Ivancito y sus tíos 1
Mi nene es dominado por su tío Manuel .
Me llamo Iván, tengo 25 años, casado con una hermosa mujer y actualmente tengo dos hijos, un pequeño de 7 años y una bebé de meses. Los relatos que les contaré comenzaron hace dos años.
Soy un hombre delgado pero tonificado, no muy alto y atractivo, sexualmente soy muy caliente y eso me ha llevado a tener encuentros sexuales con hombres (pero esas historias se las compartiré en otros relatos) lo que les contaré hoy, será como comenzó parte de mi mejor pasión y a la vez tormento.
A mi nene, ivancito, lo caracteriza una sonrisa preciosa y unos ojos grandes y expresivos, le encanta jugar y montar bicicleta, es delgado y de lindas facciones. Por cuestiones de trabajo mi suegra vive con mi esposa e hijos, y a veces vienen de visita mis cuñados, tanto Manuel como Martín.
Manuel tiene mi edad, es divorciado y tiene una pequeña nena de 7 añitos, de hecho con mi ivancito se llevan un par de días de diferencia, lo que ha hecho que algunos años festejaramos los cumpleaños juntos. Manuel a diferencia mía es alto, mide 1.80 y tiene un cuerpo trabajado en el gimnasio, y para ser honesto es un hombre muy guapo, lo que se incrementa por usar barba y vestir siempre ropa deportiva ajustada.
Como ya era habitual, encontré a Manuel en casa mi casa, era un lunes que llegue de trabajar, estaba viendo la tv en la sala de la casa, lo saludé y pregunté por mi suegra y mis hijos, me indicó que estaban en la recamara y que ivancito se había quedado dormido, lo que me pareció extraño ya que mi hijo se caracteriza por dormir muy tarde, sin embargo no le di importancia y me dirijí a mi recamara a bañarme.
Ya después de la cena mi nene no se había despertado aún, fui a verlo y efectivamente seguía bien dormido, no me cuadraba algo sin embargo volví a no darle importancia, ya que lo que más me preocupaba es que despertara más tarde y no me dejara descansar.
Le dije a mi mujer que mejor lo despertara para evitar que anduviera de inquieto más noche y ella me indicó que se sentía cansada y que no lo despertaría, a lo que mi cuñado contestó que no me preocupara, que el se encargaba del pequeño ivancito. Acepté dicha situación, terminamos de cenar y cada quien se fue a dormir.
Me desperté como a la 1 de la mañana inquieto por mi hijo y me dirigí a su recamara cuidadosamente, ya que solo me quería asegurar que no se hubiera despertado, y no pretendía hacer ruido ya que mis cuñados cuando estaban en casa, dormían con mi hijo.
Caminé a la recamara de mi pequeño, y en la oscuridad vi salir del baño común a mi cuñado, para mi sorpresa estaba totalmente desnudo y con la verga parada, eso me calentó por mi historial que ya les contaré, y dejé de pensar un momento en mi nene y fantasee con mi cuñado, todo eso en un par de segundos que duré en llegar a la puerta de la recamara de mi hermoso hijo, abrí un poco la puerta con el morbo a tope de ver a mi cuñado desnudo y poderlo observar a más detalle esa verga gorda que alcance a ver en la oscuridad, y efectivamente entre las penumbras estaba Manuel sentado en una silla y se la estaba masturbándose.
El aliento se me entrecortó de excitación, la verga si bien no se le veía muy grande si se le notaba gorda y cabezona, lo vi escupirse la mano y pasarla lentamente por cada centímetro de esa gorda y deliciosa verga, con la otra mano hacía señas pero no alcanzaba a distinguir que significaban, pensé en irme pero quería asegurarme que mi hijo estuviera dormido, así que cerré la puerta e hice un poco de tiempo y me fui a la cocina por un poco de agua, respiré hondo para calmar la excitación de ver a Manuel, volví a ir para la recamara de mi nene, refresqué mi garganta y giré lentamente la perilla de la puerta, abrí lentamente (para hacer tiempo a que Manuel se cubriera o quizá para ver más su rica verga) y al entrar no vi a Manuel en la silla, volteé la mirada y estaba en la cama, él no se había percatado de que yo entré a la recamara, estaba totalmente cubierto con las cobijas y se veían movimientos de las sabanas; volví a aclarar la garganta para que supiera que estaba ahí, y de pronto lo veo asomar la cabeza y decirme en voz baja:
Manuel: tranquilo iváncito esta bien atendido, no te preocupes, hace rato despertó, le di leche caliente y volvió a quedarse dormido, si llega a despertar le vuelvo a dar su lechita y listo.
