Isla Pagana (3/3)
Tras descubrir la verdad, ahora a Erick solo le queda jugar bien sus cartas, para convertir la isla en su paraíso sexual….
Advertencia: este relato es completamente Ficticio, no tiene nada de real y solo esta para entretener con una buena de dosis de morbo a todos los lectores que gusten…
III
Un par de meses habían transcurrido desde que ese desastre terminó, desde el accidente de la vieja bruja, quien moriría lapidada por las demás ancianas del pueblo, todas desde ese día ya no volteaban a ver al maestro, pero no por desdén o con malas caras, sino por el contrario, por culpa del miedo, pues ahora todas creían que él era un sumo sacerdote del culto, sirvió traer algunos posters y estatuillas de fuera como objetos de colección, lo cual era una vergüenza si lo pensaba un poco, en verdad toda esa comunidad le habían servido a una vieja tonta que las engaño, luego de ser manipulados por un viejo pervertido, aunque el mismo Erick se sentía culpable, por mantener esa mentira, pues deseaba explicarles que todas sus creencias estaban basadas en textos de ficción, y por ello un loco que se las había cogido, pero estaban demasiado atrapadas en sus creencias como para entender la verdad, aparte que para que negarlo, estaba disfrutando su tiempo en la isla, viéndose informado de todo, el lugar no estaba nada mal, pies para comenzar, en ese momento su cabaña se había mejorado considerablemente, dándole beneficios.
Justo en ese momento siguiendo las reglas tenía enfrente a una de sus estudiantes, aunque todas le parecían bastante bellas, y de poder se metería con todas, se decidió por una de las más lindas de su grupo, estaba tan contento Erick, si quería podían hacerla suya, de hecho, al hacerlo su madre estaría contenta, aunque no lo había hecho porque estaba molesto por todo lo ocurrido, pero ahora su estudiante se agachaba de forma tan sugestiva dejando ver su enorme culo con un viejo calzón que sobresalía en la parte de su conchita, aquello era demasiado, era demasiada tentación, con sólo recoger algo le pedía ser cogida como una puta, así que empezó a manosear sus redondas carnes, más no se lo pensó mucho antes de hacerlo, pues se trataba de Berry, la única estudiante pelirroja de su salón, aunque había otros, pero era más chicos y algunos hombres, en edad ella era la única, así que deseaba aprovechar, sujetándola con firmeza que sorprendería a la alumna, quien chillaría de sorpresa antes de voltear a ver, que pasaba, calmándose cuando vio que se trataba de su maestro, y al notarlo, continuo su ataque erótico moviendo la mano con cierta ansiedad, empezó a sobar esas masas de carne, para sorpresa de la cría, quien miraría al hombre a los ojos, dejándole entender lo que iba a pasarle.
Profe que está haciendo – dijo la chica viendo a su maestro sorprendida.
Shh, tu calladita, yo sé lo que hago – le decía Erick con un tono vicioso.
En ese momento se había concentrado en manosearle esas redondas masas de carne, sintiendo con total gusto las preciosas formas de su cuerpo, mismas que en ese momento empezaban a soltar un aroma seductor, no era para menos, el maestro había aprendido una cosa o 2 en su tiempo ahí, tocándola con ansiedad propia de un deseo que se iba a hacer realidad, realmente le gustaba las libertades que tenía, como en clases ver con descaro a sus alumnas, divisando mejor sus escotes, o cuando estaban mal sentadas, incluso les podía hacer preguntas intimas que rayaban en el acoso, pero ellas lejos de molestarse, se hallaban más interesadas en llamar su atención, hacían gestos más seductores, eran más descuidadas, incluso parecían querer insinuarse, casi suplicando por tenerlo entre las piernas para darles el placer más erótico posible, como cuando se agachaba Heidi dejando ver por su escote las enorme ubres que poseía, algo digno de ver, si por ello ahora se había calentado con Berry, quien aprovechaba su culito para llamar la atención del maestro, quien se decidió a tomar a tan seductora estudiante. Cabe decir que no le faltaba comida, las viejas le daban prácticamente tributo, como si él fuera ahora el sumo sacerdote, debido a su conocimiento de ficción, tenía todas las libertades posibles, casi como un Rey entre aquella gente, así llegaba la niña con una serie de frutas y pescado seco, pues la madre fue de las mas groseras, instándola a seducirle, pues llegó aun usando su uniforme, Erick ya no pudo resistirse más, era una de las alumnas que quiso cogerse desde un principio, la miró tan sexy, caminando descuidada, además que su cara era bastante hermosa, sin olvidar que sus pechos tenían una forma muy interesante, se había dado a desear desde el comienzo, por ello mientras ella buscaba una naranja que se la había caído, el hombre aprovechó para meter mano bajo la falda y comenzar a sobar sus glúteos, sabiendo perfectamente lo que iba a hacer. No dejó que se levantara, le gustaba ser el dominante, metiendo sus dedos debajo de la prenda para disfrutar de aquella carne, si hasta le metía un dedo en el culo, al tiempo que otro en su ingle, pero la cría no respondía a nada de lo que estaba pasando, más que dejando al hombre hiciera de las suyas, empezando a suspirar con cierto ritmo exuberante cargado pasión, que dejaba ver cuánto crecía su excitación, mientras ocurría algo inesperadamente sensual. Debido a ese toque Berry se retorcía, se mordía los labios para ahogar sus gemidos, era tan sensible, por ello se notaba que en breve estaba por llegar a su primer orgasmo, arqueando la espalda hasta que la pura presión de sus pechos haría que la camisa cediera para dejar las tetas al aire, colgando, viéndose tan blancas con un sobresaliente pezón rojizo, que incitaba a lamerlas, detalle que no pasaría por alto para Erick, quien la levantaría, mientras lamia sus dedos llenos de aquella miel de placer.
