La niñera trans 3

Última parte de esta historia. .
Aquí la tercera parte.

Entonces le digo que recuerde que me tiene que hacer caso en todo y me dice que sí, que ya quiere la cremita, que si donde la tengo.

Entonces le dije que él tendrá que sacarla, que está guardada en un lugar especial. Para esto, me subí rápido a mi cuarto por mis poppers y mi crys, era ahora o nunca para realizar mi fantasía.

Bajé corriendo y él seguía ahí, en medio de la cocina esperando, como buen niño.

Traigo mi pipa ej la mano y tomo el encendedor de la alacena y empiezo a calentar el crys, a lo que él me pregunta que qué es eso. Le dije que es algo que usamos algunos adultos, pero como él es niño no lo puede usar.

Entonces puso cara de puchero y dijo que él ya era grande, que lo quería probar. La verdad es que ya me había echado unos fumes más y estaba más caliente que olla hirviendo, la verga me palpitaba y me pedía cogerlo sin piedad, romperle ese hoyito de una vez; pero me contuve.

Le dije que no podía darle, porque no era para niños, pero él seguía insistiendo. Entonces se me hizo fácil echarme un buen fume y jalarlo y decirle que abriera la boca, él muy obediente lo hizo y le eché el humo en la boca y le dije que la cerrara. Me hizo caso y casi se ahoga con el humo, porque sí era bastante. Entonces me dijo que le gustó, pero que le dejó un sabor raro en la boca.

Esperé Un momento y mientras seguía fumando más crys. Como a los cinco minutos me dijo que se sentía raro, que tenía como un calor en su cuerpo y le dije que era por lo que le di.

Entonces era el momento de iniciar. Como estaba como ido, le dije que para tener su cremita tenía que chupar como una paleta mi verga (para esas alturas ya estaba en la luna y me valían madres más palabras) a lo que él me dijo que qué era la verga y me la agarré y le dije que era esto.

Él me dijo que no quería, porque por ahí hacía pipí, entonces le recordé que me tenía que hacer caso en todo y que si no, no iba a haber cremita. Se quedó como pensando y en eso se me ocurre echarle en la cara una buena humeada. Él inhaló y empezó a toser de nuevo, entonces le dije que se pusiera a chuparla como una paleta y con esta última humeada como que quedó más dócil y se acercó a mí y me la empezó a tocar.

En ese momento me sentí en la gloria, ya había empezado a hacer realidad mi fantasía.

Poco a poco lo fui acercando a mi verga bien parada para que la chupara. Al principio como que le daba asco, pero una vez que me mamó la cabeza y probó el precum que ya tenía, le cambió la cara y me dijo que eso le había gustado. Entonces le dije que siguiera mamando para que saliera más mielecita y luego saldría la cremita.

Para esto yo seguía fumando para ponerme más cerda y sin límites y, de vez en cuando, le echaba un poco de humo en su cara. Poco a poco le fui diciendo cómo debía hacerlo y que no debía usar sus dientes para nada.

Y ahí estaba yo parada en medio de la cocina y Santi de rodilla enfrente de mí mamandome la verga. La imagen era de ensueño. Entonces empecé a planear mis siguientes pasos.

Le dije que nos fuéramos a mi cama para estar más cómodos y él bien obediente se fue corriendo mi cuarto. Yo iba detrás de él admirando ese culito que pronto sería mío.

Llegamos al cuarto y se tiró en mi cama boca abajo, entonces yo me puse a un lado de él y le dije que siguiera sacando mielecita. No le tuve que decir dos veces y agarró mi verga para seguir mamando.

Emtonces yo empecé a acariciarlo, le tocaba su cuerpo, pero me centraba más en esas nalguitas bien ricas. Él no decía nada y parecía como que su única misión era sacarme la cremita (leche).

Me comencé a centrar en empezar a jugar con su anito, poco a poco le empecé a abrir esos dos duraznos que tiene por nalgas y empecé a pasar un dedo por ese anito virgen.

Mientras, Santi seguía mamando verga, con lo que había inhalado de mis fumes ya estaba a full el Santi y hasta de comer se olvidó.

En lo que le tocaba su anito, seguía fumando, la neta es que me sentía en la gloria de estar en esa situación y el fume me ponía más caliente.

Fue cuando decidí echarle unos fumes en su hoyito para que empezara a ceder más fácil.

