La aventura de mi pareja……….
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por elgordoantonio1971|.
Hola, esta historia es real y de cómo con astucia e inteligencia, una aventurita que mi pareja tenía con un amigo común, se terminé sin pelear y seguir la relación.
Soy de Maracay, Venezuela y soy Diabético, lo cual me causó algunos problemas de salud, con lo que mi vida sexual se vio reducida, con lo que mi pareja en su trabajo empezó una aventura con un amigo común de ambos, pero con un tratamiento de células madres y hormonas, mi vida sexual se restableció como chamo de 20 años, full potencia.
Un día mi pareja le prestó alojo en nuestra casa a nuestro amigo, porque donde vive se inmundo con las lluvias y no tenía donde ir, yo estaba en el trabajo y al llegar lo encuentro en la casa, y le pregunto por el gordo (mi pareja) y me contesta, que había salido a otra ciudad a llevar un material de trabajo y que lo llamara para conversar conmigo, lo llamo y me dice que va a tardar por una serie de cosas que tenía que hacer.
El Morbo me recorre la mente y me dije a mi mismo, ahora este amiguito va a saber lo que es bueno, y me voy a mi cuarto y me quito la ropa, con la excusa de que me iba a bañar, le paso por el frente a Juan y el no disimulo en verme el paquete que se me dibujaba, y con toda la intensión del mundo me dejo caer la toalla y quedo desnudo, y Juan se quedó boquiabierto al ver mi guebo que estaba a punto de parase, no es por alardear pero son 18 cms cabezón y grueso, y le digo, Que te pasa, nunca has visto uno guebo como este?, solo movió su cabeza diciendo que no, y le fui al grano y me le acerque, aprovechando su impresión, y le dije, lo quieres?, y temblando me dijo, si, pero es muy grande… Me reí y le dije, te va a gustar.
Como estaba sentado en una silla del comedor, me le acerque y se lo empecé a restregar por su cara y le pedí que lo lamiera, el como buen niño, hacía caso, me lo empezó a mamar, lo hacía muy bien y a medida que mamaba se me puso a su máximo grosor por lo parao que lo tenía, le pedí que se fuese desnudando y le deje mamar un buen rato y que me lamiera las bolas también, con el morbo a mil le digo, vamos al cuarto y lo tomo cargado, claro yo mido 1.79 y peso 120 Kg pero el mide 1.63 y pesa 59 Kg, imaginen como era de fácil cargarlo, al llegar a la cama lo puse boca abajo y de una gaveta saqué un pote de vaselina y empecé a meterle un dedo para dilatarlo y masajearle la próstata, al principio puso resistencia porque le dolió la metida de dedo, pero el masaje lo relajo y fue aflojando hasta que entraron dos dedos, con lo que ya su culito pedía guebo, y como el estaba boca abajo, me le puse encima y le puse la cabeza del guebo en su culito, hice presión y él puso resistencia pero con la vaselina, la cabeza entró, como estaba encima de él, no le daba mucha opción de movimiento por lo flaco y pequeño que Juan es, me detuve para que se acostumbra y no dañarle el esfínter, y poco a poco se lo lleve hasta la mitad, le tape la boca por si fuese a gritar, y como un gato, le mordía el cuello para calmarlo porque estaba aterrado por lo que estaba prisionero debajo de mí y por la manera de estremecerse se le notaba el dolor, pasado un rato, él se fue relajando y cuando esteba ya calmado, empecé el mete y saca, y a medida que iba y venía, el empezó a gemir de placer y aumente la velocidad y en una de esa se lo saque y de un solo envío se lo metí hasta pata, chocando mis bolas con su cuerpo, el grito fue ahogado con el dolor y no sé qué sentimiento me invadió, pero sus gritos me excitaron más de lo que nunca había sentido, sería el coñazo de hormonas, el cialis de 10 gr más la rabia de que se había acostado con mi pareja, lo que sé es que le di en esa posición por más de 30 minutos, luego sin sacárselo lo puse en cuatro y las embestidas eran fuertes, el me pedía de apoco a poco siguiera, ya se había acostumbrado su culito a mi guebo.
Se lo saque, lo volteé y puse en pollito en braza, para darle la gran penetrada con lo que pude ver su cara, me le deje caer encima y le daba con tal fuerza que él me pedía que terminara pero yo no le hacía caso, cuando siento algo caliente entre los dos, era el que acababa sin tocarselo, pero mis planes eran otros y seguí dándole hasta que le dispare unos buenos choros de leches dentro de él, con lo que me dijo, me quema tu leche, pero me gusta, yo seguí con el mete y saca y como no se me bajaba, le di un rato más hasta que acabe por segunda vez, me quede un rato sobre él y al sacárselo, me sorprendió el ancho y dilatado de su culo, le puse un tapón de papel, y él estaba tan cansáo que se durmió, yo me bañe y me puse a ver tv en la sala, al rato el me llama y me dice que se sentó para expulsar el lechero que le deje adentro y que le salió poquita, me le reí en su cara y le decía, te preñe y te pido que lo pienses antes de que te acueste con mi pareja otra vez, el del tiro salió a vestirse y se fue de la casa sin mediar palabra alguna.
Cuando mi pareja llegó, me pregunto por Juan, y le dije que se había marchado sin decir para donde, varios meses después me enteré que estaba viviendo en Maracaibo y había comentado que en Maracay, un toro lo dejo preñao y con gusto lo repetiría otra vez.
El tratamiento de Células Madres es lo mejor que me ha pasado, y las paradas de guebo son como cuando se tiene 20 años…. espero les guste. @elgordoantonio1971
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