La zorra y el joven.
Historia turbia sobre una mujer a la que le gusta desviar hombres..
Atado de manos, colgando del techo, cinturón de castidad, un plug en el ano, pezones perforados decorados con pesadas argollas de plomo, en el cuello un gureso collar que le impide quedarse dormido, amordazado, ojos vendados, sus testículos son la única parte que no sufre, al menos hasta que no regrese su ama y señora.
El pobre perdedor es un joven de 18 años que se enfrascó en una aventura con una hermosa mujer de 45 de proporciones escandalosas, morena, pelo negro intenso, grandes senos, cintura pequeña, glúteos firmes, miembro de una forma de abogados, soltera, sin hijos, mandona, exigente, su carácter haría temblar al mismo diablo.
Iluso el chico decidió «hacer su jugada» cuando la vió en el gimnasio, «mamasota, rica, mayor, seguro quiere coger rico con este bizcocho lleno de colágeno».
Una cita y a su departamento, el jovenzuelo acabo con dolor de huevos, espalda, pene, abdomen y nalgas, la mujer es una salvaje para coger, $3000 mxn y a su casa, derrotado, pese a todo, con ganas de más.
La lujuriosa mujer se lamió los labios cuando volvió por más, a partir de ese día el chico se fue degradando como ser humano hasta el día de hoy que no es más que un juguete al que van a tirar cuando esté roto.
Su ama volvió, no sabe cuánto tiempo a pasado, no puede ver o escuchar nada del mundo exterior.
Unas correas sujetan sus pies firmes al suelo, hasta ahora todo a Sido entrenamiento, han medido su umbral del dolor y lo han rebasaso una y otra vez.
- hooooola basura, espero estés emocionada, después de semanas de intenso entrenamiento, te voy a hacer mi perra, mi puta, cuando acabe contigo vas a pedir a gritos un pito de carne…
Nervioso y excitado el joven jadea, fuertes impactos de vara dejan líneas rojas en sus nalgas, piernas y pantorrillas.
El motivo por el cual la mujer nunca se ha casado es este, es una maldita sádica que disfruta torturando a los hombres, les rompe su moral, los confunde, su historial es una larga lista de hombres que acabaron feminizados rogando por verga en sus culos porque ningúna mujer pudo darles placer.
Descargas eléctricas sacuden el cuerpo del chico, el dildo en su interior es metálico, conectado a la corriente el pobre joven se sacude con violencia lastimando su cuerpo.
La vara sigue impactando en su cuerpo, pecho, abdomen, piernas. El cuerpo humano responde al dolor con adrenalina que te prepara para huir o luchar, en un estado de sumisión solo sirve para tolerar más y más dolor.
Agitado, así respira el joven a merced de su ama y señora, no puede hacer nada para defenderse, resignado acepta su destino y procura resistir hasta el final.
El plomo es retirado de los pezones, un momento de alivió y algo de placer cuando una lengua lame los piercings y pezones.
Pero la zorra es cruel, antes de dejarlo acostumbrarse al placer le encajó sus uñas en los huevos arrancando berridos ahogados, casi femeninos, de dolor.
La tortura apenas comienza, un elástico se enreda en la base de sus testiculos y pene, la presión corta su circulación, gime con desesperación al sentir como la liga se hunde en la carne.
Un tubo entra por la uretra, profundo, es un dolor intenso que lo hace gritar de agonía, profundo hasta más allá de la base de su pene, es una especie de ducto que permitirá al semen fluir.
Llorando de arrepentimiento el joven sufre con lo que le hacen, es una violación, una hermosa mujer lo está violando.
- Hay mi amor, para cuando termine contigo no vas a necesitarlos, ni tus huevitos, ni tu pitito, vas a ser una hermosa señorita, y yo te voy a complacer con hombres, te traeré amantes para que te hagan la cola, te llenen de lechita, te hagan su putita.
El plug anal salió violentamente del ano, la zorra se prepara con un harnes, 25 centímetros de plástico con un grosor de 6, barnizado con lubricante anal, el pobre joven no sabe lo que sigue, aguarda expectante hasta que sintió la punta del plástico presionar contra su ano.
Hasta el fondo los 25 centímetros se hundieron, gritos de agonía y dolor, la humillación, la desesperación.
Llanto, movimientos bruscos en un intento por liberarse, nada funciona. Sin aviso la zorra comenzó un violento mete saca en el recién desvirgado ano.
Los gritos del chico alimentan su morbo, siempre es lo mismo, gritan y lloran, la maldicen, se revelan, pero al final, gruesos hilos de semen salen por el tuvo cuando llegan al orgasmo.
