INTERCAMBIO CON NUESTROS VECINOS
Se volvieron frecuentes las visitas en los fines de semana unas veces ellos en nuestro departamento y otras veces donde ellos. Como nuestros hijos ya son mayorcitos salen con sus amigos a fiestas o a paseos de manera que los programas siempre los hac.
Recientemente cambiamos de vivienda y en el nuevo edificio vive un matrimonio joven de aproximadamente unos 35 a 38 años, nosotros somos un matrimonio mayor de 46 y 49 años, mi esposa es la menor, ella se conserva muy bien gracias a su constante asistencia al gimnasio.
Pero vayamos directo a la historia, debo aclarar que desde que nos conocimos observe que a mi esposa le había encantado el vecino y para él, ella no paso desapercibida, ya que Margarita mi esposa aun se conserva muy atractiva.
Se volvieron frecuentes las visitas en los fines de semana unas veces ellos en nuestro departamento y otras veces donde ellos. Como nuestros hijos ya son mayorcitos salen con sus amigos a fiestas o a paseos de manera que los programas siempre los hacemos Margarita y yo con alguna pareja amiga.
Hace un mes, el viernes acordamos con nuestros vecinos ir a una discoteca y nuestras esposas se arreglaron de la mejor manera, no sabría decir cuál de las dos estaba mejor. Ellas parecían estar compitiendo, en cuanto tacones altos y faldas cortas, las dos se veían muy sensuales, era como si se hubieran puesto de acuerdo.
Esa noche como no llevamos el auto, pudimos tomar más de la cuenta y a media noche los cuatro estábamos muy eufóricos, desinhibidos y la confianza entre todos yo diría que era extrema, comentarios subidos de tono, chistes picantes y roces con la pareja contraria cuando salíamos a bailar.
En la madrugada, con Rafael el esposo de nuestra vecina ya existía bastante camaradería, habíamos comentado temas muy íntimos de la relación con nuestras parejas y se me ocurrió preguntarle… ¿te gusta mi esposa? Con toda confianza dime la verdad, he notado que tu a ella le gustas mucho, y desde hace un tiempo he tenido la fantasía de verla coger con otro hombre y tú me pareces la persona indicada. Rafael acepto que si le gustaría coger con Margarita, pero como haríamos? fue su pregunta. Le dije déjame hablar con mi esposa y hablamos más tarde.
Salí a bailar con Margarita y le dije… se que te gusta Rafael y como habíamos hablamos alguna vez de hacer un intercambio indague con Rafael y me confesó que tu le gustas mucho y le agradaría estar contigo, ella mostró su alegría y me pregunto… ¿Y que de la esposa de Rafael?. Le dije… déjame ver que logro con ella, Rafael mencionó que ella es bastante caliente y sería posible que accediera al intercambio.
Y sin más, cada uno comenzó a motivar a través del baile a la esposa contraria, Rafael con Margarita y yo con Claudia. El baile fue un medio a través del cual el roce constante termina abriendo puertas a las caricias y así fue que confirme que yo no le resultaba indiferente a Claudia y que aceptaba mis caricias y escuchaba su respiración agitada, no por el baile porque este era muy lento, sino por todas las caricias posibles gracias a la baja intensidad de las luces en la pista de baile y la cercanía de las parejas, estando cada cual en lo suyo. Con Rafael convinimos distanciarnos en la pista de baile, para evitar la intimidación, en especial con Claudia.
El nexo con Claudia se dio más rápido de lo que yo pensé y pronto acepto el primer beso en la boca que ella me correspondió. Con esto las caricias a sus caderas, a sus nalgas y finalmente a sus senos no se hicieron esperar. Termine confesándole que ella me gustaba muchísimo y me gustaría que estuviéramos juntos, ella sonrió y solo me pregunto… ¿Y tú esposa qué?
Le respondí… Tenemos un matrimonio abierto y a ella no le molestara que yo coja contigo. ¿Y que dirá tu esposo Rafael? Le pregunte. No creo que se oponga porque hace tiempo me ha propuesto un intercambio pero nunca se ha concretado.
Regresamos a la mesa y tomamos un trago largo para calmar la sed y los deseos, Claudia le hablo al oído a Rafael y él le indico con movimiento de cabeza afirmativamente. De allí en adelante prácticamente hubo un intercambio de esposas y la relación fue muy intensa, de besos, movernos tomados de la mano, caricias por todas partes, incluso estando sentados en la mesa y aprovechando la poca iluminación las caricias en las piernas deslizando la mano bajo las faldas y algo más.
En una de esas coincidencias en la mesa, Rafael besa a mi esposa y le acaricia las piernas abiertamente, y la esposa de el lo acepta y me acaricia la verga mientras masajea las tetas de Margarita y por más que me quería concentrar en Claudia, ni ella ni yo podíamos dejar de mirar lo apasionados que estaban nuestras parejas, por eso convinimos regresar a casa y Rafael propuso que siguiéramos la fiesta en su departamento, a fin de cuentas ellos no tenían hijos que pudieran llegar en un momento inoportuno.
De regreso tomamos una Van y nos sentamos en parejas, pero cambiadas. Rafael no paro de besarse con Margarita y de recorrer con las manos todo su cuerpo, por nuestra parte con Claudia tampoco estábamos muy moderados en las caricias, ella saco mi miembro del pantalón y se agacho a mamarme la verga, teniendo que detenerla para no explotar allí mismo.
