La tipa con la que salí me dijo riéndose. A mí no me agradaba salir con tipos como tú, que se dejan dar por el culo, y que encima lo disfrutan.
Un tipo y una chica, que salieron juntos fueron secuestrados por unos asaltantes, ella voluntariamente tuvo sexo con ellos, mientras que él fue sodomizado a la fuerza al principio pero luego al parecer le gusto. .
La tipa con la que salí me dijo riéndose. A mí no me agradaba salir con tipos como tú, que se dejan dar por el culo, y que encima lo disfrutan.
Todo comenzó cuando al salir con una chica, a la que apenas conocía, la invité a pasear en mi nuevo auto.
Ya nos habíamos dado unos cuantos besos, a lo que ella no opuso ninguna resistencia al momento en que llevé mi mano hasta su coño.
Es más, fue ella la que, de manera seductora, me sugirió un apartado sitio, para continuar besándonos, y algo más.
Salimos de la ciudad, y en un camino que se internaba en un bosque, nos metimos, tras asegurarme ella, que el lugar donde detuve el auto era seguro y que nadie nos interrumpiría, continuamos besándonos.
Nuevamente mientras la besaba acaloradamente llevé mi mano hasta su coño, mientras que ella no opuso la menor resistencia.
Por lo que continúe agarrándoselo, introduciendo mi mano dentro de sus pantaletas.
Ella, casi me estaba pidiendo a gritos, que se lo metiera, y en cosa de pocos segundos ella misma se desnudó toda, quedando con sus piernas completamente abiertas frente a mí.
Acariciando su coño, al tiempo que me decía que una de las cosas que más le gustaba era que le dieran una buena mamada.
Por lo que yo sin pensarlo mucho, enterré mi cara entre sus piernas, y comencé a chupar su clítoris, al tiempo que ella daba gritos de placer.
A medida que continué mamando su coño, también me fui despojando de mi ropa, y al estar completamente desnudo, retiré mi cara de su coño, y dirigí mi verga entre sus piernas.
Tanto ella como yo estábamos de lo más inspirados, mi verga entraba, y salía de su mojado coño, mientras que ella moviendo sus caderas, me decía una y otra vez. “Dame más duro papi.”
Cuando de momento siento que alguien le dio un fuerte golpe en el maletero del auto, eso fue más que suficiente, para que tanto a mí, como a ella se nos cortase toda la inspiración ya que del susto, casi de manera automática y apresuradamente nos comenzamos a vestir.
Hasta que, de momento, alguien abrió una de las puertas traseras, y escuchamos una voz que nos dijo. “Salgan como están, después se terminan de vestir.”
Por el tono de voz autoritario, supuse equivocadamente, que era un policía, pero al salir del auto, con los pantalones por los tobillos, y sin mis interiores, me encuentro con dos tipos.
Uno de ellos apuntándome con un revólver, la chica, salió prácticamente desnuda ya que apenas, y se había comenzado a poner sus pantaletas, que en ese instante las tenía a la altura de sus rodilla.
Los dos tipos nos vieron, caminaron a nuestro alrededor, y uno de ellos dijo. “Tenemos carne para todos los gustos.”
El escuchar ese comentario, y ver lo mal encarado que eran esos tipos, entendí rápidamente que eran asaltantes.
Y si yo fui bastante rápido para entender lo que sucedía, la tipa esa me dejó atrás, ya que, actuando de manera bien puta, por no decir seductora, mientras se quitaba las pantaletas, sin que nadie se lo hubiera pedido, dirigiéndole una picara sonrisa a los dos les dijo. “Si es para que todos la pasemos bien, y nos divirtamos, cuenten conmigo.”
Eso en parte hizo que dejasen de pensar en mí, encerrándome en el maletero del auto, después de que me ordenaron que terminase de desnudarme.
Desde dentro del maletero de mi auto, podía escuchar, y sentir, como en algún momento alguno de ellos se debía estar clavando a la puta esa, en el asiento trasero.
Como de seguro ella le mamaba su verga al otro, sin que yo pudiera hacer otra cosa, que no fuera masturbarme, al escuchar, e imaginarme todo lo que sucedía.
Por lo visto los dos hicieron, y deshicieron con ella, todo aquello que se les pudo haber ocurrido.
Mientras que a ella la escuchaba gemir, y gritar de placer, ya que por lo que pude escuchar de parte de ella, era que les pedía que le dieran más y más duro.
Pase casi una hora y media, encerrado en el maletero de mi auto, cuando finalmente me ordenaron salir.
Pensando que me dejarían en ese retirado lugar abandonado, que quizás se la llevasen a ella, con ellos, y que luego la soltarían.
Pero a medida que voy saliendo del maletero, siento que alguien me ha agarrado una de mis nalgas, y cuando reaccioné tratando de quitar esa mano, que de manera bien fuerte me estaba agarrando mi nalga.
Recibí un golpe en la boca de mi estómago, quedándome completamente sin aire, por lo que terminé tirado sobre la tierra.
Al tratar de ponerme de pie, me sorprendí al ver a otro par de tipos, tan mal encarados como los dos primeros, y uno de ellos le dijo al otro. “Ves que te dije, tiene un culito lindo y bien parado, como sé que te gustan a ti.”
Al escuchar eso traté de salir corriendo, pero me fue imposible, ya que uno de ellos me sujetaba por los brazos, con fuerza.
