Las Apuestas se pagan 2: Favor con Favor se paga
Mika despues de ser desvirgado por su Amigo Carlos descubre que el Papa lo estaba viendo.
Cuando termino de preñarme mi amigo, nos dimos cuenta de que su papa nos estaba mirando con la polla a fuera y super dura, yo me aterre.
-Que has hecho Carlos-dijo el Papa con una voz entre molesta y pervertida- es un niño.
-Lo vas a decir tu-dijo Carlos- que me desvirgaste más pequeño que él.
-Te dije que nunca contaras eso-dijo el- pero ahora que vamos a hacer si Mika habla.
-No lo haré lo prometo, si usted no dice nada-dije.
-No quieres que nosotros digamos algo-dijo el papa con voz más pervertida- pues eso sería un favor que te estamos haciendo, por que tu no quieres que sepan que ya no eres virgen.
-Si señor-dije- hago lo que me pida.
-Sabes qué favor con favor se paga no-dijo el papa y se acercó a mí.
-Si señor-dije
-Pues comienza con darle un beso a mi polla- dijo- sabrás hacerlo.
Me senté frente al Papa de Carlos, y puse su polla entre mis labios como me había explicado la anteriormente, y a pasar la lengua, el papa más avezado que Carlos me tomo de la cabeza y me la enterró completa hasta la garganta, Carlos estaba a nuestro lado mirando y masturbándose, tenía 23 cm de polla en mi garganta y me la estaban follando por segunda vez esa tarde.
Cuando acabo, me cargo y me llevo a su habitación, y Carlos fue con el llevando el Lubricante, me puso en cuatro.
-Carlos ya sabes que tienes que hacer-dijo el papa-
Carlos saco unas cadenas unas cuerdas, unas las ato a la cabecera de la cama y des pues una cada una de mis manos, amarro una cada una de mis piernas a la altura de las rodillas y también las ato en algún sitio delante mío, y por último me amorro cada uno de mis tobillos otras cuerdas esas no vi a donde las ato, pero quede con el culito totalmente expuesto a disposición de mis violadores.
Sentí como me empezaron a dar como latigazos en mis nalgas, y a mí se me empezaron a escapar quejidos de dolor.
-Carlos, tápale la boca-dijo el Papa- que esto recién empieza.
Carlos se puso delante mío y comenzó a follarme la boca, el papa seguía dándome latigazos pude contar como unos 7 seguidos, yo no podía gritar por que tenía la polla de Carlos en mi garganta, de repente sentí como me metían algo en el culo, eran como pelotitas.
-Papa-dijo Carlos- no le metas eso, si se dan cuenta que tiene el recto lastimado, pueden averiguar.
-Tú te callas-dijo El Papa- yo sé lo que hago y como lo hago.
-Te recuerdo-dijo Carlos- que la primera vez que me metiste esas cosas, termine en el hospital con un sangramiento, y fue difícil tapar lo que me hacías.
El Papa en ese momento, miro a su hijo y saco con sumo cuidado lo que me había metido, entonces trajo un dilo como de 30cm creo, y lo embadurno de lubricante al igual que mi culo, y comenzó a meterlo, dolió muchísimo pero como no podía moverme ni gritar logro meterlo completo, y después comenzó a meter y sacar, esto era una tortura.
-Papa-dijo Carlos- ya es tarde vamos a terminar con esto que después sospecharán si Mika no llega a su casa a la hora y vendrán a buscarlo.
-Si tranquilo-dijo El papa.
Después de unos 5 o 6 minutos fallándome con el Dildo, de allí lo saco y a lo bestia me penetro, y comenzó a embestirme como un salvaje y Carlos empezó a follarme la boca a la misma velocidad.
-Que rico culo tiene esta zorrita-dijo el Papa- tenemos que volverla a violar-
-SI papa-dijo Carlos- yo quiero seguir comiéndome este culito, y esta boquita.
Los dos cada vez eran más agresivos no quedaba nada de la dulzura con la que me había desvirgado Carlos, eran uno salvajes, adictos al sexo, y a violarme, esto era distinto a como había disfrutado antes, no estaba disfrutando estaba adolorido, maltratado, golpeado.
-Siii siii que culoooo-gemia el Papa de Carlos.
-AAAA aaa a aaaa-gemia Carlos.
Esto yo ya quería que terminara e irme a mi casa, pero me pareció eterno esos 10 minutos que estuvieron fallándome salvajemente, cuando de repente escucho gemir a Carlos.
-Me Coooorrrrooo- gimió y enseguida su papa.
-Me corroooo también-gimió el Papa de Carlos.
Así mi culo y mi boca se llenaron de leche a la vez, el de Carlos me lo tuve que tragar por segunda vez en la tarde, cuando los dos salieron, y Carlos me desato, y caí al piso sentía tan adolorido, apenas pude pararme, para vestirme me ayudo Carlos, y llegue caminado con las justas a casa y con un caminar bastante extraño, para mi desgracia, en la casa estaba solo mi Primo de 24 años, me miro y me siguió a mi habitación.
-Se lo que te ha pasado-dijo Carlos- y Si no quieres que lo cuente, me vas a tener que dar algo, pero no hoy, esperare que te recuperes.
Continuara.
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