Finalmente, llegamos al departamento de nuestros vecinos, Rafael puso música suave e iluminación muy tenue, sirvió copas para todos y continuamos igual, primero supuestamente bailando, pero era un baile muy erótico, ya no había inhibiciones entre los cuatro por eso empezaron a desaparecer las prendas de nuestros cuerpos y pronto las mujeres estaban solo en ropa interior y tacones altos. Se veían adorablemente sensuales y nosotros con Rafael solo nos asistían los bóxers.
El hielo termino de romperse cuando Rafael dejo a Margarita solo con sus tacones altos y las medias de liguero. Las caricias en su vagina, los besos en los senos no paraban y la respiración de mi esposa se agito fuertemente empezando a dejar escapar leves quejidos, nosotros nos animamos e hicimos otro tanto.
Yo moría por ver la primera vez que una verga distinta a la mía penetrara el coño de Margarita y sin descuidar a Claudia no perdí en ningún instante la atención para disfrutar ese instante. Después de muchas caricias Rafael acomodo a mi esposa, la pone de perrito y se la comienza a meter, la jala del pelo y me dice… mira como le entra y la besa mientras le clava su verga a mi esposa, ella se queda quieta hasta que la verga de Rafael que es de mayor tamaño al mio toca fondo y allí ella suelta un ayyy. Se quedan inmóviles y un minuto después Rafael tomando a Margarita por las caderas empieza un mete y saca desenfrenado mientras ella no para de gemir.
Claudia y yo hemos parado acciones por estar observando a Rafael y a mi esposa en ese choque cuerpo a cuerpo y en medio de gemidos y quejidos y estando al borde del orgasmo, ellos se han olvidado de todo y Margarita se suelta a decirle, rico Rafa, dame mas, mas, más duro, así, así, hummm que rico, eso, eso, métemela hasta el fondo, sigue, sigue, ahhhhi, ahhhhi, mas, mas, ya voy a llegar y viendo este espectáculo mi verga se puso muy dura y arranque a meterla y sacarla del coño de Claudia y ella empieza a soltar leves gemidos que se incrementan cuando comencé a frotarle con la yemas de mis dedos su clítoris, alcanzo también un orgasmo más controlado que el de Margarita, pero lo suficiente como para estimularme a explotar dentro de ella y dejarle toda mi carga.
Al terminar nos preguntaron que nos había parecido la experiencia y nosotros contestamos que había sido maravillosa y que no descartábamos volver a repetirla en alguna ocasión. Entonces nos dijeron que para ellos también había sido una experiencia que desde tiempo atrás habían deseado hacer realidad, y ya que a todos nos había gustado buscaríamos una nueva ocasión. Creí que la siguiente ocasión seria pasados muchos días pero al viernes siguiente Rafael me estaba llamando para que nos reuniéramos en la noche. Hable con mi esposa y ella acepto y como no teníamos que salir a la calle, Margarita se vistió súper sensual y yo le envié un mensaje a Rafael con una foto de ella, lo cual sirvió para que Claudia también se motivara y al entrar a su departamento me encontrara una grata sorpresa.
Sin mucho preámbulo empezamos a disfrutar del licor y el cambio de parejas se hizo de inmediato, Margarita sentada junto a Rafael, besándose y acariciándose como si fueran pareja oficial y lo propio yo hacía con Claudia.
Después de una hora de reunión y habiéndose roto todos los hielos Rafael puso un video de adultos que correspondía a dos parejas haciendo un intercambio, las parejas eran más o menos coincidentes con nuestra edades y en el desarrollo del video se nota que una de las mujeres es aún muy tímida pero con el licor y la motivación del esposo terminan cogiendo en intercambio de parejas, además una de la mujeres de la película la mas experimentada manifiesta su deseo de hacer realidad una fantasía que tiene y es de estar con dos hombres al mismo tiempo.
Terminada la película nos dimos a la tarea de disfrutar abiertamente del sexo, incluso Rafael propuso pasáramos a las habitaciones donde podíamos estar mas cómodos y el se fue a la habitación de huéspedes y yo con Claudia a la alcoba principal. Después de los preliminares, besos, caricias y quedar totalmente desnudos, vino una sesión de sexo oral donde cada uno dio lo mejor y en medio del placer escuchaba los gemidos de mi esposa en la habitación contigua. Una vez que Claudia estaba lo suficientemente excitada disfrutamos el sexo en distintas posiciones hasta culminar en la posición de perrito donde tomándola por las caderas ella disfruto un orgasmo maravilloso y yo de una corrida espectacular.
Nos quedamos recuperando energías, pero pasados unos minutos volvimos a la sala totalmente desnudos y allí nos encontramos a Rafael y Margarita en igualdad de condiciones.
Continuamos la fiesta, compartiendo copas y temas muy íntimos, ya no teníamos secretos con nuestros vecinos y en medio de la conversación se hizo mención de lo acontecido en la película donde dos hombres se cogieron al tiempo a una de las protagonistas y Claudia dijo… Esa es una de las fantasías que alguna desearía realizar. Cuando escuche estas palabras mire a Rafael y le dije… Estas dispuesto a que satisfagamos esa fantasía. Y él respondió… por mí no hay ningún problema, déjame tomar esta copa y le damos gusto a mi esposa. Después de esto, termino la fiesta y regresamos a casa dejando dos mujeres inmensamente satisfechas.
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