Isla Pagana (2/3)
El profesor cansado del trato y las ausencias de sus amantes planea algo para descubrir la verdad….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
II
Una buena noche de faena sexual tendría Erick, la pasaría cogiéndose a Blondie en una especie de desquite sexual por los malos ratos que había estado pasando pero no le importaba mucho, pues ese joven cuerpo se entregaba igual de ardoroso que el de su compañera, Molly, dejando que por esa noche sus formas se fundieran consigo en el encuentro carnal necesitado, pues disfruto tanto como quiso de la pequeña rubia, metiéndole su verga hasta el fondo, sacándole fuertes gemidos de pasión, hasta tener potentes orgasmos que hicieron que la chica temblara de la emoción. Pero en la mañana, aun ansioso por aquel deseo sexual, se repitiera la historia anterior, amaneciera con su alumna rendida, aferrada a su cuerpo como una dulce mujer al lado de su hombre, lo que le levantaría el ánimo para irla despertando con una nueva penetración, caricias sensuales en su vulva, antes de volver a irrumpir en su interior, disfrutando de ese cuerpo tan deseable, que prometía una entrega total, pues entre gemidos livianos sus piernas se fueron aferrando al joven por reflejo, ya que esa pequeña alumna se encontraba atrapada en su juego de pasión, entre gemidos ligeros iba dejando en claro cuánto le gustaba esas atenciones, así mientras la luz iba acabando con las sombras nocturnas, se revelaba a los amantes en plena faena sexual, aunque apenas este lograría correrse, cuando ella notó la hora, cuando recibiría una gran carga de semen como si fuera un trofeo, pero se iría prometiendo que después se verían.
Sería una larga mañana, se sentía algo inquieto, lo notaron los niños, poco le importó, pero llegada la hora de la clase con las alumnas, notaria con horror que no estaba Blondie, lo cual le volvió a inquietar, así pues preguntaría por ella, pero no habría respuesta, nadie la había visto en toda la mañana, fastidiándole bastante, ¿Qué había pasado? Se preguntó el profe, pero pensó que podría haber algún problema porque la había desvirgado, o lo que fuera, maldición. Superando cualquier temor, se decidió ir a su casa después de clase, esperando hallarla, todo eso ya no le gustaba nada, algo estaba ocurriendo, las miradas de las ancianas seguían molestándole, por eso perdía tan fácil la calma, fue un camino muy duro, vivía en el otro borde del pueblo, sólo quería verla, cerciorarse que todo se hallaba bien, pero se llevó una gran desilusión. Tal como lo ideo al acudir a las casa de Blondie, la madre lo recibiría con gusto, aunque también acudiría a casa de Molly, donde seguía ausente, igual pasaba con la rubia, había salido a un encargo, eso realmente le inquieto ¿Qué pasaba en esa maldita Isla? Se preguntó, pero las viejas amargosas no parecían querer contarle nada, pues eran quienes parecían tener respuestas, mientras que las jovencitas, no se les veía muy enteradas o incluso se veían con miedo, así que pensó en algún plan para enterarse de todo.
Bien le habían advertido que ese lugar era extraño, que guardaba alguna clase de secreto peligroso, pero él no hizo caso, necesitaba el trabajo con urgencia, y por ello acudió sin importarle nada, recordaba algunas de las cosas que le dijeron antes: todos están locos ahí, no te metas donde no te llamen, no cedas a la tentación, cosas parecidas…
Mira que el lugar no es lo que parece, un pueblito pesquero a mitad de una isla, bonito lugar, pero la gente es problemática, pero si estas necio a ir, sólo mantén la calma y repórtanos tus progresos, de todas maneras los directivos no esperan nada de ahí, aunque si descubres que es lo que ocurre, te daremos un bono, sin embargo no te confíes, la verdad es que han pasado cosas, y estamos a punto de reportar el lugar como algo peligroso, así que tómalo en cuenta – fueron las palabras que recibió de cierta secretaria que le asigno el lugar, una “amiga” cercana.
Al principio tomó todo eso como cuentos de viejas chismosas, pero ahora debía admitir que no era tan descabellado todo lo que dijeron, quizás exagerado, aunque debía enterarse de lo que pasaba, porque su paz interna no le dejaría seguir adelante con algo así.
Profe ¿todo bien? – preguntaba Saaya, al maestro, una de las pocas chicas de rasgos orientales, algo bajita, muy bonita y desarrollada, dejando ver unos pechos de aspecto delicioso.
No realmente, tengo un problema – dijo con fastidio el profesor mostrando su mal humor, mientras caminaba por el pueblo rumbo a su cabaña.
¿Qué paso? Profe ¿Qué le tiene tan molesto? Es por lo de la prueba, le prometo que haremos un esfuerzo – dijo preocupada la chica siguiéndole con cierto temor, haciendo algunas poses con las cuales parecía querer seducirlo con sus preciosas tetas.
Na, si como no, hasta veo que faltan sin avisar, lo digo por Molly y Blondie, bien me lo advirtieron de la isla, lo mejor es que me largue y les diga que no pierdan su tiempo aquí – dijo con fastidio Erick avanzando con prisa.
Oiga profe, eso quiere decir que no vendrá nadie si usted se va – dijo la chica con un tono de voz fuerte, llamando la atención de las viejas amargosas que seguían viéndole mal desde la distancia.
