LA TAPADERA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Nada má lejos de la realidad. Pero antes me presento, soy Miriam, estoy casada, tengo un hijo, quiero a mi familia y adoro a mis amigas. Ellas como yo, están casadas, tienen niños a los que adoran y buenos mariditos. Bueno la excepción es Patricia que es un poco má joven y está soltera. Las demás son, Rosa, Cruz, Gemma y Marita.
Nuestra vida es normal si exceptuamos los sábados de final de més, en los que nos transformamos en lo que más nos gusta: sádicas anticerdos (hombres asquerosos).
El Chalet y la reunión son una tapadera, para castigar a todos los cerdos que nos importunan en nuestro trabajo y vida diaria. Mientras, nuestros maridos están en el club haciendo deporte y los críos jugando.
Hoy le toca a Eusebio.
El cerdo de Eusebio se ha atrevido a sobrepasarse con Rosa en el trabajo. Es un subordinado con aspecto asqueroso que ha tenido la feliz idea de toquetear a Rosa en el servicio, pensando que caería rendida a sus apestosos píes. Le hemos citado para una fiesta sólo con mujeres y el pobre cerdo a entrado a trapo. Le recibe Rosa con un beso en la mejilla y detrás de él nos mira y se tapa la nariz con asco.
Estamos charlando en un sofá y Cruz (Cruz y Gemma son dos mujeronas, guapas pero fornidas que nos hacen el trabajo más físico) se acerca por detrás con un trapo impregando en cloroformo que le aplica sobre su nariz y su boca hasta narcotizarlo. Cuando el cerdo despierta, lo tenemos metido en la bañera del baño principal, atado y amordazado. Nos mira como un bichito asustado sin entender nada de lo que pasa. Me agacho sobre la bañera y le tapo la nariz impidiéndole la respiración al estar amordazado y mientras le digo, "cerdo te vamos a castigar sin piedad y tú sabes porqué." Le tengo sin respirar unos segundos intermínables mientras las demás gritan riendo,"asfixialo, asfixialo".
Lo dejamos una hora metido en la bañera mientras charlamos y tomamos una copa. Despues lo sacamos entre todas y lo atamos desnudo en una gran mesa de la cocina. Patricia le destapa la boca y Marita se quita el pantalon y las bragas y se sienta sobre la cara del cerdo taponándole la nariz y la boca con su coño. El cerdo intenta respirar y mueve su lengua excitandola como a una puta. Rosa y yo le masturbamos mientras Gemma y Cruz le golpean brutalmente en el estómago, mientras Patricia dice divertida."Si hacedle el cerdo agridulce (paja y paliza).
El tipo intenta emitir sonidos, pero el culo de Marita le tapa la boca. Rosa le mete la polla en una jarra y lo corremos dentro. Despues yo grito coctel, coctel y todas empezamos a mear en la jarra hasta llenarla. Cruz saca un embudo, Rosa le tapa la nariz, Patricia se lo mete en la boca, Gemma le sujeta la cabeza y Cruz los tobillos puesto que el asqueroso se resiste, Marita le vierte la jarra entera haciéndole tragar la puerca mezcla, mientras yo estoy poniendo de ambiente nuestra canción preferida de las reuniones, Ring my bell de Anita Ward.
Estamos excitadas como cerdas, sin parar de reir. Al rato le aplicamos otra tanda de cloroformo y el cerdo aparece en calzoncillos metido en un contenedor.
Os digo la verdad hemos hecho esto decenas de veces con cerdos distintos y nunca nos han denunciado, ¿quién les va a creer. Nos despedimos y volvemos con nuestras queridas familias.
Miriam
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