Joven virgen incestuoso 6: Mi otro hermano Mayor, Parte I.
La curiosidad me llevo a saborear la verga de mi otro hermano mayor..
Durante semanas tuve experiencias intensas de sexo con mi hermano Mayor Eliécer, pero pocas veces podía tenerlo en las tardes por su trabajo que complicaba nuestros placeres y tiempo de hermanos. En Las tardes al recordar el cuerpo y placer que me daba mi hermano mayor solia masturbarme imaginando como la verga de mi hermano y mi papá entraban para abrir mi culo, mis hormonas estaban a mil y quería sexo a cada momento.
En las tardes tenía que compartir la casa con mi Hermano Ricardo que siempre salía de la Universidad y llegaba directamente a casa puntualmente, recientemente acababa de terminar con su novia y parecía un poco deprimido, no me gustaba verlo así, por eso le decia que se encerrara en su cuarto para que no me molestara y él siempre me obedecía de mala manera, supongo que no tenia animos para discutir o pelear por algo.
Una tarde en especial después de días sin deleitar la pinga de Eliécer en mi culito, me quedé toda la tarde en el sofá viendo una película que al final terminó siendo muy mala, cuando estaba a punto de terminar la película veo que Ricardo pasa a la cocina con su actitud de deprimido amargandome la tarde.
—Oye, Ric. ¿Puedes dejar de arruinar mi tarde con tus vibras de depresión?— Dije mientras lo seguía a la cocina para seguir insultandolo.
— Esteban, no estoy de animos para tus lloriqueos— parecía un poco molesto mientras abría el refrigerador buscando algo, yo decidí molestarlo para arruinarle la tarde también, tenia todo el aburrimiento y la frustración concentrada por la calentura contenida y la mala película que había visto hace rato.
— Por eso te dejaron, hasta a mí me deprimes— Dije a unos metros de mi hermano, él se quedó estático sin decir nada.
Me molestó que no siguiera hablándome, y me resigné a irme un poco frustrado por culpa del estúpido Ricardo. Antes de salir de la cocina escucho que mi hermano corre hacia mi y siento un golpe en la espalda que me desequilibró el cuerpo, Ricardo me miraba molesto y me quedé paralizado ante mi hermano.
Estábamos frente a frente sin decir absolutamente nada, Ricardo era más alto y me estaba intimidado completamente en ese momento, yo intentaba decir algo pero mirar esos ojos oscuros me borró cualquier pensamiento que pudiera tener, sin previo aviso mi hermano salió de la cocina azotando la puerta.
Después de unos segundos de procesar lo que acababa de pasar, supe que me excito el momento y deseaba más, se me pasó la idea de aliviar mis malestares con Ricardo, es una idea que jamás se me hubiera ocurrido pero ahora reconozco a mi otro hermanito mayor como todo un hombre.
Pasaron las horas y no podía dejar de pensar en mi hermano Ricardo, era todo un hombre a sus 21 años, era alto y muy masculino, esa tarde despertó el deseo por mi hermano depresivo y no tardaria en saborear su pene tambien.
Ricardo y yo no somos muy afectuosos, siempre nos hemos limitado a tener cortos lazos de hermandad porque él desde hace tiempo que solo se enfocaba en la Uni y su novia, durante muchos años solo lo veía como el hermano estudioso que se encerraba en su cuarto a estudiar o a cogerse a su novia cuando nuestros padres no estaban, yo tampoco me acercaba tanto a él, lo que provocó que pocas veces interactuaramos en nuestra propia casa. Pero ahora lo veo con otros ojos, lo veo como un hombre adulto, fuerte y dominante que se asemejaría a un depredador con esos ojos oscuros, yo sería la presa que él se cogería en vez de su exnovia, de solo imaginar lo guapo que es y su cuerpo esbelto delgado se me para mí penesito y mi culito empieza a palpitar.
Ya habían pasado unas horas y mi hermano seguia en su cuarto mientras yo pensaba y pensaba aún sentado en la sala, después de tanto imaginarlo me levanté y fui a tocar su puerta, a unos minutos me dijo que podía pasar.
Entré y el cuarto estaba totalmente oscuro, a penas podían pasar unos escasos rayos de luz por la ventana, después de unos segundos pude distinguir su cuerpo acostado en su cama, me acerqué a la ventana y la abrí un poco para iluminar un poco la habitación y lo ví en su cama detallando cada parte de él.