Si, nadie quiere venir aquí, no los culpo, por idiota yo llegué, pero también me pienso marchar, ah y me llevo las arboles, no voy a premiar a la gente holgazana por nada – dijo con fastidio Erick, quien llegaba a su cabaña para meterse de malas.
La verdad ya estaba cansado de la mala actitud de las viejas ahí, todo el rato lo vieron con desdén, de hecho no había día que no le vieran con malos ojos o que hablaran a sus espaldas, podía escuchar esos rumores con desespero, lo peor es que esos secretos se quedarían como tal, dejándole la intriga, pues ni le dirigían en veces la palabra, aguantaba por sus alumnos, pero las señoras tampoco eran tan agradables, las únicas excepciones fueron las madres de Blondie y Molly, y eso fue después de habérselas cogido, detalle que le estaba dando una idea molesta, pero no se podía hacer nada, a menos que se la jugara con su última actuación, por lo que esperó un poco, siendo tal como lo imaginó. Antes de que anocheciera llegó alguien, esperaba que fuera la jefa de la aldea, la vieja matriarca para explicar todo, esperaba poder hablar con ella, porque las bizarras tradiciones de esa comunidad ya le tenían arto, demasiado enojado, aunque para su desgracia sería nuevamente Saaya, cuestión que le fastidio, aunque le daba otra idea, llegaba con una actitud algo sumisa, vistiendo un fino vestido blanco pegado a su cuerpo.
Oiga profe, en serio si usted se va no vendrá nadie – dijo la bonita chica de pelo negro, poniendo las manos en la espalda, para dejar ver más sus enormes pechos.
Si, ni quien quiera venir a donde lo tratan mal, todos dijeron que los alumnos aquí no sirven, trataron de persuadirme, en verdad les estoy haciendo un favor y me insultan con sus malas caras y demás, si hasta tu madre se portó muy fea la otra vez cuando le pedí una naranja porque tenía hambre – decía Erick cuando fue interrumpido.
Lo siento profe, mi mamá y muchas mujeres son de modos muy feos, pero no son mala gente, por favor no se vaya – decía la chica apenada acercándose al hombre.
Y ¿Cómo pretendes convencerme? Porque es un hecho que no aprenderán nada, eso me quedó claro con la prueba, no quiero seguir perdiendo mi tiempo como un imbécil, en serio – dijo Erick sabiendo lo que iría a pasar.
La chica no sabía que responder, y en ese momento Erick se daba cuenta que todas las muchachas eran bastante inocente, no tenían idea de lo que era el sexo, pudo haber usado alguna jugada sexual, sin embargo era demasiado ingenua, así que tomó ventaja de eso, vio a su alumna, una muchachita no muy alta, quizás poco mas de 1.5m con un cuerpo curvilíneo donde resaltaban mucho las tetas que hacían una curva sugestiva, y en ese momento apenas el corto de la falda dejaba a la vista su calzón, y la parte superior de la prenda era un poco más holgada dejando ver los pechos, parecía que había venido para coger, pero la verdad es que seguramente alguien la mando así, pues llegaba a notar que le habían puesto algo de labial en los labios, así que sabiendo que era una trampa decidió seguir adelante:
Sin que la chica pudiera preverlo, su maestro la tomó llevándola dentro, a su lugar dentro, donde dormía, para comenzar a besarla apasionadamente, sobando sus muslos desesperadamente mientras la chica se alarmaba por ese contacto, pero en ningún momento se resistió, solo se dejaba hacer perdida en aquel contacto, se dejaba tocar de manera dócil, permitía que la lengua entrara a su boca saboreando cada centímetro en una serie de movimientos llenos de lujuria, y por instantes sintió la necesidad de entrar en el juego, su instinto de mujer despertaba, tratando de moverse para satisfacer a su hombre, empezando a acariciarlo de manera suave, cosa que gusto al maestro, viendo que algo si aprendería, así que comenzaría a sobar aquella sensual figura delicadamente, aunque iba en un ritmo en aumento por un desespero carnal que lo hacía ser más intenso al momento de sobar esas carnes tan sensuales, reconociendo cada parte de esa bonita figura, desde los pechos, hasta los muslos, tratando de hacerla disfrutar un poco más, lo cual se evidenciaba por los suspiros que daba, pues tenía un plan. Con toda la pasión que podía fue excitando a la chica, entre caricias, fue sacándole la ropa dejando ver un domino sobre ella, logrando que la jovencita se rindiera ante sus caricias, ruborizándola hasta que ella se tapaba su carita por la pena de sentirse expuesta ante el hombre frente a ella, aunque no tenía idea de lo que ocurría, esperaba poder hacer algo para mantener al maestro ahí, en realidad le gustaba, una parte de ella soñaba con una vida a su lado, un sueño inocente que tenía posibilidades, sin embargo, frente a Erick, Saaya era demasiado ingenua para comprender lo que fuera, por ello cuando la ultima prenda, su calzón cayó, este no perdió el tiempo entre caricias llenas de apetito sexual, se sacó la ropa en solo un instante, listo para hacerla suya, apuntando con ímpetu antes de penetrar su vulva, notando con gusto que era el primer hombre en su vida, pues luego vería que había dejado una ligera mancha de sangre en las sabanas. Se dejó manejar la alumna con toda libertad, deseosa de seguir con ese gusto, siendo tomada en la cama, donde el placer aumentaba tanto, quedando completamente expuesta, si sentía como el aire rosaba sus partes más intimas, causándole un placer vergonzoso, uno que causaba un hervor en su sangre, deseando continuar con aquella faena, pero Erick estaba saboreándose para poder disfrutar de las delicias del sexo ahora con esta chiquilla se entregaba sin condiciones, así que iba gozando de ver ese cuerpo, mientras lo depositaba en la cama, siendo un poco mas gentil, pues ella estaba demasiado nerviosa, le gustaba ese gesto, así que empezaría con su juego, le mamaba y chupaba los pechos como si volviera a su tierna infancia, sacándole algunos gemidos que se intensificaron cuando unos dedos se introdujeron en su culo, pues no dejaba de embestirla, estaba perdido, aunque se calmaba de momento, para que su alumna se acostumbrara a su verga.