Si ya decía que eras una caliente Berry, pero así es mejor – decía el maestro cargándola.
Profe, sigo sin saber que me va a hacer – dijo inocente la chica, aunque era probable que no pudiera razonar por el orgasmo.
No importaba, solo el poder tenerla a su alcance, Erick la tomó fuerte para llevarla a su cuarto, donde la dejó en la cama, que visión tan erótica pensó, su alumna estaba ahí lista para ser usada por él, con su uniforme hecho un desastre, hasta la camisa se desgarró un poco, dejando a la vista sus preciosas tetas, y su calzón totalmente empapado, soltando una fragancia demasiado ardiente para su gusto, era un hecho que le iba a dar mucho placer, la verga se le paraba con fuerza, así que se situó encima de ella, sacándole la ropa, viendo como la camisa vieja ya no serviría más, la falda terminaría lanzada lejos, y la tanga escurriendo, dejándola completamente desnuda. La dejó completamente a su merced, dejando a la vista su vulva apenas cubierta por una pelusilla fina, que le daba un aspecto sensual, respiraba ansiosa, dejando ver como los pechos lucían mas grandes cuando aspiraba aire, la chica estaba lista para ser tomada, jamás se quejó, solo le miraba como si deseara lo que estaba por seguir, por ello no se lo pensó, apuntó y la ensarto de un movimiento, dando un grito mescla de dolor con sorpresa.
Ahora si chiquita, si esto era lo que querías no – decía el maestro a su alumna.
Pero no recibiría respuesta, sólo comenzó a gemir, por la presencia de aquel órgano en su interior, incluso por un acto reflejo se aferraría al cuerpo del hombre, recibiendo en breve la embestida sexual, empezando el vaivén para el sexo, unos golpecitos leves que irían despertando el libido en la chica, quien parecía delirar, primero por el dolor, su virginidad había sido destrozada, pero eso iría cambiando, mientras iba perforando su vulva, empezando a gemir de una manera muy intensa, como si deseara gritar de placer, pero hasta ahora se había contenido, aunque luego dejaría escapar toda su voz. Detalle que no le importó aErick en lo absoluto puesto que el cuerpo de Berry se le aferraba dándole un nuevo placer, la vulva parecía estarlo chupando de manera casi viciosa, tratando de sacarle todo lo que pudiera tener dentro, una sensación bastante intensa, que le hacía desear seguir gozando de aquel cuerpo tan seductor, disfrutando de cada segundo que se daba ese encuentro, no era para menos, mientras continuaban con ese enlace ella despedía un olor erótico que le incitaba a continuar con aquel desvirgar, pues lo pudo sentir, le había perforado el himen, y su sangre bañaba su miembro, despertando una lujuria que ya conocía muy bien, le encantaba la idea de estar corriéndose dentro de esos coñitos no usados, nuevos, todos deseosos de sentir su verga dentro, mientras decían:
Profe, no entiendo que hace pero no se detenga – palabras que ahora salían de Berry, pero las escuchaba de Molly, Saaya y Blondie.
No chiquita, si me hablas así no me paro jamás, jajajaja – se burlaba el maestro mientras seguían embistiendo ese útero.
No tenía suficiente, pero sabía que desde ahora podría disfrutar de tan preciosa chica cuando quisiera, pero debido a lo mismo, pues era más temprano que otras veces, se daría el gusto de gozarla toda la noche, haciéndole el amor con una pasión total, mientras acariciaba cada parte de su preciosa figura, enviciándose con su sabor o aroma, dejaba que sus instintos gobernaran, le dio con mayor velocidad, unas embestidas firme que no parecían terminar, mientras sentía un placer total mientras su virilidad entraba y salía, llenándole en minutos el coñito con su semilla gracias a un orgasmo compartido, pues gracias a su aceleración le dio un sobresalto a la pelirroja, agitándola hasta que finalmente, cuando sintió como el hombre se corría, esta le acompañó, como si con esto fuera ordeñando por completo aquel miembro, dándole un placer inesperado al profe, quien vio sorprendido a su alumna, quien suspiraba en silencio sobre la cama, dejando que su leche escurriera de su vulva, quedando dormida, lo cual le permitió a Erick disfrutar de la vista completamente, sabiendo que sería una larga noche.