—¡¿Qué M#erda haces?!— Se sentó en la orilla de la cama para mirarme molesto por la repentina luz.
Me senté a su lado en la cama sin decir nada, mi hermano no tenía camisa y se podía ver su complexión, era exquisito. Se veía flaco pero tenía una pancita muy sexi, pero me voló la cabeza al ver el caminito abundante de pelos que bajaba de su ombligo.
Traté de decir algo pero me quedé mudo al ver cómo se le marcaba un poco la verga en el pantalón, definitivamente estaba extasiado y desesperado por pene en ese momento.
— Oye, no me voy a disculpar por golpearte. Tú me hiciste molestar.— No parecía arrepentido, y sinceramente no me importó recibir una disculpa, solo me quedé mirando sus cejas gruesas y su cara de amargado.
—Ps, tú estabas todo deprimido que me arruinaste la tarde— hablé para no hacer el momento tan raro, sentía muchas cosas en ese momento pero la calentura crecía a millón al tener a mi hermano así tan cerca, necesitaba su pinga adentro de mi rápido.
— No estoy deprimido, Terminé con Amanda y aún estoy molesto, se que necesito relajar mi temperamento.— mi hermano y su ex habían terminado hace semanas y desde entonces no ha salido de la casa, de seguro necesita relajarse mucho más de lo que cree.— ya, puedes irte.
— ¿Por qué me tratas así?, yo no te dejé— poco a poco le echaba más leña al fuego, pero era parte de mi plan contra mi impulsivo hermano mayor.
— Esteban, vete de aquí— Ya estaba molesto y mi plan resultaría muy pronto.
— No quiero irme, quiero ayudarte a relajarte— lo miré con una sonrisa.
— No lo estás logrando— él estaba irritado y se notaba pero también lo tenía donde quería.
Volteo la mirada y me lancé sobre él, rápidamente por impulso me lanzó contra su cama y yo abrí mis piernas.
— De seguro te gano en la lucha— cuando estaba más pequeño mis hermanos y yo solíamos jugar a las luchitas dónde siempre me sometían para quitarme los dulces que me daba la abuela, esa sería la clave para que mi hermano me follara en ese momento.
Sin pensarlo mucho Ricardo se lanzó entre mis piernas para someterme y tener la victoria pero yo acomodé mis piernas exactamente para quedar en una posición en la que su bulto tocará mi culito, y funcionó después de varios minutos de roces y frotarnos, sentí entre las nalgas como su palo ya estaba un poco duro. Él jadeaba d intentó separarse pero lo aprisione con mis piernas en su espalda.
— Suéltame, me puse duro porque tengo semanas sin sexo y es incómodo ahora, déjame.— Mi hermano mayor parecía nervioso e intentó separarse pero yo estaba ahí abajo de él jadeando mientras su pene crecía cada vez más entre mis nalgas, se sentía demasiado rico sentirlo aunque todavía tengamos ropa.
Intento separarse pero no lo logró, y yo solo me moví para estimular un poco más su verga y reaccionó al instante, mi hermano me miraba confundido pero dejo de resistirse y empezó a frotarse un poco más.
Después de un rato solté las piernas pero él se quedó ahí mirándome directamente a los ojos, ninguno dijo nada y con mis brazos atraje su cara a la mía, a centímetros sentí su respiración agitada y su aliento pesado en mis labios.
—Esteban, ya. Me duele el webo— se separó y se sentó a un lado de la cama, rápidamente se desabrochó el pantalón y sacó su pene duro y baboso.
Con la poca luz de la habitación pude ver cómo bajaba y subía la piel de su verga dejando la punta brillante por su presemen, él me miró y sin decir nada yo sabía lo que él quería, me acerqué y me arrodillé entre sus piernas. Lamí y saborie la gran punta de su pene, su pene era hermoso, tenía un glande un poco mas grueso de lo normal y el tronco un poco más delgado, parece un hongo rosado.
Ricardo cerro los ojos en inclinó si cabeza hacia atrás, ambos lo estábamos disfrutando, el sabor de su pene era exquisito, era dulce y salado con un toque amargo y ácido, desde hace tiempo esperaba un sabor así en mi boca y mi hermano mayor no dejaba de sacar líquido de su pene alimentándome con su flujo de macho.
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