Profe, en serio ¿Qué hace? Mm, esto se siente tan raro – decía casi lamentándose la pobre muchacha viendo con ojos tiernos a su maestro.
Este no le dijo nada, ese gesto le hacía perder la cabeza, solo la vio con cierta molestia, ya sabía ese juego, aunque no lo era realmente, la pobre chica estaba siendo manejada con un gusto que era difícil de resistir, con duras embestidas que revolvían su interior entre movimientos rítmicos que desataban una oleada interna de placer sin límites, así todo su cuerpo era testigo de sensaciones nuevas, mismas que habían permanecido dormidas hasta ahora, pero despertaban en medio de un huracán de pasiones que enloquecían cada centímetro de sus ser, dándole una satisfacción inesperada, ahogándola en esa perfidia embriagadora, tanto así que empezó a quejarse mientras enterraba sus dedos en la espalda del profesor, pero con todo ello iba dando ruiditos en una mezcla de alaridos con gemidos, pues era tanta su confusión para poder reaccionar bien, se entregaba a ese toque tan sensual que apenas se dio cuenta cuando un ardor repentino le hizo reacciona de otra forma.
Profe eso duele un poco – dijo Saaya asustada mientras sus piernas abrazaban al hombre por un instinto que ella misma desconocía, pero que despertaba al ser tomada en ese momento.
Siempre duele la primera vez, pero después se goza como una puta, tómalo como regalo de despedida – dijo Erick comenzando a aumentar el ritmo de sus embestidas, al tiempo que la estaba sujetando para poder hacerlo mejor.
La pobre chica entendió esas palabras, quedando algo descorazonada, pero su mente se nublaría casi de inmediato, mientras era embestida por aquel miembro viril, llegando a una profundidad mayor, pues de una buena estocada entraba hasta el fondo de su ser en un ritmo constante que se abría paso entre los pliegues de su cuerpo, los cuales recibían con gusto aquella intrusión en medio de un mar de sensaciones abrumadoras, sangraba un poco más, sacando los restos del himen roto, mientras Saaya se perdía en ese delicioso encuentro sexual que acababa por nublar su conciencia para ser presa del instinto natural que le hacía entregarse a al hombre que la tomaba como suya, pues con cada movimiento de cadera era como si una corriente eléctrica golpeara cada célula de su interior, haciéndole sentir un deleite hasta ahora desconocido, le encantaba esa sensación, pero no podía hacer nada, estaba paralizada por la lujuria, recibiendo cada intrusión como lo mejor del mundo, como si hubiera nacido para ese momento, sintiendo miedo de que el hombre se detuviera y le dejara, pero no podía resistirse, por el contrario su cuerpo deseaba más, se daba cuenta que no podría seguir viviendo sin ese placer, lejos del hombre que la marcaba como su propiedad, si sus tetas grandes se ponían en punta por cada caricia dentro de las manos calidad, su piel se erizaba por el uso recibido que recibía su cuerpo, mientras que el hombre furiosos como un animal se movía cubriendo su cuerpo en medio de un vaivén que la sometía de forma viciosa, se restregaba tratando de sentir cada parte de esas formas deliciosas, que se llenaban de un sudor mezclado con el suyo, y el dolor se desvanecía dejando solo un placer que la hacía gemir como una puta de alguna película, estaba vencida ante toda esa marejada de pasión que recorría dentro de ella misma, dejando escapar un hormigueó casi eléctrico que alteraba de manera intensa su mente, viendo eso Erick dijo:
Ahora si pequeña puta, ahí viene lo bueno – dijo y aceleró su ritmo para comenzar a correrse en su interior, llenándole la conchita de su leche de hombre.
Profe, me marcó – dijo la chica algo asustada, aferrándose al hombre desesperada, mientras su vulva parecía estar llena.
