La vecinita de mi tío
Gracias a mi tío, tuve mi primera experiencia sexual.
Comenzaré con el contexto para que sepan como inicio todo. Yo me críe únicamente con mi madre quien trabajaba en las tarde en una fabrica de ropa junto con mi tía. Así que para no quedarme solo, después de la escuela me quedaba en casa de mis tíos, junto con mi tío que trabajaba en las mañanas. Al salir de clases, él ya había terminado su turno en su trabajo y mi mamá iba por mi saliendo del trabajo. Junto vivía una niña que era dos años menor que yo. Elenita, que no nos agradábamos. Siempre que pasaba me sacaba la lengua o ese tipo de cosas infantiles que hacían los niños. Al llegar con mi tío. Me quitaba el uniforme y me quedaba con una camisa y en trusa para no ensuciar más la ropa de la escuela. Así había sido diario, al estar solo en familia. Una vez a los doce años, yo estaba jugando en la sala de la casa, cuándo me di cuenta que Elena estaba espiándome. La corrí y le fui a decir a mi tío. Pensando se pondría de mi parte, pero me dijo que no le diera importancia. Solo bajará las cortinas y ya. Eso hice y seguí jugando pero no dejaba de pensar que Elena podría verme en interiores de nuevo. Al día siguiente llegando a casa de mi tío, Elena se encontraba afuera al parecer esperándome para burlarse de mí. Que bonitos tus calzoncitos me dijo. Y yo le dije que me dejará en paz o la iba a acusar son su mamá. Pero era inútil porque tiempo después supe que sus papás la dejaban sola en las tardes, por eso tenía tiempo para molestar a otros.
Pasaron los años y las cosas seguían igual, pero Elena ya no me molestaba como antes. Creo que al verme con uniforme de secundaria se dio cuenta que ya era mayor para caer en sus juegos tontos. Una vez por ahí de Abril antes de semana santa. En una iglesia que íbamos mucho toda la familia. Se iba a presentar un viacrucis. Para los que no sepan en mi ciudad es como una obra teatral religiosa. Yo iba a tener un papel en esa obra. Mi madre y mi tía que eran muy religiosas me hicieron una túnica y lo necesario para mi personaje. Como ellas trabajaron ese día, mi tío sería quien me lleve a la iglesia. Teníamos que estar ahí a las tres de la tarde. Yo no le tome importancia y me quede jugando fútbol después de la escuela con mis amigos. Llegue a la casa después de las dos de la tarde. Ya era tarde. Mi tío estaba demasiado molesto, esperándome con el cinturón en la mano. Me dio una buena tunda. Yo no pude evitar llorar y gritar del dolor. Cosa que al parecer Elenita escucho y al darme cuenta ella estaba viéndome por una de las ventanas de la casa. Entre lagrimas le grite que se fuera, pero siguió ahí. En eso mi tío me toma de la mano para llevarme a bañar. Aquellos días ellos se bañaban en el patio trasero, que cubrían unas rejas de madera. Pero era obvio que quedaban unas partes visibles para el lado de la casa de Elena. Mi tío saco el jabón, shampoo y un tarro para bañarme. Me quito la ropa, pero le pedí de favor que no me quitara la trusa, porque no quería que Elena me viera desnudo. Fue por el cinturón nuevamente y me dijo que si me seguía comportando así me iba a volver a pegar. Resignado tuve que quitármela, y él me comenzó a bañar. Como era de esperarse sentí la mirada de Elena a través de las maderas. Había un hueco que se notaba llevaba tiempo roto para ver. Le dije a mi tío que ahí estaba aquella niña mirándome. Me regaño y me hecho agua para quitarme el jabón del cuerpo. Para mi sorpresa le hablo a Elena y le pidió que viniera. Yo no sabía que iba a hacer. Me dejo ahí desnudo mientras fue a abrir la puerta. Salió de nuevo al patio junto con Elena, yo me cubrí mis genitales y me sentía avergonzado. Elena ya tenía doce años y yo catorce. Mi tío me ordeno quitarme las manos para que le muestre a Elena mi miembro. Estaba sorprendido. Me lo dijo una vez más y yo con miedo a que me pegue de nuevo delante de ella me las quite, mostrándole a la pequeña Elena mis partes intimas. Ella puso unos ojos de sorpresa, mi tío le pregunto si le gustaba, ella respondió que sí. De repente ve a Elena con otros ojos, eso me había excitado. Ya cuándo creía que no iba a sorprenderme más, mi tía le ordena a Elena que me chupara el pene. Ella sin darle tantas vueltas al asunto, se acercó a mí, se agachó y lo metió a su boca para darme una rica mamada. Me sentía confundido y quede viendo a mi tío preguntándole que sucedía. Él solo me dijo que disfrutará y se sentó a ver como la vecinita me daba mi primera mamada de pito. Nunca había hecho nada con alguna niña. Ni había tenido novia. Me había masturbado, pero no se comparaba con esto, sentía que las piernas se me iban a caer del placer y yo estaba a punto de correrme viendo a aquella niña que me molestaba hace algunos años con mi pene en su boca. No aguante y me vine, batiéndole un poco su cara y su blusa, lo demás cayó al piso. Ella me sonrió con una cara de pervertida y dijo que estaba calientito. Al verme terminar, mi tío se levanto de donde estaba sentado, tomo el tarro, lavo la cara de Elenita y le dijo que se fuera a su casa. Ella como si nada hubiese pasado se fue. Mi tío se acercó a preguntarme si me gusto, obviamente le dije que sí. Me felicitó por mi acto. Y luego tomo jabón para limpiarme bien y terminar de bañarme. Me dijo que no le dijera nada a nadie. Era un regalo para que me vuelva hombre. Le agradecí por ello. Desde ese momento, todo cambio con Elena. Hicimos más cosas y un tiempo después descubrí que ella había sido la putita de mi tío por mucho tiempo. Por eso lo obedecía. Y gracias a mi tío y a su vecinita, tuve mi primera vez.
Woooow! relato riquísimo!
Ojalá cuentes más y también como estuvo lo de ella con tu tio