La sumisión de una pareja (cap I)

Me contacta una pareja para ponerse a mí servicio ambos son sumisos pero ella quiere ser hotwife y el quiere ser su cornudo.
La sumisión de una pareja.Me presento, me llamo Jota, tengo 53 años y soy del norte de España. Llevo bastantes años en el mundo del BDSM y de la D/s y recientemente me tuve que separar temporalmente de mi sumisa, ya que se tuvo que trasladar por motivos de trabajo a otro país.
Así que para seguir disfrutando de mi sexualidad no normativa, puse un anuncio en el grupo de contactos de una conocida red social del mundo fetichista y kink, buscando sumisa para relación larga o para sesionear.
A los pocos días recibí un correo a mi perfil de la red que decia lo siguiente:
Estimado Amo Jota:
Somos un matrimonio de la comunidad autónoma vecina (dos horas de coche de la mía) me llamo Lidia y tengo 45 años y mi marido tiene 47 años y se llama Andrés, tengo una fuerte pulsión sumisa, pero el problema es que mi marido es más sumiso que yo, y su fetiche es ser un cornudo sumiso y que yo sea su hotwife, no tenemos nada de experiencia, pero unas ganas enormes de servir, por lo cual nos postulamos para ser sus sumisos que nos eduque en la sumisión y me enseñe a servirle a usted y que me enseñe a tratar al cornudo de mi marido como se merece.
A su servicio: Lidia.
El correo venía acompañado de unas fotos donde se apreciaba que ella era una mujer morena de un metro sesenta centímetros, no era especialmente guapa, pero sí que tenía un cierto atractivo, pechos grandes y algo caídos, y un buen culo ideal para azotarlo, y en el pubis tenía una franja de pelo, el cornudo era un hombre de lo más normal, de mi altura (un metro ochenta) canoso, un rostro agradable, y un cuerpo de lo más normal, tenia un pene mas pequeño que la media.
Les respondí los siguiente:
Estimada Lidia y cornudo:
Os paso dos test de prácticas para que los cubrais, así mismo quiero que enumeréis cuáles son vuestros límites, ser muy sinceros, pues a partir de esa información girarán las prácticas y la dominación.
Si aceptáis servirme debéis obeder en todo, respetaré vuestros límites, vuestra vida familiar y laboral, fuera de esos ámbitos controlaré vuestra ropa y vuestros orgasmos, podéis dejarlo cuando queráis, pero tiene que ser los dos, si uno abandona el otro también.
Cubrid el test, podéis contarme también que fantasías tenéis, pero tened en cuenta que seréis mis sumisos y aquí se hace lo que yo diga.
Si aceptáis contestarme a este número de WhatsApp XXXXXXX, y mandarme el resultado de los test.
Amo Jota.
Esa misma noche recibí un WhatsApp de un número que no conocía, contenía dos archivos y varias fotos
Estimado Amo:
Hemos cubierto los test por separado, se los.mando en un archivo adjunto, mientras lo cubría tengo que confesar que se solo imaginar mi coño empezó a chorrear y mis pezones se pusieron duros como piedras, el cornudo estaba escribiendo y mientras se estaba haciendo una paja, cuando terminé el test empecé a dedearme y a darme palmadas fuertes en el coño pensando en que era usted el que castigaba mi coño de puta, el cornudo vino de rodillas con la polla en la.mano, y me dijo ¡Voy a follarte!, le enpujé con el pié y le pregunté ¿Aceptas entrar al servicio de Amo Jota? el contestó si acepto, así que le dije:
Pues este coño ahora le pertenece al amo, cogí el teléfono y saqué fotos de mi coño que chorreaba, y del cornudo que se masturbaba delante de mi frenéticamente, cuando estaba a punto de correrme le grité ¡¡ Cornudo correte en mi coño!! El se acercó a mí rerire mi mano y el imperio más ritmo a su paja, tenía el glande morado de tanto apretar la polla, cuando de repente apunta su polla a mi coño y empieza a lanzar chorros de leche, nunca lo había visto correrse tan fuerte ni con esa abundancia de semen, cuando parecía que se quería levantar le cogí del pelo y le dije ¿donde vas? El me contestó que a por algo para limpiarme, le di un tortazo y se quedó congelado. Con la lengua cornudo, acostúmbrate a limpiar la leche de mi coño porqué te vas a hartar, la verdad es que siempre rehuyó mis besos cuando se corría en mi boca, el seguía congelado así que volví a abofetearlo, cornudo maricón que te dije y cogido del pelo lo llevé a mi coño, y el muy cornudo empezó a limpiar con su lengua su abundante leche, -No lo tragues cornudo juntarlo en la boca, cuando consideré que estaba limpia le dije abre la boca cornudo enséñame la leche, abrió la boca mostrando su lechada, el.muy cornudo estaba empalmado otra vez, y le saqué una foto que le adjunto.
Los dos aceptamos estar a su servicio y le imploramos que nos acepte.
Continuará