Sabía que era una mentira que iváncito no estaba despierto ya que lo vi moverse bajo las sábanas, pero aunque lo que me comentó me desconcertó, no hice más que darme la media vuelta y volver a mi recamara, aunque no pude dormir muy bien no dije ni hice nada.
Ya en la mañana mientras desayunábamos mi nene andaba de inquieto, jugando y sonriendo y eso me tranquilizó e hizo que olvidara la inquietud de la noche anterior. Mi mujer y yo salimos a trabajar.
Ya por la tarde le hice una llamada a mi suegra para saber como estaban los niños y me contestó que ella había salido a comprar algunas cosas, que se llevó a mi nena y de que aprovechó que Manuel se ofreció a cuidar a iváncito. Nuevamente algo me inquieto pero otra vez no hice más.
En la noche al llegar a casa, otra vez me encontré a Manuel viendo la tv en la sala, mi suegra con la nena en la recamara y mi hijo dormido en su recamara, volví a preguntar por que se había quedado dormido temprano y Manuel me contestó:
Manuel: el pequeño estuvo muy activo toda la tarde, no sabes, jugó y jugó y pues supongo que está muy cansado, tu tranquilo yo lo atiendo en caso de que se despierte, le doy su lechita y listo, al fin que le encanta.
Y mientras lo decía tenía una sonrisa de oreja a oreja, no le dije nada pero ya no estaba dispuesto a no hacerle caso a mi instinto. Dejé que todos se durmieran, me hice el dormido yo también y cuando la casa estaba ya muy quieta, como a la 1 de la mañana muy sigiloso me dirigí a la recamara de mi nene, puse atención a los sonidos y solo escuchaba pequeños jadeos pero nada que pudiera distinguir, hasta que Manuel dijo en voz muy baja:
Manuel: uff que delicia, esa lenguita se siente riquísimo.
Quedé paralizado, sentí que pasaron mis horas y a la vez un solo instante, me sentía mareado y a la vez con mucha adrenalina en el cuerpo, me sentí en un segundo excitado y enojado, abrí la puerta de golpe esperando que no fuera cierto lo que estaba imaginando y esto pasó:
Iván: Que chingados hacen? En tono fuerte
Manuel: nada, nada, iváncito se despertó y estábamos jugando
Iván: ahh si y a que jugaban según tú?
Asoma su carita mi nene que tenía debajo de las cobijas y la tenia roja roja, chapeado de sus cachetitos, y con la cara de asustado pero no dice nada solo se me queda viendo.
Manuel se quedó callado, y por mi tono de voz despertó mi mujer
Esposa: Ahora qué?
Iván: nada que entré al cuarto y pues están (me quedo callado) y viendo a Manuel
Esposa: están qué?
Manuel: jugando hermana, se despertó el niño y nos pusimos a jugar para que se ganara su lechita y pueda dormir (mientras lo decía me veía a los ojos y sonreía)
Esposa: y para eso tanto escándalo Iván, te pasas, ya deja dormir que mañana tengo un día complicado en el trabajo.
Salimos de la recamara de mi hijo, cerré la puerta y en mi cabeza estaba la tortura de imaginar lo que seguiría pasando. Esa noche no pude dormir otra vez.
Al día siguiente la misma situación pero a diferencia que por la tarde me salí del trabajo y fui a comprar un par de cámaras para poder ponerlas en la casa, necesitaba saber que estaba pasando o no sabía si quería ver que estaba pasando, repito me sentía excitado y enojado.
Esa tercer noche no dormí pero instalé una cámara muy discreta en la sala de la casa.