Pero el profe continuaría, se notaba cargado de un deseo implacable, pues recordaba todas las veces que llegó a ver de manera coqueta a su alumna, enseñando más de la cuenta con su escote, o agachándose para dejar ver sus prendas intimas, incitándole a penetrarla desde atrás, para tratarla como una golfa, mientras la hacía gemir ahogada en tanto placer, aunque estuviera en clase, una tortura que quedaba atrás, lejos de las fantasías que pudo soñar antes. Pero justo en ese momento usaría esa linda concha para mantener su erección luego de la corrida, tallándola con esas partes intimas, que despedían un olor tan sensual debido a sus mieles del sexo, además que el calor sentido era demasiado adictivo, quería continuar con ese placer, uno que había resistido por meses, pero que ahora se liberaba mientras reclamaba aquella colegiala para su disfrute, por suerte el cuerpo de su alumna era de los mas eróticos, parecía hecho para coger, el placer sexual, así que pocos problemas tendría para hacerlo, seguiría cogiéndola por más tiempo, alargando su faena sexual entre caricias cuidadosas, metiendo su verga hasta cuanto pudiera, al menos le llenaría la concha un par de veces más de su semilla, y al final le sacaría la verga llena de sangre, pues estaba en sus días, pero lo había conseguido, la pobre chica estaba en la cama perdida en aquel gusto erótico, inconsciente a cualquier cosa, contacto, incluso el roce del viento le haría gemir un poco, se hallaba rendida a ese placer, dispuesta a aceptar cualquier cosa que le dijera el profe, para seguir siendo de él.
El tiempo seguiría su curso, la noche avanzaría, cuando ella despertó un tanto de madrugada, vería con terror que no había nadie a su alrededor, el hombre que la había tomado se marchó sin decir palabra alguna, así que saldría a toda velocidad para buscar al maestro, desconsolada por la situación, pues ni sus cosas estaban en la cabaña, eso la asustó más, y debido a lo oscuro no halló nada, por ello llegó con su madre para contarle todo, y esta le escucharía con sumo cuidado, pero Erick no se había marchado, por el contrario se quedó cerca vigilándola sin que fuera visto por nadie, acercándose podría escuchar:
¿Qué? maldita sea, entonces se hartó de la isla como todos los demás, valiente idiota, y lo peor es que te hizo eso, mira ve con la vieja de la montaña, yo iré con la jefa, seguro el maestro se dio cuenta que los vagos al otro lado de la isla pueden tener barcos para marcharse al instante, espero que aún tengamos tiempo, no podemos perderlo…
Después de eso vería a su alumna salir apresurada junto a su madre, juntas se dirigían a una cabaña fuera de la aldea, justo al pie de la colina, pese a la incómoda hora las recibieron a ambas, siendo la vieja jefa de la aldea misma quien las recibiría mientras encendía una lámpara de aceite, aunque se notaba que no estaba contenta por la hora, bostezó un par de veces, tenía dificultades para ver, pues aun estaba oscuro, apenas la luna permitía distinguir un poco alrededor, así el profesor no tuvo problemas para espiarles sin ser visto, llegando detrás de ellas, cubriéndose usando la casona de la matriarca, desde su lugar pudo escucharlo todo sin problemas, volviendo a oír como Saaya aseguró que fue marcada, y la jefa estaría contenta, diría algunas estupideces de un culto, reglas ancestrales que le parecían ridículas, una serie de credos, oraciones en una lengua extraña, sin embargo le sonaban de algo, cosas que le llamaron la atención, tomándose unos minutos en aquellos actos ceremoniales que poco le importaban a Erick, pues quería entender que pasaba, tenía la certeza que le harían lo mismo que a Molly y Blondie, pero al terminar todo eso, Saaya mencionaría que el maestro se fue y que podría no volver a venir un tutor de nuevo, por la falta de lo que fuera:
El profe Erick se enojó, como todas lo odian sin razón, y no le contamos nada, decidió irse, traté de convencerlo, pero no funcionó – sollozó triste Saaya bajando la cabeza, y al verla por momentos su maestro quiso ir a consolarla.
El profesor está molesto, le cansa que lo vean feo, que lo tratemos tan mal, los susurros llenos de enojo, por cosas que él jamás hizo, pero eso no es lo peor, la mala fama de la isla se oye por todas partes, ecos de odio por culpa de las viejas amargadas, así que si se va nadie vendrá de nuevo, eso se lo advirtió a mi niña, él es la última oportunidad, si no hacemos algo se acabo, tendremos que dejar que los otros vuelvan, rompiendo otra ley, pero está enojado por las ausencias, dígame para que mandaron fuera a Molly y Blondie, ¿Qué haremos jefa? Sus faltas fueron el problema – dijo la madre nerviosa.
Eso no se puede cambiar, es la tradición, el rito ceremonial de las marcadas, sacado de las escrituras antiguas, de hecho tú hija tiene que marcharte también, por la misma razón, debe hacer el ritual con la vieja de la montaña, para ver si es digna o fracaso, yo buscaré al joven, debemos seguir las normas, el extranjero debe quedarse o el pueblo morirá, necesitamos sangre nueva, los vagos ya mostraron ser indignos – decía la vieja algo nerviosa mandando a Saaya por un camino oculto, mientras la anciana salía fuera de la aldea también.
