La vez que un niño me puso su culo en la cara
Contaré esto junto con otra historia para que valga la pena, la primera será la vez que el hijo de un amigo de mi papá me puso su culo en la cara y la segunda la vez que casi me besa un chico.
Bien, hace unos días hice mi primer relato, y como dije, todos los relatos que contaré (y que para fortuna o desgracia quedarán por siempre en el internet) son reales, cosas que me han pasado de verdad, y que algunas no son tan existentes hasta que llegue a la pubertad.
Cómo sea, está historia corta, (voy a contar dos diferentes) empezó cuando tenía cerca de 10 años, supongo. Ernesto ya no regresó a la casa de mi tía, y no lo he vuelto a ver desde entonces, pero mi vida siguió su curso y las historias calientes también.
Esto también paso en la otra ciudad donde vivía mi papá, durante el tiempo que iba con él, a veces me llevaba a lugares que ni siquiera puedo recordar en dónde están ubicados, porque muchas veces solo fuimos una vez.
Uno de esos casos fue este, cuando fuimos a visitar a un amigo suyo a su casa y nos quedamos un buen tiempo. Y no, el señor no me hizo nada si eso están esperando, pero él tenía un hijo de por la misma edad que yo, algo morenito si no recuerdo mal, y aunque lo conocí apenas ese día, me había caído bien. Paso que nos dejaron solos, en el cuarto de este niño (lo siento no recuerdo su nombre) y él tenía entre sus cosas una consola de videojuegos, no recuerdo cual, pero puso un juego llamado Crash bandicoot, lo recuerdo bien porque aunque nunca lo había visto o jugado (nunca he sido fan de las consolas) me llamo la atención de que el personaje era un zorro humanizado.
Para quienes lo han jugado y para quienes no, deben saber que cada que perdía, o sea, daba game over, se escuchaba un sonido de pedo, si, no muy gracioso, pero bueno.
Ambos estábamos acostados en el suelo sobre unos colchones o sábanas, no recuerdo bien, y supongo que al chico le pareció divertido jugarme una broma, entonces, cuando el juego marco el game over y salían los sonidos de pedo, en un solo segundo, (no sé cómo es que se movió pero así paso) me estampó todo su culo en la cara, incluso recuerdo exactamente lo que me dijo en ese momento.
Aún tenía sus nalgas entre mi nariz, el estaba con todo y su pantalón deportivo negro, en cuatro, con el mando en la mano, giro su cabeza hacia atrás para verme y me preguntó con tono burlesco:
—¿Qué tal huele?
Entonces me quitó su trasero de encima, yo quedé en shock pues no me lo esperaba, pero en unos instantes de segundo, mi calentura subió a mil.
Debo aclarar que incluso después de lo de Ernesto, yo no sabía que me gustaban los hombres, ni siquiera sabía lo que era ser gay, pero ahora mirando atrás mis instintos me doy cuenta que siempre fui bien putito y adicto a los machos.
Pues verán, un niño normal hubiera dicho algo como: «que asco wey» o «no seas puto» pero en cambio yo le contesté:
—Oye, cada que pierdas, ¿me haces lo mismo?
Lo más raro de todo es que este niño acepto, y es curioso que no se le haya hecho extraño en ese momento, pero así fue, cada que perdía una partida, me ponía su culito en la cara, y yo me deleitaba con ese olor y el morbo de tener sus nalgas entre mi nariz, que cada que lo hacía, discretamente, me agarraba el pene y me masturbaba (yo no sabía que era la masturbación pero fue instintivo en ese momento)
Al niño, jamás lo volví a ver, les recuerdo que ambos teníamos la misma edad y solo nos conocimos esa vez porque mi papá visitó al suyo, pero hasta ahora es uno de mis recuerdos favoritos.
Al final comimos molletes en su casa y me fui para no volver a verlo, me preguntó si él también se acordará y se habrá dado cuenta que yo era un niño gay que estaba disfrutando olerle el culo jaja.
Segunda historia, sobre mi casi primer beso.
Bueno, para rellenar el relato y por el hecho de que está historia es tan corta y no tan sexual, voy a ahorrar en tiempo para contarla junto con el otro relato.
