Juego de escondidas con mi primo parte 2
Después de lo sucedido jugando a las escondidas, viene una mejor parte .
Hola a todos, disculpen la demora. He estado algo ocupado y sin tiempo para continuar mi relato, pero aquí estoy con la segunda parte de mi historia con mi primo, quien en ese entonces tenía 17 años y yo 14.
Justo cuando estaba a punto de quedarme dormido, sentí mi celular vibrar, lo que me sacó de onda porque ya estaba agotado. Al mirar la pantalla, vi que era un mensaje de mi primo. El sueño se me esfumó al instante, y una sonrisa se dibujó en mi rostro. Abrí el chat y leí: “¿Sigues despierto, no? Ven a donde ya sabes.” Respondí con un simple “Ok”. Me levanté con cuidado, abrí la puerta de mi cuarto para asegurarme de que mi familia estuviera dormida, y luego la cerré. Por suerte, mi ventana grande, que se abría fácilmente, me permitió salir sin problemas, ya que mi casa es de un solo piso. Mi cuerpo temblaba de frío, nervios y un morbo que no podía explicar mientras me dirigía a la calle.
Caminé unos pasos y me adentré en el lote baldío. La oscuridad lo envolvía todo, pero la luz de la luna iluminaba lo suficiente para guiarme. Mis nervios crecían con cada paso, sin saber qué me esperaba después de lo que había pasado en la tarde. Al entrar en la casa en construcción, todo estaba oscuro, salvo por los destellos de luz de la lun que se colaban por las ventanas. De pronto, escuché un “psss” que venía de arriba. Con cuidado, subí las escaleras, y al llegar, vi la figura más exquisita que jamás había contemplado. Estaba sin camisa, y la luz de la luna resaltaba sus abdominales, su pecho firme y sus brazos que parecían brillar, como si me llamaran. “Ven, rey,” susurró con una voz que me hizo estremecer.
Me acerqué, obediente, y de repente, me tomó del cuello con una intensidad salvaje y me dio un beso profundo, cargado de morbo. El beso duró varios minutos, y cuando nos separamos, nuestros alientos y saliva se mezclaban en el aire frío . Bajé la mirada y vi que aún llevaba su short de fútbol, ese uniforme que siempre me había fascinado. Alan (no les había mencionado su nombre) me tomó de la barbilla y, con una mirada ardiente, dijo: “Qué bueno que llegaste, primo. Sabía que una putita tan lindo como tú no se resistiría a mi.” Cuando me dijo eso me excite de una manera que no tienen idea, algo en mí, una mezcla de nervios y deseo que me dejó sin aliento.
Me pidió que me quitara el suéter y la camisa, y aunque el frío de la noche me rozaba la piel, el calor de ambos desapareció después de ese beso. Me acercó a él, yo bajé la mirada y me dijo. “Ya sabes cómo es,” sus ojos brillaban con una intensidad que me hipnotizaba.
