensarlo baja sus manos y se aprieta la entrepierna. Yo. Si nena, eso. (Ella nerviosa saca su mano y se sube al auto) En el auto se me viene encima, me desprende el pantalón y me saca la verga para chuparla. Yo. ¡Acá no! Teo. Un ratito, dale… No pude negarme y lo dejé. Verlo con el pañal mientras me la chupa, me pone al palo y como ya venía bastante caliente me vine medio rápido, quedé exhausto. Antes de salir le di su ropa. Ya en casa se metió a bañar, cuando salió se apareció con el pañal. Teo. Miren cómo me queda. (Mientras movía su cintura en círculo) Sonia. Ah! Veo que alguien está ansioso con su disfraz. (Ambos reimos) Teo. ¿Me lo puedo dejar? Sonia. Pero no hijo, anda a cambiarte. Teo. Dale ma, así voy practicando. Sonia me mira. Yo. Pero si, no hay problema. Además así nos aseguramos que no tenga accidentes jajaja. Teo. Ey! Yo ya soy grande y eso no me pasa. Yo. Ya sé bola, es chiste. Después de cenar nos fuimos a acostar le digo a Sonia ee vaya a acostar mientras yo orden, más que nada porque al otro día tiene que salir más temprano de lo habitual y a teo le pido que también se acueste sin hacer ruido. Sonia. Fijaré gordo, cualquier cosa que se cambie. Yo. Tranqui, termino acá, paso y me voy con vos. Cuando termine, me fume unas pitadas de marihuana y me fui a acostar sin antes pasar por la habitación de teo. Verlo durmiendo con el pañal me puso a mil, asique tuve q pasar a descargarme en el baño. No quise hacer nada por las dudas que se levante Sonia. A la mañana siguiente, me levante y a mi lado estaba teo, Sonia ya se había ido y se ve que él se pasó en algún momento. Yo sin hacer mucho ruido me desnudo, levanto un poco la persiana, voy a orinar y me vuelvo a acostar bien pegado a mi gordo. Así estuve un largo rato hasta que me dormí. No sé cuánto tiempo paso, pero me despierto con una terrible chupada de verga de teo, él aún tenía el pañal. Verlo me calentó más, le meto la mano por un costado y como puedo se lo saco. Teo deja mi verga y va subiendo poco a poco hasta mi boca. Nos besamos por un largo rato hasta que apoya su culito en mi verga intentando meterla. Lo levanto. Yo. Para amor que antes hay que dilatar el anillo. Lo pongo boca abajo y le meto la lengua en el hoyito logrando que de refuerza de placer. Sabiendo que estamos solos, no nos preocupan los gemidos. Lo recorro desde su ano hasta la cabeza de su pito, así estuve hasta hacerlo acabar (en seco). Él quedó exhausto, pero yo aún estaba cargado. Levanto sus pies hasta mis hombros y lo empiezo a penetrar, ya no es nada difícil entrar, su cuerpo está super adaptado. Al principio mis movimientos son lentos para gozar el mayor tiempo posible. Teo. Si!! Ay que rico, seguí…. Yo. ¿Te gusta amor? Teo. Si, seguí por favor. Escucharlo me pone cada vez más loco y aumento la velocidad. Teo. Aaahhh siiiii aaaahhhh. Mis huevos aplauden contra sus nalgas que por el sudor de ambos el ruido se transforma en aplausos. Sigo aumentando hasta que entró de golpe haciendo mucha fuerza y largo varios chorros de semen en su interior. Para bajar la intensidad después de descargar seguí bombeando hasta que mi verga volviera a su estado natural. Así como estábamos, lo alzo upa y me lo llevo hasta el patio. Teo. ¿Dónde vamos? No le contesto, despacio bajo las escaleras de la pileta hasta sumergirnos. Estuvimos un buen rato flotando sin decir nada. Estábamos en un transe. Teo. ¿Me haces un té?
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