Iris, una niña muy promiscua (Pequeño Preludio)

Pequeño relato extra de mi deliciosa historia con Iris Enid, una de mis putitas, ups, Sobrinas* favoritas..
Menuda niña, tan pequeñita y tan hambrienta de verga la muy putilla.

Pequeño relato antes de la parte II.

Debo resaltar que después de aquella ocasión, en la que la pequeña Iris me exprimió la verga y se tragó dos veces mi leche, no volvimos a tener una relación normal en absoluto, siempre buscaba el mínimo momento de privacidad para besarla con lengua, manosearle el culito, las tetas, las piernas y su conchita, inclusive cuando nos encontrábamos en reuniones familiares en las que compartíamos el mismo espacio, la excusa era ir al baño, o a la cocina por un vaso de agua, alegando que Enid no alcanzaba el garrafón y necesitaba la asistencia de su macho, pues bien, esos eran momentos en los que aprovechábamos para comernos como meros animales cachondos, haciendo sonidos lascivos y soltando gemidos a diestra y siniestra, claramente hubo momentos de riesgo, como a continuación cuando una tía borracha irrumpió estrepitosamente en la cocina sin previo aviso, bendito sea Cristo pues la luz se encontraba apagada, alcancé a dar media vuelta y fingir que estaba llenando un vaso con agua, curiosamente la tía alcanzó a vernos luego de unos segundos de canalizar toda la atención de su media neurona restante a través de sus ojos, preguntando con signos evidentes de embriaguez: «que haces papi?», a lo que rápidamente respondí: «solo le sirvo un vaso de agua a Iris, tía, ¿necesita algo?», no voy mentirles, apenas alcanzaba a ver la torpe silueta de mi tía y noté su cómico tambaleo y su titánico esfuerzo por mantenerse de pie agarrándose de la barra de la cocina.

«Ah, entonces la chiquilla está contigo?» preguntó, «por supuesto tía, aquí al lado mío» repliqué, «cuidadito sobrino, que así empiezan los romances prohibidos entre familias» dijo, soltando una carcajada súbita que me estremeció de la sorpresa, ella, al parecer, pensaba que había soltado el chiste del siglo, acto seguido dió una media vuelta, misma que casi consigue hacer mierda su tobillo, y desapareció atravesando la puerta, yéndose tan rápido como había llegado, no podía importarme menos, yo solo sentía como mi polla se endurecía al pensar en que quería follarle la garganta a mi sobrina, misma que se encontraba al lado mío, aún mejor, a la altura de mi verga, ella aún se encontraba pasmada por la impresión de tan extraño incidente, le comuniqué mis deseos colocando una de mis manos sobre su cabeza, mientras al tiempo, con la otra, me bajaba los pants con todo y bóxer, dejando mi ya dura verga expuesta a la intemperie, inmediatamente dirigí la boca abierta de mi negra Iris de 9 años directamente a mi polla, Enid captó al segundo, envolviendo la cabeza de mi pene con su pequeña y húmeda lengua, comenzando a mover su cabecita de atrás hacia adelante, adicionalmente masturbando el resto de mi polla rápidamente con sus dos pequeñas manos, yo estaba en mi quinto cielo, sintiendo la cálida boca de mi sobrinita tragándose poco más de la mitad de mi polla con una habilidad excelente, casi se me cae la baba de lo extasiado que me sentía, yo sabía que tenía al menos 3 minutos de margen antes de que a algún integrante idiota de la reunión familiar se le ocurriera la maravillosa idea de pasearse por los pasillos de la casa, reduje mi resistencia sexual casi a cero, deseando venirme en tan rica boquita de niña en cualquier segundo, pasó alrededor de un minuto para cuando comencé a sentir cómo lentamente una descarga eléctrica recorría de mi cuello a mis testículos, comencé a acelerar mi ritmo, tomé con mis dos manos la cabeza de mi sobrina, quien no protestó, y comencé a profundizar más en su garganta, y cabeza al cielo con los ojos cerrados tiré toda mi carga dentro de la boca de Iris, disfruté de mi orgasmo por unos segundos más, sintiendo como la pequeña Enid luchaba por tragárselo todo, succionando y limpiando  mi verga en el proceso, esperé a que terminara de tomarse toda mi lechita y rápidamente le planté un extenso beso, nunca le he tenido asco a probar pequeñas cantidades de mi semen, pues no es desagradable y es ligeramente dulce (por lo que comenté en mi anterior relato) además de que un buen chef siempre prueba su salsa, pues bien, agarrando a la nena del culo comencé a violar su boca con mi lengua, hasta que sentí que fué suficiente.

«Ay tío, ahora sí me diste mucha lechita» susurró, «claro que sí, mi amor, siempre tengo mucha lechita para tí» repliqué, «pero hay que apurarnos porque alguien puede venir y no sería lindo que nos vieran así» continué.

«Si tío, pero bueno, me gustó mucho la leche que me diste, ya quiero más» me dijo tiernamente, no puedo negar que sentí mi verga endurecerse de nuevo, «si mi amor, pero hay que esperar a otro momento, porque ya nos están buscando» «bueno tío, pero tienes que darme más lechita mañana jaja» me declaró, «si linda, yo te doy lechita mañana, pero ahorita lávate las manos y toma tu agüita» le contesté, y bueno, yo sabía que mi tiempo se había agotado cuando escuché que preguntaban por nosotros, rápidamente me coloqué frente a Iris, le ordené que me besara y lamiera la verga de nuevo por última vez y justo después de que terminara de limpiarme el pene, tomé mis pants y los regresé a su lugar, limpié los restos de semen que le habían quedado a Iris en las comisuras de la boca con una servilleta, le dí otro beso, una nalgada, un apretón de culo y la llevé de vuelta a la reunión, saludando a los recién llegados de la mano con Enid, fingiendo normalidad frente a toda la familia, como si no hubiese abusado y violado la garganta de mi morena sobrinita de 9 años  y descargado todo mi semen en su boca a escasos metros de todos los familiares y amigos presentes.