La muy zorra masturba al joven mientras lo viola, su pene no logra la erección, el elástico impide el flujo de la sangre, el tuvo en su interior es lo que le da una falsa erección, sus receptores de placer son abrumados por el intenso dolor que atraviesa.
10 minutos después el dolor va cediendo, dilatado por el largo y grosos del dildo el ano ya no duele, horrorizado descubre como unas punzadas de dolor se mezclan con un floreciente cosquilleo.
De su pene brota un hilo de preseminal que escurre hacía el piso, la zorra se ríe a carcajadas tras de él.
- eres una putita, cómo todos, Jesucristo nuestro aeñor los odia, creo sus cuerpos para ser sodomizados, maldito homosexual de mierda, si fueras macho de verdad esto no te daría placer.
Confundido por lo que siente el joven berrea desesperado, forcejea, lucha por liberarse, grita de furia, aborrece su cuerpo, lo traiciona dándole placer mientras sufre física y psicologicamente.
8 brutales minutos de resistencia, 18 de violación, ese fue el límite del jóven, por el tubo metido en su uretra brota una gran cantidad de semen, en su vida había alcanzado semejante eyaculación, la zorra se ríe burlescamente a carcajadas.
- Te lo dije, eres un putito, te gusta la verga en el culo, si fueras un hombre real no te habrías corrido.
Con la ayuda de una espátula la zorra recogió el semen y preseminal del piso, lo disolvió en una botella con un poco de agua, conectó una manguera al aparato mordaza que llega hasta su garganta, con una bomba el líquido llegó hasta el fondo deslizándose por su tracto, otro tanto fue vertido en su boca.
- Prueba tu propia leche para que te acostumbres al sabor… Mañana te voy a traer a alguien muy especial.
Humillado, violado, con el culo roto, abatido psicológicamente, adolorido, marcado, el pobre chico pasó la noche en vela colgado sin nada sobre su cuerpo, se quedó dormido colgando del techo.
Pasos, la puerta abierta, la zorra entró al cuarto acompañada de un hombre enorme, musculoso, peludo, lo conoce, va al gimnasio, tiene fama de homosexual.
Aterrizando el joven trata de liberarse, el hombre se está desnudando frente a él, le cuelga un pene tan grande y grueso como el dildo que lo violó anoche.
- Ya lo desvirgue, está listo… Quiero escucharlo gemir.
Detrás de él un pene busca la entrada de su ano, frente a él la mujer se arrodilla masturbarlo.
El pene entró hasta el fondo hasta que chocaron nalgas con pelvis, huevos con huevos, la zorra chupa y masturba al joven logrando una erección, de inmediato mete el tubo por la uretra y ajusta el elástico.
El joven llora desconsolado, le arde el culo, le da placer, su sensible pene erecto es torturado con caricias expertas, del tuvo brota líquido preseminal que es capturado en un frasco.
Sin perder el tiempo el hombre comenzó con el coito, quiere vomitar, quiere morir, se siente humillado, está disfrutando de eso, llora desesperado, la cantidad de fluido que se acumula en el frasco es demencial, la zorra observa maravillada estimulando los testículos con la esperanza que salga más.
El pobre ano del chico dilatado a más no poder ya no le da ningún dolor, solo placer, gime como hombre, eso es lo último que le queda.
25 minutos de coito, el chico a eyaculado dos veces, está seco, no hay más, pero su violador sigue con lo suyo buscando su propio placer.
Al ver que ya no sale más del pene la zorra castiga al muchacho estrujando sus huevos, los gemidos de hombre ahora son de mujer, puede sentir como el violador acelera su movimiento, sabe lo que viene, le van a llenar el recto de semen, va a recibir un pie de crema anal que tanto le excitaba ver en las películas pornográficas, sin oponer resistencia alguna se deja hacer a sabiendas que será el final.
Un torrente caliente llena su interior, la leche del hombre que lo viola moja su interior, el degenerado no se salió del ano hasta que no se vacío por completo.
Tras abandonar el ano un plug más grueso entro a presión, puede sentir el semen acumularse, necesita ir al baño, su intestino empuja como defecando pero está tan cansado que no logra expulsar el grueso plug.
- Eso fue dulce.
Tras esas palabras el hombre se despidió de la zorra con un beso femenino, sin mayor tapujo actuó como mujer los breves instantes.
- Cuando repitas me invitas cariño, me encanta tu talento para encontrar jotitos, nos vemos en el gimnasio mi amor.
Guiñando un ojo se retiró del lugar dejando a la zorra y el joven solos.
La mirada del chico está cargada se odio, la zorra sabe que le tomará más tiempo domesticarlo, se lame los labios pensando en todas las torturas que tendrá que hacerle hasta que se someta a su voluntad.
Fin.
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