Por desgracia para el día siguiente la escena de antes se repetiría, Berry faltaría a la escuela, pero con la diferencia de que su madre llegaría apenada diciéndole al maestro que no llegaron porque le estaba arreglando la camisa, pues la que se rompió era la única del uniforme, cosa que relajó un poco a Erick, quien le aseguró que luego le compraría una nueva, aunque su gusto sería temporal, ya que recibiría un citatorio fuera de la isla.
No era agradable, pero debía responder a sus deberes laborales, un día como tantos otros salió, siendo despedido por las chicas que había marcado, el hombre al verlas pensaba que casi era como si fueran sus esposas, y de cierta forma lo eran, sobre la lancha regresaría para encontrarse con una secretaria quien esperaba un reporte de la situación escolar (misma que le recomendó ir en un principio y con quien tenía cierta relación), pues Erick era quien más tiempo había pasado sin perder la cabeza, por lo que algunos directivos deseaban saber ¿Qué demonios estaba pasando en esa maldita isla? Por lo que no tardaron en llegar a una cafetería, esperando hablar tranquilamente del tema.
Bien Erick, cuénteme ¿Qué pasa en la isla? Porque hemos visto maestros que duran mas tiempo en comunidades rurales con narcotráfico que ahí, aunque acaban igual de traumados que en la isla, y eso que es un bonito lugar, si los de turismo quieren aprovecharla para hacer tours, la playa esta preciosa, pero la gente es muy arisca, se portan de manera tan sospechosa, es imposible tratarle, menos negociar, no nos deja entrar, pero si los sacan entran derechos humanos y todo se va al caño – decía la secretaría, una mujer de la edad del profesor, con un gesto de desespero.
Mm, ese es un verdadero problema, pero ¿Qué quieres que te diga? La verdad todo está muy raro, aun trato de entenderlo yo – le dijo Erick a la secretaria, a quien conocía muy bien pues fueron compañeros de carrera.
No sé, tal vez sepas algo que otros ignoran, la verdad es que ese lugar es tan hermético no se les puede decir nada, porque nadie aguanta, por lo que he escuchado, las mujeres son unas amargadas, siempre miran feo a todos, susurran a la espalda, como si tramaran algo, incluso tratan con modos muy agrios a los maestros, los vuelven locos, y los hombres, ay, creo que llegaron a violar a algunas tutoras en el pasado, nadie aguanta más de un mes o 2, tu llevas 6, wow, cuál es tu secreto – dijo la secretaria con un toque coqueto.
Ah, no me lo vas a creer si te lo dijera – aseguró Erick viéndola.
Puedo convencerte, haré cualquier cosa, los directivos están pendientes de ello, quieren saberlo todo, mm, no te imaginas cuanto – dijo la mujer ansiosa por ver que había alguna verdad oculta.
Mm, pues entonces te diré siempre que me digas que pasa con eso, solo si te advierto, si quieres que se haga algo, me necesitan ahí, soy el único en que esas personas confían, al menos eso conseguí, pero me da vergüenza decir porque – dijo con pena Erick.
Eh, ya no entendí – dijo la secretaria con cierta duda.
Bien, que esto quede entre nosotros, la razón por la que la gente es así en la isla, es porque son parte de una secta, cosas de las que tengo conocimiento, por eso me infiltre en su grupo – confesó Erick con astucia.
Wow, no te sabía esa Erick, bien creo que podemos llegar a un acuerdo, pero solo entre nosotros – decía la mujer con cierta confidencialidad intima.
Te adelanto, porque si podernos llegar a algo, un listillo se las arregló hace años para lavarles el cerebro a todos, llevarlos a la isla, y coronarse como el rey absoluto, el problema es que es su propiedad, están en su derecho de hacer lo que quieran, tienen documentos legales, así que no pueden hacer nada sin permisos otorgados, y siguen una serie de reglas estrictas, yo apenas estoy aprendiéndolas, por eso los forasteros no son bien recibidos – aseguró Erick con cierta pena.
Oh, ya entiendo, espera, tu sabes cosas de su culto, o como es que estas bien ahí, no deberían haberte tratado de matar o algo – dijo la secretaria con dudas.
No, tuve suerte, ahora ¿Qué me dices de darme cualquier cosa? – dijo Erick algo coqueto.
No es que lo necesitara, pero coger con ella lo veía como un logro personal, la conocía desde la carrera, y era de las chicas preciosas, un poco sería, por eso nadie la tuvo de novia, pero en su atuendo de secretaria, en verdad se veía preciosa, si bien que consiguió su puesto gracias a su belleza, en especial cuando esta tenía semejante cuerpazo, una joven de buenas curvas, de piel caramelo, con tetas redondas, vientre ligeramente abultado, piernas sensuales, vestida de tacones, medias, camisa, que apenas contenían su deliciosas formas, quien un tanto intrigada por todo el misterio de la isla, estaba dispuesta a pagar el precio, aunque este fuera tener sexo con su compañero de clases, detalle realmente fácil de responder, pues este no le parecía un cerdo, si hasta verlo en buena condición, quizás más delgado que antes, con un bronceado tropical, le hacía sentir un poco de humedad ahí abajo.
