La mujer de mi mejor amigo
Mi amigo es sometido por su esposa delante mío.
Este relato sucedió hace dos semanas aproximadamente. Comenzaré hablando de mi mejor amigo al cual llamaré Jairo y su esposa que llamare Renata, por anonimato. Jairo y yo hemos sido grandes amigos desde tercero de primaria. A pesar de que ambos ya tengamos pareja sigo manteniendo buen contacto con él. Fue padrino de mi boda el año pasado y quedamos de que él y Renata serán los padrinos de nuestro futuro hijo, si mi esposa y yo llegamos a tener. Él conoció a Renata hace tres años en un restaurante local el cual ella es dueña. Trabajaba como mesero del lugar y luego se fue dando una relación. Ella es seis años mayor, actualmente tiene treinta y uno. Él tiene veinticinco, es un año mayor que yo porque reprobó tercer grado donde fue que lo conocí. Hace año y medio empezaron a vivir juntos. Mi esposa y yo salíamos en ocasiones junto con ellos. Ella y mi esposa a pesar de la diferencia de edad, se llevaban bien. Renata es una mujer sobresaliente, de grandes senos, algo llenita pero bien formada de estatura como 1, 74 más o menos. Mientras que Jairo siempre ha sido muy delgado. En la adolescencia empezó a ir al gimnasio y se le quedo de costumbre el hacer ejercicio por eso se mantiene en forma. Pasando a lo sucedió. Hace unos días era mi cumpleaños, debido a la contingencia no era posible salir a pesar de que algunos establecimientos ya habían abierto. Por lo que Jairo y Renata nos invitaron a su casa para hacer unas carnes asadas por el festejo. Llegamos mi esposa y yo a la hora acordada, Jairo estaba preparando la carne, mientras Renata se encontraba sentado tomando unas cervezas. Saludamos y todo eso. Le ayude a Jairo con las carnes y poco después comimos y bebimos algo de alcohol. Pasaron algunas horas y seguíamos conviviendo los cuatro, alrededor de una mesa. En eso Renata le pide a Jairo que haga algo, pero su tono de voz sonaba algo pesado. Jairo algo molesto hace caso y trae la orden de Renata. Se volvió a sentar y todo siguió normal. Después se había terminado los cigarros de Renata, porque ella fumaba demasiado. Ella le pidió a Jairo que vaya por más cigarros en un tono nuevamente fuerte. Él nos quedo viendo algo apenado y se notaba que no quería mostrarse sumiso delante de nosotros. Entonces le contesto que quedaba muy lejos el lugar para comprarlos. Porque sí, era como veinte minutos en coche, viven en un lugar retirado. Nuevamente ella le exigió que vaya y él se impuso con un tono igual de pesado al de ella diciendo que no iba a ir. Yo me ofrecí a ir por ellos, pero él dijo que no que así estaba bien. Renata se mostró demasiado molesta, le levanto fuertemente la voz a Jairo y él respondió con el mismo tono. Ella se levanto de la silla, y dijo «ahorita vas a ver cabrón, a mi no me vas a faltar al respeto y lo sabes». Se acerco a un lado de la parrilla donde había una caja de herramientas tomó un cepillo de alambre, de madera y volvió a tomar asiento frente a nosotros. Le dijo a Jairo que se acercará a ella. En eso él se pone nervioso y le pide que se controle, que ahorita va por los cigarros. Ella autoritaríamente sigue diciéndole que la obedezca. Jairo vuelve a decirle que se calmará. No entendía lo que sucedía, solo observaba esa escena viendo como él cambio su estado a alguien con miedo. En eso ella le dice ya en tono definitivo que si no obedece le va a ir peor. Él se levanta de su silla, se acerca a ella. Y ella le desabrocha el pantalón, él como un niño le comienza a rogar y pedir de favor que no lo hiciera. Renata le dice que a ella se le respeta y que sabe bien las consecuencias de sus actos. En eso le baja el pantalón y luego el calzoncillo. Le pide que se los quite totalmente, Jairo continua rogando pero ella sigue imponiendo de manera fuerte. Jairo se quita el pantalón y el calzón quedando totalmente desnudo de la cintura para abajo. Renata lo acomoda entre sus piernas dejando sus nalgas de él a la altura de la cara de ella y le dice que le sirva de lección para aprender a respetarla delante de los demás. En eso Renata comienza a golpearle las nalgas con el cepillo, en la parte de madera. Le pegaba de una manera tan fuerte que sonaba brutal el sonido de la madera azotando las nalgas. Yo estaba petrificado, no podía creerlo. Jamás pensé ver a mi mejor amigo en esa posición. Ella seguía repitiendo cosas pero sinceramente no le preste atención a sus palabras, esta concentrado en ver esa escena. De pronto ella le pega cada vez más duro y Jairo comienza a quejarse de dolor. No podía ver su cara porque estaba al otro lado, pero sabía que estaba sufriendo. Se escuchaba su voz quebrada por el llanto pidiendo perdón y como su nariz respiraba con dificultad por las lagrimas. Mi esposa y yo estábamos en shock al ver eso. Fue un tiempo demasiado largo a mi parecer. Las nalgas de mi amigo de ser blancas quedaron entre rojo y morado, le dio una tunda de manera brutal. Termino de pegarle. Él se levanto sin