JUEGOS MARACOS A DÚO. PART THIRD

Cansado de los juegos solitarios, llamé a mi antiguo y fiel compañero de juegos maracos a que me diera como tarro y me sacara el ansia de estar en sequía de verga desde que me culió el desfachatado ratero pero de exquisita pichula..
Cansado de los juegos solitarios, llamé a mi antiguo y fiel compañero de juegos maracos a que me diera como tarro y me sacara el ansia de estar en sequía de verga desde que me culió el desfachatado ratero pero de exquisita pichula.

No puedo dejar de estar resentido con el pico 55 que se portó mal aunque me culió como los dioses saben hacerlo. Sabía que mi ser era una yegua suelta escondida y que bastaría que un macho dominante la sacara al ruedo y la volviera loca a cachas.

Lo que efectivamente ocurrió.

-Caliéntame. Muévete como maraca en el pub.-

Me dio esa orden y la yegua interna sintió que se abría el corral y reventaba la soga que la mantenia atada y salía relinchando y coceando a exponer su grupa caliente y deseosa de penca.

Me saqué la polera y me quedé con el colalés rojo metido en las nalgas. Levanté los brazos y empecé la danza de Afrodita que hipnotizaba a los incautos. Movía mi trasero cadenciosamente y luego empezaba un vórtice de meneos acompañados de quejidos, suspiros y lamentos entrecortados…

-Basta. Me cogió violentamente del cabello y me hizo hundir las cabeza en el edredón. Me inmovilizó de los hombros con una mano mientras la otra me introducía tres dedos de una en mi culo que resintiò el ataque, pero rápidamente dejó de oponer resistencia como siempre que intuye la presencia de la verga viril.

Hundió su verga de un solo envión hasta que los testículos chocaron con mis nalgas. Mi cabeza golpeó la muralla cada vez que me empujaba la verga cada vez más y más adentro. De pronto me saca  el miembro y me lleva a rastras hasta la oficina y me pone en cuatro en el sillón. Otra vez la verga de un solo toque me llega hasta el final del recorrido y me hace gemir de caliente.

Estoy hirviendo y mi culo se abre y se cierra alrededor de esa pieza de carne esculpida y erecta.

El final del coito fue de bruce en el lecho en que me aplastó con toda su humanidad mientras sellaba mi resistencia con esa dura herramienta que perforaba implacable mi sometido canal marica.

De eso han pasado casi cinco meses en que solo conocía la dureza y tamaño de mis dildos, consoladores y vibradores. Cada vez me dilataba hasta que me entraba el más voluminoso.

Sucedió que tuve por fin un dealer confiable que me surtió de cannabis y empecé a realizar mis rutinas con aspiraciones de ese humo que una vez dentro de mi organismo soltaba la resistencia de mis esfínteres y se soltaban las amarras y blandamente se abría a dimensiones solo dignas de una yegua.

Pero hoy después de un sueño húmedo en que era poseída como una hembra, decidí llamar a mi partner que siempre engancha cuando le digo que quiero culiar porque estoy caliente.

-Ya mijito. Voy de inmediato así que prepara tu raja que te la voy a dejar como la bandera de Japón.

-Ya po, vamos a ver si me das tanto como dices, porque hoy estoy muy caliente y no me voy a conformar con dos metidas y un tiritón.

Salí a encontrarlo y subimos al lugar de los hechos. No fue más que cruzar la puerta cuando me metió de lleno la mano en el culo que por supuesto se abrió y quedó en modo de espera para consumar el coito.

La primera metida fue en cuatro después de mamar un rato hasta que el deseo de sentirme ensartado por esa verga grande y dura con la que fantaseo cada vez que necesito calentarme. Me ensartó con dificultad inicial hasta que el gel hizo efecto y la herramienta se apresuró a hacer su ingreso sin pausa hasta el final de mi cavidad interior destinada a la cópula homosexual.

Pasamos a la segunda parte en que patas al hombro me dio fuertes enculadas que me remecían y me hacían gozar en extremo como rara vez lo hago, a pesar de haber sido la hembra de más de medio ciento de machos que han usado mi culo para obtener su propio placer. Si hay algo que me excite es sentir el jadeo y las enculadas furibundas cuando el macho va a culminar con un orgasmo y la consebida eyaculada. En ese momento cierro los ojos y dejo que mi culo reciba los golpes de las arremetidas.

A su vez ahora mientras sentía cómo acababa y el semen inflaba el condón, mi pene dormido se despertó y soltó sucesivas muestras líquidas del orgasmo anal.

Si pasaron cinco meses sin ser culiado, ahora podré esperar el próximo año que venga la verga 56 a continuar con mi carrera de maraco maraca que lo único que desea es ser usada/o como receptor de leche viril, aunque solo sea en el contenedor condón que evita el contagio de las temidas ETS.

Termino mi relato con la declaración de que estoy escribiéndolo a pocos minutos de haber sido usado como hembra y depositario de la lujuria de un homosexual activo que me hizo recordar al obrero de la construcción que cuando lo montaba me dijo:

-Mejor que puta. De verdad es el mejor elogio de mis movientos lascivos cuando moto la pichula de un macho y se me desata la yegua caliente que llevo dentro.

-Soy Juana, la loca y estos son kis reatos que escribo cada vez que me culean.

No olviden dejas sus comentarios acá y muy importante valoren con las estrellas que deseen mi esfuerzo por compartir mis andanzas y motivar sus masturbaciones. Pueda ser que más de algún homosexual larvado se decida a probar la verga y sabrá igual que yo que no hay maricón arrepentido. Solo quienes descubrimos que pudo haber sido antes.