No tardaron en irse a un cuarto de motel, la mujer en realidad no había sentido algo de placer en unos meses, su trabajo no le ayudaba de nada, la tenían ocupada con mucho papeleo pues no quiso acostarse con su jefe, un cerdo asqueroso que fue trasferido por hacer un berrinche debido a lo mismo, aparte que ella rompió con su novio cuando esta le insinuó el matrimonio y este dijo una cosa que le dio asco, así que apenas y unas caricias nocturnas fueron lo único que sintió durante las últimas semanas. Por ello mismo ahora que tenía la oportunidad se entregaba al hombre en frente, quien con buena experiencia, no dejó de palpar sus bellas formas, primero con unos besos donde jugaba con su lengua, mientras sus manos ansiosas no dejaban de recorrer cada centímetro de su piel, que sentía en cada roce como una descarga eléctrica de pasión sin límites, que le hacía delirar de placer, mientras el compañero la sostenía contra su tonificado cuerpo, ahogando sus gemidos entre suspiros, mientras las prendas iban cayendo, revelando las formas de ambos, así la secretaria quedaría exhibiendo un sensual liguero, que parecía levantar el deseo del hombre, quien prendido como pocas veces, pues no había visto aquellas prendas en un tiempo, se preparaba para irrumpir dentro de ella, aprovechando la cama para estar cómodo.
Dime, ya te has cogido a alguien allá – dijo la secretaria algo inquieta mientras enseñaba el coño.
Quizás, la verdad las tengo comiendo de mi mano – decía confiado el maestro.
Y entre palabras el profe penetraba aquella gruta húmeda, que parecía escurrir con solo irle metiendo la verga, una sensación de júbilo que no parecía decepcionar a ninguno, revelando un gesto de satisfacción, así comenzarían a coger de forma viciosa mientras ella se aferraba con sus piernas a la cintura del hombre.
Cuéntame, ¿Cómo lo hiciste? Quiero saber – decía la mujer algo ansiosa.
Para que, no tiene caso – dijo Erick antes de embestirla con fuerza.
Incrementaría el ritmo de las penetraciones para dejar el trabajo afuera de aquello, mientras le lamia esas tetas de pezones cafés, los cuales parecían bailar entre el ritmo de cada movimiento de cadera, además que en la boca de Erick sabían como a gloria, mientras que la secretaria no dejaba de jadear contenta, incluso empezaba a clavarle sus uñas en la espalda, como si ella quisiera marcarlo como suyo, pues el placer que recibía era intenso, mucho mejor que el de su estúpido ex, quien aparte no era tan dotado como el imbécil ese, a quien aceptó antes de graduarse, pensando que era más serio, pero solo la usó para mantener las apariencias, por lo cual ahora estaba muy complacida, pues Erick parecía estar revolviendo sus entrañas con aquellos movimientos de cadera que iban agitando su interior con pasión.
Hagamos un trato, mm, yo te ayudo a que te quedes por tiempo indefinido, mm, porque quieren sacarte para enviarte a otro lado, ah, haber si resuelves esos problemas, mm, pero lo tuyo es suerte ¿verdad? Ahh – dijo la secretaria entre gemidos.
Si, fue algo de suerte, pero que quieres a cambio – decía Erick algo intrigado, mientras levantaba a la mujer para irla clavando aprovechando su propio peso, dejándola caer contra su miembro erecto, disfrutando del contacto de sus nalgas en cada caída.
Pues la verdad, mm, afuera quieren ampliar muchas cosas, en la isla, mm, una pequeña parada, pero el lugar es cerrado, mm, y yo no tengo oportunidad a menos que entre al negocio, mm, así que déjame ayudarte, ahh – dijo la secretaria empezando a besarlo después.
No va a ser fácil, ellos me quieren a mi porque conozco sus creencias, te lo dije, un farsante los engaño, pero yo sé cómo tratarlos, tienen reglas, estrictas, así que no puedes entrar – decía pero en ese momento se le ocurría algo especial, sin dejar de embestir sus caderas que parecían ir al mismo ritmo que este.
Me gusta tu mirada, mm, hay una forma de entrar ¿no? Cuéntamelo, mm, y hare lo que quieras, ahh – dijo la secretaria con una sonrisa mórbida, mientras restregaba sus pechos contra el hombre tratando de hacerlo entrar en su juego.
Dime, sigues con ese patán o quieres quedarte conmigo – dijo algo interesado Erick, empezando a moverse con cierto énfasis sobando el redondo culo, así mismo besándole el cuello.
Mm, pues como vas, no tengo problemas con salir contigo, mm, pero no soy una puta, así que cuéntame, ahh – dijo la mujer disfrutando del juego de caderas del hombre, si en sus movimientos había cierto énfasis tratando de llegar tan profundo como podía, logrando calentar más a la mujer, quien se aferraba al maestro disfrutando de ese encuentro.