Eso era parte de lo que le preocupaba al maestro, eran parte de alguna clase de culto pagano que los hacía tan ariscos, cerrados, idiotas, pero algo no terminaba de gustarle, así que siguió a su alumna para averiguar todo lo posible, y sería un tramo largo, bastante feo, notaria como la pobre chiquilla caminaba asustaba, chocando con varias cosas, pues estaba lleno de obstáculos, algunos que eran como espantos, más por la hora, casi tropezándose, y para gusto del maestro veía aquel culo tan bonito, enfundado en la ropa interior, deseando nuevamente “marcarla”. Aún así llegaría tras una larga caminata en que subiría una colina empinada de mas a un 1km, una vez en una especie de pequeño mirador oculto entre la vegetación, encontró una cabaña de aspecto tétrico, apenas unos gruesos troncos que por medio de unos lazos mantenían a ligeros palos como parte del muro, estaba llena de un olor asqueroso, ahí una vieja horrible con un vestido en negro, despertada a mal humor gracias a una campanilla, saldría para ver a Saaya saludarla con miedo, pero esta anciana la vería casi con desprecio, aguantando un gesto de enfado entre una sonrisa cruel, la cual se acentuaría cuando esta explicaría su situación, y esta maliciosa se le acercaría para arrancarle la ropa, dejándola desnuda, metiéndola para empezar el ritual. Erick sin demora se acercó, aprovechando una ventana a un costado, desde donde se mantendría vigilando desde la distancia, ahí la vieja ridícula empezaría a hacer unas oraciones que le sonaban de algo familiar al maestro, pero no recordaba de qué, pero era porque estaba concentrado en el cuerpo de su alumna, realmente era bonito de grandes tetas, muslos algo curvos, de aspecto tan sensual, cintura breve, además de rostro bello, quien terminaba aspirando alguna clase de hierba asquerosa que soltaba un humo oloroso, mientras que el esperpento que siendo todo lo opuesto a la chica, una bruja frente de espalda encorvada, un tanto chimuela, de cara decrepita, toda llena de arrugas, además que dejaba ver una amargura difícil de aguantar, dejando en claro que por nada uno creería que en el pasado fuera alguien bonita.
Apenas dijo un par de cosas a la chica, quien parecía entrar en alguna especie de trance, quizás las hierbas tuvieran alguna clase de efecto narcótico, pero luego de eso la hizo acostarse en un circulo donde había pintado un símbolo que le dio cierta sensación de haberle visto antes a Erick, aunque no se concentraba, pues de repente le abrían las piernas a la chica, dejando ver su coñito sonrojado, si casi le parecía poder olerlo desde su lugar, un aroma que recordaba con gusto, despertando el deseo de poseerlo nuevamente, y veía como la sangre de su menstruación seguía saliendo, algo de eso entendía la vieja, pero se notaba molesta, mientras hacia una especie de acto sin muchas ganas, pero también dibujaba un rostro de placer, luego de aquella terrible actuación iba por algo de un cofre que tenía, de las pocas posesiones materiales aparte de una cama y unos jarrones, y para sorpresa de Saaya se trataba de algo con forma de falo, aunque este se veía algo tosco, no como los finos consoladores que se venden fuera, si acaso lo bañaría en alguna clase de aceite o quizás era una sabia, pero antes que se diera cuenta, penetraba a la chica con este, metiéndoselo sin cuidado sacándole un quejido, hasta hacerla llorar un poco.
Mm, te gusta, pequeña tonta, así como cuando te marcaron verdad, solo ofreciste lo que tenias al idiota del profesor ese, eres como todas deseosas de un palo ahí, pero ignorando las tradiciones, la ley – decía con malicia la vieja.
Está se dejaba ver llena de envidia, tan descorazonada que escupía en su malicia toda clase de insultos, remarcando aquellas tetas, o encantos que ella no poseía, además que movería aquel extraño falo en el interior de la chica con desespero, con un ritmo agresivo el cual no podría traer placer a menos que fuera masoquista, aunque parecía masturbarla pero con una brusquedad dolorosa, aún así lograría sacarle algunos quejidos de placer, mientras le movía todo eso por dentro, pues cabe señalar que aquella cosa era de un tamaño mayor a un miembro normal, bastante grande para tan pequeña chica, pues Saaya no alcanzaba el 1.6m era bajita, si por ello Erick pudo manejarla con tanta facilidad al momento de cogerla (el profe mediría cerca del 1.9m), y ahora se perdía viendo como la violaban con aquella cosa a su linda estudiante, casi deseando entrar a salvarla para tomar su lugar una vez más, pero también absorto en el morbo de la situación, pues llegado el momento, debido al dolor, la niña intentaría escapar, quizás por un instinto intimo, pero la bruja diría.
Alto – y por el miedo a esta se detendría pálida, así que molesta iría por algo mas al baúl mientras el falo se caía bañado en sus jugos, una alegría que le duró poco a la chica, porque la anciana tenía otros planes debido a la falta.
La agarró para llevarla a una especie de silla y ahí la ato con las piernas en las reposa manos dejando expuesta su vulva llena de sus flujos, mientras que sus brazos quedaron amarrados a su espalda para que no pudiera hacer nada, una venda cubrió sus labios, por lo que ella intentaría quejarse, pero no conseguiría nada, una vez más la hacían aspirar unas hiervas que atontaban sus sentidos, ahora estaba totalmente expuesta.
Maldita mocosa, no puedes huir durante el ritual, ahora lo pagaras, como todas antes, tienen que seguir la ley para saber si eres digna, y ahora lo pagaras muy caro, estúpida – decía la bruja sacando ahora 2 falos rugosos, que apenas baño en sabia, los cuales metió, uno por la vulva, otra por el culo, ambos siendo tan brusca como pudo.