Fue cuando uno de los que había estado con la tipa esa, se me acercó al oído y me dijo. “Esto es bien simple, o nos das el culo, por las buenas o te meto un tiro.”
Por su forma de hablar, supe que no era en juego lo que me había dicho, por lo que resignado me quedé quieto, mientras que ella le ofrecía sus nalgas a otro de los recién llegados.
En cosa de segundos, él la tenía ensartada por el culo, lo digo porque vi claramente como la penetró.
Cuando sentí que unos dedos comenzaron a explorar mis nalgas, sumisamente llorando separé mis piernas, y casi de inmediato esos dedos, penetraron mi culo.
En ese instante sentí como una especie de corrientazo que me subió desde el culo, por toda mi espalda.
A los pocos segundos ya tenía varios dedos de ese tipo dentro de mis nalgas, los empujaba, y sacaba, sin que me produjeran dolor, al tiempo que me decía. “Tienes un culito apretado, así que deja de llorar, y disfrútalo.”
Después de un corto rato, ese tipo sacó sus dedos, para llenar con su saliva el hueco de mi culo.
Yo me encontraba, recostado boca abajo, sobre el frente de mi propio auto, fue cuando realmente comencé a sentir, como algo duro y caliente me entraba por mi culo.
El dolor fue repentino, di un grito que hizo reír a todos ellos, pero al tiempo que me enterraban una, y otra vez esa verga dentro de mi culo, comencé a disfrutar de un sabroso dolor, que nunca antes había sentido.
Ya había yo comenzado a mover mis nalgas voluntariamente, restregándolas contra él, cuando uno de sus compañeros, tras subirse al frente de mi auto, me ha tomado por la nuca, y sin mucho esfuerzo, me obligo a que me pusiera a mamar su verga.
Lo que me puse hacer, ante el temor de que no fuera a recibir un tiro por negarme, para mí lo peor de todo, era que me estaban haciendo todo eso frente a ella, la que con cara de que estaba disfrutando todo lo que me sucedía, se me quedó viendo, como me tenían clavado por el culo, y mamando verga.
Realmente, poca o ninguna atención le seguí poniendo a ella, yo solo disfrutaba de lo que ellos me estaban haciendo, hasta que casi me ahoga el tipo al que se la estaba mamando, al venirse, o correrse dentro de mi boca, y gran parte de mi garganta.
Casi a medio terminar, y sacarme su enorme verga de mi boca, el que me estaba dando tan sabrosamente por el culo me apretó con fuerza, para finalmente quedarse inmóvil, hasta que terminó de venirse, dentro de mí.
Cuando el que me daba por el culo finalmente se retiró, yo me quedé avergonzado, y tirado sobre la tierra.
Hasta que uno de ellos después de que la chica, le dijera algo a su oído, me ordenó que me acercase a ella, pero gateando, lo que así hice para no incomodarlos.
Al llegar ante ella, abrió sus piernas, y mientras que ella me mostraba su depilado coño, el tipo con el revolver, me ordenó que le mamase el coño a ella hasta que él me dijera.
A pesar de la repulsión que sentí, por tener ante mí el coño de ella, chorreando gran cantidad del semen de ellos, comencé a pasar mi lengua, por sobre su clítoris.
Hasta que ella misma, colocando sus manos sobre mi cabeza comenzó a restregarla con fuerza contra su coño, obligándome en gran parte a que me tragase todo lo que salía de su coño, incluso al momento en que ella como una loca, alcanzó un orgasmo de seguro.
Hasta que un fuerte chorro, salió de su depilado coño, dejando todo mojada mi cara, después de eso, ella recogió su ropa, y junto a los cuatro tipos, se fueron en mi auto.
Finalmente me pude poner de pie, todo mi cuerpo estaba lleno de tierra, semen, mojado por los fluidos vaginales de la puta esa, además yo apestaba a sexo, y sudor.
En medio de la noche, caminé hasta la carretera principal, en donde ya casi terminando de amanecer pasó una patrulla y me recogió.
Desde luego que puse una denuncia, pero por pendejo que soy, se me ocurrió llamar a la casa de la tipa esa, para ver que sabían de ella, y fue ella misma quien me atendió.
Pidiéndome que no la nombrase para nada, que, para sus padres, ella paso la noche en casa de una amiga.
Mi auto apareció sin gasolina en medio de la carretera, y aparte de faltarle el radio, y la caja de herramientas, funcionó después de que pude echarle gasolina.
A los pocos días me encontré con ella, y me dijo que nuevamente se acostó con los cuatro, y que después que la dejaron en la ciudad se debieron quedar sin gasolina.
En cuanto a volver a salir conmigo, me dijo riéndose, que a ella no le agradaba salir con tipos como yo, que se dejaban dar tan fácilmente por el culo, y que encima lo disfrutaban de la manera en que yo lo había hecho.
Lo cierto es que desde que eso paso, no he vuelto a salir ni con ella, ni con ninguna otra chica.
Pero he salido a beber, con un conocido mío, al que después de que le conté todo lo que me había pasado, y algo avergonzado también le dije como había disfrutado mucho todo lo que me habían hecho.
Quizás por lo mucho que yo había bebido, cuando él me propuso que le diera el culo, no sé qué me pasó que desde esa noche cada vez que salimos juntos a beber, sin piedad me pone a mamar su verga, y finalmente me da salvaje y sabrosamente por el culo.
Claro que, al día siguiente, ni tan siquiera me acuerdo de que me he emborrachado.
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