Pues pide tu cambio, serás mi asistente o lo que sea, diles que ayudaremos con los planes de turismo para la isla, voy a ver como consigo el título de propiedad de esta, pero eso sí, tendrás que venir como mi mujer, si te preguntan allá yo te marqué, eso me ayudará con algunas dudas, y te salvará, porque de lo contrario te violaran los tipos, es su tradición, eres una hembra para satisfacerlos a todos, pero yo que soy hombre, y culto en sus creencias me ven como un santo o parecido – sentencio mientras se corría.
Marcada, mmm, ya veo, de eso se trata, mm, tienen una creencia particular, bueno, ah, si ese es el caso, mm, cuenta conmigo, iré como tu mujer, marcada por ti, ah, no me dirás mas ¿verdad? Ahh, cariño – decía la mujer un poco coqueta besando tiernamente al hombre.
No, hasta que tenga tu culo en mi cama allá en la isla, ahora tu cuéntales que puedo ayudarles a los de turismo para que empiecen a hacer sus cosas, pero nada demasiado grande, al menos de momento, yo arreglaré detalles, luego cuando vengas, porque necesitaré ayuda con los papeleos, podremos quedarnos con el lugar, pero cuidado con decir de más, porque luego se echa a perder todo el teatro, Evelyn – dijo Erick sobándole las nalgas a la secretaria.
Justo en ese momento se terminaría corriendo, inundando el coño de la mujer, quien por ese calor que invadía su vulva se estremeció hasta escurrir en un delicioso orgasmo en conjunto, con sexo habían pactado algo bastante bueno, un negocio que les ayudaría a ambos.
Después de unos meses, la situación finalmente se daba, no le fue fácil a la secretaria pedir el cambio, porque en la miserable unidad estudiantil que había, no se podía hacer mucho, de hecho los directivos perdían interés en aquella mugrosa isla, pero el turismo estaba interesado, así que apoyaron los planes mencionados, dejando que la mujer cambiara de trabajo si dejar el rubro estudiantil, para ayudar con toda la situación, así una mañana llegaría la mujer con sus maletas, siendo vista por el lanchero quien le dedicaba miradas llenas de lujuria, en su mente vil, estuvo a punto de llevarla a un lugar diferente, si no es que recordó decirle al tipo que estaba marcada por el maestro, lo que le hizo regresarse al punto acordado, salvándose de un destino terrible, aún así se le dejaría en la playa conocida y se marcharía, pues el viejo vivía en la parte de los pocos hombres que aun quedaban, y debía dar la mala noticia. A la secretaria no le tomaría mucho tiempo llegar a la villa, donde sería vista con desprecio por todas las otras mujeres, una intrusa, pero eso no le importaba a Evelyn, llegaría a la casa de la matriarca donde le recibiría esta, quien igual no se encontraba contenta con tenerle, aunque la escuchó por la cuestión de los estudios que ella por ley debía mencionar, aún así le diría.
Bien, se que los tiempos cambian, no puedo mantenerme así, y el joven maestro es quien mejor conoce las tradiciones, me lo explicó, tengo que dejarle el control de otra forma acabaremos mal, ahora te explico, nuestra tradición es mandar a los jóvenes a tierra para que busque adeptos, pero no lo consiguen porque son convertidos en criminales, si el culto quiere sobrevivir necesitamos dejar entrar a la gente, estamos haciendo los preparativos, un ritual especial para que mi nieta sea marcada por el maestro, y de esta forma tome el control de la isla, sólo así evitaremos la furia de los primigenios, espero que usted también sea respetuosa de nuestras creencias, porque a nadie agrada – advertía al final la anciana matriarca.
Pierda cuidado, soy obediente del joven maestro, seguiré todas sus indicaciones, en nombre de los primigenios – decía Evelyn riéndose por dentro, viendo que Erick tenía toda la razón.
Una vez arreglada su estadía, le mandarían a la cabaña de su amo, viendo como todas alrededor eran apenas chozas, con madera endeble, incluso podrida, con hojas de palma en el techo, hasta sentía pena por ello, aunque se le quitaban cuando era vista pasar, siendo criticada y jugada por viejas horrendas de malos modos, caras arrugadas, lenguas venenosas, llenas de envidia, pues con su ropa lucia mucho mejor que varias que iban casi en harapos, pero eso no le importó. En breve llegó hasta una casa de madera, mucho mejor trabajada, casi una mansión en comparación de otras, con varios árboles frutales, y con gusto acomodó uno que traía consigo, siendo nuevo en la comunidad, pues Erick le dijo que trajera alguno, siendo en este caso un mango, luego entraría en la casona, pero no encontraría a nadie, era lógico al ver la hora, se daba cuenta que su “cariño” debía estar en clases, así que se adentró, donde halló las cosas del hombre, notando que era algo desordenado, así que se quedó arreglando un poco en lo que esperaba.
Buenas preciosa, lista para una noche de pasión – dijo Erick después de unas horas encontrando a la mujer en su cama descasando.
