Las Aventuras de un Negrito 5
Necesito saciar esta necesidad…no importa los medios….
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Si no fuera por todo lo que está pasando (y lo que pasara después) diría que mi vida era relativamente «normal», dejando de lado mi decadente relación con mis padres, en la escuela las cosas eran un poco diferentes.
Desde primer año siempre fui el mejor de la clase en todo sentido, sacaba la mejores calificaciones y era el mejor portado del salón, aunque la verdad es que no era muy inteligente como todo el mundo creía…es solo que estaba rodeado de estúpidos.
Los maestros no se esforzaban nada en educar a los niños, aunque llegue a entenderlo con el tiempo, escuela pública, salario horrible y tener que soportar a pequeños que…dios…decir que se comportaban horrible es poco. No me fue difícil destacar en un lugar así.
Aunque no todo era malo en la escuela, conocí a un niño de otro grupo, Gustavo, que al igual que yo estaba en un salón con chiquillos insoportables y una maestra irresponsable, nos entendimos muy bien desde el primer día, ambos crecimos con padres terribles que nos obligaron a madurar muy temprano y éramos los únicos que destacaban académicamente, incluso compartíamos muchos gustos en común.
Cuando llegamos a tercer grado de primaria nos tocó compartir la misma aula, además de que logramos entrar juntos al equipo de futbol de la escuela, estábamos felices de poder pasar más tiempo juntos, como ambos no teníamos hermanos nuestro vínculo se hizo más fuerte.
Éramos los mejores e incluso el ejercicio nos volvió los más guapos de la escuela, cosa que aprovechábamos muy bien, teníamos muchas niñas haciendo fila por nosotros, les decíamos que podían ser nuestras novias si dejaban que las tocáramos y ellas aceptaban aunque al final nunca cumplíamos nuestra parte del trato, se enojaban y nos acusaban, pero nadie les creía porque los maestros tenían una buena imagen de nosotros.
Nadie hubiera imaginado en lo que se convertirían estos dos lobitos disfrazados de corderos…
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Sabía lo que era el sexo debido a…bueno…la televisión…aunque en la escuela nos enseñaron el típico proceso de que el pene se mete en la vagina, pero debido a la pobre explicación no entendía muy bien, no conocía lo que era la masturbación, el sexo oral, etc. Además de que aún no tenía acceso a internet.
Cuando vi a Don Luis chupándosela a otro hombre y tocarse el culito un nuevo mundo se abrió para mí, mientras más me adentraba a el más me gustaba, no podía dejar de pensar en esa tarde cuando hundí mi cara en sus nalgas, se volvió costumbre para mí masturbarme en la ducha y fantasear con culos todos los días…pero no me era suficiente…necesitaba tener el culo de Don Luis AHORA.
Pero debido a que él trabajaba siempre y solo descansaba un día a la semana, solo me podía conformar con verlo llegar a su casa y deleitarme con la vista de su culito rico siendo apretado por su pantalón de vestir, no podía esperar hasta su siguiente día libre…necesitaba desquitar mis ganas pero…¿Cómo?
…y entonces una idea llego a mi cabeza…
Una vez más tenía casa sola e invite a Samuel a jugar conmigo, llego tocando mi puerta y lo dije que jugaríamos en mi cuarto.
– ¿A qué vamos a jugar Javi?
– Lo mismo que jugamos la otra vez, y no digas que no quieres porque yo sé que te gusto.
– Bueno está bien…
Pobre Sami…no tenía la menor idea de lo que le iba a pasar…
Apenas entramos a mi cuarto cerré la puerta con seguro y nos desnudamos, no podía dejar de ver las carnosas nalguitas infantiles de Samuel, por cada paso que daba rebotaban de una manera deliciosa.
Cuando Sami volteo a ver mi negra verga se sorprendió porque estaba pelada por completo, esto debido a tantas sesiones de masturbación en la ducha.
– WOW JAVI YA TIENES AFUERA LA CABECITA.
– Es que a veces juego solito cuando me voy a bañar, ¿Tú no juegas con tu pito?