Y así fue, empecé a meter un dedo y al principio se quejó, pero no dijo nada, conforme pasaba el tiempo pude meter mi dedo índice completo y ya no se quejaba, así que decidí avanzar con un segundo dedo.

Y así seguí, poco a poco hasta que tres de mis dedos estaban incrustados en ese hoyito y él no decía nada, solo lo escuchaba gemir de placer. Para esto yo estaba que ya no aguantaba más o la metía o la metía.

Entonces me levanté de la cama y le dije que se pusiera boca arriba y él o diente lo hizo, tomé una almohada y se la puse debajo de la cintura, para levantar más ese culito.

Entonces me avalancé sobre él y empecé a besarle las nalgas y poco a poco fui entrando para mamarle ese hoyito que ya casi era mío.

Él empezó a gemir de placer y decía que le gustaba mucho que siguiera y le hiciera más. Claro que yo obediente le seguí mamando ese culito tan delicioso.

Entonces me detuve porque ya era hora de hacerlo mío. Le dije, Santi, vas a sentir un poquito de dolor, pero no grites ni trates de quitarte porque solo te vas a lastimar más. Él solo se me quedó viendo como ido y no dijo nada.

Así que tomé mi verga, le echa harta saliva y a su culito y me puse manos a la obra.

Empecé a puntearlo poco a poco, sin ser brusco ni nada, no quería asustarlo y así, poco a poco empezó a entrar la cabeza, cuando logró entrar, él dio un gritito y dijo que le dolía, que se la sacara. Cosa que no iba a hacer, porque mi verga solo iría hacia adelante. Entonces le dije que se calmara, que no pasaba nada y se me ocurrió besarlo, un beso de esos que solo se dan cuando estás cogiendo y lo disfrutas al máximo. Él solo se dejó llevar y poco a poco seguí entrando en él.

Ya no quería echarle más humo, porque no lo quería drogar o que tuviera una sobredosis, por eso fue un poco tardado el penetrarlo. Ya estaba como a la mitad cuando sentí algo que no me dejaba pasar más allá, entonces me dije que seguro era el otro esfinter, pero tenía que poder pasar, porque se la tenía que comer toda.

Fue cuando recordé que llevaba mis poppers, así que los busqué de nuevo y los hallé. Me acerqué a su carita con la botella en la mano y le tapé un orificio y le puse la botella en el otro y le dije que inhalara fuerte y así lo hizo; hice lo mismo con el otro orificio.

Y fue ahí cuando su carita cambió, se veía tan lindo como estaba de empoperado y entonces se la dejé ir toda, la mitad que quedaba fuera se fue sin mayor problema y él gimió de placer.

Ya había logrado mi principal objetivo, arrancarle la virginidad a un culito tierno, así que me eché unas fumadas más de crys y una inhaladas de poppers y sentí que tenía toda la energía del universo.

Así que empecé a darle verga a tope, como si no fuera un niño de 4 años. Se la sacaba toda y se la dejaba ir completita, él solo gemía de placer. Mientras yo disfrutaba de lo más rico, cogiendo un nenito de 4 años.

Así estuvimos como por media hora, lo puse en varias posiciones, hasta de perrito le di a saco.

Con los fumes que me había echado la neta es que iba a aguantar más tiempo cogiendo, pero no quería que a él se le pasaran lo efectos del crys y los poppers y empezara a dolerle. Por lo que después de darle un par de estocadas más, se la saqué y se escuchó el clásico plop como cuando descorchas un vino.

Me bajé para verle su culito y era lo más maravilloso, bien abierto del tamaño de mi verga, todo rojito de la fricción, pero sin señales de daño ni sangrado. Lo que indicó que hice bien mi trabajo y no lo lastimé.

En eso me doy cuenta de que se quedó dormidito. Lo dejé descansar, mientras yo me puse a seguir fumando y me metí a la app amarilla y entre las personas que había cerca una llamó mi atención, porque tenía unos emojis que yo sabía perfectamente a que se referían.

Le escribí y nos pasamos los nick de telegram para platicar más a gusto. Resulta que tiene 26 años y es papá de un nene de 5 años al que ya estrenó. Le platiqué lo que pasó con Santi y enseguida me dijo que nos viéramos.

Pero creo que eso será para, probablemente, otra historia.

Espero que le vaya gustado y que disfruten al leerlo como yo al escribirlo.

Recuerden que esi primer relato, no sean tan duros conmigo. Saludos desde Guadalajara, México.