Para el jueves ya podía monitorear lo que sucedía en casa, por lo menos en las sala. estuve todo la tarde checando la cámara para ver si había algo pero nada, hasta que Manuel se quedó otra vez solo con iváncito. En cuanto salió de la casa mi suegra con la nena en brazos, Manuel llamó a iváncito y esto pasó:
Manuel: que onda chaparro, ya terminaste la tarea
Iváncito: si tío.
Manuel: hoy no quieres jugar con tu tío favorito (mientras lo decía se acariciaba el bulto del pene)
Iváncito: no sé tío, es que mi papá se enojó ayer que estábamos jugando, y tu me dijiste que a el le gustaba jugar también.
Manuel: No le hagas caso a tu papá, a él le encanta jugar también, si no pregúntale a tu tío Roberto como tu papá le encanta jugar (soltó una carcajada)
Iváncito: mejor no, a parte luego me ahogo con la lechita.
Manuel: lo sé, pero ya has aprendido bien a tragártela y a dejar limpio todo ahh
Manuel se sentó en el sillón y llamó a mi nene a que se sentara con él, mi nene obedeció y se sentó en sus piernas. Pude ver como a Manuel se le abultada ya una tremenda erección y mientras acariciaba a mi nene en sus nalguitas, con la otra mano se agarraba la verga.
Manuel: anda mi niño, complace a tu tío, juguemos un ratito, mira empecemos por esto. Y le plantó un tremendo beso de lengua del cual mi nene parecía responderle, mientras veía como parecía tragarse completa la garganta de mi nene y meterle la mano debajo de su pantalón, mi nene parecía un maniquí que se dejaba tocar.
Yo tenía la verga a full y estaba hipnotizado viendo esa escena, de pronto Manuel se para, se quita el short y deja ver esa gorda y venosa verga, parecía que palpitaba. Al ponerse de pie la verga literal le quedó a la altura de la carita de mi hijo, el cual sin hacer más la agarró con sus pequeñas manitas y acercó su boca y comento a tratar de atragantarse y meterse lo que más podía de esa gorda verga.
El culero de Manuel lo veía gustoso y solo le daba indicaciones:
Manuel: saca la lengua mi amor, uufff si eso, que rico, has aprendido muy bien, acuérdate no morder y abrir la boca grande grande para que juegues por ganarte la lechita.
Iváncito se sacaba la verga que en comparación con su carita se veía enorme y le dijo: si tío, te gusta así, y volvía a clavarse a chupar ese pito.
Manuel: me encanta.
Lo jalo del cabezo y saco de golpe la verga de la boca del nene, y le ordenó abrir la boca, iváncito obedeció y Manuel se acercó a escupirle la boca.
Manuel: trágate mi saliva putito, sé que te encanta.
Iváncito: si tío.
Manuel le volvió a pedir que abriera grande la boca pero estaba vez tomándolo con una mano de su cabecita y con la otra agarrando la base de la verga le enterró me un solo tipo la verga hasta el fondo de la garganta de mi nene, el cual al sentir que lo invadía esa gorda verga, comenzó a tratar de sacarsela pero Manuel lo tuvo con la verga a full unos segundo.
Pude ver como se ensanchaba la garganta de mi nene al grosor de la verga de su tío. Manuel disfrutaba dominarlo. De pronto le volvió a sacar la verga de la boca y le ordenó que se hincara, mi nene nuevamente obedeció.
Manuel: dime lo que te enseñé
Iváncito: tío dame leche por favor, déjame tragármela toda anda di que sí
Manuel: ufff putito claro que sí te complaceré
Yo ya no aguantaba y lo que en algún momento fue enojo ahora solo era excitación, no podía creer que mi hijo estuviera mamando la verga de su tío, y que este cabrón tenía días disfrutando de esas mamadas que al parecer eran bastante ricas.
Manuel: entonces quieres la lechita dentro o fuera
Iváncito: es que dentro duele mucho tío.
Manuel: como si fuera la primera verga que te comes putito.
Dicho esto, Manuel se agachó y le ordenó a mi nene que gateara hacía la recamara mientras mi hijo obedecía, Manuel caminaba detrás riendo y acariciandose la verga.
Continuará
como sigue
Felicidades está riquísimo
Me da envidia. ¡Cómo quisiera que me hubieran tratado así cuando era niño!