me agarró de la cabeza y me bajó estando frente con su verga, escondida, voltee a verle su cara y me dijo “vas, ya sabes cómo es” y sin pensarlo dos veces le bajé su short y en eso sale su verga de 19cm que me rozo la nariz al salir, me lo metí a la boca y recordando como me había dicho mi primo comencé a chupársela bien caliente, en cuanto logre que me entrara toda a la boca, mi primo se tiró un gemido bastante fuerte, a lo cual inmediatamente se tapó con su boca, pero a mí no me importaba si hacía ruido o no, yo estaba en el paraíso chupando esa verga tan rica, ya parecía que tenía años de experiencia, cada que yo me la sacaba de la boca el me empujaba hacia él para que me la volviera a meter, y siempre gemía con su mano en la boca bien delicioso, hubo un momento en el que sentí la cabeza de su verga un tanto dura y el me dijo, jadeando “Espera espera” y me levanto, y me dijo, esta será tu noche inolvidable, medio un pico y procedió a bajarme mis shorts y mis bóxers, me dijo “hoy vas a ser la putita de tu primo” cada que me decía algo así mi corazón se detenía y quería que me hiciera lo que fuera, luego de decirme eso, medio la vuelta y me hizo que bajara desde mi espalda un poco, a eso yo ya sabía a lo que iba y aunque tenía mucho miedo, no me importaba, yo solo quería ser suyo, entonces sentí como me abrió mis nalgas y me empezó a lamer el ano, fue una cosa tan excitante, que comencé a gemir, y así estuvo como por 3 min sin cansarse, hasta que siento que me mete no 1, sino 2 dedos, yo solo me hago un poco para en frente al punto de casi caerme, y mi primo con su otra mano me sostiene desde mi abdomen, y me dice “Si te gusta eh?” Yo sin siquiera poder hablar le digo “si papi, me encanta, házmelo” al el oir eso puso una cara de sorprendido, pero excitado, era una expresión en la que se vio tan sexy, el sacó sus dedos de mí y se puso saliva en toda su verga y en todo mi ano. El poco frío que me quedaba desde que comenzamos a besarnos se había desaparecido, por qué ambos estábamos súper calientes y súper sudados. Siento como empieza a introducir su pene en mi ano y yo suelto un gemido medio fuerte, y él procede a taparme la boca y se me acerca al oído mientras me la seguía metiendo y me dice “Cállate primo, no quiero que nos descubran” y me muerde la oreja suavemente, yo sentía que esa verga nunca iba a dejar de entrar, yo trataba de despegarme de él porque me ardía y me dolía demasiado el ano, pero no me permitía , en eso siento sus huevos en mis nalgas y empieza a gemir silenciosamente, y en eso me la saca de golpe y me dice “¿Qué pasa primo? Te estás resistiendo mucho, pensé que querías verga, o acaso ya no quieres?” Yo con su mano en mi boca muevo la cabeza diciéndole que no entonces me quita la mano y le digo “Perdón primo, voy a poner de mi parte” y me dice “Así me gusta, que seas bien putita” me inclino un poco y siento como de golpe empieza a sacarme y a meterme la verga, yo con su mano devuelta en mi boca gemía y me quejaba, el me decía “ptm primo, tienes el ano tan caliente y tan rico” me quito su mano y me empezó a besar mientras ambos veníamos, yo con lágrimas en los ojos le decía a mi primo que porfavor parara, pero él me decía “nah, la estamos pasando muy bien” después de que me esté dando por unos minutos, el dolor se convierte en placer, a lo cual mis gemidos cambian de tono a uno más excitante, y en toda esa trayectoria me había corrido dos veces, mi primo me iba diciendo cosas como “que ricoooo mierda” o “ufff así así putita” y a los minutos me dice “primito me voy a correr eh, te voy a dejar toda mi lechita dentro de ti sii” y siento como su pene se agranda dentro de mí, me abraza muy fuerte y suelta un gran gemido y siento como mi interior se iba llenando de su leche que no paraba de salir y él solo gemía súper delicioso, a los dos minutos de haber acabado mi primo me suelta y yo caigo rendido al concreto desmayado, no sé cuántos minutos habían pasado pero al despertar desnudo en el suelo me percato que mi primo no estaba y sentía rara mi boca, y al saborear mi boca, era el mismo sabor que había probado horas atrás de su semen, fui ahí cuando me di cuenta que mi primo me había follado la boca en lo que estaba inconsciente, después de estar unos minutos sentado procesando lo que acababa de de ocurrir, me levantó con un dolor infernal en todo el cuerpo y con mi ano mojado y a como pude llegué a mi habitación, encendí las luces y vi que estaba raspado y un poco sangrando en las rodillas de cuando me desmayé, con las pocas fuerzas que tenía me metí a bañar súper rápido y luego caí súper rendido en la cama.
Espero que les haya gustado esta parte, por favor cuénteme si se andaban tocando o si quieren saber qué pasó después jaja
gran relato con ganas de leer la continuacion
Wow no sabes cómo me vine 😋