– A veces, pero también me gusta lo otro…
– ¿Qué otra cosa?
– N-nada…
¿A qué se refería Sami con «lo otro»?
No le di mucha importancia al asunto y decidí seguir con mi plan, le pedí a Samuel que para estar más cómodos nos acostáramos en la cama y el acepto, Sami se subió primero gateando hacia las cabeceras para sentarse, pero no se dio cuenta de que me estaba regalando una hermosa vista de su pequeño agujero, en ese momento sabía que era ahora o nunca. Me abalancé directo a Samuel quedando encima de el.
– ¡JAVI QUE HACES BAJATE!
– Cálmate Sami solo estamos jugando…
Su piel se sentía tan suave, recorrí todo su cuerpecito hasta bajar a sus nalgas, metí mi cara entre ellas…las besaba…las mordía…no podía contenerme más…PERDÍ TOTAL CONTROL DE MI MISMO EN ESE MOMENTO…
– Ahm ∼ Javii…ya suéltame no me gusta…
– Que rico estas Sami…
Me estaba jalando mi pito con una mano hasta que se me ocurrió una mejor idea, me coloque otra vez encima de Sami y puse mi pene entre sus nalgas…CARAJO…se sentía como el cielo, me comencé a mover de una manera que parecía masturbarme con el culo de Sami.
– Uff sii ∼
– Ahh…mmm…Javii ∼
– Las tienes muy grandes Sami…siento que me aprietan un poco, pero siente ricoo…
– Ya bájate por favor…
– ¡NO! La otra vez te toco a ti ahora yo quiero también, me tienes que chupar mi pito, quiero saber que se siente.
Después de mi primera «experimentación sexual» con Sami quede con muchas dudas, trate de meterme los dedos una vez para saber si podía gustarme también, pero no fue así, no me dolió aunque si me fue muy incómodo y no me gusto nada, también ya le había chupado el pene a Samuel, pero se orinó en mi boca debido al orgasmo que le di así que decidí no volverlo a intentar, solo me quedaba saber que se sentía que alguien me la chupara a mí.
Me fue difícil dejar de darme placer con el culito de Sami, pero estaba decidido a aclarar mis dudas, me posicione delante de él y acerque mi oscuro trozo de carne a su rostro.
– Chúpalo.
– No sé como…
– Lámelo, dale besitos y luego lo metes a tu boca, así como lo hizo Don Luis.
– Pero es que…
– Tú hazlo, yo lo hice contigo y encima te orinaste en mi boca así que me lo debes.
– Esta bien…pero no te enojes…
Sami estaba temblando de miedo, yo era mucho más fuerte que él así que no se me hacía tan difícil intimidarlo. Comenzó dándole besitos a mi pene y lo lamía como una paleta, sentía una corriente por todo mi cuerpo, definitivamente me estaba gustando.
– Ya métetelo en la boca.
– Okey, pero no te vayas a orinar…perdón por hacerlo es que no me aguante…se salió solita…
– Si está bien ya apúrate.
Samuel abrió la boca y yo lo fui metiendo cuidando de no lastimarme con sus dientes, le dije que cerrara la boca un poco para que sus labios quedaran alrededor de mi pene como lo hizo Don Luis con ese señor, después guie su cabeza para que su fuera moviendo de arriba hacia abajo.
– Sii Sami que rico ∼
– Ahgg…gluhg…
Nunca había sentido tanto placer en mis ocho años de vida, Sami chupaba muy lento así que yo agarre su cabeza y comencé a moverme de manera más acelerada, las babas de Samuel se salían por su boca haciendo que resbalara más fácilmente.
– Aahh sii que ricoo ∼
– Ahhgg…Javi espera creo que iba a vomitar…
– Pues aguántate.
De una se la volví a meter en la boca y comencé a moverme más rápido, estaba completamente poseído por el placer, Sami trato de quitarse, pero no lo deje…hasta que de pronto…
– AHMm…SAMUEL…AYYY SIII ∼
Sentí como mi pene empezó a soltar chorros desconocidos en la boca de Sami, mi primer orgasmo a los ocho años, me mareé por el placer y caí rendido a la cama, Samuel comenzó a reclamarme, pero yo estaba muy cansado para darle importancia.