levantar la cara, se disculpo con ella y ella le pidió que se disculpará con nosotros, él lo hizo y luego como si fuese un niño ella le dijo que vaya a su lugar para pensar lo que él hizo. Él entro a la casa y se quedo en un lado de la cocina. Al parecer eso ya había sucedido antes. Renata se disculpo con nosotros y explico la razón del porque lo hizo. Comenta que Jairo no tiene modales y no respeta a las mujeres y que no le gusta que a ella se le falte al respeto. Además de ser ella quien lo mantiene, porque la casa, el negocio y el dinero le pertenece a Renata. No sabía como reaccionar, estaba el ambiente demasiado tenso. Podía ver a mi esposa incomoda y yo me sentía mal por mi amigo. Renata estaba como si nada, diciendo que faltaba más alcohol. Se levantó de la silla y dijo que iría a comprar, le pidió a mi esposa que la acompañe y ambos nos vimos con miedo. Ese acto nos había causado temor hacía Renata. Mi esposa sin dudarlo dijo que sí y se fue con Renata. Al pasar a la cocina Renata le dijo a Jairo que cuando regrese quiere verlo en ese mismo lugar que no se le ocurriera moverse. Ambas salen de la casa, escucho el ruido del carro y se van. Yo me quede en la silla sin saber que hacer, sabía que era muy humillante para Jairo verme a la cara después de haber visto lo sucedido. Pero no podía dejarlo de esa manera, me levante, entre a la cocina y me acerque a él para preguntarle como estaba. Lo cual si lo pienso ahora fue una pregunta estúpida. Él no sabía como responderme, seguía con su cara pegada a la pared para no verme a la cara. Le dije que se tranquilizará, ya que seguía llorando un poco. Me pidió perdón y me dijo que de seguro pensaba que era un idiota. Le dije que para nada, hablamos del tema y me confesó que no era la primera vez, como yo lo suponía. Ella cuando se molesta demasiado con él, lo castiga de esa manera. Era la primera vez que lo hacía delante de más personas. Y por la confianza y amistad que nos tenemos, a ella no le importo que estuviésemos ahí. Al parecer Renata era muy dominante y el soportaba todo por que lo mantenía. Sé tranquilizó al decirme la verdad, e incluso hizo una broma de ello después. Nuestra confianza era muy fuerte que en pocos minutos logramos ver el tema como algo de lo que no hay que avergonzarse. Le levante la camisa de la parte de atrás para verle bien las nalgas por si no tenía sangre o algo, y tenía como que indicios de eso. Así que tome hielo del refrigerador, lo envolví en una bolsa y se lo di para que se pusiera en las nalgas y aliviar el dolor. A pesar de que se notaba que le ardió, lo ayudo a controlar el dolor. Seguimos hablando del tema y me pidió de favor que quedará entre nosotros. Prometí no contarlo a ningún conocido y si lo cuento ahora, espero no sé entere. Nada más me dio las gracias por entender y recordamos las veces que a mi me pegaban delante de él. Nos reímos como antes, y la humillación de estar desnudo y ser golpeado por su esposa delante mío y de su esposa, había pasado a otro plano. Cuando escuchamos el ruido del carro, le dije que se comportará, que a pesar de que estemos ahí no se ponga al tú por tú con ella para que no vuelva a ocurrir. Él entendió, volvió a su posición contra la pared. Yo regrese al patio. Ellas llegaron directo al patio con varias cosas que compraron. Renata le silbó a Jairo, él regreso con nosotros. Ella le pregunto si aprendió la lección diciendo que sí y disculpándose con ella y nuevamente con nosotros. Ella le indico que ya se podía vestir, tomo su calzoncillo y al ponérselo se noto el dolor de la tela a sus nalgas. Renata le dijo que si quería andar desnudo por el dolor estaba bien, total nosotros ya le habíamos visto todo. Nos pregunto ella si nos incomodaba, dijimos que no. No había problema en ello. Él algo apenado dijo que no, ella insistió un poco y Jairo dijo que solo se quedaría en calzoncillos mejor porque el pantalón si lo iba a lastimar. Aceptamos todos. Renata lo acerco a ella, lo sentó en sus piernas como se sienta a un niño, le pregunto si le dolía y él contesto que un poco. Le dio un beso en la boca y le dijo que es por su bien. Él agradeció y se volvieron a besar. A pesar de eso continuamos con el festejo unas horas más. De hecho nos quedamos a dormir en su casa. Jairo y yo nos quedamos la madrugada platicando y me contó cosas muy intimas de su relación. De verdad Renata abusaba demasiado de él y era muy dominante. Algunas cosas le causaban placer a él y otras lo hacían sentir humillado. Siempre vi a Jairo como alguien superior a mí en varios aspectos, pero desde ese día cambio mucho mi perspectiva. De ser el chico rebelde de la escuela pasó a ser alguien sumiso por su esposa. A pesar de todo vive cómodamente y tal vez sea bueno para él. Y bueno esa es la historia que pase hace unos días
El relato está bien. Para mi gusto le falta sexo. Como que la mujer le haga lamer su concha delante deblos amigos. O le ordene masturbarse delante de ellos mientras recibe los golpes.