Jejejeje, tienes toda la razón, la gente fue engañada, pero eso nos sirve, ahora dime bien ¿Qué reglas se siguen? Cariño – dijo la mujer viendo a su “marido” llegar.
Los jóvenes no se mezclan con las chicas, ellos tienen que traer mujeres del exterior, se preparan desde chicos, pero a los 12 años hasta los 15 es cuando se marchan, dejan la escuela cuando la terminan y salen al exterior, pero no vuelven, ya sea porque los arrestan, matan o se pierden – dijo Erick como si fuera un mal chiste.
Eso es obvio – dijo Evelyn casi burlándose de eso.
Bien, los forasteros que se queden pueden marcar a las hembras como suyas, igual que el sumo sacerdote de hace años, siempre y cuando las dejen preñadas, aunque también se acepta que un viajero ocasional haga eso con alguna, siempre y cuando queden en cinta, me voy a aferrar a eso para que acepten lo de los tours, muchas tipas están amargadas porque en su adolescencia no lo lograron, que es cuando deben quedar atadas, prácticamente son solteronas, y lo único que necesitan es una buena verga metida dentro, ja – señaló Erick haciendo memoria.
Oh, desde la adolescencia, ya veo, y como no hay turismo se hallan amargadas, supongo que están desesperadas por tener un hombre entre las piernas ¿verdad? Cariño – dijo la secretaria algo inquieta, como si buscara algo.
Efectivamente, de hecho para marcar a una mujer un forastero que se quede, debe tener casa, cierto prestigio, poder en la sociedad, cosa demasiado fácil, tengo la mejor casa de la isla, digo, los pocos hombres que se quedaron son un puñado de borrachos buenos para nada, siempre vomitando, apenas mueven un dedo, y es para rascarse el culo, son unos flojos, vagos e inútiles, las mujeres no quieren nada con ellos, en cambio yo soy maestro, además tengo un jardín lleno de árboles frutales que casi nadie conocen, así que muchas tipas me lanzan a sus hijas, porque solo puedo marcarlas en mi casa, si lo hago en otra parte se considera violación – dijo Erick dejándole un poco de comida que le regalaron a su nueva mujer, quien esperaba eso con gusto.
Ya veo, entonces los forasteros pueden violar donde quiera, pero los que se quedan deben tener donde coger para tener a las putillas, eso no ayuda mucho, ahora dime una cosita, cariñito, a cuantas chicas has metido a la cama, que sean tuyas, no quiero esas sorpresas después – decía Evelyn inquisitiva mientras probaba bocado.
Pues una vez que haga el ritual, serán 5 chamacas, ya te arrepentiste “querida” – dijo Erick sin mucha pena.
No, solo decía, me advertiste que las cosas eran raras aquí, así que me vine mentalizada, por suerte coges muy bien, y aparte allá afuera esperan la oportunidad de comenzar con la construcción, así que realmente no me puedo echar para atrás – aseguró Evelyn.
No te preocupes, ahora que voy a marcar a la nieta del jefe original, eso no será problema, prácticamente heredaré la isla, así que podremos empezar con los planes, pero debo ser congruente, no quiero que luego me quieran castrar, así que con cuidado – decía Erick astuto.
Para que decir lo que hicieron en la cama, el joven no perdería tiempo sacándole la ropa a su mujer, empezando por sacarle cada prenda, para descubrir las sensuales formas de aquella deliciosa hembra, cogiéndola a sus anchas, si a ella le gustó verse de esa forma, siendo cogida de manera casi salvaje, mientras era tomada con fuerza, para terminar en el colchón recibiendo buenas embestidas de su hombre, dejando escapar unos gemidos de placer bastante sonoros, mientras esa verga entraba y llegaba hasta el fondo, quizás parecía ser todo un trato, pero al final era un delicioso negocio que no parecía que fuera a terminar, pues ambos eran bastante degenerados. No les detuvo que una pelirroja llegara a ver qué ocurría, reconociendo a su hombre quien cabalgaba a una mujer extraña, quien se entregaba al placer como jamás lo había visto antes en su vida, pues apenas y había sido presa de la lujuria de su maestro hace unos días, ahora miraba como aquella extraña se agitaba entre embestidas, en las que sus redondas carnes se movían al son del erotismo.
Únete Berry, no tienes porque estar fuera – decía Erick al verla.
La pelirroja obedecería entrando al cuarto, algo tímida, pero no se daría la vuelta, pues estaba casi hipnotizada con la situación de ver al maestro que ahora lo sabía su dueño penetrando a una mujer desconocida, pero en una situación tan sensual, así que se iría sacando su uniforme, una falda tableada, camisa, y un viejo calzón, pues ni brasier usaba, quedando su bonito cuerpo a la vista, bajo la vista de Evelyn quien al verla diría:
Eres tremendo cariño – dijo de manera burlona jalando a la adolecente.