Esa vieja era sádica, le gustaba maltratar a la niña haciéndole aquello, meterle los falos esos en la concha y recto a la fuerza, logrando que llorara, al tiempo que decía algunas cosas que seguro ni ella entendía, solo abusaba sexualmente de la pobre adolecente, manipulándola con drogas, siendo tan desgraciada, pero estimulando lo suficiente como para sacarle un fuerte orgasmo después de unos buenos minutos, mientras le hacía pellizcos en todo su cuerpo, dejando marcas en su piel clara, pues le jaló los pezones, o parte de los muslos, se notaba disfrutar eso hasta que la hizo perder la conciencia. Justo en ese momento Erick pensaba en entrar, no iba a tolerar esos abusos, pero la suerte le mostraría algo más, cerca había un libro que podría alcanzar, pues la bruja se distraía con algo cerca, mientras esta se movía, él sacó ese texto, uno muy viejo, hasta con hojas amarillas, aunque notaba algunas cosas raras, le habían puesto nuevas, y sin problemas leía un poco, aunque en eso un quejido llamó su atención, haciendo que viera en el interior.
Oh, con que ya tienen hambre, bueno a pasado un día desde que les di algo, aunque quiera, no las puedo dejar morir – decía la anciana horrenda, sacando de un rincón de ha lado del baúl un par cocos cortados a la mitad con un poco de comida, que dejaría en los labios a alguien más.
En hora buena Erick se fijaba mejor en el resto del cuarto, notando que en otras sillas estaban atadas también Molly y Blondie, igual que Saaya, con falos enterrados en el interior, gimiendo perdidas, como si tuvieran una pesadilla, sus conchitas estaban enrojecidas por el maltrato, además se veían agotadas, y por lo escuchado ni de comer les daba la bruja, pero en el colmo de la malicia, sacaba esos falos para untarles algo, luego las volvía a penetrar y las empezaba a mover para estimularlas, aunque se estaban quejando, en un intento de masaje tan intenso que pronto se volverían a correr, ambas lloraban mientras eran violadas de esa forma, desesperadas, pidiendo ayuda, aunque eso se entendía ligeramente porque fueron amordazadas, pero se notaban excitadas, perdidas en esa sensación que se volvía dolorosa, que era como una potente descarga eléctrica al resto de sus sensuales cuerpos, y aparte al correrse su lujuria liquida saldría casi como si fuera orina, dándole risa a la bruja, quien diría al verlas perder la conciencia.
Pequeñas putas, eso se merecen por ofrecerse a un extranjero, aquí manda la ley de los antiguos, sí, pero en especial la mía, van a ver como sufrirán desgraciadas, van a odiar esto, jajjaaja – se burlaba la desgraciada cuando para su mala suerte Erick decidiría intervenir.
Ya decía yo, no es un verdadero ritual, lo estaba leyendo en su libro, agregó hojas y engañó a la gente, como nadie le hizo caso cuando joven, verdad, es una vieja amargada aprovechándose de los tontos, me pregunto cuál será su castigo para la herejía, en serio, conozco todo lo que usted está diciendo, no incluso sé más que usted, jajajaaa – dijo el profesor mostrándose en la ventana, haciendo palidecer a la anciana.
No se quedó ahí mucho tiempo Erick, salió del lugar para volver a la aldea, la anciana apenas podía caminar no pudo seguirle, quedando atrás sin dificultad, así cuando él llegó por el camino oculto detrás de la cabaña de la matriarca, pudo ver un grupo de mujeres idiotas buscándole, pero ya para ese momento, estaba listo para confrontarlas, y sacar provecho de la situación, aunque debía ser prudente, pues quería sacar provecho de la situación por todos los insultos, detalle que tenía preparado, si se sonreía por dentro, pues tenía un As bajo la manga, así cuando lo vieron llegar bajando de la montaña, muchas se pusieron en guardia, la anciana se vería algo recelosa.
Maestro, ¿Qué hace bajando de la montaña? Esa es un área prohibida, nadie debe entrar ahí – dijo la matriarca algo nerviosa, molestando al joven quien harto de esa actitud, pues parecía querer agredirlo, pero este le aventaría con fuerza, haciendo que otras apenas la pudieran alcanzar.
Grupo de viejas estúpidas, como quieren que sepa algo de ustedes si solo me dan malas caras, parecen changos rabiosos y dicen cosas a mis espaldas, pero porque me enojo, son tan idiotas como nunca lo imagine, en nombre de los primigenios debería darles un castigo ejemplar, mandarlas a una tumba fría en los abismos helados donde el descansa, en serio, deberían lanzarse al agua para ahogarse, que no lo sabían, yo también se de ellos, los saberes arcanos, conozco las leyendas de los antiguos seres que habitaron esta tierra hace eones, los textos perdidos, la semilla estelar, no son secretos para mi, incluso sé mucho más que todas ustedes juntas, en especial la anciana de allá arriba, y por ello puedo decirles que fueron engañadas por la bruja de la montaña, miren, este es uno de sus libros, como apenas saben leer, se creyeron sus mentiras como el puñado de estúpidas que son, ni sentido común tienen, no notaron que esta agregó hojas para tener poder sobre ustedes, no existe ningún ritual para las que fueran señaladas, era la venganza de ella porque nunca fue marcada cuando joven – dijo Erick soltando el libro, y para su gusto las hojas añadidas que eran un poco más nuevas salieron por si solas.
