La putita trans fresa de los malandros
La historia de Melissa, una adolescente trans..
Hola me llamo Melissa y esta es la historia de como termine convertida en la putica de unos malandros venezolanos, soy una nena trans, tengo 15 años, vivo en Bogotá, mido solo 1,58 que ya es muy bajito del promedio, soy de tez blanca y cabello negro largo hasta la espalda, no tengo cirugías asi que mi transición ha sido solo hormonas y genética de rasgos femeninos gracias a mi mamá, tengo senos aun muy pequeños y un culo lindo pero pequeño también.
Vivo en un barrio de clase media se puede decir, mis padres tienen una franquicia de pequeños supermercados y muy pocos empleados saben que soy trans, los mas antiguos generalmente que me vieron crecer así que para ellos ya es normal y para el resto pues soy la hija de los dueños y ya.
Mis papás generalmente trabajan en los supermercados y van rotando todos los días en cada punto y cuando necesitan algún documento de casa envían a un empleado y ahí empezó todo, un día que llegue del colegio estaba quitándome el uniforme cuando alguien toco el timbre de la casa y me asome por la mirilla y era una persona que no conocía, pero tenía el uniforme del super, le abrí la puerta, me saludo y me dijo que mis papás lo habían enviado por una carpeta de documentos, se presentó:
- Buenas tardes, señorita Melissa, me llamo Andrey y la señora Blanca me envió por unos comprobantes de pago.
- Hola, claro pasa, ya los busco, dame un momento.
Se me hizo muy guapo, un chico muy alto, como de 25 años, moreno y con lindos ojos y decente, aunque se ruborizo porque no me percate que no me termine de cambiar la ropa y estaba con una camisilla corta ajustada que dejaba todo mi abdomen descubierto, un short negro igual corto y ajustado y mis medias, el caso es que lo deje pasar, busque los documentos, los tomo y se despidió, eso fue todo.
Mis papás ya en la noche me dijeron que era un nuevo empleado que era de Venezuela y que pues era muy buen empleado.
Andrey se había ganado la confianza muy rápido de mis papás y pues ya iba muy seguido a casa por documentos o a acompañarlos a algún trámite, se me hacia muy guapo y siempre le coqueteaba con la mirada, pero me evitaba así que fui perdiendo el interés realmente.
Fue tanta la confianza que mis padres le entregaron llaves de la puerta principal de la casa, cosa que solo hacían con los empleados de más confianza y aun así nunca entraban sin anunciarse, pero este no fue el caso.
Andrey entro una mañana a casa sin hacer mucho ruido mientras yo estaba en mi cuarto en cuatro encima de la cama y casi desnuda por completo solo con mi tanga corrida hacia un lado mientras un chico de 18 años me rompe el culito y yo entre gemidos le pido que me preñe. Como deje la puerta abierta del cuarto porque estaba sola pues creo que Andrey vio todo el show que estaba haciendo con mi novio:
- Eres la puta mas rica de todo el colegio Meli, ¿quieres lechita dentro bebe?
- Si bebe dámela, que rica tu verga amor.
Y justo cuando me estaban preñando Andrey tocio un poco y dijo desde la puerta de mi cuarto:
- Señorita Melissa que pena molestarla, me enviaron por una computadora del señor Manuel.
Yo quede fría, no lo podía creer un empleado de mis papás me acaba de ver desnuda mientras follaba con mi novio, estaba asustada y furiosa porque no aviso al entrar a la casa.
Mi novio como todo adolescente cobarde, se vistió rápido, se despidió y salió de mi casa casi corriendo y yo empecé a gritar avergonzada a Andrey.
- ¿Usted por qué no se anuncia para entrar?, si mis papas le dan llaves es para que entre mientras yo no estoy en casa, no sea abusivo, esto lo va a saber mis papás si entiende.
- Señorita Melissa son las 11am sus papas me dijeron que estaba en el colegio por eso me dieron las llaves.
Yo quede sin palabras porque tenia razón, pero no lo iba a aceptar porque pues soy una consentida y siempre tengo que tener la razón, pero yo aún seguía desnuda frente a el, mostrando mis senos todos chiquitos y el evitaba mirarme de frente, eso se me hizo muy tierno de su parte, yo me puse una bata encima, fui al cuarto de mis padres, tome la computadora y se la entregue:
- Esa es la computadora, por favor a la próxima se anuncia antes de entrar y le pido que esto no salga de nosotros.
El sonrió muy suave y casi como de villano y dijo:
- No se preocupe, señorita Melissa tiene que limpiarse las piernas y le recomiendo cambiar la foto de Grindr también.
Yo estaba ahí, con leche bajando por las piernas y paralizada por lo que me dijo porque el me había visto en grindr, eso quiere decir que o era gay o ya sabia que yo era trans.
(Grindr creo que lo conocen, es una aplicación que se usa mucho para encuentros sexuales, en Colombia es muy popular)
Esta es la primera parte de la historia, quería ponerlos en contexto, ya vendrá lo fuerte.
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