Así quedaría entre ambos, y para sorpresa de la chica, esta acabaría entregando su intimidad a la boca de su maestro, mientras la secretaria empezaba a besarla en el cuello pasando hasta sus labios, enseñándole a hacerlo, siendo solo el principio, un ataque de erotismo doble, en el cual la pobre muchacha era presa de ambos, quien bajo aquella presión erótica se correría en pocos minutos, quedando sorprendida en medio de aquel asalto sexual, mientras su cuerpo era usado hasta el hartazgo, invadido por tantas emociones carnales, aunque no sería la única, pronto Molly llegaría por la noticia de una desconocida, solo para ver cómo tras un par de orgasmos su amiga dormía en la cama dejando a la vista todo su cuerpo, y ella terminaría en su lugar siendo cogida por ambos personajes, pues el maestro la tomaría por la espalda, recibiendo caricias que le quitarían la ropa, dejando a la vista sus formas, unas curvas exquisitas, solo para ser apoyado en su momento por la mujer, quien al ver como penetraban a la castaña, empezaría a comerle la conchita a la nueva presa, quien empezaría a gemir desesperada por ese placer tan fuerte, recibiendo un orgasmo imponente en cuestión de minutos. Igual pasaría con Saaya y Blondie, aunque estas llegarían juntas, y mientras Erick empezaba tomando a la de rasgos orientales, Evelyn sujeto a la rubia con una malicia viciosa, para que viera de primera cuenta como era cogida su amiga, mientras esta manoseaba su precioso cuerpo, continuando con la orgia en una lluvia de mieles de pasión que no acabaron rápido, las caricias, gemidos y demás serian escuchados desde afuera, molestando a muchas vecinas que deseaban aquel trato, así continuaron hasta que cada una de las alumnas terminaron desfallecieron, perdidas en al menos 5 orgasmos donde escurrieron hasta casi bañarse en sus jugos eróticos y Erick contento acabó en medio de tantas chicas hermosas, sabiéndose dueño de cada uno de sus cuerpos.
Habrían de pasar unos días antes de que se realizara el supuesto ritual, aunque para asegurarse Erick que todo saliera bien, se puso a descansar al menos una semana de abstinencia, además que fue cuidadoso con las fechas, pues aunque no lo quisiera debía hacer algo durante el evento, no solo cogerla, necesitaba hacerla suya por completo, a diferencia de sus predecesores, este fue más astuto, y se preparó como debía, eligió bien el día. Todos se reunieron para el evento, incluso los hombres, quienes tenían un gesto de vicioso, estos cargaron una reliquia, pues nuevamente hicieron una estatua de un primigenio para quemar, era de al menos 5 metros de alto, hecha de leña seca con paja, al frente de esta colocaron a la niña sobre la enorme roca de sacrificio, aunque esta no era cualquiera, que gusto se daría durante esa noche, porque se iba a coger a la preciosa Heidi, la estudiante más tetona que había, si tenía ganas de comerse aquellos pechos desde la primera vez que la vio, sería su mejor logro, y lo mejor ella estaba deseosa de ser marcada por el maestro, si abriría las piernas ofreciendo su cueva de manera viciosa, lista para ser profanada, y su cuerpo olía a hembra en celo, dejando en claro su deseo.
Profe, duele verdad – dijo en un arranque de timidez.
Claro que duele, pero luego te encantara – decía el hombre sacándose la ropa, mientras le quitaba la ropa ceremonial que era como su vestido de novia.
Se ubicó encima de ella mientras hombres y mujeres se habían reunido para ver al nuevo líder de la aldea surgir, estaban ansiosos, un aire de locura envolvía sus caras, no había vuelta atrás y Erick no lo pensaría mucho antes de penetrar a la chica, aunque antes jugaría un poco rozando su gruta de placer, solo para asegurar que estaba caliente, no quería que esta sufriera, cosa que estuvo de más porque casi chorreaba de emoción, mientras este había colocado un poco de pomada en su virilidad para ir más suave, o al menos hacerle sentir bien, así le iría metiendo su verga, lenta y con fuerza, abriendo los pliegues de esa carne joven, para irle sometiendo en el placer, disfrutando de cada segundo que iba entrando, mientras la niña decía:
Profe, Erick, me está marcando, me está marcando, ahora soy suya – decía la chica contenta de estar ahí siendo cogida en medio de toda la gente, viendo como se volvía la propiedad de maestro que le gustaba y sabía conocedor de sus tradiciones.
Eso solo sería el comienzo, un empujón de parte de Erick daría la última señal, destrozaba el himen, la sangre brotaba, todo para reclamarla como su mujer, y volviéndose el amo, si unos hilillos rojos desde su interior saldrían bañando la piedra, y al notarlos la gente aullaría de gusto, pues no solo significaba que Heidi era posesión de un sabio, sino que también empezaba la verdadera orgia, donde los hombres comenzarían a tomar a las mujeres para cogérselas como un grupo de salvajes, prácticamente las violaban, aquellos tipos las tomarían, a todas las que quisiera, penetrándolas de forma viciosa, metiendo sus vergas hasta el fondo, en una serie de violaciones sin precedentes, viéndose a todas gemir como un puñado de putas, pues aquellos hombres, sin importar la edad, si se les podía parar y chorrear aprovecharían, sometiendo a toda mujer cerca, siempre y cuando no fuera adolecente, pues estas aun podían ser marcadas por gente que llegara, además que el mismo Líder podría quererlas, así que estas hacían juegos lésbicos entre ellas, viendo como su amiga era convertida en mujer frente a todas, en un evento demasiado sensual, pues Erick si le hacía el amor, no solo se apareaba como si fuera un animal, chupaba los pechos, la besaba, acariciaba sus formas, al tiempo que veían incluso a sus propias madres recibir una polla, o hasta 2, pues había tipos que metidos en su depravación comenzaban a meterle las vergas por la boca, tratando de hacerlas tragar semen.