El efecto de sus palabras sería contundente, incluso la matriarca sentiría que eran de un papel diferente, viendo con respeto y temor al maestro frente a él, haciéndose a un lado mientras este pasaba, incluso las otras mujeres que antes le veían con desprecio ahora bajaban la cabeza aterradas, pues ahora creían que Erick se trataba de alguna clase de superior de su culto secreto, así que debían obedecerle, mientras que este, se mantenía serio, esperando ver lo que seguiría, pero estaban tan aterradas que no dijeron nada, así que agregó:
Tráiganme a Molly, Blondie y Saaya, según sus tradiciones las marqué ¿no? Necesito ver si aún pueden tener hijos, lo que les hacía esa vieja bruja era una salvajada, podrían perderse, me las llevaré afuera solo para atenderlas, ¿Qué esperan? No tengo su maldito tiempo – dijo finalmente Erick logrando que todas se movilizaran.
No pasaría mucho tiempo, un grupo de mujeres saldría para traer a las niñas, viendo con horror que estaban muy mal, las vistieron de la forma más decente que pudieron, antes de dejárselas a Erick quien las ayudaría desde la lancha, llevándolas a un hospital, por suerte estaban bien, un poco cansadas, si acaso a Saaya le hicieron un ligero rasguño ahí, le habían metido un falo más grande que a las otras, pero nada importante, de haberse quedado mucho tiempo se hubiera infectado y otra cosa sería, por su parte Molly necesitaba comer, igual Blondie, quienes para su gusto pudieron probar comida decente después de tantos días, por desgracia el profe por poco se las ve negras, pues una enfermera metiche llamaría a las autoridades quienes ya veían como arrestar al maestro, pero cuando este mencionó que eran de la isla, los policías no quisieron indagar mas, se fueron con miedo, incluso un doctor regañaría a la mujer por entrometida, y aseguró que el hospital se encargaría de los gastos por culpa del incidente, desgraciadamente revisarlas tomaría más de un día, así que volverían hasta la mañana siguiente, así el profesor llevaría consigo algunas cosas, para asegurar su posición en la comunidad, en especial ese culto.
Una vez de vuelta en la isla, las mujeres no salieron a verle, todo estaba en silencio total, pero el camino estaba iluminado rumbo a la cabaña de la matriarca, quien esperaba a Erick, la mujer lo miraba con cierta duda, demasiado nerviosa diría:
Hace tiempo llegamos a esta isla, escapando de la locura de afuera, nos querían encerrar por locos, éramos guiados por el sacerdote Daon, quien nos mostró el camino de los primigenios, el llegó liberándonos de la opresión de los deseos de otros, para entregarnos a los saberes primordiales, lo recuerdo, yo era apenas una niña, los pechos apenas me crecían cuando llegamos hace unos 70 años, y fui elegida por el mismo líder, me vistieron de fina seda, me veía preciosa, pues era bajita, con cabello negro, ojos azul claro, decían que se veían grises, labios sonrosados, no tenía ni panza u otras gracias, pero todos juraban que mis nalgas eran bonitas, estaba tan hermosa, muchos querían marcarme, sin embargo recibí el honor de ser elegida para el ritual de la isla, así que todos prepararon una hoguera donde colocaron una estatua de las deidades, y yo fui atada, estaba nerviosa, pero me aseguraron que no iban a hacerme daño, y fue la verdad.
Pese a mis nervios, llegó el sacerdote, este era un hombre grande y barbado, aspecto imponente, me parecía algo guapo, su brazo era casi tan grueso como yo, a su lado estaban algunos sirvientes, no me agradaban, tenían cara de viciosos, ellos me ataron de piernas y brazos al altar, y en eso el líder del culto se sacó la túnica, dejándome ver su cuerpo desnudo, algo que ya había visto, la verdad es que muchas veces este se acostaba con otras mujeres, para iniciarlas, muchas eran mis amigas, aunque niñas nos tomó, la pequeña pelirroja recuerdo que la ensarto con su virilidad por el culo, haciéndola chillar como nunca antes, si sus padres llegaron a ver, solo para encontrarla como la empalaban, fue algo impresionante verla subir y bajar mientras esa barra de carne entraba en su interior, aunque ni siquiera tenía tetas, era una niña delgada, pero tan valiente, porque me decía contenta mientras era iniciada: mírame, ya soy parte del culto, podre ser marcada por un hombre, ya deje de ser niña; me dio tanta envidia, quería ser la siguiente.
