La sorpresa que me llevé al ir a pasar unos días a la hacienda de mi familia, y encontrar a mi hermano dejándose dar por el culo.
Un joven al visitar la hacienda de su familia, descubre que el capataz no tan solo ayuda a su hermano mayor a administra la hacienda, sino que también administra el culo de su hermano….
Mis últimas vacaciones, las pasé en la hacienda de mi familia, apenas llegué mi hermano, se alegró tanto de verme, que le dijo al capataz, que preparase una fiesta en la para celebrar mi llegada.
Mi hermano mayor que, a diferencia mía en lugar de irse a estudiar, se quedó en la hacienda como administrador, pero desde esos momentos, noté algo raro en él.
Aunque no podía identificar lo qué era, aparte de que se encontraba más delgado, y hasta se veía muy bien, y bastante jovial, llegué a pensar que probablemente tenía una novia, o que estaba viviendo con alguna mujer, la que no me había presentado aún.
Posteriormente me fui integrando a la fiesta de recibimiento, saludando, comiendo, bailando, y bebiendo, pero en cierto momento vi al capataz bailando con una bella mujer, alta delgada de escultural figura, y de abundante cabellera castaña, la cual él besaba y de manera descarada les agarraba las nalgas frente a todos los presentes.
Fue cuando me di cuenta, de que llevaba un buen rato, que no veía a mi hermano, por lo que me dediqué a buscarlo, primero por toda la casa, y después por los terrenos adyacentes.
Ya estaba por regresar a la casa, cuando al pasar por un lado de la cuadra, donde se guardan los alimentos de los animales, escuché una especie de apagado gemido, por lo que lleno de curiosidad, me acerqué a una de las entradas.
En medio de la oscuridad me pareció ver y escuchar a una pareja, teniendo sexo, así que, con mucha más curiosidad, sin hacer ruido alguno, me fui acercando.
Fue cuando vi que la pareja que estaba teniendo sexo, eran el capataz, y su pareja de baile, a la que él, mientras le tenía la falda levantada y los pantis por las rodillas le estaba dando por el culo a ella.
Mientras que la mujer, se encontraba restregando sus nalgas, contra el cuerpo del capataz, al tiempo que entre gemidos y chillidos le pedía que le diera más y más duro.
Desde donde me encontraba, no podía dejar de seguir viendo, como dicha pareja se comportaba, así mientras que su amante, además de estar metiendo y sacando toda su verga de entre las nalgas de la tipa esa, una y otra vez, se dedicaba acariciar sus paradas nalgas, cuando no era que la besaba y la mordisqueaba por el cuello.
Lo más raro de todo fue que, en lugar de retirarme, me quedé extasiado, viendo como ellos dos se satisfacían, de momento me encontré a mí mismo sacando mi verga del pantalón, y comenzar a masturbarme mientras los veía a ellos dos teniendo sexo.
En cierto momento evidentemente, el capataz acabó dentro del culo de su pareja, para de inmediato, extraer toda su verga, y colocársela en la boca, quien gustosamente comenzó a mamársela a su amante, mientras que yo en silencio, muy emocionado me venía entre mis dedos.
Cuando de momento me doy cuenta de que la condenada mujer a la que el capataz se estaba cogiendo por el culo y la había puesto a mamar su verga, en realidad era mi hermano mayor.
Hasta esos momentos, jamás en mi vida, había ni tan siquiera sospechado que mi hermano fuera maricón, pero al verlo, no tan solo completamente vestido de mujer, sino que también hablando y comportándose como una, además de que también vi claramente como el capataz lo penetraba una y otra vez, no me quedo la menor duda de eso.
De la misma manera en que llegué me fui retirando, procurando no hacer ruido alguno, que delatase mi presencia, en el camino a casa, me puse a pensar en lo raro que había notado a mi hermano mayor, desde que llegué a la hacienda.
Al pensar en eso, me di cuenta de que aparte de que estaba como que más delgado y se veía mucho más joven, a la verdad es que me di cuenta de cómo se comportaba y hasta hablaba de manera afeminada, también pensé que, en toda mi vida, nunca le había conocido a ninguna novia, o mujer a mi hermano.
Pero al capataz, desde que yo recordaba, siempre había estado en la hacienda con mi familia, y si es verdad que nunca me di cuenta, de lo que sucedía entre ellos dos, la habitación de mi hermano, y la del capataz se encuentran una justo al lado de la otra, y ambos comparten el mismo baño.
También me acordé que desde que mis padres y yo nos fuimos de la hacienda, había visto en varias ocasiones, vestidos de mujer en el cuarto de mi hermano, y cuando le preguntaba sobre ellos, me respondía, diciéndome. “Que eran de alguna de sus novias, que los habían dejado en el armario.”
Cosa que nunca puse en tela de juicio, hasta esos momentos, al día siguiente, cuando nos encontramos en el comedor para desayunar, fui observando con detenimiento a mi hermano, y a su amante, y la verdad es que me di cuenta que mi hermano en su manera de caminar, de hablar, y de comportarse, dejaba ver que actuaba de manera bien afeminada.
Mientras que su amante o sea el capataz, siempre actuaba de manera bien discreta, por lo menos frente a mí, después de eso eventualmente regresé a la ciudad, y aunque estuve tentado en contarle a mis padres lo que sucedía con mi hermano mayor, pero deseché esa idea, ya que, si mi hermano es feliz de esa manera, quien soy yo para querer joderlo.
Deberías volver a la hacienda y probar a tu hermano y la verga del capataz para que lo entiendas mejor jajaj