No era lo habitual, pero en su momento Erick soltaría a Heidi para enseñarle a los demás como la estaba cogiendo, igual que como hizo el viejo sacerdote, cuando la abuela de la chica era una cría, pero contrario a lo esperado, en vez de quedar ahí, muchos verían tremendo espectáculo cuando el joven fuera apoyado por las otras chicas que antes marcó para comenzar a cogérsela en un show sexual, viendo como entre 5 le estaban dando placeres eróticos hasta ahora desconocidos, chupando sus partes, como pezones y vulva, pero eso no quedaría ahí, también la haría comer chocho, empezando una faena sexual inesperada que haría suspirar a otros de lujuria, mientras que la misma secretaria besaba a Erick.
Les enseñaste a hacer eso ¿verdad? querida– dijo el maestro emocionado.
Si, ya que era su primera vez, haría que lo recordara para siempre, cariño – dijo Evelyn con una sonrisa picara mientras revelaba su figura al desnudo.
Y es que esa mujer era algo perversa, pero en el sentido más erótico de la palabra, ahora restregaba su cuerpo, en especial sus pechos en la espalda del hombre, excitándole más, queriendo que este se sintiera deseoso de la carne, se embriagara en el olor del sexo femenino, mientras sus formas comenzaban a crear cierto ardor, que se reflejaba en las estocadas sobre aquel joven cuerpo, sintiendo una pasión bastante ardiente, que lo hacía continuar, en especial al ver a la pequeña rubia de cuerpo no tan desarrollado en comparación de otras, pero de rostro hermoso, Blondie, perderse en su labor mientras que veía a su par mamando tetas a la pelirroja con mejor figura, pero nada de eso importaba, las mejores tetas estaban en Heidi y Saaya quien ahora le comía la concha a su amiga lograba unos buenos gemidos, los cuales resonaban, casi ahogados por la vulva de Molly, quien ofrecía su húmedo tesoro a los labios de su amiga, quien hacia lo posible por no perderse en toda esa faena sexual, pues aquel evento se volvía una locura sexual que no parecía estar por acabar, entre gemidos de placer, y movimientos cadenciosos despertaban el morbo, recibiendo corridas a cada instante, que acababan bañando los cuerpos de todos los presentes en esa fragancia erótica, despertando un mayor morbo, al tiempo que se iban perdiendo en toda esa demencia sexual.
Todo eso mientras las vergas de viejo o idiotas penetraban un sinfín de cuerpos en medio de la orgia, pues no se sabía donde empezaba uno y seguía otro, siendo los mejores testigos de ello, los mismos niños, quienes empezaban a despertar el deseo al ver tantas embestidas, oír gemidos u oler el aroma del sexo depravado, que acabaría hasta muy entrada la noche, cuando al menos Erick se hubiera corrido 5 veces en el interior de Heidi, para que tan sensual chica terminara preñada, asegurando que no solo fuera su mujer, sino que también la isla fuera suya.
Después de eso el lugar de Erick dentro del pueblo era un hecho, volviéndose el señor, pues era quien mejor sabía de los primigenios, los seres de adoración de todos dentro de la comunidad, y aparte al ser el único forastero con una casa, podía tomar a la alumna que quisiera, para hacerla suya, aunque eso no era probable, estaba contento con las 5 que tenía, aparte de su “mujer”, todas las noches eran de placer, cogía con la que quería, liberando la lujuria que empezaría a tomar forma. Aunque al termino de un año, siendo respetado por todos, llegó a hacer los cambios que requería, imponiendo su autoridad frente a los demás, no tardaron en hacer el tour en la isla para aprovechar las playas, pero la gente también lo disfrutaba porque no faltaron que fueran algunos idiotas, pues al oír “mujeres fáciles” o “es más barato que ir al burdel”, la fama del lugar se fue en aumento, cosa que no importaba, pronto empezaron a llegar nuevos socios, quienes buscaba a Erick, si hasta algunos lo visitaban a su casa, donde podían ver como para el momento un par de niños de brazos eran amamantados, y otros venían en camino.
Wow, hombre, esto no puede ser legal, pobre si dejas la isla, pero dime ¿Cómo lo hiciste? Que todos aquí te respetan – decían las visitas a menudo.
Es la magia de la isla pagana – respondía Erick viéndole de frente.
Excelente relato interesante excitante con morbo y lujuria, deberias continuarlo.