No daré detalles de que estaba haciendo, ni como yo estaba, pasando el tiempo en mi escuela durante el turno vespertino.
Yo iba a la primaria en el turbo matutino, pero por razones que no explicaré, pasaba el rato en el turno vespertino.
Ahí conocí a un chico mayor que yo, entonces yo debía tener entre 9 o diez años, el chico no estoy seguro de su edad, pero estoy casi seguro que estaba en sus 15, mínimo tenía más de doce años, de eso estoy seguro, era mucho más alto, y estoy seguro de que era adolescente, porque según recuerdo el no entraba a clases en la escuela que era de niños hasta los 12.
Pero entonces se preguntarán qué hacía un chico mayor en una primaria, pues era hijo del maestro de educación física del turbo vespertino, y lo traía al trabajo (eso sí mal no recuerdo)
Algo curioso es que tenía una amiga de su edad (eso creo, la chica obviamente le rondaba la edad y era mayor que yo, por lo que supongo que compartían la misma edad) que también se metía a la escuela con él, no me pregunten si ella también era hija del algún maestro no lo sé xd, yo tampoco puedo explicar cómo me colaba al turno vespertino sin que me notarán jajaja, creo que simplemente los maestros (que eran diferentes a los de la mañana) pensaban que yo pertenecía a algún grupo que no les tocaba y no se hacían muchas preguntas, no puedes ponerle atención a cientos de niños a la vez.
El punto es que me hice muy buen amigo de ambos, aunque él era un poco travieso y buscaproblemas, pero era simpático y me trataba bien pues yo era más chico.
Todo esto paso porque un día se me ocurrió jugarles una broma y a la chica le escondí algo suyo (no recuerdo que era, creo que su celular o alguna otra cosa :v) entonces el chico, como era su amigo y vio que yo me estaba riendo cuando lo empezaron a buscar, rápidamente se dio cuenta que fui yo, entonces sucedió lo que no esperaba. Él me agarró de las muñecas del brazo, (debo aclarar que a pesar de todo nunca fue muy duro ni me lastimó) y no sé cómo, pero obviamente con su mayor edad, mayor altura y mayor fuerza, logró ponerme en el suelo boca arriba, me siguió sujetando de las muñecas y tenía su cara frente a mi, puso mis manos contra el suelo a los lados de mi cabeza y él estaba encima mío, ya saben, la típica pose de anime cuando el «seme» somete al «uke» y nunca voy a olvidar lo que me dijo entonces.
—¿Dónde está?— me dijo firme pero sin estar enojado, nunca me levantó la voz.
—No te voy a decir— le contesté burlón, apesar de que luchaba inútilmente para sacarme de su agarré, no le tenía miedo.
—Dime dónde está o te doy un beso…
Debo decir que eso me tomo por sorpresa, él estaba a centímetros de mis labios y fácilmente pudo haberlo hecho si quería, ahora de más grande me preguntó, «¿lo dijo solo por broma?, o es que en el fondo realmente quería robarme un beso?»
En ese momento yo no sabía que yo era gay, y tampoco jamás sospeche que ese chico lo fuera, y no quería verme muy gay entonces le dije dónde lo había escondido y me soltó.
Ahora me arrepiento, quisiera haber sido más inteligente y haberle dicho algo como
—No te atreverías.
Y tal vez entonces este chico (que debo decir era muy guapo) hubiera sido mi primer beso. Pero fui tonto. En fin al igual que Ernesto y el niño que me puso su culo en la cara, a este chico no lo he vuelto a ver desde hace muchos años. Me gustaría preguntarle si es que acaso fue solo una broma para sacarme la verdad, o es que yo en secreto le gustaba y quería follarme jajaja ok tal vez eso último no tanto pero… Bueno de todos modos, no se les hace raro a ustedes también, que se le haya ocurrido decirme que me iba a besar?
Dejaré que me lo digan en los comentarios bye.
Buen relato suele suceder siempre cuando empiezas a temprana edad yo también deje pasar muchas oportunidades que tuve también te felicito