– JAVII NOOO…¿QUÉ FUE ESO?…sabe raro…
Ni él ni yo supimos si lo que tire fue orina u otra cosa debido a que lo solté directo a la garganta de Sami y por reflejo de su cuerpo se la trago toda. Fui recuperando el conocimiento poco a poco, no sabía como explicarlo…fue como si mi cuerpo hubiese drenado toda su fuerza para después recuperarme como si nada, incluso hasta me sentía mejor y con más energía.
– ¿Te gusto mi pito Sami? ¿Sabia rico?
– No sé…estaba salado pero sabia…¿bien?
– Ya ves, sabía que te iba a gustar.
Samuel se puso cómodo en la cama y yo aproveché una vez más para manosear su culo, él ya no se quejaba, parecía que ya se adaptó a nuestro «jueguito» e incluso me dejo volver a meter mi cara en su culo, nos colocamos de cucharita y otra vez empecé a sobar mi oscuro falo entre esas nalguitas morenas.
– Hay que jugar a esto siempre Samuel.
– ¿Todos los días?
Aumente un poco el ritmo de mis sobadas, Sami parecía aguantarse sus gemidos.
– Sí…todos los días…
Ahora mis sobadas eran más rápidas, al parecer a Sami se le escapó unos cuantos gemidos y comenzó a tocarse su pitito, sin embargo en una de mis embestidas hizo que la punta de mi verga tocara la entrada de Samuel.
– Ayy…sii…
– Oh te gusta tocarte el culito, ¿verdad?
Y entonces lo entendí, a eso se refería anteriormente, Sami prefería tocarse su culo que su pito.
– No…no es eso…
– Te gustó cuando te metí los dedos.
– Nooo…no es cierto…
Empecé a meter un dedo dentro de él provocándole un gemido.
– Sí te gusta mentiroso.
– Bueno sí…PERO NO LE DIGAS A NADIE…mi papá dice que los gays hacen eso…yo no soy gay…
– Ya tranquilo será nuestro secreto Sami, si tú tampoco le dices a mis papas lo que hacemos.
Y entonces se me ocurrió una idea que jamás se me había pasado por la mente, si el pene del hombre se mete en la vagina de la mujer…¿Qué pasa si se lo mete a otro hombre?
Apunte mi pito a su entrada y comencé a abrirme camino en el.
– ¡JAVI NOOO SACALO!
– Relájate, quiero saber que se siente.
– ME DUELE JAVI NOO…
La punta de mi pene ya estaba dentro del culito de Sami, estaba a punto de meter el resto, pero el ruido de la cerradura de la casa me saco de mi calentura, mi madre había llegado, rápidamente me bajé de la cama y comencé a vestirme, Samuel hizo lo mismo. Terminamos de vestirnos y fuimos afuera a jugar actuando como si nada hubiera pasado.
Llegada la noche cada quien se fue a su casa, como de costumbre fui a darme un baño acompañado de una jalada de verga dedicada a Sami y su rico culito, después me acosté en mi cama y me puse a reflexionar.
¿Fui muy rudo con Sami?
¿Acaso lo violé?
…no…él dijo que le gusto…Y A Mí MÁS…
…de todos modos…
¿Qué importa si no le gusta?
Fácilmente podría obligarlo y amenazarlo con decirle a sus padres que es una putita que le gusta tocarse su coñito.
ME COMERíA SU CULO LAS VECES QUE YO QUIERA…o al menos hasta que tenga el de Don Luis…
…no soy una mala persona…¿verdad?…
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Uff perdón por tardarme, tenia asuntos escolares que atender.
Por cierto gracias por los bonitos correos que me mandaron ❤
Aquí se los dejo por si quieren charlar un rato:
Les mando muchos besos en sus culitos y sus vergotas.
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Uff que delicia de relato, sigue contándonos y si lograste tener el de Don Luis
Holaa aquí el autor, ahora tengo telegram es el siguiente:
lunillo81