También la castaña, una de las niñas más llenitas, si se le vía un culito bastante grande, carnoso, los vestidos que usábamos casi no le quedaban, pero tenía una carita preciosa, con ojos claros, aquí perdió peso por la comida, viéndose hermosa, ah, fue una época maravillosa, todas corríamos libres, en veces desnudas o con ligeros trajes, y los hombres nos marcaban para que nos uniéramos a ellos, sin embargo el líder había decidido algo conmigo, así que miré a otras ser iniciadas por él y los suyos. A la castaña la tomaron entre 2 para ensartársela detrás de unos arbustos, los amigos viciosos, cada uno le metió el miembro en uno de sus huequitos, la estuvieron cogiendo con mucho entusiasmo, recuerdo que se quejaba un poco, lloró, pero al final hasta se burló de mi por seguir fuera del culto. Incluso una niña de piel morena llevada con su familia, esta de apenas 8 años, sería penetrada por el líder, recuerdo que estaba desaparecida, no sabíamos dónde estaba, debía hacer sus labores, y los padres lloraron de felicidad cuando vieron que en la cabaña del sacerdote la estaban empalando, también fui testigo de eso, la chiquilla era movida como muñeca de trapo, mientras le metían por el culo esa enorme cosa, haciéndola casi gritar de dolor, pero se aferraba con sus manitas desesperadamente a los enormes brazos del hombre, quien no dejaba de penetrarla, sus piernas se agitaban, y este diría:
Agárrale los pies para seguir…
Me lo ordenó a mí así que llegué para oler por primera vez esa esencia que me despertó un deseo no conocido antes, viendo como el agujero trasero de mi amiga se abría mientras el delantero parecía soltar orines, aunque después me enteré que era las mieles de la pación, un elixir que solo salía cuando la mujer era apta.
Yo me emocioné, pero también me sentí tan frustrada, en solo 5 días la mayoría de las niñas habían sido iniciadas al culto, porque yo no, pensé que no era digna, hasta creí que debía marcharme de la isla, así que grande fue mi alegría cuando llegó el sacerdote para colocarme como el sacrificio principal.
Como dije estaba preciosa con ese vestido de seda, y me ataron, pero ver al líder desnudo, todo peludo, casi como una bestia me hizo estremecer, esperaba poder satisfacerle, aunque me daría pena ver mi ropa ser rasgada, menos cuando mi pequeño cuerpo quedó bajo el del hombre, pero continué con mi labor, dejando que su enorme miembro entrara en mi, siendo una mezcla de gusto y dolor, pues era demasiado grande, pensé que me partiría en 2, pero aún así entraba, mas no lo hizo por mi culo, sino por la vagina, haciéndome sentir completamente llena, mejor aún cuando comenzó a embestirme, pues no lo entendía, pero mi cuerpo sentía como si rayos brotaran de mi interior, cada centímetro de mi hormigueaba, mientras este se metía y salía, haciéndome sentir ese gusto tan único, si hasta podía gemir de lo lindo, a lo que el sumo sacerdote pronto comenzó a meterme la lengua en la boca.
Ahora serás marcada por mí para servirme, no puedes ser tocada por nadie, es la ley.
Dijo el hombre con total entrega, mientras me iba realizando el ritual, era algo salvaje, yo muy pequeña, pero no podía dejar de gemir, mi cuerpo se agitaba de forma tan ruda, sintiendo como todo se volvía extraño, todo me hormigueaba, me hacía sentir unos deseos increíble s de seguir, toda la cabeza me daba vueltas, mientras estaba ahí siendo marcada, viendo como todos los demás se nos unían, pues muchos hombres bebían de un elixir que traían los sirvientes del Daon, con este los hombres se volvían mas eufóricos, comenzando a cogerse a las demás niñas para marcarlas, uniéndolas con otros, también había algunos niños, pero ellos no tenían derecho a entrar, si acaso alguno que otro chico de 18 quien agarró a la pelirroja para metérselo por enfrente, aunque esta debía tener 10 años, pero se veían igual que yo, ensartada para ser mujer, abrazaba al muchacho, un verdadero semental que la iba agitando, sus caderas más rápido que otros, haciendo chillar a la chiquilla, y a pesar de todo se le aferraba con todas sus fuerzas.
También vi a mi mamá haciendo lo mismo, disfrutando de papá, aunque en eso los sirvientes del sacerdote le darían permiso a los críos de unirse, pero con la condición de hacerlo con las mujeres mayores para que estas les enseñaran como debían hacerlo, así que en breve mientras mi mamá era cogida por enfrente, un amiguito mío se acercó para metérselo, su pequeña estaca, por el culo, tratando de gozar de ese encuentro, escena que se repitió por todas partes, incluso viejas mayores de 40 años, todas flácidas quedaban entre los niños para gozar de aquel encuentro, aprendiendo a como marcar.
Por mi parte yo era desatada, pero solo porque el sacerdote se sentó en donde yo, y me acomodaba para que vieran todos, abrió mis piernas y me volvía a empalar, para que no me alejara, empezaba a embestirme, mientras me agarraba del vientre, así continuaba el ritual de la isla, siendo tomada por ese hombre, con quien viviría, mientras veía todo, cada niña, mujer o vieja tenía una verga dentro, recibían las leches santas, pero yo era la más afortunada, Daon me daba algunos besos en el cuello, derritiéndome por dentro, era algo demasiado placentero, no podía soportar todo eso, pero era el éxtasis, me sentí tan especial, así que no podía más que entregarme a los deseos del sacerdote, quien me volvió suya a partir de ese momento, llenándome la cuevita de enfrente con su semilla…
Excelente historia muy excitante con morbo y pasión.
Muchas Gracias, ya estoy terminando de arreglar la parte final, que espero sea del agrado de todos…