La primera vez con mí primo de 15.

Dos primos follandose la boca.
ACLARACIÓN: Este relato es ficción, nada de lo que se está contando acá es real.

Soy Joaquín, tengo 16 años y acá voy a contar mí experiencia sexual que tuve con mí primo.

Una tarde de viernes me encontraba en mí casa solo, ya que mis padres trabajaban durante todo el fin de semana y llegan el lunes por la mañana. Esa tarde estaba tan aburrido que decidí llamar a mí primo Thiago. Un chico rubio, de ojos verdes, de unos 1.71 de altura y unas nalgas bien marcadas, él tenía 15 años. Desde hace dos anos supe que era gay por cosas que su madre contó en reuniones donde él no estaba, pero yo me hacía el que no sabía nada, pero en el fondo, quería tener algo con él. Yo soy gay desde que tengo memoria, siempre me ha calentado ver a un hombre desnudo y mi deseo más profundo es tener una verga frente a mí. Bueno, esa tarde mí primo accedió a venir y a los pocos minutos que le dije, él ya estaba en la puerta. Tenía puestos unos pantalones deportivos cortos y una musculosa, ese pantalón hacia que sus nalgas resaltan de el pantalón, y eso me prendía en silencio.

—Hola Thiago, vení. ¿Querés tomar algo? —Le pregunté mientras pasaba a la casa.

Él dijo que si y se acostó en el sillón, yo lo observé y me di cuenta del bulto que se le marcaba en ese pantalón, eso me habia prendido aún más, y mí pene se lo hizo saber. Él me vió pero disimuló, se puso de costado con las rodillas hacia arriba para que no le vea la erección.

—Veni vamos a jugar a la play en mí cuarto. —Le dije.

Él se levantó y subió las escaleras, entramos a mí cuarto y cerramos la puerta. Nos pusimos a jugar por varias horas hasta que se hizo tarde.

Él me preguntó si se podía quedar a dormir, y yo le dije que si. Por la madrugada, aún estábamos despiertos y aburridos, así que propuse un juego:

—Hey, ya sé. ¿Jugamos verdad o reto?

—Dale. —Respondió entusiasmado.

—Bueno empecemos. ¿Verdad o reto? —Pregunté

—Eh… Reto —Respondió.

Mis intenciones no eran solo jugar, sino que ir más allá. —Te reto a qué… A qué te quites la remera.

Él se puso un poco colorado pero accedió. Se quitó la remeras, su abdomen casi marcado y sin un vello me dejó sin palabras. —Bueno, te toca. ¿Verdad o reto?

—Voy a ir por reto también…

—Ajá… Te reto a que… Te reto a que me beses el pecho.

Yo me sorprendí, al principio no quería, pero al final lo hice. Sentir su piel suave en mis labios fue lo mejor. —Ahora, ¿Verdad o reto Thiago?

—Reto de nuevo. —Dijo mientras se reía, sus intenciones eran las mismas que las mías.

—Te reto a qué te quites el pantalón y te quedes solo en boxer.

Y sin pensarlo, se quitó el boxer, eran apretados y blancos, hacían que su bulto y sus nalgas se marcaran demasiado. Mí verga reaccionó al instante, estaba tan dura y necesitaba salir de mis pantalones.

—¿Reto o reto? —Me dijo sonriendo.

—¿Vos qué crees? Reto. —Respondí.

—Te reto a que me quites el boxer y me chupes la verga.

Lo miré con sorpresa, pero obviamente lo hice. Le quite los boxers, su verga de unos 17cm salió disparada, la tenía frente a mí. Por fin tenía una verga frente a mí, una real…

—Chupala toda…

Comencé a lamerle los huevos y a meterlos todos a mí boca, le besaba la puntita y el tronco, lo lamía y besaba hasta que metí la mitad a mí boca y comencé a meter y sacar mí boca de su rica verga. El gemia y gemia le gustaba. Así que seguí, pero esta vez me la metí entera a la boca, cerré los ojos y aguanté las arcadas, y así comencé a meter y sacar. Él gemia aún más. Me agarró de los pelos y comenzó a follarme la cara violentamente y con rapidez, me clavaba la verga tan profundo que me puse rojo, mí nariz tocaba su pubis sin un vello, él seguía y seguía metiendo su verga tan profundo hasta que se corrió a chorros de Teo de mí boca. Yo no desperdicié nada, me tragué todo con dificultad.

—Que rica verga, me tomé toda tu lechita… —Le dije mientras limpiaba el semen que había quedado en su verga.

—Nunca había hecho esto. Que rico, hay que repetir… —Me dijo exhausto.

—Si, ahora te toca a vos comerme la verga…

SEGUNDA PARTE MUY PRONTO!