Joven virgen incestuoso: curiosidad con el vecino.
La curiosidad llevará a tener las mejores aventuras con mi padre y hermanos.
Mi nombre es Esteban Smith, soy el tercer hijo de una familia de 5 integrantes; mi padre, el rudo y masculino principal proveedor de la familia; mi madre, una vendedora de una tienda en el centro comercial más grande de la ciudad; Eliécer, mi hermano mayor con 25 años; Ricardo; el hermano del medio con 20 y yo con 12 años, juntos conformamos la familia Smith. Mi padre con todo su esfuerzo ha logrado que cada uno en nuestra familia logrará salir adelante, pertenecemos a la clase media de la ciudad y aunque no tenemos mucho dinero nunca nos ha faltado nada para vivir bien.
A una edad temprana siempre tuve curiosidad de las cosas que hacían los adultos ya que me creía independiente y odiaba ser un niño, nunca podía hacer nada por mi cuenta porque mis padres siempre me controlaban en cada aspecto de mi vida, detestaba que fuera así. En mi cumpleaños número 13 me propuse dejar de ser un niño, para adentrarme en las cosas que hacen los adultos.
—Esteban, no hagas eso— la voz de mi madre era fuerte y muchas veces daba miedo.
— ¡Mamá! ¿¡Queeé!? — mi madre enojada me dio una bofetada luego de quitarme la afeitadora, su mano quedó llena de la espuma de afeitar que me había colocado en la cara.
Solo estaba experimentando el afeitarme como lo hacen mis hermanos y mi padre, aunque no me sale barba aun quería sentir lo que se sentía ser un hombre, mi madre siempre hace eso, siempre trata de controlarme y lo hace de la peor manera.
En plena pubertad siempre estaba caliente y en cada momento buscaba un lugar para masturbarme, supe lo que era cuando vi la sombra del cuerpo de Ricardo haciendo esos movimientos con su pene hace 3 años, y desde entonces he disfrutado la sensación de una paja, me la he hecho desde entonces más de 3 veces diarias.
Mi relación con mis hermanos no es la mejor de todas, siempre se burlan cuando mi madre me regala o simplemente me ignoran cada vez que pueden, son unos idiotas.
Mi padre es un policía que eventualmente sale de casa por días y cuando vuelve solo se dispone a dormir, tampoco tengo mucho contacto con él, así que podría decir que estoy solo, solo con una computadora y acceso a internet. Así fue como descubrí las cosas que hacen los adultos, el sexo.
El sexo parecía ser la más gloriosa de las sensaciones y era algo que de seguro confirmaría mi estatus como un adulto, era algo que debía probar. Pero tenía consecuencias, y no estoy preparado para dejar embarazada a una chica.
Una tarde en la que me encontraba solo en la casa me puse a investigar sobre el sexo, y descubrí el porno. Videos que me hacían explotar la mente y aumentaban mis ganas de coger, durante horas visualice varios videos de sexo.
Descubrí que dos chicos también pueden tener sexo y eso expandió mi curiosidad de sentir el ser follado por un hombre, por lo que me propuse intentar ya que se eliminaba el riesgo de embarazo.
Al lado de mi casa vive un chico con el que siempre me llevo muy bien, y solíamos jugar todas las tardes, su nombre era Pedro y no era muy guapo pero si muy alto. Pedro era 3 años mayor que yo y tenía un cuerpo bien definido, lo que causó más curiosidad en mi.
Una tarde me invitó a su casa para jugar en su consola como habitualmente lo hacía, pero esa vez yo tenía mi mente dando vueltas al imaginar las sensaciones del sexo. Mientras me senté a esperar que Pedro arreglará todo para jugar, me imaginaba como sería el pene de Pedro, imaginaba el color, el tamaño, el grosor. En ese instante me calenté demasiado y estaba perdiendo el control.
—Pedro, hace unas semanas ví en internet videos muy extraños— trataba de llevar la situación a algo más lujurioso.
—¿Videos sobre qué, pequeño?— Pedro mayormente era ingenuo y un poco tímido.
— Videos de chicos masturbándose — me sonroje un poco por la vergüenza que sentía al hablar sobre eso, pero tenía más excitación.
— Esas son cosas que hacen los chicos grandes, no deberías ver esas cosas— se notaba como empezaba a ponerse nervioso.
Asentí cuando me indicó que todo estaba listo para jugar, desde esa plática no pude evitar ver el bulto que se formaba en la entrepierna de Pedro, lo que le había dicho al parecer lo calentó un poco. Él notó que yo lo estaba viendo y causó mucha vergüenza en mi hasta que me hizo sonrojar.
— Si te gano está vez tendras que hacer algo que yo te diga sin quejarte, ¿Va?— Pedro tenía una chispa de malicia en sus ojos al decir esa apuesta, como nunca el niño tímido mostraba su cara de lobo. Acepte el trato.
Después de unos fuertes minutos del juego de pelea Esteban perdió la partida y estaba preparado para recibir las órdenes del mayor.
—Quiero que te tapes los ojos con esto— Pedro le dió un trapo a Esteban para que cumpliera el reto. — y abras la boca grande, te daré algo que tendrás que chupar como un helado— Esteban obedeció al taparse los ojos y abrir la boca.
Esteban se encontraba sentado en el suelo con la boca abierta esperando que el mayor se levantará y se desabrochar el nudo del shorts, Pedro saco su pene semierecto del pantalón y lo sacudió antes de poner la punta en la boca del menor, Esteban saboreó el glande de pene de Pedro y se quedó sin reacción.
—Sabe a jamón, ¿Qué es?— el niño aún inocente no sabia aún que tenía un pene en la boca, el joven siguió chupando hasta que sintió algo salado. Esteban se destapó los ojos y vió a Pedro avergonzado con su pene afuera.
Sin decir otra palabra Esteban se acercó y empezó a masturbar a Pedro que gemía en voz baja al sentido la mano del menor. Esteban disfrutaba las sensaciones y le encantó el sabor, el pene de Pedro no era muy grueso pero si un poco largo (16 cm), el joven se sentía feliz de ver un pene más grande aue el suyo.
De repente se abre la puerta del dormitorio de Pedro y se visualiza su padre enojado, el mayor de los chicos empuja al menor y guarda su pipi dentro del shorts y baja la cabeza ante la cara de molestia de su padre, Esteban fue echado de esa casa y tuvo que correr rápido a la suya, sabía que eso era algo que no lo debían hacer pero para el se sintió muy bien y quería más.
Hola, promete tú relato y espero el siguiente. Saludos.
uffff